Un mal día y un buen motivo (Relato)

[Batteman23]

UNA MAL DÍA Y UNA BUENA RAZÓN
El reflejo que me mira desde el retrovisor es mi alma congelada, un silencioso llanto de mi yo.

Leo su pensamiento, “este es el final mi hermoso amigo, es el final mi único amigo, duele haberte dejado libre, pero si no lo hubiera hecho jamás me hubieras seguido a esta última noche, la última de las muchas noches en que imaginaste huir; es el fin”

Ante mí, los cristales rotos impregnan mi boca de terrible sabor férreo a muerte antes de que los 250cv y 2113 kg de “puro” acero sueco forjado en Corea del volvo xc40 engullan mi cuerpo contra el muro al cual me adentro.

El tiempo se detiene justo cuando estás cercano a la muerte, es entonces cuando tu conciencia por fin es libre y llega su aguda plenitud. Por un lado, me sorprende que mi final se vista con música de Jim Morrison, recordándome a cada rift de guitarra que es el final cuando en mi vida me gustaron The Doors, en  el fondo esto era lo menos raro que las rotas conexiones neuronales de mi cerebro habían deparado para mí, esta última noche. 

Paralizado en un aletargado y eterno momento de muerte me sentía tan lúcido como para revivir en flashback como había llegado a este punto. Cómo un mal día y un buen motivo podían haber hecho de mí un héroe o más bien un asesino, si es así de fácil todo el mundo puede convertirse en un asesino en un día cualquiera. 



Al despertarme, nuevamente el mismo pensamiento arropado en mis sabanas blancas de hilo egipcio, estoy cansado de siempre lo mismo, cansado del mismo recorrido, el mismo trabajo. Ver las mismas caras, los mismos paisajes sin ti a mi lado.

Mi vida ya se llenó hace demasiado tiempo de estos días de invierno, tristes, grises y opacos que cualquier ser humano omitiría en su biografía. Cansado de ahogar las últimas horas de cada día en alcohol y bares, buscándote, aunque sé que no estas; que jamás volveré a encontrarte.

A esas horas en las que casi todos engañan a sus amantes, felizmente en familia. Yo me encuentro huérfano de ti, sin alma ni corazón, bebiendo para olvidar tu pérdida.

Cada trago me recuerda como fue nuestro amor. Aquel amor que hace muchos años, hizo crecer en nuestro reino junto al mar la envidia de ángeles y demonios, mas nadie había amado y sido amado así. Cada trago me hace tener más claro que fue esa envidia la que te heló el corazón, si no cómo puede fallar un cuerpo joven, bello, lleno de magia y vitalidad y de repente como una nube negra que esconde el Sol arrebatarme tu cálido latido y hacer de mi vida un sepulcro, en ese mismo reino junto al mar.



Así, entre deseos de asesinarme un ratito cada día, llegó esta noche. Mirando por la ventana del mismo bar  del pueblo que fue nuestro reino junto al mar, el mismo que hace ya muchos días se convirtió en una jaula de sal y arena, espero sin éxito que el mar se consuma en llamas.

Tanta pena y esfuerzo de autocastigo se rompieron cuando ella entró en el bar. Creo que sonaba la milonga del marinero y el capitán de LOs Rodríguez o al menos lo hacía en mi cabeza. La puerta se cerró con ella y un signo de admiración hizo el silencio, todos éramos su público, su pelo negro azabache, ondeaba por el caminar grácil de sus esbeltas piernas ceñidas a un vestido negro probablemente de Stella McCartney. ELLA, me devolvió la esperanza,. La imagen de mi Anabel estaba en ella, sentí que era Ella, la que me dio la vida y luego me arrebataron. Su parecido físico era indudable, aunque que tras meses de medicación y alcohol tampoco era yo  el más adecuado para juzgar eso, pero sí su energía, era la misma. Embelesado y ebrio, la observé desde mi rincón, cada movimiento, cada respiración, hasta que llegó su acompañante. No soy celoso, solo observador. Aquel hombre, por llamarle algo que lo describiera, no se merecía esa satisfacción. Sí, era bello, alto, cumplía los cánones de las fotos de Instagram, pero no era educado; es cierto que el ser humano aunque lo quiera esconder es vanidoso en el físico y ciego en el alma, pero no soporto la mala educación de un hombre ante su pareja. Fue en ese momento cuando ese acompañante la agarró del brazo y le espetó que no le gustaba como iba vestida cuando mi cerebro crujió…

Sentí que no podía enfrentarme a los hechos, estaba enojado y nervioso sin lograr calmarme, mi cerebro estalló en llamas y solamente recorría en mí una palabra… corre, corre, corre. Un pensamiento me confirmó que los asesinos despiertan antes del anochecer.



