La bruja del bosque mágico Capítulo I – Halle

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

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u2009110379
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La bruja del bosque mágico Capítulo I – Halle

Mensaje por u2009110379 »

El pueblo de Halle es un lugar de lo más variopinto. Este se compone de una mezcla de edificaciones antiguas y adornos tradicionales; las calles siempre lucen de un color verde lunar, el cual hace juego con el gran bosque que la ciudad tiene al lado. Un viajero al ver el pueblo a lo lejos juraría que este es solo una extensión del inmenso bosque en el cual nadie habita, un razonamiento de lo más equivocado puesto que Halle cuenta con más de 5000 ciudadanos.
El motor de la economía del pueblo es la venta de diferentes utensilios y rarísimos ungüentos que tratan diversas enfermedades. Los hábiles artesanos realizan trabajos de modelado a partir de arcilla y barro especial que se encuentran en el bosque. Los ungüentos y medicina son elaborados a partir de plantas y especias de la zona.
De todos los habitantes de Halle, son los niños los más alegres y risueños. Cuando no están en la escuela, se los encuentra jugando en la plaza principal de la ciudad. Y de entre todos los pequeños, la que más resalta es Ezilda; una jovencita de trece años con piel clara, cabellos dorados y mirada inquisitiva.
La pequeña Ezilda vivía en una modesta casa junto a su abuelita. Cada mañana el sueño de la muchacha era interrumpido por los rayos del sol filtrados por su ventana. En ese instante su rutina comenzaba. Nada más levantarse de la cama, se apresuraba a dar de comer a los animales de la granja que su abuelita poseía; entre ellos había gallos, gansos, pavos, cerdos y vacas. Mientras los animales engullían su alimento, ella los contemplaba con curiosidad como tratando de descifrar si alguno de ellos era capaz de razonar.
Luego de terminar los quehaceres de la casa, Ezilda partía a su colegio. En su camino contemplaba la torre de reloj de Halle; esta era una enorme construcción que servía como centro de reuniones en el pueblo. La primera vez que incursiono en su interior, le asombro
que los engranajes fueran más grandes que ella misma; pero lo había visitado tantas veces que su interés en este desapareció.
Halle era un lugar fascinante, pero Ezilda no lo veía así; a ella la rutina la estaba matando. “Si no fuera por aquel bosque” -pensaba. Ese era el gran secreto de Halle. El pueblo estaba ubicado cerca de un enorme y misterioso bosque. El ingreso a este era restringido; las personas que se adentraban al bosque lo hacían para recolectar insumos necesarios para elaborar diversos productos. Aquellos que ingresaban sin autorización, eran severamente castigados.
-Jamás entres a ese lugar –le dijo muchas veces su abuela Linda.
-Pero por qué no? ¿Qué hay allí? –le cuestionaba.
Su abuelita era una anciana muy amable y sincera, pero cuando le preguntaba sobre aquel bosque, ponía una mueca entre tristeza y enfado. Nunca le respondía con la verdad y eso la desconcertaba.
Halle solo contaba con un gran colegio, al cual todos los niños debían asistir. En este lugar Ezilda se la pasaba bostezando durante sus clases; para ella el colegio resultaba aburrido. Lo único que despertaba su interés era conocer los secretos del bosque. Nada más llegar a su salón de clases se topó con el habitual saludo de su gran amiga Mia.
-Hola Ezilda, ¿has oído los rumores de la ciudad? Le preguntó emocionada.
-No ¿ha sucedido algo?
-La gente dice que pequeños espectros están apareciendo en Halle. Salen en la noche y secuestran niños.
Mia era la compañera de infancia de Ezilda; era inquieta, distraída y testaruda. Prestaba suma atención a las habladurías del pueblo, en una ocasión convenció a Ezilda de acompañarla a buscar duendes que según ella se encontraban bajo su cama, por su puesto q no existían tales duendes, lo que si encontraron fueron dos ratones.
- ¿Estás segura de lo que dices?
-Eso es lo que murmura la gente. Dime ¿no te gustaría comprobarlo?
-A mí me parece una mala idea – contesto una voz detrás de Mia. Se trataba de Sax, un compañero de clase muy listo, a quien Mia detestaba pues siempre refutaba todo lo que ella afirmaba.
