Doctor de libros (Microrrelato)

[Nelly]

El señor Otis me mira el cráneo con aire crítico y emite un silbido. Me parece que he empeorado desde la última vez que visité la clínica.
-¿Cuánto hace que está así? -pregunta a mi madre.
-Unos ocho meses.
-Bueno, no es de los peores casos que he visto.
Desearía poder pasar inadvertida pero tengo la inmensa fortuna de ser uno de los pocos seres humanos sobre la Tierra que, si no lee libros cada poco tiempo, sufre alteraciones físicas importantes. El doctor se acerca y olisquea mi cabello, luego me mueve las orejas y se aparta con expresión de enfado o perplejidad.
-Tenemos que ponerle remedio cuanto antes.
-Lo sé...
-No podrá ocultarlo mucho más, y si las autoridades se enteran de lo especial que es su hija, la llevarán a un centro de re-educación.
-Bueno, ¿y si nos vamos de la ciudad?
-No serviría de nada, esas orejas con tendencia a estirarse, los mechones de cabello verde y el cambio en el iris denuncian su condición de adicta a los libros. Vaya a donde vaya, se verá perseguida.
-¿Y qué podemos hacer?
El doctor nos ofrece un té y biscotes con mermelada mientras menea la cabeza con aire grave.
-La única solución es que lea a diario. Sólo así podrá atenuar los síntomas.
Un insidioso dolor de cabeza se infiltra bajo mi cabello. Siento que estoy a punto de explotar.
-Toma -el doctor me tiende un libro-, es de Tolstoi. Un autor harto olvidado. Comienza con este y luego te mandaré otros clásicos. Creo que el realismo universal es lo que más ayudará a tu cerebro super-dotado.
-Si lee a diario... ¿se le pasará?
-Es posible. A veces se cura con el tiempo. Otras veces, no. Ni se imagina la cantidad de adictos a la lectura que nos rodean, haciéndose pasar por seres humanos normales.
-¡Gracias al cielo que eligió usted esta profesión! ¡No sabría qué hacer sino!
-¡Jajajaj! Nada me complace tanto como poder ayudar a otros con mi mismo problema.
Salimos de la consulta con la mercancía oculta debajo del abrigo de mi madre. La observo y ella me devuelve la mirada con cariño, preguntándose en que reflexiones estará sumido mi cerebro. Sabe que explorar el pensamiento de una adicta a los libros es muy complicado, pues las mentes de los que son como yo se hayan siempre inmersas en la consideración de melindres semánticos y caprichos narrativos. Cosas que hacen de mi vida un jardín solitario, muy distinto al de mis vecinos.

FIN.

[Nelly]

Sé que debería seguirlo pero no me da tiempo, además... ¿alguna idea? ¿cómo os gustaría que continuara? jajajaj!

[lucia]

Doctor, doctor, espero que no me pase como a esta adicta y me aparezcan mechones verdes

Puedes tirar por la exploración de pensamientos ajenos, además de por los adictos a los libros.

[Nelly]

¡Jajajaj! Eras tú, Lucía, eras tú! jajaja

[lucia]

[evilaro]

La idea está bien.

¿Por qué necesitas extenderlo?

Lo breve....

Emilio

[Nelly]

[Tente]

Yo me estoy quitando esa adicción. También debería dejar de fumar y... ¿de escribir?

[J0ReL]

Me parecio muy amena la lectura.
Dan ganas de saber mas sobre la historia.

[Cuentos Peques]

Precioso amiga Nelly, una narrativa excelente, me encanta tu relato Doctor de Libros, son letras muy bonitas