Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

Moderadores: kassiopea, Megan

Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=jXHGoaEtmFM[/youtube]

VI. Gigantes


Tengo delante a un hombre enorme, de ciento veinte kilos de peso, que trabaja como portero de discoteca. Me lanza puñetazos y yo los detengo, más tarde yo contrataco. Lo he arrinconado contra la pared, no obstante. No soy tan débil, no lo soy tanto, no…Hay rabia en mí, y eso no me gusta. Dolores olvidados que fluctúan por mi espina dorsal.
La última vez que vi a F* fue en la habitación de un hospital. Llevé un ajedrez magnético en miniatura y jugamos la última partida de ajedrez. Esa misma noche murió, a traición, porque la vida no pudo con él yendo de frente. Porque era un Gigante invencible.
F* había sufrido hipoxia durante el parto, lo que le provocó parálisis cerebral. Lo conocí en bachillerato. Pensé que aquella voz chirriante y desarticulada era la broma de algún chiflado, pero al girarme ahí estaba él, toda la musculatura facial trabajando titánicamente en aras de lograr una mínima dicción. Querido lector, ¿te avergüenza hablar en público? A un gigante no, un gigante pelea con los tentáculos de Hidra que tratan de amordazarle. Un gigante puede mover un bolígrafo que pesa una tonelada y rasga todas las hojas de la libreta. Querido lector, te has hecho alguna vez una rascada al caerte, por ejemplo, de una bicicleta? Un gigante juega al fútbol con las rodillas en sangre viva, cae de bruces cada tres pasos y se vuelve a levantar. A un gigante no lo levanta nadie, lo hace él mismo, animado por el coro demencial de la victoria. Y por supuesto, nunca eches un pulso con un gigante, te ganaría el corazón.
Querido lector, ¿te enfadarías si un gigante abrazara a la chica que te gusta?
F* terminó la carrera de Física, con su libreta plagada de torcidos ideogramas indescifrables. Consiguió el permiso de conducir. Cuando un gigante bebe, bebe como un gigante. Como aquella vez que nos echaron de la discoteca arrastrándonos como sacos de patatas y permanecimos horas tumbados sobre el húmedo césped de un parque, muertos de risa y sin poder levantarnos. Y aquella otra, F*, si estuvieras aquí para recordarlo, donde te metiste en la autopista en dirección contraria e hiciste una lánguida maniobra de giro, mientras los demás aullábamos sacando la cabeza por las ventanillas.
Sé que también hubieras peleado contra el cáncer de pulmón, y lo hubieras vencido. Pero el oscuro ángel te tapo la boca a traición, en mitad de la noche, con el almohadón de la ignominia. Era la única manera de vencer a un gigante.
¿Sabes, F*, hace unos meses me apuntado a practicar un arte marcial? Qué tontería, eh? Sabes que siempre he eludido las peleas. El hombre tranquilo, me llamabas. Pero el tiempo va pasando, F*, y me siento mayor, pienso que los buenos tiempos van quedando atrás, y la vida se me vuelve a veces demasiado aburrida -perdona que sea tan cretino de contarte esto-. Pero es que F*, cuando estoy ahí a punto de ser aplastado por un tipo enorme, me acuerdo de ti. Y un viejo dolor me tensa las fibras, y te veo levantarte del piso de cemento, sangrando, una vez más, pasármela una vez más, dejaos de condescendencias, mamones hijos de puta, allí esta ella, la que nos gusta a los dos tapándose los ojos con las manos, no me levantéis, y ahora tu fuerza está en mis manos, F*, y tengo rabia, y un calor extraño en el pecho me ahoga pero me llena de vida, y empujo, y golpeo, y golpeo…
La única victoria que no conociste fue la del amor. Y durante nuestros años mozos compartimos el mismo dolor. Ensoñábamos con la aurora inalcanzable, con aquella evanescencia angelical y diabólica, único elemento en el cosmos capaz de enfrentarnos.
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

