Sólo para hombres (relato)
Sólo para hombres (relato)
Sólo para hombres
Debí beber demasiado la noche del domingo como para tener semejante resaca. Lo bueno: no recordaba nada de mis posibles bailes exóticos sobre una mesa. Lo malo: corría por la calle toreando los carros, que parecían multiplicarse por dos, gracias a que mi cabeza seguía dormida, para alcanzar al infame camión que no se detuvo cuando le hice la parada. Alcancé a ver a un chico que, pegándose a la ventana, se burlaba de mí, lo que me hizo pensar en lo graciosa que resultaba mis situación, es decir, me imaginaba a mí misma corriendo entre los coches con piernas que parecían fideos, mis ojos rojos, pero abiertos como platos y mi mano tambaleándose en el aire haciéndole señas obscenas al conductor.
Con razón o no, me ensañé con el muchacho e imaginé que el camión chocaba y que yo me reía a pulmón abierto, señalándolo al mismo tiempo en que lo subían en camilla a la ambulancia. Incluso imaginé que les movía la camilla a los paramédicos de un lado a otro para que el chico muriera de dolor, mas eso no era importante, ¡se me estaba haciendo tarde! De golpe me vino a la mente que a primera hora me tocaba física, con el maestro de piel rojiza que si no eres bonita, mejor ni te ilusiones en pasar. ¡Demonios, había olvidado también que tocaba práctica y no llevaba la bata! Menos dos puntos si faltaba al laboratorio. Decidido, tendría que tomar un taxi. Adiós almuerzo, pensé con frustración cuando el chofer me dijo cuánto me cobraría. Subí empujando mi mochila que vomitaba libros y traté de no pensar en la hora, ya no había nada más que pudiera hacer.
Cerré los ojos recargándome en el asiento. El que llegara tarde ese día tenía que ver con la borrachera del domingo que no me dejó descansar. ¿Qué habría hecho ayer? Mis amigas siempre me contaban que estando ebria, solía hacerles unos “sólo para hombres” a algunos de los chicos que me gustaban. Por supuesto yo no les creía, era demasiado exagerado.
Fue inútil que tratara de recordar, un aturdimiento me nubló las ideas, hasta que por fin el chofer se detuvo. Sentí deseos de aventarle el dinero en la cara por abusivo, pero me contuve porque en ese momento sonó el timbre.
Corrí hasta el laboratorio y me di cuenta de que alguien atrás de mí hacía lo mismo. Juntos llegamos a la puerta que ya estaba cerrada, maldije en voz baja, mas para mi sorpresa el chico que venía detrás, tocó. Estaba loco. Tocar, una vez que la puerta está cerrada es como un escupitajo al maestro, sin embargo, el maestro abrió la puerta y lo más extraño aún, ¡lo dejó pasar! Cuando el muchacho vio que yo no entraba, me jaló del hombro y mientras íbamos a una mesa, me explicó que él era el hijo del maestro y que desde ese día sería el nuevo alumno. Fingí una sonrisa al darme a la idea de que un profesor tan feo y libidinoso tuviera un hijo tan atractivo, mas cuál fue mi sorpresa al verlo bien y descubrir que era el mismo que momentos antes se burlaba de mí desde el autobús y que ahora me salvaba de dos puntos menos. Pese a todo lo que me había pasado hasta ahora, nada pudo compararse con lo que sucedió después: él también me reconoció, no de que me había dejado el camión, en vez de eso, se acercó a mí y susurró: Perdón, mañana te traigo tu sostén.
Dejen sus comentarios por favor. n_n
Debí beber demasiado la noche del domingo como para tener semejante resaca. Lo bueno: no recordaba nada de mis posibles bailes exóticos sobre una mesa. Lo malo: corría por la calle toreando los carros, que parecían multiplicarse por dos, gracias a que mi cabeza seguía dormida, para alcanzar al infame camión que no se detuvo cuando le hice la parada. Alcancé a ver a un chico que, pegándose a la ventana, se burlaba de mí, lo que me hizo pensar en lo graciosa que resultaba mis situación, es decir, me imaginaba a mí misma corriendo entre los coches con piernas que parecían fideos, mis ojos rojos, pero abiertos como platos y mi mano tambaleándose en el aire haciéndole señas obscenas al conductor.
Con razón o no, me ensañé con el muchacho e imaginé que el camión chocaba y que yo me reía a pulmón abierto, señalándolo al mismo tiempo en que lo subían en camilla a la ambulancia. Incluso imaginé que les movía la camilla a los paramédicos de un lado a otro para que el chico muriera de dolor, mas eso no era importante, ¡se me estaba haciendo tarde! De golpe me vino a la mente que a primera hora me tocaba física, con el maestro de piel rojiza que si no eres bonita, mejor ni te ilusiones en pasar. ¡Demonios, había olvidado también que tocaba práctica y no llevaba la bata! Menos dos puntos si faltaba al laboratorio. Decidido, tendría que tomar un taxi. Adiós almuerzo, pensé con frustración cuando el chofer me dijo cuánto me cobraría. Subí empujando mi mochila que vomitaba libros y traté de no pensar en la hora, ya no había nada más que pudiera hacer.
