El viejito pascuense metía terror. Es comprensible, siendo un niño me llevaron a ver a Santa Claus en una tienda, pero antes me explicaron muy bien de qué se trataba, qué hacía, lo bueno que era. Creo que de haberme encontrado con él sin esas explicaciones me habría asustado.Casper escribió:Resulta curioso pero son pocos los recuerdos que guardo de las navidades de niño, sí una que en medio de la cena se aparece Santa Claus con un saco, al parecer de regalos, la impresión fue general entre los hermanos, pero no satisfacción sino de terror, era el Santa menos convincente y más feo que habíamos visto en nuestras cortas vidas, el llanto fue general y yo me escondí bajo la mesa, apegado a las faldas de mamá, imagino hoy que con un presupuesto tan escaso no se podía exigir mucho.
De los reyes solo conocíamos la historia porque aquí no se celebra el día de reyes, el que reparte los regalos es Santa la noche víspera de navidad.
Que bonito poder recordar esos momentos, compartiendo aquello que nos gusta, la buena lectura. ¡Feliz Navidad Berlín!
Saludos, Casper, y ¡Feliz Navidad!