Sin discernir mi estado, me encontré sobre él acuchillando su bella cara, exprimiendo su cuello hasta oír que mi mano izquierda rompía su tráquea. Levanté mis ojos salpicados en sangre sin dar cuenta de los gritos de la gente del bar hasta que vi mi semblante en un espejo encastado en un marco de madera de haya, mi semblante encharcado en sangre, sonríe, disfruta, se libera del sufrimiento, es la tez de un héroe vengador o la de un simple mortal desquiciado liberado como un asesino que quizás solo quería romper esa noche algo bello y liberar su pena.

Corre, corre, corre.

Salí del bar tropezando y casi resbalando en sangre sin que ningún presente osara pararme, atónitos. La luz de bohemia de la primera callejuela del pueblo pescador me dio un respiro para desacelerar mi pulso. Ante mí se reflejaba en un portal mi rostro pálido, mi consciencia no se esperaba esta reacción y se avergonzaba al verme. ¿Mi subconsciente había roto las reglas sociales, simplemente reaccionó, y ahora qué? A caso personas así deben ser felices sin dar nada y pedir mucho, y otros mal vivir sufriendo de amor y pena?. A caso no había nadie más allí presente que no hubiera pensado lo mismo y acalló las ganas de golpear al bello acompañante. No era mal motivo defender contra el abuso, me quería convencer, pero ahora habiendo cruzado el límite la sociedad no daría marcha atrás y quizás tampoco yo querría, el espejo me enseño una cara de pasión, no de enojo mientras escudriñaba con el cuchillo sus intestinos azules y rojos saliendo de su estómago imberbe.

Merecía un castigo, no estaba bien, nada estuvo bien desde ya hacía demasiado tiempo. 

Corre, corre, corre.

Entre en el coche, aceleré, subí el volumen hasta ver temblar los hardam-kardom onix 3 del frontal del Volvo; no quería escucharme, Quería convencerme, fue un mal día, fue un buen motivo,   Las guitarras  debían silenciar los cristales rotos, el sonido de mi cuello también.


The end , this is the end.

[Yayonuevededos]

La historia tiene un sedimento bueno, pero la arruinan una serie de datos innecesarios, como el detalle del coche, por ejemplo. Son cosas que empastan el ritmo.

Una cosa te digo: me niego a leerte nada más si no empiezas a corregir. No me gusta avanzar a tropezones entre fallos gramaticales y de puntuación. Si no le prestas atención a esto, desmereces todo el esfuerzo (tuyo y del lector).

Saludos,
Marcelo

[lucia]

Bien el ritmo, aunque me perdí un poco en la primera escena del atropello en primera persona, ya que se supone que el narrador hacia el final dice que lo ha disfrutado. ¿Acaso tiene doble personalidad o en un arranque de cordura decide suicidarse para no convertirse en asesino en serie?

Y haz caso a Marcelo con lo de las revisiones.

[Batteman23]

Disculpad la falta de revisión , al hacerlo con el móvil la pereza vence y ganan las prisas .
Agradecería consejo en la puntuación pra usarla debidamente y lucir mejor .

[Snorry]

En el texto aparecen recursos de buen escritor. Hay soltura, ritmo, digresiones, elipsis. Me pirran los detalles nimios como conocer la marca del coche justo cuando el tipo va a morir.
Pero no consigo empatizar con el tipo deleznable que nos muestras. Por lo tanto para mí carece de emoción, de humanidad. Igual es mi torpeza. No me llega. I am sorry.
Eres bueno, busca buenos temas

[Batteman23]

Gracias, es la idea que es una persona cualquiera sin nombre sin necesidad de ser emotivo , solo es normal como cualquier otr@.
Sigo buscando ideas. Como siempre en la música .

[Snorry]

Un tipo que destripa a otro no es normal jejeje...

En mi modesta opinión el cuento tiene la dificultad de la precisión. Creo que debe ser como una flecha que da en la diana de la emoción. La emoción puede ser asombro, miedo, tristeza, etc... Sin emoción qué nos queda? Borges (ahora vendrá el Yayo a por mí yugular)

[Batteman23]

Grande Borges

[Snorry]

Borges era la respuesta a: sin emoción qué nos queda.

[Yayonuevededos]

Punto undécimo del decálogo de Monterroso:

No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Si el lector no se conmueve, si no se preocupa por el destino del personaje, adiós muy buenas.

Snorry, Borges te perdona