-¿Y cuál es el problema con mi idea?
-Se meterán en problemas, está prohibido salir de noche sin compañía de un adulto.
-¡Pues tu no vendrás con nosotras, gran cobarde!
-Yo aún no he decidido ir - comentó Ezilda.
Sax y Mia estaban a punto de comenzar una discusión, sin embargo. En ese momento el maestro ingreso al aula y todos los alumnos se sentaron a prestar atención a sus clases; durante estas, Mia constantemente le dirigía miradas de enojo a Sax y este simplemente la ignoraba.
Al terminar las clases los tres amigos se reunieron fuera del colegio y por petición de Mía, acordaron reunirse a las 10 p.m. en el viejo reloj. La más empeñada en ir fue Mia, era la aventurera del grupo, la secundo Ezilda quien sentía curiosidad y Sax acepto porque esa noche no tenía nada que hacer y quería reírse de Mia luego de que descubrieran que las habladurías del pueblo eran falsas.
Al regresar a casa su abuelita la recibió con la comida preparada y un cándido abrazo. Terminada su comida, Ezilda salió a comprar los encargos habituales de su abuelita. 20 hojas de eucalipto, 1 litro de aceite gris, 10 piezas de pan, ½ kilo de garbanzo, y más cosas que la anciana necesitaba. Todo esto lo encontraba en el mercado Omnes. En su camino pudo notar lo que Mía dijo, en el pueblo se percibía como algunas personas rumoreaban sobre algo, que ella no alcanza a oír, creyó que era una mera coincidencia y siguió su camino hasta llegar al mercado.
-Lleve una docena de hojas de dragón por solo una moneda de oro- gritaba un hombre de barbas grises.
- ¡Está loco, son hojas de roble! ¡Eso solo vale 20 tines! –respondió una señora malhumorada.
Fuera del murmullo de algunas personas, Halle se sumía en la habitual rutina que Ezilda conocía, recorrió el mercado y compro todo lo que su abuela le encargo, terminadas las compras retorno a casa caminando mientras el sol apagaba su brillo sobre el pueblo.
La pequeña llevaba la mitad de camino recorrido y se encontraba pasando un sendero cuando sintió algo en el hombro. No lo podía ver; pero sin duda, algo tan pequeño como una mosca se había posado sobre ella.
-Dime pequeña, ¿tienes curiosidad por el bosque de Halle? – murmuró una voz melodiosa a lo que Ezilda dio un brinco de sorpresa, giro su cabeza de lado a lado y no había nadie a su alrededor. ¿Quién habla? -alcanzo a responder.
-No te asustes pequeña, soy un hada invisible para los ojos humanos que guía a los niños curiosos a una aventura dentro del bosque, ¿te gustan las aventuras verdad?
Antes de dar una respuesta, Ezilda se percató de que un grupo de personas estaban recorriendo el mismo sendero que ella, no les dio importancia y trato de centrarse en la voz que había despertado su interés, sin embargo, el “hada” se quedó en silencio. Trato de hablar de nuevo con ella, pero no obtuvo respuesta, se cansó de intentarlo y siguió su camino un tanto confundida. Al llegar a casa no le conto nada a su abuelita pues creyó que lo ocurrido fue producto de su imaginación. La pequeña se dedicó a terminar los deberes del colegio esperando con ansias encontrarse con sus amigos aquella noche.
En las afueras de Halle y bajo la luz de la luna, una joven contemplaba el pueblo que era iluminado por el brillo de miles de luciérnagas. Halle siempre era resguardada por varios hombres muy bien armados, pero aquella visitante no se detendría por ellos. Tenía prisa en cumplir la tarea que le asignaron, pero se detuvo a ver el lugar en todo su esplendor. -Prometo salvarlos, dijo con firmeza mientras se adentraba en Halle acompañada por dos sombras.
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u2009110379
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La bruja del bosque mágico Capítulo II – Reloj

Mensaje por u2009110379 »

La primera en llegar al lugar acordado fue Mia. No tuvo problemas en escaparse de casa, sin embargo, casi fue atrapada un par de veces en el camino al reloj. Los ciudadanos de Halle tenían prohibido salir de casa a partir de las 9pm, por lo que las calles eran vigiladas por varios guardias; aquella noche ella sintió que el número de guardias se había duplicado. Intrépida como era, cruzo con sigilo las calles iluminadas por incontables lámparas.

