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FotosEL BESO
Ese beso ha dejado su tacto impregnado en mi boca. Todavía siento su sabor, su olor, su sensación…
Me he levantado esta mañana y le he recordado. Alto, fuerte…con una mirada profunda, y a la vez, cuando quiere, distante y evasiva.
Pocas veces desayuno de manera tan completa, pero hoy he sentido hambre, un hambre inusual y voraz. He atacado la nevera, sin miramientos…y he probado ese pastel de chocolate que tanto miedo me daba probar. No quería recordar el día de ayer, su cumpleaños…y su marcha. Tantas cosas por decir, tantos sueños, tantas expectativas…¿Y total, para qué?
Mi hermana me ha dicho que se va de casa. No tenía ya bastantes cosas en qué pensar que me deja a mí toda la responsabilidad de cuidar de mis padres. Ahora sí que me siento cansada, y no sé si podré aguantar el ritmo…
¿El ritmo? ¿El tiempo? ¿La prisa?...todo me apabulla y me deja sin aliento. Me siento cansada, cansada de llevar una vida a rastras, de vivir la vida de los demás. ¿Cuándo me voy a mimar? Ya va siendo hora.
Ese beso ha sido más que un beso, ha sido una traición. Ha sido una despedida, un…¿”hasta otro momento”?
No suelo dar segundas oportunidades, así que, según lo veo yo, ha sido el beso del adiós, del “hasta nunca”, del olvido, del …¿miedo?...sí, miedo al compromiso, miedo a enfrentarse a una vida juntos…¿pero por qué?...
Miro al reloj, ya son las 10 de la mañana. No quiero ducharme aún, porque no quiero perder su beso. Y al mismo tiempo, no me gusta lo que significa, por tanto, debería dejarlo ir, dejarlo marchar, quitar su sabor de mis labios y dejarlo libre.
Retenerlo. Retener su beso…¿para qué? ¿con qué finalidad?. Recordar es amargarse más. Así que, lo mejor, es dejarlo ir en paz, dejar que haga su camino en otra boca, en otros labios, en otros ojos, en otros brazos…
Hoy es sábado, así que dispongo de todo el día para mí sola. No tengo ganas de nada porque aún tengo la resaca de la noche de ayer. ¿Porqué no me lo dijo antes? Esperar hasta el día de su cumpleaños…no me ha parecido justo. Pero, al fin y al cabo, ¿qué hay de justo en una traición? Qué más da cuando me lo haya hecho saber, la cuestión es que lo ha hecho.
Dice que tiene otras expectativas para su vida. Que tiene metas y que conmigo no las puede realizar. Que busca nuevas sensaciones, que se busca a sí mismo…pero…¿y quién no lo hace?, ¿por qué lo hace sin mí?. No he tenido tiempo aún ni de reaccionar, y menos con su sabor aún en mi cuerpo.
Mi día libre y yo sin saber adonde ir, qué hacer, hacia donde dirigir mi vida, adonde mirar…Si vuelvo a la habitación, veré todavía su cuerpo en las sábanas. No quiero ver esa escena, aún no. No estoy preparada para afrontarlo, y sin embargo…quizá sea lo mejor. Para él, para mí. Nunca he sabido qué era vivir para mí misma, sin ninguna otra meta que disfrutar del día a día, de las horas, de los minutos…y desgranarlos en segundos vividos.
He decidido escribir un diario. Anotar lo que me hace sentir bien, los recuerdos para borrarlos, y lo que quiero de mi futuro. Pero hoy no puedo aún empezarlo. No hasta que pueda rehacer de nuevo mi vida. ¿MI VIDA? Ahora que me paro a pensar, ¿qué he hecho en mi vida que sea realmente MIO? He vivido para los que me rodean. Para mis padres y mi hermana, para contentarlos a todos. He vivido por él y para él…y no me he dado cuenta que MI VIDA, es MÍA, y de nadie más.
Mañana…o quizá el día siguiente, o la semana o el mes próximo…
MI VIDA EMPIEZA POR FIN…
MI VIDA
