Emilia Pardo Bazán.
Emilia Pardo Bazán publica El cisne de Vilamorta en 1885, novela que pertenece a su primera etapa literaria. Enmarcada ya en la corriente naturalista, de la cual fue precursora en España, Bazán nos presenta unos trabajados personajes que trasladarán al lector a la sociedad del siglo XIX. (Casa del Libro)
Respecto a lo que en El Cisne llamará alguien levadura romántica, quiero decir algo, muy sucintamente, a los buenos entendedores. El romanticismo, como época literaria, ha pasado, siendo casi nula ya su influencia en las costumbres. Mas como fenómeno aislado, como enfermedad, pasión o anhelo del espíritu, no pasará tal vez nunca. En una o en otra forma, habrá de presentarse cuando las circunstancias y lo que se conoce por medio ambiente faciliten su desarrollo, ayudando a desenvolver facultades ya existentes en el individuo. Sucédele lo que a la vocación monástica: menos casos se dan hoy de tales vocaciones que se daban, por ejemplo, allá en tiempos de San Francisco o San Ignacio; con todo, algunas he visto yo muy ardientes, probadas e irresistibles. No hay estado del alma que no se produzca en el hombre, no hay cuerda que no vibre, no hay carácter verdaderamente humano que no se encuentre queriéndolo buscar; y en nuestras pensadoras y concentradas razas del Noroeste, el espíritu romántico alienta más de lo que parece a primera vista (Amazon)