El bujío de Santa Catalina 2 (Bordeando la realidad)

[luchana]

El programa de radio clásica que no me gusta, sinfonía de la mañana... he descargado un archivo musical (poscadt) y lo he "analizado" con audacity, y de hora y media que dura el programa se tira los 22 primeros minutos contando historias muy interesantes sobre sudamérica, los últimos 20 minutos comentando discos a la vez que los pone, y entre medias pone 19 minutos de música, todas muy bonitas, alguna de Mercedes Sosa, y la de Alfonsina y el mar, bellísima. Pero entre medias se tira comentando 19 minutos.
En resumen 19 minutos de música y 61 minutos comentando y contando historias, y eso a la hora del desayuno medio dormido, para mi es muy duro.
Pero no tengo problema: en la radio tengo un pincho con mucha música y hoy le ha tocado al concierto para trompa de Mozart.
Me gusta Caetano Veloso, lo suelo escuchar en radio 3 en "cuando los elefantes sueñan con la música" que lo ponen todos los días a las 3 de la tarde.

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[luchana]

Que playa mas bonita y que puesta de sol, y sobre todo, como gusta leer lo que disfrutas, lo mismo de la playa, que de la música, y de los bichos y plantas. Es una delicia leerte.
A ver cuando hago una visita a tus playas.

[jilguero]

hoy le ha tocado al concierto para trompa de Mozart.

Ese lo tenía (lo sigo teniendo) en un casete y lo he escuchado muchas veces, me gustan sobre todo los solos de trompa.

En resumen 19 minutos de música y 61 minutos comentando y contando historias, y eso a la hora del desayuno medio dormido, para mi es muy duro.

Jajaja, cada uno es cada uno y sus caunadas. Yo ese programa llevo años escuchándolo, compaginándolo con estar haciendo otras cosas. Hay veces en que la historia que cuenta no me dice nada. Pero hay otros en que hace que me interese por el compositor de marras y lea sobre él. Por ejemplo, un día hablaron sobre la muerte de Satie y, gracias a ello, a la curiosidad que me despertó, no sabes la de cosas que me enteré de él y de la única mujer que se sepa tuvo relación con él, Suzanne Valadon y del hijo de esta, el pintor Maurice Trujillo. Hasta me compré un libro sobre la vida de Satie. Fruto de ello fue la pamplina Barcos de papel navegando por el Sena, que comprendo me quedó larga y densa para los demás, pero que para mí fue muy fructífera y me hizo pasar muchas horas con la cabeza en París. Suelo decirlo y, no es falsa modestia, que mi ignorancia no tiene límites, y encima la memoria la tengo bastante lábil, con lo cual esos estímulos de mi curiosidad, en campos que no sea la Naturaleza (esta me estimula ella directamente), me viene bien. Tengo, por cierto, leer algo de Philip Glass, de quien el otro día comentó que era fontanero y el sonido de las gotas de agua le inspiraban.

Y soltado este rollo, en realidad, yo venía a decirle a Cata que ya estoy segura al cien por cien de que el "conejo" (si creemos al señor liliputiense) sigue estando ahí y se pasea por ambas galerías. Para estar segura se me ocurrió el otro dia meter yo la mano y con los dedos trazar en la arena huellas paralelas. Pues bien, vuelven a estar llenas ambas galería de huellas como las de las fotos que os dejé aquí.

¡Habemus, pues, Oryctolagus cuniculus o lo que sea...!

[Gretogarbo]

Tengo, por cierto, leer algo de Philip Glass, de quien el otro día comentó que era fontanero y el sonido de las gotas de agua le inspiraban.

Sabía de su pasado como taxista, hasta que pudo ganarse la vida como compositor, pero no de fontanero.

A mayores de la música que te dejó el otro día luchana (buen gusto, compañero), yo te dejo este temazo de Powaqqatsi...

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... que en una versión más breve suena también en El show de Truman.

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Para estar segura se me ocurrió el otro dia meter yo la mano y con los dedos trazar en la arena huellas paralelas. Pues bien, vuelven a estar llenas ambas galería de huellas como las de las fotos que os dejé aquí.
¡Habemus, pues, Oryctolagus cuniculus o lo que sea...!

¿Y tú eres la cobarde? Hay que tener un buen par de ovarios para meter la mano en una galería sin saber qué hay dentro.