Ezilda y Mía solían jugar a las escondidas en aquella edificación y fue en uno de sus juegos que encontraron un pasadizo oculto en la parte posterior que conducía al depósito de limpieza del reloj. Este era un secreto que solo las dos conocían hasta que un día Sax las descubrió. Mia le convenció para que no revelara a nadie su secreto, por lo que únicamente los 3 en Halle conocían aquella entrada.

El gran reloj de Halle era una edificación ostentosa, se dividía en 3 niveles; el primero consistía en una enorme sala usada para reuniones. Escaleras arriba en el segundo nivel se encontraban 3 habitaciones que eran usadas por el personal a cargo del mantenimiento del reloj. En el último nivel se encontraba una gran campana. Mia conocía a los responsables del reloj y el vigía nocturno era un anciano no muy devoto a su trabajo. Al ser la primera en llegar, decidió tomarse un descanso en el pasadizo, se recostó y pensó en las habladurías del pueblo; sumida en sus pensamientos cayo dormida.

-Oye despierta, ¡dormilona! -la despertó una voz irritante, se trataba de Sax, quien la encontró recostada en el pasillo.
-Déjame dormir idiota. – le respondío somnolienta.
-Nada de eso, tu fuiste la de la idea de venir aquí – Le recriminó levantándola del brazo.
-Está bien tonto, yo puedo levantarme sola. ¿Aún no ha llegado Ezilda?
-No, pero tenemos otros problemas, hay muchos guardias en la calle. Le dijo un tanto inquieto.
- ¿Tienes miedo de que te atrapen gran cobarde?
-No es eso… Es sobre los rumores que mencionaste en la mañana… Antes de que el muchacho terminara de hablar, oyeron un ruido en la entrada del pasadizo; ambos se quedaron en silencio esperando que se tratase de Ezilda pero ella no apareció.
El sonido de las voces continuo por un minuto más, los chicos se quedaron inmóviles hasta que las voces se apagaron, se sintieron seguros cuando de pronto la entrada se abrió de golpe. Estuvieron a punto de soltar un grito, pero se calmaron al ver a Ezilda frente a ellos.
-Menos mal que eres tú – suspiro un aliviado Sax.
-La noche esta extraña, pareciera que hay más guardias custodiando el pueblo -señaló Mia.
-Eso era lo que te decía, pero no creo que se deba a espectros. Yo creo que debe de haber algún tipo de criminal suelto. - replico Sax.
-Chicos con tantos guardias no podremos indagar sobre espectros en la ciudad, que les parece si ….– antes de que Ezilda pudiera terminar de hablar, fue interrumpida por un desfile de pisadas en los alrededores del reloj. Oyeron como la puerta de la entrada principal se abrió y con mucha curiosidad ingresaron a la sala de limpieza para espiar a los visitantes.

Para sorpresa de los chicos, los visitantes consistían en una gran muchedumbre. Muchos adultos y ancianos se habían reunidos en el gran reloj. Una vez todos estuvieron acomodados en la sala principal, el alcalde del pueblo salió al frente y comenzó la reunión.


-Habitantes de Halle, se les ha convocado a esta reunión para tratar temas urgentes. Como primer punto trataremos las desapariciones de los niños. En segundo lugar, se anunciarán las restricciones en cuanto el acceso al bosque. Y como tema final se acordará los pormenores de la celebración del aniversario de la ciudad.

El alcalde Charles era un hombre alto y educado, el pueblo le apreciaba mucho por su dedicación, rara vez se le veía divagar o dudar. Sin embargo, aquella noche más de un asistente en el publico noto su nerviosismo, era la primera vez que se le notaba titubear en público.

