Como mordiendo un hielo
pierdo el tiempo en este verso
mientras mi escroto yace
subyugado al goce del momento,
irónicamente se pregunta así mismo el cerebro
por la hora póstuma, la partida del Verbo,
y abandonada mi mente
al lujo de la desidia,
mascando mi cuerpo
el agua sólida,
niega el hombre mi
derecho a morir ya,
y se burlan las hadas
sin mirarme si quiera.
Y muerdo el hielo.
Y muero.
El hielo.
Re: El hielo.
En un bar normal cuando acabo la consumición dejo los hielos si sobran, pero en el avión para no aburrise uno, ya sabes, y si salen unos versos en la servilleta ya, se te hace super corto...
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