Brisa en el rostro (relato)
Brisa en el rostro (relato)
¡Oh la brisa marina en mi cara! Mis pulmones se expanden. Hacía tanto que no sentía esta sensación de libertad. El único color blanco que veo es el de las espumas del proceloso oleaje. El cielo está teñido de un turquesa fúlgido, y luce un sol de justicia...
¿De justicia? ¿Hay algo justo en la vida? Me siento pieza de ajedrez. Han jugado conmigo. ¿Habrá hecho Dios lo mismo con los que manipulan personas como fichas en un tablero?
La Naturaleza está hoy soberbia: radiante, bella, insultante. ¿Por qué? Todos los nubarrones que no veo están en mis ojos, detrás de su color azabache, estallando en perladas y fútiles lágrimas. Quizá ha llegado ya el mundo feliz de Huxley y nadie lo ha protestado. Sí, hay que estar feliz al parecer por Real Decreto del Consejo de Ministros. Hemos perdido todos el derecho legítimo a la tristeza. Se ha convertido en enfermedad bajo el nombre de depresión: a controlar, a eliminar. Me deshice del Prozac... No me gustaba cómo estaban desapareciendo mis emociones. Empecé a sentirme menos humana. Y fue entonces cuando todo mi organismo se rebeló de una forma inusitada: ávido de emociones y de sensaciones fuertes. ¿Estaré algo loca? Probablemente... Todos los estamos. Me dijo la psicóloga que la frontera entre la locura y la cordura es muy tenue, y que todos traspasamos el límite en determinados momentos del día que, sin embargo, nos pasan inadvertidos. Una vez leí que las personas demasiado tranquilas necesitan un plus de adrenalina. ¡Ése es mi caso!
Me encanta el olor del mar. Siempre he sido maniática de los olores. Me llega a mis oídos un grito resonante. No es por mí...hace ya tiempo que entendí que nada es por mí ni para mí. Yo no cuento. Me giro la cabeza. Eolo remueve mis cabellos azabache y besa mi nuca castamente. Ya veo: es una madre asustada. Su vástago se le acaba de escapar a donde yo estoy...
¿Dónde estoy?
Al borde de un precipicio. Ahora estoy viviendo por mí misma esa frase de Nieztsche: "Cuando miras a un abismo, el abismo también te contempla a ti". Me siento igual que él. Soy también un vacío insondable y desnudo.
No imaginaba que se sintiera una así: con esa brisa en el rostro que huele a libertad y que acaricia como un dios invisible. Sólo rompen mi mudo diálogo con el abismo las miradas escrutadoras del público concurrente y sus voces chismosas. Tiendo a pensar que están disfrutando del espectáculo que estoy dando. Los flashes no paran. Lo último que pretendía era ser una fuente de distracción en sus tediosas vidas. ¡Patético! Yo que le tengo fobia a la soledad, y hoy que sentía este vehemente deseo de estar sola... ¡Y no me dejan en paz! Son como moscas pegajosas retozando en miel. No les preocupa que yo muera. Nadie ha arriesgado su brazo para que yo pudiera salir del peligro. Aquí sólo hay espacio para mí. Antes casi resbalo. Entonces escuché varios alaridos, pero no quise girar la cabeza. Como decía la canción: "No mires a los ojos de la gente, me da miedo, siempre mienten". Ya tuve que soportar antes la mirada reprobadora de aquella señora, a la que se le escapó el niño: me estaba llamando loca sin palabras... ¡No me gustó!
Yo no quería morir. He venido aquí para saber qué sentía un suicida en sus últimos instantes de vida, en su careo particular con el paisaje. Paradójicamente, me ha traido hasta aquí un impulso vitalista... Nunca la soledad me pareció tan bella o seductora.
Se acerca un coche policial. ¡Y dale! Nadie ha dudado ni un instante que yo era una loca suicida. ¡Que va! Soy una cobarde (¿o valiente?) superviviente. Necesitaba una intensa emoción. Una vez leí que a los griegos que se deprimían (¡no estoy deprimida, maldita sea! ¡Estoy triste!) los arrojaban al mar. O morían o nadaban y sobrevivían y no volvían ya más a decaerse. No quería yo vivir tan bárbara experiencia, sólo quería mirar a los ojos a la muerte y echarle un pulso simbólico.
Sonrío. Lo bueno de mi pena es que me ha esculpido una figura bien esbelta. Y con mi alta soledad delgada, que decía Altolaguirre, regreso a la tierra firme. El policía me mira de hito en hito:
"No quería matarme, agente. Sólo quería sentir la brisa en el rostro"
Curiosamente me devuelve el gesto facial. Siempre me han dicho que mi sonrisa es lo mejor de mí misma.
Me cree. Estoy absurdamente contenta.
Me marcho. No repetiré la experiencia. Colecciono recuerdos únicos, y éste es uno de ellos.