-Se que muchos se preguntan sobre los rumores sobre espectros - continuo. Quiero aclarar que dichos rumores aún son investigados, pero hasta el momento creemos que se trata de algún tipo de malhechor que engatusa niños y los secuestra.

Los asistentes a la reunión estaban intranquilos, los susurros hacían eco y la desconfianza imperaba en el lugar. Algunas mujeres rompían en llanto y se les veía desconsoladas, y fue una de estas la que se puso de pie y replico al alcalde.

-Mis dos hijos han desaparecido, hace una semana que no he sabido de ellos. He escuchado que los secuestradores se los llevan al bosque. ¿Por qué no envía hombres a buscarlos?

-Como sabrá Madame Llaki el bosque es un lugar muy peligroso, hace cinco días enviamos un grupo de búsqueda, pero aún no han regresado; créame que hacemos todo lo posible para encontrar a sus hijos. -enfoco su mirada al público y con seguridad enfatizo- A todos los ciudadanos les aseguro que esta crisis pasará, he pedido ayuda a su majestad y me ha prometió enviar ayuda -Esto último fue lo que más le costó afirmar al alcalde, pues era una mentira; Sin embargo, los asistentes sintieron calma al escucharlo mencionar al rey.

-Con respecto al segundo punto, las incursiones al bosque para recolectar insumos de trabajo quedan restringidas a un grupo especial. Les prometo que esta medida es únicamente por el bienestar de todos nosotros. Una vez solucionemos el problema de las desapariciones, les garantizo que todo volverá a la normalidad – mintió nuevamente.

Hubo algunos malhumorados con las restricciones, pero las aceptaron a regañadientes. Lo relacionado al aniversario del pueblo fue asignado a un comité el cual en un par de horas organizó todo. Una vez culminada la reunión, el alcalde despidió a los asistentes, reviso que no hubiera nadie y se sentó en el espacio reservado al público.

Previamente había concertado un encuentro “secreto” con alguien, no tenía elección. El no solía esconderle cosas al pueblo que tanto amaba, pero todos los eventos actuales le resultaban insólitos y cualquier “ayuda” era bienvenida. Un hecho en concreto lo tenía intrigado “Yo no contacté a su majestad”.

En el reino la administración seguía una jerarquía, si un alcalde tenía dificultades que escaparan a sus capacidades, este solicitaba ayuda al gobernante regional y estos últimos respondían a un “Uma” quien se responsabiliza por un numero de regiones. Solo los Uma contactaban con el consejo real. Sin embargo, fue el mismísimo rey el que envío un mensajero a Halle.

“¿Como se enteró el rey de lo que ocurre? ¿Qué está ocurriendo en realidad?” ¿Por qué fue el mismo el que envió la carta? Mientras estaba absorto en sus ideas, una sombra con forma humana se acercó a él.

-Hola Charles, lamento la demora. Articuló la sombra sorprendiendo a un meditabundo alcalde.
-Descuida Shaya, espero no hayas tenido muchos problemas en llegar aquí. ¿Dime, tienes alguna idea de lo que ocurre?
-Hemos venido a investigar ¿ha ocurrido algo además de las desapariciones?
-Su majestad enviará 100 soldados como apoyo a Halle en una semana- suspiro.
-¿Que? ¿Por qué?
-No lo sé, no entiendo a su majestad, parece que tiene conocimiento acerca de la situación que vivimos. ¿Cuántos de ustedes llegaron?
-Solo somos tres. Por el momento no podemos brindar ayuda; investigaremos en el bosque, cuando tenga información te lo hare saber. La voz se silenció.
-Espero todo se solucione, musito en soledad.

Ezilda y compañía solo pudieron escuchar el discurso inicial del alcalde, una vez los asistentes se marcharon, el trio de amigos inspecciono el reloj; al no encontrar espectros ni nada fuera de lo normal, decidieron irse a casa.

El día que siguió a la reunión fue un sábado, si bien la actitud alegre del pueblo menguo un poco, la vida en Halle proseguía. La marcha del pueblo inició aquel sábado con el sonido del imponente reloj. Los ciudadanos ignoraban que esa sería la última vez que el reloj repicaría.
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Yayonuevededos
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Re: La bruja del bosque mágico Capítulo I – Halle

Mensaje por Yayonuevededos »

Me he quejado varias veces de que los textos sumen lecturas y no aparezcan comentarios. Por eso te dejo el mio.
Por favor, son opiniones, no juicios de valor ni hacia el relato ni hacia ti.