Cerré los ojos recargándome en el asiento. El que llegara tarde ese día tenía que ver con la borrachera del domingo que no me dejó descansar. ¿Qué habría hecho ayer? Mis amigas siempre me contaban que estando ebria, solía hacerles unos “sólo para hombres” a algunos de los chicos que me gustaban. Por supuesto yo no les creía, era demasiado exagerado.
Fue inútil que tratara de recordar, un aturdimiento me nubló las ideas, hasta que por fin el chofer se detuvo. Sentí deseos de aventarle el dinero en la cara por abusivo, pero me contuve porque en ese momento sonó el timbre.
Corrí hasta el laboratorio y me di cuenta de que alguien atrás de mí hacía lo mismo. Juntos llegamos a la puerta que ya estaba cerrada, maldije en voz baja, mas para mi sorpresa el chico que venía detrás, tocó. Estaba loco. Tocar, una vez que la puerta está cerrada es como un escupitajo al maestro, sin embargo, el maestro abrió la puerta y lo más extraño aún, ¡lo dejó pasar! Cuando el muchacho vio que yo no entraba, me jaló del hombro y mientras íbamos a una mesa, me explicó que él era el hijo del maestro y que desde ese día sería el nuevo alumno. Fingí una sonrisa al darme a la idea de que un profesor tan feo y libidinoso tuviera un hijo tan atractivo, mas cuál fue mi sorpresa al verlo bien y descubrir que era el mismo que momentos antes se burlaba de mí desde el autobús y que ahora me salvaba de dos puntos menos. Pese a todo lo que me había pasado hasta ahora, nada pudo compararse con lo que sucedió después: él también me reconoció, no de que me había dejado el camión, en vez de eso, se acercó a mí y susurró: Perdón, mañana te traigo tu sostén.
Dejen sus comentarios por favor. n_n
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Re: Sólo para hombres (relato)
Saludos. Me perdí con la palabra camión pero pronto supe que eras igual que autobús, por lo demás buena historia, bien contada y arranca una carcajada al final.
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Re: Sólo para hombres (relato)
Muchas gracias SHardin, qué bueno que te gustó. Pues sí, es una lata eso de las palabras, luego no se entienden n_nSHardin escribió:Saludos. Me perdí con la palabra camión pero pronto supe que eras igual que autobús, por lo demás buena historia, bien contada y arranca una carcajada al final.
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- Carmen Neke
- Foroadicto
- Mensajes: 3142
- Registrado: 26 Oct 2008 20:24
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Re: Sólo para hombres (relato)
Me ha gustado mucho Lenn_n, buena historia con un buen ritmo, contada con gracia y sin complejos y con un estupendo final. Me quedo con la expresión "sólo para hombres", no la conocía pero me gusta, jejeje.
Espero que publiques por aquí más cosas que escribas, me has picado la curiosidad por leer otros escritos tuyos.
Espero que publiques por aquí más cosas que escribas, me has picado la curiosidad por leer otros escritos tuyos.
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Re: Sólo para hombres (relato)
Muchísimas gracias Carmen Neke!!!!!!!!!!!!!!! jajja pues verás el título surgió porque no sabía cómo se escribía Striptisse (hasta la fecha no sé n_n) y se quedó así. Por los escritos, he puesto otros dos: "A sangre fría" y "hombros", espero que los encuentres. Saludos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Carmen Neke escribió:Me ha gustado mucho Lenn_n, buena historia con un buen ritmo, contada con gracia y sin complejos y con un estupendo final. Me quedo con la expresión "sólo para hombres", no la conocía pero me gusta, jejeje.
Espero que publiques por aquí más cosas que escribas, me has picado la curiosidad por leer otros escritos tuyos.
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Re: Sólo para hombres (relato)
¿No entiendes la palabra?Rosina escribió:No he entendido lo del camión y tampoco lo del autobús
Otros sinónimos podrían ser: colectivo, ruta, pecera. Es un trasporte que tiene rutas específicas y te llevan por un precio.
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Re: Sólo para hombres (relato)
Lo que no entiendo es qué significado le das en tu historia... No lo he pillado
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Re: Sólo para hombres (relato)
A mi tambien me costo pillarlo Rosina. Son sinonimos, al igual que carro y coche.
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Re: Sólo para hombres (relato)
Al fin lo he pillado y he leído de nuevo la historia y ¡ahora la he entendido!
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Re: Sólo para hombres (relato)
Ay, Rosina, que eso lo puedes llevar al hilo de despistes.
Lenn, me gusta el final, también me has arrancado otra carcajada. Después de ver lo atractivo del hijo del maestro, imagino que los solo para hombres ya no volverán a ser estando borracha perdida
Lenn, me gusta el final, también me has arrancado otra carcajada. Después de ver lo atractivo del hijo del maestro, imagino que los solo para hombres ya no volverán a ser estando borracha perdida
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: Sólo para hombres (relato)
jajajjaja pues mientras todo sea en privado... n_nlucia escribió: Después de ver lo atractivo del hijo del maestro, imagino que los solo para hombres ya no volverán a ser estando borracha perdida
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