¿De justicia? ¿Hay algo justo en la vida? Me siento pieza de ajedrez. Han jugado conmigo. ¿Habrá hecho Dios lo mismo con los que manipulan personas como fichas en un tablero?
La Naturaleza está hoy soberbia: radiante, bella, insultante. ¿Por qué? Todos los nubarrones que no veo están en mis ojos, detrás de su color azabache, estallando en perladas y fútiles lágrimas. Quizá ha llegado ya el mundo feliz de Huxley y nadie lo ha protestado. Sí, hay que estar feliz al parecer por Real Decreto del Consejo de Ministros. Hemos perdido todos el derecho legítimo a la tristeza. Se ha convertido en enfermedad bajo el nombre de depresión: a controlar, a eliminar. Me deshice del Prozac... No me gustaba cómo estaban desapareciendo mis emociones. Empecé a sentirme menos humana. Y fue entonces cuando todo mi organismo se rebeló de una forma inusitada: ávido de emociones y de sensaciones fuertes. ¿Estaré algo loca? Probablemente... Todos los estamos. Me dijo la psicóloga que la frontera entre la locura y la cordura es muy tenue, y que todos traspasamos el límite en determinados momentos del día que, sin embargo, nos pasan inadvertidos. Una vez leí que las personas demasiado tranquilas necesitan un plus de adrenalina. ¡Ése es mi caso!
Me encanta el olor del mar. Siempre he sido maniática de los olores. Me llega a mis oídos un grito resonante. No es por mí...hace ya tiempo que entendí que nada es por mí ni para mí. Yo no cuento. Me giro la cabeza. Eolo remueve mis cabellos azabache y besa mi nuca castamente. Ya veo: es una madre asustada. Su vástago se le acaba de escapar a donde yo estoy...
¿Dónde estoy?
Al borde de un precipicio. Ahora estoy viviendo por mí misma esa frase de Nieztsche: "Cuando miras a un abismo, el abismo también te contempla a ti". Me siento igual que él. Soy también un vacío insondable y desnudo.
No imaginaba que se sintiera una así: con esa brisa en el rostro que huele a libertad y que acaricia como un dios invisible. Sólo rompen mi mudo diálogo con el abismo las miradas escrutadoras del público concurrente y sus voces chismosas. Tiendo a pensar que están disfrutando del espectáculo que estoy dando. Los flashes no paran. Lo último que pretendía era ser una fuente de distracción en sus tediosas vidas. ¡Patético! Yo que le tengo fobia a la soledad, y hoy que sentía este vehemente deseo de estar sola... ¡Y no me dejan en paz! Son como moscas pegajosas retozando en miel. No les preocupa que yo muera. Nadie ha arriesgado su brazo para que yo pudiera salir del peligro. Aquí sólo hay espacio para mí. Antes casi resbalo. Entonces escuché varios alaridos, pero no quise girar la cabeza. Como decía la canción: "No mires a los ojos de la gente, me da miedo, siempre mienten". Ya tuve que soportar antes la mirada reprobadora de aquella señora, a la que se le escapó el niño: me estaba llamando loca sin palabras... ¡No me gustó!
Yo no quería morir. He venido aquí para saber qué sentía un suicida en sus últimos instantes de vida, en su careo particular con el paisaje. Paradójicamente, me ha traido hasta aquí un impulso vitalista... Nunca la soledad me pareció tan bella o seductora.
Se acerca un coche policial. ¡Y dale! Nadie ha dudado ni un instante que yo era una loca suicida. ¡Que va! Soy una cobarde (¿o valiente?) superviviente. Necesitaba una intensa emoción. Una vez leí que a los griegos que se deprimían (¡no estoy deprimida, maldita sea! ¡Estoy triste!) los arrojaban al mar. O morían o nadaban y sobrevivían y no volvían ya más a decaerse. No quería yo vivir tan bárbara experiencia, sólo quería mirar a los ojos a la muerte y echarle un pulso simbólico.
Sonrío. Lo bueno de mi pena es que me ha esculpido una figura bien esbelta. Y con mi alta soledad delgada, que decía Altolaguirre, regreso a la tierra firme. El policía me mira de hito en hito:
"No quería matarme, agente. Sólo quería sentir la brisa en el rostro"
Curiosamente me devuelve el gesto facial. Siempre me han dicho que mi sonrisa es lo mejor de mí misma.
Me cree. Estoy absurdamente contenta.
Me marcho. No repetiré la experiencia. Colecciono recuerdos únicos, y éste es uno de ellos.
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Saludos. Que extraña sensación me produce al leerlo, te va envolviendo y atrayendo y al final me ha encantado. Muy bueno Katia y eso que al empezar a leer no me estaba dando buenas sensaciones, tras leerlo no le cambiaba ni una coma.