Encuentro un problema grave: la previsibilidad. No hay nada que atrape al lector.
La escritura es prolija, pero carece de interés. Creo que te demoras en descripciones que no aportan nada al desarrollo de la historia.
Todo es un gran tópico, similar a miles de narraciones al uso, tanto en la trama como en la construcción de las frases.
Podría pensarse como un relato infantil (infantil en su concepción), destinado a niños que ya peinan canas, no a los niños actuales.

Saludos,
Marcelo
Antiguo proverbio árabe:
Si vas por el desierto y los tuaregs te invitan a jugar al ajedrez por algo que duela, acepta, pero cuida mucho tu rey.
u2009110379
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La bruja del bosque mágico Capítulo III – Silencio

Mensaje por u2009110379 »

Silencio

En la víspera de la celebración del aniversario de Halle, la plaza principal se encontraba muy concurrida, había comerciantes que ofrecían productos exóticos a todo aquel que pasara. También se podían encontrar malabaristas e incluso artistas que echaban fuego por la boca. Ezilda, Sax y Mia se encontraban ahí, disfrutando del espectáculo.

- ¿Le tienes miedo al fuego, gran cobarde? – Mia molestaba a un pensativo Sax.
-Claro que no, solo que una vez que entiendes el truco deja de ser sorprendente. – le dijo con una sonrisa. Pero por supuesto, aunque te lo explicara, no lo entenderías.
-Chicos miren, los malabaristas están formando un castillo de naipes humano. Los interrumpió Ezilda.

Los tres contemplaban el espectáculo con suma atención cuando se escuchó un estruendo proveniente del boque. Este fue similar al de una gran explosión. El movimiento de las personas ceso por unos segundos, de pronto el bullicio se tornó en un extraño silencio, todos estaban expectantes a lo que podría haber ocurrido.

Para sorpresa de los habitantes de Halle, de la dirección del bosque comenzaron a surgir miles de siluetas, eran animales que corrían a toda prisa, los pobladores confusos tropezaban tratando de esquivarlos. Por supuesto los que provocaron más caos fueron los animales salvajes.

Todos los presentes en la plaza corrieron despavoridos al divisar osos y leones, sin embargo, estos únicamente miraban a las personas como obstáculos que eran hábilmente esquivados. El trio de amigos busco refugio en el gran reloj en donde encontraron a muchas otras personas acongojadas y confundidas.

-Lo han notado cierto? ¡Ellos… ellos estaban asustados! – vociferó un hombre. ¡Incluso los leones, hasta ellos salieron huyendo del bosque! -hubo alguien que le tomo del hombro y el acongojado hombre guardo silencio.

De los tres chicos era Sax el más asustado con lo ocurrido, no había dejado de temblar y no había soltado la mano de Mía en ningún momento y fue esta la que con un golpe en la cabeza lo hizo entrar en razón.

Una vez calmado el alboroto varios adultos llegaron a llevarse a los niños que se refugiaron en el reloj. Los tíos de Sax y Mia junto con la abuela de Ezilda llegaron al recinto con una expresión muy marcada de preocupación, su ansiedad se calmó al ver a los niños, quienes se alegraron de verlos.
La abuela de Linda le dio un profundo abre abrazo y con mucha tristeza le dijo.
-Mi niña, tenemos que irnos de Halle.

El día que siguió al extraño acontecimiento, hubo una reunión en Halle. El alcalde Charles inicio la asamblea, por su aspecto se notaba que no había dormido nada. Frente a él, los asistentes eran un mar de dudas, todos querían conocer lo que estaba ocurriendo, pero la verdad era que el mismo no lo sabía.

-Señores presentes debo iniciar diciendo que el grupo de búsqueda que enviamos al bosque ha regresado, lamento anunciar que de todos los niños desaparecidos…. logramos encontrar solo a 4 y fueron encontrados sin vida. Los presentes quedaron impactados, no había manera que aquello fuera verdad.