[luchana]

¿Que va a haber dentro? Si hay conejo no hay culebra ni gineta. Escorpiones no se meten en esos sitios. Pero sí, nuestro jilguero valiente sí que es.

[jilguero]

Sabía de su pasado como taxista, hasta que pudo ganarse la vida como compositor, pero no de fontanero.

Pues tengo entendido que trabajó de fontanero, de taxista, en una fábrica de clavos y en una empresa de mudanzas antes poder ganarse la vida como compositor ya cuarentón.

¿Y tú eres la cobarde? Hay que tener un buen par de ovarios para meter la mano en una galería sin saber qué hay dentro.

Pero sí, nuestro jilguero valiente sí que es.

¡Qué va! Nunca he sido valiente, pero con la edad me he vuelto más temerosa. Y no porque de joven tuviera más valentía, sino porque era más ignorante y me dejaba llevar.

Se me vienen a la cabeza un par de momentos que ahora no repetiría. En un caso, estábamos un grupo de amigos y compañero de carrera (estudiábamos a la sazón Biología), en un pueblo blanco de la sierra de Cádiz, Zahara de la Sierra.

Zahara de la Sierra.jpg

Era al pueblo blanco al que, desde Sevilla, teníamos acceso mejor en autobús, que era nuestro método de transporte habitual. Nos dejaba en un casilla de peones camineros que había en la carretera de Sevilla a Málaga justo en el punto de arranque de la carretera secundaria a Zahara y, desde allí, cargando con las mochilas subíamos hasta el pueblo (allí fue donde ocurrió la anécdota de los limones que ya os conté). Pues bien, en esa ocasión decidimos hacer una incursión en la Cueva del Susto, que alguien había escuchado que estaba bien cerca. Nos pusimos en marcha y dimos con su entrada. Sin pensárnoslo dos veces, fuimos entrando uno tras otro (creo que íbamos cuatro personas) en la galería donde había que andar a cuatro patas o incluso pasar arrastrándose. Íbamos sin linternas y avanzamos hasta que el que iba en cabeza se detuvo porque escuchaba gotear agua a cierta profundidad. Entonces, otro que llevaba un mechero, sin pensar en que allí hubiera podido haber algún gas inflamable, lo encendió y con su luz vieron que había un cortado cuyo fondo no se veía. Éramos un pelín temerarios pero no estábamos locos, con lo cual dimos media vuelta. Actualmente no sería capaz de repetir la hazaña.

En el otro caso, fue en la Sierra de Béjar, donde iba con un amigo camino del Calvitero y nos perdimos en medio de una ventisca de nieve. Lo describí en El peñón de los naufragios: En la sierra de Candelario, por ejemplo, se adentraron juntos en un mundo solitario, en el que el hielo acumulado en las ramas de los matorrales hacía que la vegetación pareciese de cristal. Fascinados con aquella frágil delicadeza no se dieron cuenta de la ventisca de nieve que se les venía encima. Ocurrió en el camino del Calvitero, la máxima altura de la zona, a donde él quería llevarla, y a cuya cumbre nunca llegaron porque se perdieron en medio de aquella despiadada gelidez blanca en la que estuvieron a punto de quedarse para siempre.

Durante horas caminaron sin rumbo: ella, más timorata, muerta de miedo; él, mucho más valiente, sin perder la calma ni el buen humor. Irene no entendía que, en semejante situación, Carlos pudiera mirar sus cejas congeladas y se partiera de risa; o que se tocara los carámbanos que colgaban de su bigote y de su barba y bromease con lo bien que le sentaban. Por fin a salvo en el refugio, ella le reconvino por su inconsciencia; y él aprovechó para confiarle que desde la muerte de su gemelo necesitaba correr riesgos tanto como respirar.


¡Dios mío, Cata, cómo me enrollo! Supongo que es futo de tanto pamplinear. La que he liado para para refutarles a Greto y a Luchana que no tengo valor, cuando se lo podía haber dicho explicándoles simplemente que, cuando meto el brazo en el desaguadero, antes me aseguro desde fuera de que el tramo en que lo haré está vacío.

Yo venía a contar cómo van las observaciones sobre las huellas de las madrigueras y el "juego" que esta mañana me he traído con las gaviotas, pero mejor lo dejamos para mañana, que tampoco quiero cansaros demasiado.