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- Registrado: 21 Ene 2010 02:52
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Me rindo ante tí, que me has entregado un gran momento de placer. He encontrado por allí mis dos escritores favoritos, Nietzsche, y Huxley y Un mundo feliz es mi novela favorita. ¿Sabes que creo que estamos en una sociedad que nos obliga a simular estar felices? Si, simular. La tristeza está muy mal vista. Pero creo que el que sabe estar triste, disfrutar la tristeza, disfruta aun más de la alegría. Espero, que nunca tengamos que tomar soma-aunque tal vez la televisión sea una forma de aquella-. Yo empecé a escribir de mi tristeza, sé que todavía me falta mucho, pero me alivia, me purifica. Te agradece nuevamente un lector triste.
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Hola, hermano zodiacal Pues la verdad es que llevaba días dando vueltas esta ficción en mi cabeza. Y en su primera versión, SHardin, salió una historia prolija. Y como no me quedé contenta, hice pedacitos los folios. Y como seguía bailando en mi mente, me puse a escribirla de nuevo, esforzándome en condensar más y en ser menos pormenorizada. Por eso no doy más datos hasta que se va progresando en su lectura, y no digo ni dónde está la protagonista hasta que no pasan unos párrafos. Y ¡ahora sí, SHardin! Ahora ha quedado bien, di que sí. No sabía muy bien cómo empezar, y elegí con la sensación placentera que embarga a la protagonista en un instante "orgánico" de fusión con la Naturaleza y de disolución en ella.SHardin escribió:Saludos. Que extraña sensación me produce al leerlo, te va envolviendo y atrayendo y al final me ha encantado. Muy bueno Katia y eso que al empezar a leer no me estaba dando buenas sensaciones, tras leerlo no le cambiaba ni una coma.
Me alegra, Gregsamsa ¡Y tanto! Hace poco he leído un libro de Riso, "El regreso a casa", que reivindica todas las emociones en general, y nos dice que la tristeza es útil porque nos ralentiza el ritmo vital, y nos hace reflexionar sobre nosotros mismos, echar mano de la filosofía y/o de la psicología y crecer y evolucionar hacia "un yo" mejor. O sea, la melancolía es útil, es transformadora A mí también me gustó mucho "Un mundo feliz", de Huxley. ¡Qué absurdo pretender erradicar la tristeza! ¿Verdad? Como cuando ante el secularismo progresivo de la sociedad Nietzsche exclamó, refiriéndose a la pérdida de la espiritualidad y a la supresión de la idea de Dios: "¡Hemos vaciado el mar!" Es como decía Khalil Gibran: "Cuanto más hondo cave en ti el hacha de la desdicha, más capacidad tendrás para llenarte de alegría" Hay que sentir tristeza, para luego experimentar la alegría y apreciarla. Por eso he puesto a mi chica frente al mar. El mar tiene pleamar y baja mar, como todos nosotr@sGregsamsa escribió:Me rindo ante tí, que me has entregado un gran momento de placer. He encontrado por allí mis dos escritores favoritos, Nietzsche, y Huxley y Un mundo feliz es mi novela favorita. ¿Sabes que creo que estamos en una sociedad que nos obliga a simular estar felices? Si, simular. La tristeza está muy mal vista. Pero creo que el que sabe estar triste, disfrutar la tristeza, disfruta aun más de la alegría. Espero, que nunca tengamos que tomar soma-aunque tal vez la televisión sea una forma de aquella-. Yo empecé a escribir de mi tristeza, sé que todavía me falta mucho, pero me alivia, me purifica. Te agradece nuevamente un lector triste.
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Me ha encantado Katia, sobre todo por las impresiones que nos deja la protagonista al saberse vigilada por todos, debería haberse girado y mandarlos a todos al carajo. En este mundo en el que no hay tiempo para nada, cada vez hay menos loc@s suicidas, que se detengan a contemplar las cosas simples y maravillosas que nos rodean, aquello por lo que no hay que pagar, que nos pertenece a tod@s por igual.
La respuesta:
Y estoy contigo, hay que sentir dolor y tristeza, para saber apreciar la alegría y la felicidad.
La respuesta:
me encanta."No quería matarme, agente. Sólo quería sentir la brisa en el rostro"
Y estoy contigo, hay que sentir dolor y tristeza, para saber apreciar la alegría y la felicidad.
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Re: Brisa en el rostro (relato)
¡Como loco entristecido que soy, beso tus pies y los de tu relato!
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Re: Brisa en el rostro (relato)
¡Qué bonito tu comentario, Mylady! Me encanta como interpretas la historia: ¡a la perfección! Muy bellas tus palabras y muy ciertas. ¡Gracias!Mylady escribió:Me ha encantado Katia, sobre todo por las impresiones que nos deja la protagonista al saberse vigilada por todos, debería haberse girado y mandarlos a todos al carajo. En este mundo en el que no hay tiempo para nada, cada vez hay menos loc@s suicidas, que se detengan a contemplar las cosas simples y maravillosas que nos rodean, aquello por lo que no hay que pagar, que nos pertenece a tod@s por igual.
