La planta que ayer decidí se había ganado darla a conocer es una del tipo de las margaritas de pétalos amarillos.
Y lo decidí porque está por todos lados y siempre le doy de lado porque pertenece a las familias de las compuestas (margaritas y cardos) a cuyo polen soy alérgica.
Pero en la sierra le estuve haciendo fotos a la Centaurea, que es de la misma familia, y no tuve ningín síntoma, así que me animé a coger esta para determinar qué especie era. Y tampoco me ha provocado estornudos, quizás proque todavía no esté el polen maduro.
En este caso se trata del senecio común o hierba cana (Senecio vulgaris), flor que seguro habrás visto muchas veces, o a alguna prima hermana porque las especies de este género se parecen mucho.
Como ya te comenté en el caso de al Centaurea, en las especies de la familia de las compuestas o asteráceas, lo que nos parece una flor es un montón de flores juntas, una inflorescencia llamada capítulo. Esta también tiene flores tubulosas, las del centro con puntito marrón, y liguladas (la de los bordes) que tienen el pétalo coloreado más grande y con una pequeña escotadura.
La etimología de la palabra Senecio es fruto de tener una gran imaginación, puesto que viene del latín, en el que la palabra significa, anciano, debido a que cuando el capitulo está maduro los frutos son vilanos pelosos que recuerdan a las cabezas de pelo blanco de los ancianos.
Como con tantas otras muchas plantas, también a esta se el achacan virtudes medicinales, en concreto para aliviar los dolores de la menstruación al favorecer que esta baje, Pero hay que tomarla con cuidado porque su efecto se debe al alcaloide senecionina, que si te pasas daña el hígado. Vamos, que mejor tomarse una pastilla comprada en la farmacia.
A quién le sienta, sin embargo, de maravilla son a las orugas de esta mariposa nocturna que es también bastante corriente. Dicen que se llama comúnmente hombro de llama (Ochropleura plecta) nombre que no he oído en mi vida.