VII. Un paréntesis, terror y risas.

Demasiada tensión emocional. Hay que equilibrar un poco. ¿Lo cotidiano asusta?
El otro día estaba leyendo “Ultimas notas de Thomas F. para la humanidad” y cuando acabé de leer y cerré el libro, dando un golpecito dramático, como a mí me gusta hacer, justo en ese mismo instante, era de noche debo indicar, así pues, en el acto, decía, se apagó la luz del comedor, pareciendo atender a mi íntimo deseo de que ese suceso ocurriera sin tener que levantarme del mullido sofá. Puesto que normalmente no soy dado a la superchería, inmediatamente recordé que ese interruptor falla y que hace un año que lo debía haber cambiado; pero carajo, que las fuerzas de la casualidad se concentraran en darle al evento un empaque sobrenatural, me dejó un rato pensando. Me acordé (he de buscar la relación entre cuerda y memoria) de un cuento llamado “Fantasma”, de un argentino con nombre escandinavo, Anderson Imbert: una curiosa “normalización” de la fantasmalidad. Resolví este dilema interno sentenciando que la casualidad tiene sus propias voluntades un tanto cómicas algunas veces. Por ejemplo, mi madre me contaba el otro día, mientras yo me deslizaba desde el sofá hasta el suelo en violentas contracciones de risa, me contaba lo siguiente: fue a la visita de traumatología, mi padre la acompañaba, como siempre; entonces la voz cómica de la casualidad gritó el nombre y primer apellido de mi padre por los altavoces, que se presentara en la puerta número tal; y mi padre se levantó con una urgencia apócrifa y se dirigió hacia donde lo requerían; mi madre le advirtió a voz en cuello de que se diera cuenta de que él no tenía ninguna visita programada para ese día, pero él hizo caso omiso y desapareció por dicha puerta acompañado de una enfermera (creo que este elemento es clave en la narración, ya que la enfermera era de buen ver); mi madre pensó que el entuerto se resolvería en un momento y quedó a la espera, pero tras un lapso razonable comenzó a preocuparse, a ver si ahora lo iban a operar de algo que no tocaba, suplantando al otro señor que tenía el mismo nombre y el mismo apellido; así que fue en su búsqueda y tras varias pesquisas en mostradores, la acompañaron a una sala donde estaba siendo inspeccionado de la vista; al parecer la enfermera aplicaba un aparato de medición visual en el ojo donde mi padre no tiene la menor visión, debido a un problema que queda fuera de estas líneas, y él, mi padre, de forma impasible, indicaba que por mucho aparato que le pusiese él no veía nada por ahí… En fin, después de reponerme de la risa, me entristecí, miré a mi padre de perfil, está muy mayor, si hablas con él no da indicios de demencia, pero quien sabe…
Esta madrugada L* se ha manifestado de una forma insólita. No suele hablar en sueños, quizá porque es casi imposible hablar y roncar prodigiosamente al mismo tiempo. No obstante una voz insólitamente masculina me ha despertado antes del alba, he creído escuchar la palabra “zooorraaaaa”. L* es cándida y afable y los improperios no forman parte de su lenguaje cotidiano. De nuevo debo resolver el dilema interior inclinándome por los caprichos de la casualidad cómica.
En cualquier caso, si alguien me puede recomendar los servicios de algún médium o exorcista con buena puntuación en Tripadvisor, me lo haga saber porfa…
Avatar de Usuario
Berlín
Vivo aquí
Mensajes: 12965
Registrado: 04 Ago 2009 10:07
Ubicación: Barcelona

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Berlín »

Voy a tener que venir a ver lo que se cuece por estos pagos. Ve preparándome una tacita de té y una mecedora al lado de la chimenea, que vengo.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Alfonso M. Parrondo
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 369
Registrado: 06 Ene 2020 22:52
Ubicación: España

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Alfonso M. Parrondo »

Jjjeje brutales algunos pasajes como el de cuando te encuentras a varias chicas con tu bigote primerizo ... O el padre entrando a lo que fuera con la enfermera de buen ver... Etc. Te sigo.
Jugando al ping Pong
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

Berlín escribió: 15 Nov 2023 13:36 Voy a tener que venir a ver lo que se cuece por estos pagos. Ve preparándome una tacita de té y una mecedora al lado de la chimenea, que vengo.
Coñe, mecedora y chimenea! A ver si te crees que vivo en una masía :cunao: Pero te dejo mi silla gamer que es la mar de cómoda. Con el té no hay problema. Si te pones cerca del balcón verás, a esta hora de la mañana, el cielo infestado de pájaros, que uno se imagina que han salido de algún cuadro de alguna autora un poco chiflada. Ah, y entonces tendríamos Berlín y pájaros, que cosa. Piano sí que no hay. :mrgreen:
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

Alfonso M. Parrondo escribió: 15 Nov 2023 17:35 Jjjeje brutales algunos pasajes como el de cuando te encuentras a varias chicas con tu bigote primerizo ... O el padre entrando a lo que fuera con la enfermera de buen ver... Etc. Te sigo.
Gracias sr. Parrondo. A veces me doy, mentalmente, cabezazos contra la pared. Eh ahí que sangro en forma de letras. Un saludo
Avatar de Usuario
Yayonuevededos
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 464
Registrado: 20 Jun 2019 18:10

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Yayonuevededos »

"Terror y risas" es muy bueno, pero "Gigantes" es demoledor.
El placer de leerte.