La respuesta:
me encanta."No quería matarme, agente. Sólo quería sentir la brisa en el rostro"
Y estoy contigo, hay que sentir dolor y tristeza, para saber apreciar la alegría y la felicidad.
¡Muchas gracias, Conphoos! Es reconfortante que os haya trasmitido tanto y justamente lo que yo quería expresar. ¡Toda una satisfacción!Conphoos escribió:¡Como loco entristecido que soy, beso tus pies y los de tu relato!
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Me ha encantado. Perfectamente narrado y conducido hasta el punto y final.
Al principio algo dentro de mi ha dicho "oh, oh... esto no va a acabar bien", pero luego todo ha ido encajando en su lugar. El momento de fortaleza espiritual de la protagonista, y la dualidad entre tristeza / alegría es fantástico.
Enhorabuena!!!!
Me ha gustado mucho eso de "Colecciono recuerdos únicos, y éste es uno de ellos"
Al principio algo dentro de mi ha dicho "oh, oh... esto no va a acabar bien", pero luego todo ha ido encajando en su lugar. El momento de fortaleza espiritual de la protagonista, y la dualidad entre tristeza / alegría es fantástico.
Enhorabuena!!!!
Me ha gustado mucho eso de "Colecciono recuerdos únicos, y éste es uno de ellos"
"Las lágrimas de Kaiu" volumen 1 se encuentra en postproducción.
Booktrailer aquí
Leyendo: El archivo de las Tormentas 4 (Sanderson)
Booktrailer aquí
Leyendo: El archivo de las Tormentas 4 (Sanderson)
Re: Brisa en el rostro (relato)
¡Gracias, Tharem! Exacto Ella tiene fuerza interior.Tharem escribió:Me ha encantado. Perfectamente narrado y conducido hasta el punto y final.
Al principio algo dentro de mi ha dicho "oh, oh... esto no va a acabar bien", pero luego todo ha ido encajando en su lugar. El momento de fortaleza espiritual de la protagonista, y la dualidad entre tristeza / alegría es fantástico.
Enhorabuena!!!!
Me ha gustado mucho eso de "Colecciono recuerdos únicos, y éste es uno de ellos"
Me alegra que te haya gustado. En cuanto a la frase que citas, una vez leí que la felicidad en esta vida sería posible si hiciéramos cada cosa una sola vez, sin reiteración
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- Felicity
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- Registrado: 28 Jul 2006 11:52
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Katia me gusta el relato
Hay veces que sólo quieres asomarte para que te de la brisa
Y la gente se empeña en que quieres tirarte al vacio.
A mí me ha pasado varias veces.
En el sentido figurado, digo
Hay veces que sólo quieres asomarte para que te de la brisa
Y la gente se empeña en que quieres tirarte al vacio.
A mí me ha pasado varias veces.
En el sentido figurado, digo
Recuento 2024
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Re: Brisa en el rostro (relato)
¡Gracias, nena!Felicity escribió:Katia me gusta el relato
Hay veces que sólo quieres asomarte para que te de la brisa
Y la gente se empeña en que quieres tirarte al vacio.
A mí me ha pasado varias veces.
En el sentido figurado, digo
Jajaja... Sí, te entiendo
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Jo, ya no recuerdo lo que comenté
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Re: Brisa en el rostro (relato)
Querida Katia, se han borrado algunos mensajes. Pero recuerda que te comente lo mucho que me ha gustado tu relato. Un abrazo guapa.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Re: Brisa en el rostro (relato)
¡Yo sí! A ver, parafraseo lo que recuerdo:lucia escribió:Jo, ya no recuerdo lo que comenté
lucia más o menos escribió:"Me pasó lo mismo que a SHardin, que al principio no me terminaba de llegar, pero ya luego sí. Pero yo que lo he vivido de cerca, te puedo decir, Katia, que una cosa es la depresión y otra distinta la tristeza"
¡Berlin! ¡Otro para ti, lindísima! A ver, rememoro ahora tus palabrasberlin escribió:Querida Katia, se han borrado algunos mensajes. Pero recuerda que te comente lo mucho que me ha gustado tu relato. Un abrazo guapa.
Si os he refrescado la memoria, ¡por favor, completadme!berlin más o menos escribió:Me ha gustado mucho tu relato, Katia. Además, yo he vivido de cerca algo muy parecido, sólo que el desenlace fue triste, a diferencia de tu historia. ¡Felicidades!
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Re: Brisa en el rostro (relato)
Por mi parte esta bien katia.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...