- Desconocemos a que se debió la muerte de los niños, los cuerpos tenían algunas mordeduras por lo que creemos que se deben a ataques de lobos…. Antes de concluir fue súbitamente interrumpido.
- ¿Por qué está ocurriendo todo esto? ¿Lobos? ¿los animales salvajes ahora corren por las calles? díganos que es lo que sucede? El alcalde guardo silencio un momento y por fin hablo.

-Señores… estoy reunido con ustedes para decirles… el bosque no es seguro, hay algo que ha estado provocando todo lo que estamos padeciendo. Creo firmemente que con la ayuda del rey y los soldados que envía podremos solucionar todo esto.

-Alcalde Charles! Alcalde Charles! gritaba un hombre desde afuera. Se le notaba sudado y asustado.

-Que ocurre? -pregunto al hombre que acababa de ingresar al recinto.

-Señor, hay cientos de soldados que se han reunido a las afueras de Halle, en la quebrada que nos separa de la ciudad más cercana, cuando me vieron me dijeron que nadie podría salir del pueblo, incluso me amenazaron con sus espadas.

- ¿Como? -El alcalde, dejo la reunión y acompañado de un grupo fue a constatar lo que el hombre decía.

-Por órdenes de su majestad, está prohibido que cualquier persona intente salir de Halle. Le indicaba con indiferencia el capitán a cargo de los soldados.
El alcalde entonces cayo en cuenta de lo que ocurrió, el rey si sabía lo que estaba ocurriendo. Y el problema del bosque era tan grave que incluso para que este no se expandiese al reino, si era necesario, Halle podía ser sacrificado.

Los pobladores de Halle protestaron con fervor, pero no consiguieron ningún resultado ni explicación, en lugar de ello fueron amenazados y golpeados por los soldados. Finalmente entendieron su situación y regresaron al pueblo. Fue durante su vuelta al pueblo cuando se produjo el segundo estruendo. Aunque esta vez el sonido fue menor, lo que aconteció después fue de terror.

Cientos de enormes lobos de un color oscuro ingresaron al pueblo, esta vez los animales no tenían miedo, se movían hábilmente a cumplir un claro objetivo. Con una velocidad letal cogían en sus fauces a todo niño que encontraban, estos al entrar en contacto con las criaturas caían en un profundo sueño. Aunque los padres oponían resistencia, estas criaturas les arrebataban por la fuerza a sus pequeños hijos.

La abuela de Ezilda acudió a la reunión del pueblo dejando a su nieta en casa junto a los amigos de esta. El caos en el pueblo que continuo al segundo estruendo llamo la atención de los niños,
fue Mia la que abrió la puerta por curiosidad; con gran pavor observo a un enorme lobo a solo 3 metros de ella, como por inercia cerró la puerta, pero fue inútil, las criaturas la habían notado.


- ¡Son lobos, hay que escondernos! -atino a advertir a sus dos amigos. En ese momento atravesó la puerta en enorme lobo, seguido de 4 más.

Los lobos se abalanzaron sobre ellos, uno salto encima de Mia, quien tomo un mazo con el que golpeo a su agresor, esto no tuvo ningún efecto, la criatura solo la mordió a la altura del vientre y al instante sintió sus fuerzas mermar. Ezilda y Sax no tuvieron mejor suerte, aunque también opusieron resistencia, ambos recibieron una mordida y las criaturas los tomaron con ellos. Lo último que pudieron ver antes de perder la conciencia, fue la ciudad iluminada por la luz de la luna mientras eran arrastrados por las bestias a la profundidad del bosque.
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edwardsjethro
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Re: La bruja del bosque mágico Capítulo III – Silencio

Mensaje por edwardsjethro »

Muy bueno, esperando con ansias los próximos episodios. Gracias.
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Yayonuevededos
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Re: La bruja del bosque mágico Capítulo III – Silencio