Saludos,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

Yayonuevededos escribió: 17 Nov 2023 17:52 "Terror y risas" es muy bueno, pero "Gigantes" es demoledor.
El placer de leerte.

Saludos,
Marcelo
Gracias, Yayo.

https://www.youtube.com/watch?v=ej8LUcOUp8I
VII. Transiciones y superhéroes

Días en los que te sientes estabulado como una bestia pacífica. Los dedos pesan sobre las teclas, el café parece hacer el efecto contrario. ¿Para qué insistir?, y sobre todo: ¿para qué existir? Rellenar el texto de frases vacías. Una vez escribí un cuento sobre el sopor crujiente que gratina el mundo en ocasiones. El mullido sotobosque de la vitalidad, la putrefacción productiva del alma. Hace una temperatura agradable. Una luz nupcial se derrama sobre el mundo desierto. Tomé el sol en la terraza mientras desayunaba, deseando que cayera un meteorito sobre la zona comunitaria, uno pequeño, algo que agite un poco el letargo universal. El infierno son los otros, dice Sarte, y Poe, muchos años antes le replica que el infierno es la tranquilidad (El demonio de la soledad). Bajo esta luz folletinesca todo está horriblemente calmo y no logro ver a nadie, ni siquiera a la vecina que fuma siempre mientras tiende la colada. Se me ocurre que sería capaz de bajar a la calle y arrancar un árbol de un simple plop e intercambiarlo por una farola. Interesante idea para un cuento: Diseña tu propio infierno, sé creativo. Después empujaría un edificio para intercambiarlo con el de más allá. Cuando era crío iba a vender números de lotería con mi amigo R*. Se trataba de una recaudación para financiar el equipo de fútbol. Si en una portería cubríamos un mínimo de ventas salíamos del inmueble en completo orden; por el contrario, si nos adentrábamos en un edificio plagado de avaros, liábamos la de San Quintín. Tiernos conocedores de la naturaleza entrópica del infierno, nos dedicábamos a intercambiar los felpudos de las porterías, el del ático con el del bajos, el del tercera con el del segunda; si acaso había plantas en algún rellano también teníamos el placer de reubicarlas según nuestro delicioso sentido de la estética, por ejemplo llenando el ascensor hasta que no cupiera ninguna otra cosa. Esto era de una malignidad ingenua, disculpable y muy divertida. La cosa se ponía fea si venía RR*, el repetidor. Una vez agujereó una puerta de una patada y nos vimos corriendo como una exhalación, y escuchando sirenas de la policía un poco sospechosas durante el resto de la tarde.
Hace un par de semanas un vecino se ahorcó en el cuarto trastero, y otro vecino, al salirme al paso por uno de los rellanos, me había confesado que desde entonces, cuando se veía obligado a ir al trastero en busca de algún artículo de necesidad, asustado, hacía ese recorrido en compañía de su perro, pues el cuarto trastero está situado en la puerta aledaña a la del difunto. ¡Cuánta trivialidad! Pero, ¿acaso no es lo trivial lo que le da encanto al mundo? Iré pronto a visitar a mis padres con el deseo de que alguna trivialidad me haga desternillarme de risa. También tengo la vana esperanza de encontrarme con Spiderman. En serio. En esa gris ciudad el extrarradio un hombre-araña transita a veces por las calles. Es de triste figura, como el manchego, tan escuálido como ágil. Hay quien lo ha visto encaramarse a farolas y árboles, yo solo lo vi una vez, en cuclillas entre las franjas blancas de un paso de cebra, en esa postura requerida para el arte de lanzar coágulos telas de araña. ¿Por qué juzgar adversamente esa actitud? Cuando yo era crío una vez me puse el bañador por encima de un pijama e improvisé con una manta una lánguida capa, luego fui, de esa guisa, a buscar a mis vecinos en el bloque, Carlitos, Ismael, Jesusito. Al cabo de un rato la escalera se había llenado de estrafalarios superhéroes y villanos que peleaban en titánicos combates, y que respetaban con deportividad el alto al fuego, según los cánones intergalácticos, a la hora de la merienda. Oh maravilloso reino de la diversión. Y la bata de boatiné de mi abuela era la túnica imperial de la clase noble kriptoniana, y el bocadillo de Nocilla, la sustancia asombrosa capaz de restaurar mis heridas.
Pero sigo aquí, a media tarde de un día plutoniano, equilátero, trazado con cartabón, un duro día regular y simétrico, lleno de paredes, de superficies duras y asépticas, de silencios aullantes. Peleo conmigo mismo para acabar unas tareas, pero el otro dice escribe algo. Yo soy dócil y entregado, procuro satisfacer a todo el mundo.
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=x_Kn2z00ifs[/youtube]
Cómo se insertará correctamente un enlace de youtube?