Mejor te dejo este allegro de la primavera que, si bien está muy oído, no por eso deja de levantar el ánimo.

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[Gretogarbo]

... un pueblo blanco de la sierra de Cádiz, Zahara de la Sierra.

¡Qué maravilla esos pueblos blancos de la serranía gaditana y la zona de la Axarquía malagueña, que sólo conozco por referencias y fotografías!

¡Dios mío, Cata, cómo me enrollo!

Bueno, un poquito, pero siempre es un placer leerte, jilguero. Y ese par de anécdotas me ratifican en que los tenías bien plantados, fuese fruto de la inconsciencia o del arrojo.

[jilguero]

Un día más, Cata, las huellas paralelas de mis dedos, tal que así,

Mis huellas.jpg

han aparecido convertidas en estas otras del esquivo inquilino del desaguadero

Huellas nuevas.jpg

Y esta es la comida que ayer le había dejado el señor liliputiense (un gran consumidor de plátanos, según parece) y que esta mañana había desaparecido parcialmente.

Mondas de fruta.jpg

Resumiendo, resulta obvio que habemus inquilino, pero me da que él y yo tenemos horarios incompatibles. Con todo, de que pase un rato, bajaré a dar una vuelta para asegurarme de que siguen mis huellas y, por ende, de día no hay movimiento.

Como verás, Cata, a falta de pasos y marchas procesionales, estoy dedicando la Semana Santa a labores detectivescas .

[Gretogarbo]

Un día más, Cata,...

Hoy me he levantado poetastro.

De modo somero,
¿qué altura puede haber, jilguero,
desde la arena hasta el desaguadero?

[jilguero]

Un día más, Cata,...

Hoy me he levantado poetastro.

De modo somero,
¿qué altura puede haber, jilguero,
desde la arena hasta el desaguadero?

De modo escueto,
treinta centímetros puede haber, Greto,
desde la arena hasta el recuncheto.

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[Gretogarbo]

De modo escueto,
treinta centímetros puede haber, Greto,
desde la arena hasta el recuncheto.

Se me hacía más extensa
la distancia de arriba abajo
pero sería una grave ofensa
pensarla vetada para un conejo.

[jilguero]

De modo escueto,
treinta centímetros puede haber, Greto,
desde la arena hasta el recuncheto.

Se me hacía más extensa
la distancia de arriba abajo
pero sería una grave ofensa
pensarla vetada para un conejo.

Recordarte quiero,
que justo al lado,
hay otro desaguadero,
de la arena a un palmo.

[jilguero]

Antes, Cata, de darte el parte conejil, que está cada vez más misterioso, te doy el meteorológico: hay un levantazo de mil demonios, el mar esta gris y el cielo calimoso.

Gaviota.jpg

Y vamos ahora con el tema de los desaguaderos. Ayer tarde bajé a las 21h y me encontré con la sorpresa de que en la madriguera que está a mayor altura había huellas superpuestas a las paralelas de mis dedos, pero justo en la salida seguían estando solo las mías. O dicho de otra manera, Tomás (creo que el inquilino se ha merecido ya un nombre propio) se había aproximado a la entrada a ver el panorama pero no había salido (es imposible entrar y salir y no borrar mis huellas del todo).

Ayer.jpg

Esta mañana, esa boca seguía igual, pero las cáscaras de los plátanos que había junto a ella habían desaparecido del todo; y en la otra había huellas.

Hace un rato, he bajado a ver cómo iba la cosa y me he encontrado con que la entrada del desaguadero más alejado del suelo (el de la foto anterior) están intactas mis huellas de esta mañana. En cambio, en el otro, no solo hay huellas sino arena nueva y húmeda; vamos que ha estado profundizando la cueva (limpiando el desaguadero de arena), lo cual no me explico porque la galería tiene pinta de ser bastante profunda ya.

Resumiendo, Cata, Tomás me tiene más liada que un trompo.

Hoy de cerca.jpg

[jilguero]

Hay también arena fresca fuera, como puedes ver en esta otra foto, que no he puesto antes porque en cada mensaje solo puedo poner tres fotos .

Hoy.jpg

[lucia]

Esta mañana me ha pegado un susto un conejo a mí, cuando estaba de safari fotográfico entre los matojos y reconcentrada en lo que tenía cerca