Mensaje por Yayonuevededos »

edwardsjethro escribió: 13 Mar 2024 09:59 Muy bueno, esperando con ansias los próximos episodios. Gracias.
¡Qué original!
Un usuario nuevo que, justo, justo, aterriza en tu relato para ensalzarlo.
Abigeato de gallus gallus, que le dicen.
No se me hubiera ocurrido ni en mil años, mire, vea :hombros:
Antiguo proverbio árabe:
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u2009110379
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La bruja del bosque mágico Capítulo IV – Encuentro

Mensaje por u2009110379 »

El joven de cabellos color granate se hallaba agotado, y pensativo recostado en un árbol mientras esperaba la puesta de sol. Luego del gran estruendo, los tres se adentraron en el bosque para averiguar que había ocurrido, sin embargo, sus esfuerzos fueron inútiles. Entonces decidieron separarse para abarcar mayor espacio. A sus ojos, esto también había resultado ser infructífero.

A él le tocó investigar la zona más cercana a Halle, por supuesto no dejo metro cuadrado sin revisar, pero aun así no hallo nada. Habiendo cumplido su parte decidió relajarse y sumergirse en sus pensamientos.

El motivo por el cual se encontraba allí era demostrarle a su familia el valor que tenía. Aunque era miembro de la familia más respetada de hechiceros, dentro de esta no era tenido en cuenta y eso lo enojaba mucho. Fue por ello que inicio este viaje. En su mente vislumbraba su regreso triunfante gritándole a su familia y en especial a su abuelo “Ven, lo logre sin ustedes”.

-Eres imprudente Kori, solo harás que te maten si actúas sin pensar. - le grito su abuelo durante una reunión en la mansión familiar.

Él no respondió, solo se giró y abandono su casa ignorando las advertencias que su familia le daba, aun así, contaba con el apoyo de su madre y padre. Estos abogaron por el y se le concedió el permiso para su misión especial.

“Cerca a Halle, el cual es un pueblo habitado por humanos, se ha detectado dos infames hechiceros. Se tiene información que se están fortaleciendo a tal punto que pueden ser un riesgo para la paz que disfrutamos. Deben ser capturados y/o ejecutados”.

Dada la dificultad de la misión, su abuelo le condiciono a ir acompañado de miembros poderosos de otras familias. “Codéate con los más influyentes hijo”- Le consoló su padre. Adicional a ello, su abuelo le envió “una niñera”, no se lo dijo, pero en más de una ocasión sintió que una presencia lejana lo observaba, la conocía, no actuaria hasta que lo considerara necesario. “No te necesito, puedo solo” se repetía.

Sus dos acompañantes le resultaban interesantes. Ambas provenían de las familias más notables de hechiceros, Mayu era de la familia Jisk y Shaya pertenecía a la casa Merlin.

De ambas la que más le despertaba curiosidad era Shaya, con solo 20 años (un año menos que el) fue elegida como sucesora de la casa Merlin. Él ni siquiera era nombrado en un cargo importante, pero ella ya era una de las hechiceras de mayor renombre y aun así estaba ahí.
La casa Merlín no ostentaba gran riqueza, pero su influencia era muy grande, hace 2 años el mismo Magnus Merlín creo un hechizo que hizo llorar de la alegría a todos los ancianos.

- ¿Si ya es la sucesora en su familia que hace aquí?, y aún más ¿por qué tanto apego a los humanos? – No entendía el afán de una hechicera de renombre por proteger humanos carentes de valor. Su misión debía ser sigilosa, pero Shaya se adentró en el pueblo cercano, dijo “investigare en Halle” pero era notoria su preocupación. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un estruendo, de manera súbita el ambiente había cambiado.

-Alguien ha lanzado un hechizo, es uno muy poderoso y sobre todo maligno. Se hizo invisible y floto varios metros para visualizar lo ocurrido, pudo observar cientos de sombras con forma de lobos, dirigiéndose a Halle. Aguardo tranquilo, esperando que se alejaran, por su puesto podría hacerles frente, pero tomaría tiempo y eso perjudicaría su misión, rápidamente se dirigió al origen del estruendo.


Se aproximo lo más que pudo y aun así no hallo nada. “deben ser muy hábiles, crear tal cantidad de criaturas e irse tan rápido…”

Alzo una varita al cielo, hizo un movimiento y una señal únicamente visible para sus dos acompañantes se formó en el cielo. Minutos más tarde, Mayu y Shaya aparecieron.