VIII. Azul, como siempre

Los sueños me ahogan. Por la mañana mi cuerpo pesa como un mamut. Me arrastro hasta el comedor y levanto la persiana, y he ahí que el pálido sol me sonríe como un emoticono sardónico. Enfrente, la vecina con un cigarro en los labios. Se ha engordado terriblemente, como si se preparara para la hibernación. Yo también quisiera a veces ingresar en una cálida cueva… No aburrir con los sueños, pero es que… Decido mi venganza, convertiré mi amargura en un pensamiento cristalizado, la enterraré en estos breves párrafos, tantas veces haga falta. En el sueño de esta noche he vuelto a la academia Da Vinci, un taller de pintura donde asistí algunos años. El olor del aguarrás, de las imprimaciones, qué tipo de bofetadas son estas. La noche se ensaña. ¿Por qué he venido aquí? Las viejas caras de antaño me salen al paso. No has cambiado nada, tú tampoco, parece mentira. La luz no es acuosa, uno diría que bañada en trementina, con un toque de siena tostada. Me estremezco ante los bodegones y las esculturas de yeso, ante un lienzo en blanco me sacude un violento escalofrío. Ese baúl está cerrado y estanco. ¡Cuidado! ¿Y el maestro aún…? Sí, aún…, está en la segunda planta. Pero si nunca hubo segunda planta. Bueno, él… ahora está ahí. Y subo las escaleras con el corazón encogido. P* está al fondo, entre los aprendices de escultura que modelan con ilusión las frescas arcillas. Tampoco él ha cambiado, el mismo anciano de ojos brillantes, lleva puesto su hábito de monje zen y sus pulseras de cuarzo y obsidiana, como solía hacer. Cuando me ve se ríe con esa risa desquiciada de los sabios y los chiflados. ¿Cómo te va por la realidad? Me dice. Ya sabes, estabulado como un caballo; pero ahora he encontrado la paz interior. Y el maestro se ríe con una risa demencial, como el solía. Y recuerdo ahora, mientras tomo el café amargo de la amarga mañana, recuerdo cuánto lo llegué a odiar al principio, y como, con el transcurrir del tiempo, mi odio se trocó en profunda admiración. Querido lector, cuidado con los viejos maestros, cuidado con la poesía que derrumba los tabiques de la vieja fábrica de la prosperidad. Yo dibujaba al carboncillo las complejas composiciones, me esforzaba en el encaje, la perspectiva, yo me creía con traza. Y entonces venía P* y cogía la bayeta y destrozaba todo el dibujo, lo aniquilaba. Comienza de nuevo, decía, has olvidado el punto de fuga. Y volvía a dedicarle unas horas a aquello, y P* volvía con la bayeta y lo arruinaba todo. Y yo deseaba estrangularlo. ¿Por qué no abandoné la escuela? Porque al despedirme al final de la clase veía el extraño brillo en sus ojos, y su risa trastornada, y sospechaba que había algo que no entendía, que un día entendería quizá, anhelaba poder algún día el anverso de la moneda. Seguramente sigo sin entender nada. Pero aprendí que el objeto en sí no tiene ningún valor, lo único apreciable es el acto en sí. Y si uno deja de concentrarse en el objeto en sí, y busca la verdad en el gesto, entonces aparece lo verdadero; pues ser no es estar, sino querer estar. Cuidado con los solidos muros de tu conocimiento, querido lector, un viejo chiflado los puede derribar de un soplo.
Pero hoy me cuesta acabar este escrito, maldita sea. Esos años están enterrados en un baúl en el fondo del mar de la conciencia. Años felices en los que sin embargo yo me iba precipitando por el tobogán de la depresión. Una paradoja. Yo quería ser escritor y pintor, nada más y nada menos. El espíritu de la imbecilidad se apoderó de mí. Me olvidaba de lo esencial, y el precio es más alto de lo que se pueda saldar en una vida entera. Han pasado muchos años hasta que me he atrevido a juntar cuatro letras de vez en cuando. Solo un hobby que me da cierto confort espiritual.
L* ha ido a sus sesiones de rehabilitación. La vecina transita al ralentí por el balcón de enfrente, como en una performance. Soy un voyeur de la soledad.
He bajado al trastero y he recuperado la vieja videocámara. He probado las cintas, pues no están rotuladas, hasta dar con la que buscaba. He avanzado a máxima velocidad hasta que… Ahí estaba mi hija, tan morena y rellenita. Debía tener unos cuatro años, está sentada frente a mi caballete, con un pequeño lienzo que va pintando en dulces y hermosos matices de azul.
─ ¿Qué estás pintando, hija?
─El cielo y el viento.
─ ¿Y el viento es de color azul, hija?
─Claro, papa. Azul, como siempre.
Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84514
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por lucia »

Snorry escribió: 22 Nov 2023 08:54
Enlace

Cómo se insertará correctamente un enlace de youtube?
Quitando la s del https.

Del VII me han gustado las travesuras infantiles, pero creo que es un pelín demasiado barroco. El anterior me gustó más, y eso que lo leí en dos veces. Ahí, dando a entender una fuga con la enfermera, que encima le trata como si fuera el oftalmólogo :cunao:
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84514
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por lucia »

Qué cierre más bonito el último. Podía haber sido cualquier cosa, por cómo ibas derivando, pero no, ahí estaba ese final agazapado para robarnos el corazón.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Gavalia
Chucho
Mensajes: 11875
Registrado: 03 Jul 2008 13:32
Ubicación: Perrera municipal

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Gavalia »

Estoy de acuerdo con la jefa, ese final enternece al más pintado, a mi se me puso cara de haba.
Voy leyéndote desde que te tomaste aquel café, pero parece que la cafeina nada tiene que hacer contigo.
Venga, a seguir soñando, o lo qué sea que estés haciendo. Un placer leerte, socio.
Saludos.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Snorry »

Gracias lucia y Gavalia por los amables comentarios.
Lo que cuento en este hilo es verídico y autobiográfico, aunque el detonador muchas veces es un sueño que me transporta al pasado.
Ese recuerdo de mi hija pintando el viento azul, es tan bello como doloroso. Unos meses después de esa escena me divorcié. La herida no acaba de cerrar. No he vuelto a coger un pincel.

Espero volver después de fiestas. Un abrazo, tropa. Y Feliz Año Nuevo!!
Avatar de Usuario
Berlín
Vivo aquí
Mensajes: 12965
Registrado: 04 Ago 2009 10:07
Ubicación: Barcelona

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Berlín »

En medio de estas fiestas que reconozco que no me gustan nada, me he hecho un café con leche calentito y me he sentado a leerte. Sin mecedora, porque tú no tienes, y yo tampoco, pero una de mis dos gatas, la más pequeña (hasta hace muy poquito tenía tres) se me ha enroscado en el regazo y le he dicho "Alabama, vamos a leer al bueno de Snorry". Ella me ha mirado con sus ojitos de un verde selvático y ha bostezado. Y eso en el lenguaje gatuno significa "y a mí qué me cuentas".

A mí estas colecciones me conmueven hasta el tuétano, porque aunque los escritores nunca decimos la verdad, lo que contamos siempre es cierto, de un modo u otro, porque sale del corazón.

Me he quedado en el del gigante. Un abrazo, compañero. :60: Por cierto, los recuerdos infantiles son de lo más tierno, ay, cómo disfrutábamos antes con cualquier cosa y cómo lo hacíamos todo grande y mágico a golpe de imaginación.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Avatar de Usuario
Berlín
Vivo aquí
Mensajes: 12965
Registrado: 04 Ago 2009 10:07
Ubicación: Barcelona

Re: Me colecciono a mí mismo (Autobiografía?)

Mensaje por Berlín »

No sé si ese maestro pintor seguirá vivo, pero si leyese este homenaje tuyo creo que se sentiría muy feliz. Me ha encantado.

Un abrazo.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Responder