Les contó sobre los lobos y como estos se dirigieron al pueblo. Sin demora, Shaya se elevó lo más que pudo, ya la noche había llegado y con dificultad pudo ver que los lobos salían de Halle
-Las criaturas se mueven hacia el bosque en dirección al Oeste. Hay que apresurarnos, puede que estén trayendo niños, aun podemos salvarlos. – les gritó.

A pesar de mostrar un gesto de descontento, Kori las acompañó, “ahí va de nuevo”. Ese no es nuestro objetivo ¿sabes?”- le dijo.

Shaya solo lo ignoró. Siguió adelante, voló lo más rápido que pudo, observo con sorpresa, a los cientos de lobos, pudo discernir que algunos de ellos traían niños consigo “no están muertos, están dormidos”, se decía con esperanza. Los lobos notaron su presencia, hábilmente algunos que no cargaban niños se lanzaron a atacarla mientras los demás seguían su camino hacia el bosque. Shaya agito una varita, una barrera la separo de sus atacantes, noto que se acercaron más, realizo el mismo movimiento y las criaturas chocaron con una pared invisible.

Mayu y Kori se adelantaron y cerraron el paso a las criaturas con una gran barrera casi invisible, sin embargo, las bestias lograron atravesarla, En respuesta ambos magos se enfrentaron a los lobos. Mayu atacaba las patas, congelándolas, Kori lanzaba bolas de fuego que incineraban a las criaturas atrapadas.
Al ser atacados la manada se detuvo un instante y los cientos de lobos se dividieron en dos grupos, uno de ellos se dedicó a atacar a quienes querían detenerlos, el otro grupo siguió su camino.

-Que absurdo, acabare con esto rápido. - Kori toco su pecho y con una mano lanzo una potente bola de fuego hacia los lobos que les cerraban el paso. Sin embargo, su ataque fue bloqueado.
-Fíjate bien, tienen niños. - Shaya lo había detenido. Ella pudo observar que tres de los lobos que se quedaron a hacerles frente, tenían niños en sus fauces.
-Debe ser una distracción, si acabamos con todos podremos seguir a los demás, no me detengas. -Kori volvió a lanzar un potente ataque y este fue nuevamente bloqueado por una muy enojada Shaya.
-Ya entendí maldición, luego me explicaras por que tanto problema por 3 niños humanos.
-Ataquémoslos con cuidado, sin hacer daño a los niños. Mayu y Shaya se encargaron de doblegar a las bestias, Kori se hizo atrás pues su especialidad era un enfrentamiento directo y en esta ocasión no era necesario.
Por fin librados de los lobos, Shaya atendió a los niños, al parecer estaban dormidos. “Debe ser el efecto de algún veneno”. Reviso las mordidas y constato por las heridas de los niños, que habían sido mordidos. Seguramente el efecto pasará, “quien esté haciendo esto, los necesita vivos, al menos hasta que lleguen a ellos”.
-Ya estarás contenta ¿verdad? acabamos de perder una gran oportunidad por salvar a 3 humanos. -La interrumpió Kori.
-Se que no te importan, pero yo les tengo aprecio.
-Sabes que él tiene razón, además el otro grupo de lobos puede haberse llevado más niños. Aunque siendo honestos el resultado habría sido el mismo. Como fuera, deje ir a un par de lobos, los marque. Sea donde sea que se detengan, lo sabre. Quédate con los niños, yo iré con él. Mayu se giró y se fue junto a Kori.

Shaya examino nuevamente a los niños, al concluir que fueron sedados, se resignó a solo esperar. Cuando llegaron Kori y Mayu, le contaron que encontraron cuerpos de niños sin vida, por las huellas halladas, esto era obra de los dos hechiceros que buscaban.

Llegada la mañana una cansada y somnolienta Mia, abrió apenas los ojos recibiendo la luz del sol. Delante de ella una joven de cabellos oscuros la miro con una sonrisa de alivio.
-Hola, me alegro de que despiertes – Le saludo Shaya.
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