diario de un misántropo
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diario de un misántropo
Capítulo 1 - El chicle
Suenan los Pixies y su canción Wave of mutilation mientras me siento ante el ordenador a escribir estas líneas.
Hoy he tenido una de esas experiencias que me reconcilian con la misantropía. Y todo ha sido por culpa de un chicle; bueno de un chicle y de la persona que lo mascaba, está claro.
Me he subido al tren como todos los días, he encontrado sitio libre y me he sentado. He sacado un libro para leer durante el viaje cuando he empezado a oir ese ruido, plop plop plop.
¿Qué coño es eso? - me he preguntado yo
Plop plop plop. Sentados a mi izquierda se encontraban dos personas. El hombre, bajito de unos 50 años y casi calvo; la mujer... ay la mujer plop plop plop. Después de media hora de viaje he sido incapaz de adivinar su edad. Tanto podía ser su mujer como su hija. Y creo que todo se debía a su gordura, plop plop plop. Debía pesar más de 100 kilos, embutidos en unos pantalones de deporte ceñidos plop plop plop.
Y sí, efectivamente era ella la que hacía ese ruido. Mascaba chicle y hacía pequeños globitos que explotaba con una de sus uñas, de la mano se sobreentiende plop plop plop.
Ya me he empezado a poner nervioso y he empezado a lanzarle miradas furtivas de odio. Aunque no se ha dado por enterada plop plop plop
mecagüenlamadrequeleparió no podía hacer un globo grande que le explotara en todos los morros no tenía que hacerlo pequeñitos y plop plop plop yo ya me removía inquieto en el asiento plop plop plop y contaba las paradas que quedaban plop plop plop hasta mi destino plop hasta deseaba que por una vez apareciera el pica y me multara por viajar sin billete plop plop plop para distraerme intentaba plop recordar las antiguas clases de plop física más concretamente las leyes de Newton para saber cuanta fuerza plop plop plop tendría que hacer para si la veía otra vez en la estación lanzarla a las vías plop antes de que el tren parara pero la física no ha sido nunca mi fuerte y mi memoria ya no es lo que era
y tanto, ultimamente siempre olvidas todo lo que te digo
ya ya pero déjame continuar y luego hablamos plop plop plop.
En fin, respiré hondo y me acordé de que hay que usar los signos de puntuación. No sé quién sería el primero en escribir una novela plop plop plop sin usarlos pero se podría haber metido su brillante idea por donde le cupiera o cupiese plop plop plop.
A todo esto la mujer de vez en cuando interrumpía su plop plop plop para hablar. Por su puesto en un tono demasiado alto. Tampoco es que mejorara mucho el panorama así que cuando volvía a su plop plop plop no sabía si echarme a llorar o dar gracias por no tener que oir sus tonterías plop
Por fin, después de media hora de tortura, hemos llegado. Sí, hemos, porque ella se ha bajado en la misma estación que yo. Así que es posible que nos volvamos a encontrar.
Me he dirigido directamente a mi casa; suenan los pixies, wave of mutilation...
Suenan los Pixies y su canción Wave of mutilation mientras me siento ante el ordenador a escribir estas líneas.
Hoy he tenido una de esas experiencias que me reconcilian con la misantropía. Y todo ha sido por culpa de un chicle; bueno de un chicle y de la persona que lo mascaba, está claro.
Me he subido al tren como todos los días, he encontrado sitio libre y me he sentado. He sacado un libro para leer durante el viaje cuando he empezado a oir ese ruido, plop plop plop.
¿Qué coño es eso? - me he preguntado yo
Plop plop plop. Sentados a mi izquierda se encontraban dos personas. El hombre, bajito de unos 50 años y casi calvo; la mujer... ay la mujer plop plop plop. Después de media hora de viaje he sido incapaz de adivinar su edad. Tanto podía ser su mujer como su hija. Y creo que todo se debía a su gordura, plop plop plop. Debía pesar más de 100 kilos, embutidos en unos pantalones de deporte ceñidos plop plop plop.
Y sí, efectivamente era ella la que hacía ese ruido. Mascaba chicle y hacía pequeños globitos que explotaba con una de sus uñas, de la mano se sobreentiende plop plop plop.
Ya me he empezado a poner nervioso y he empezado a lanzarle miradas furtivas de odio. Aunque no se ha dado por enterada plop plop plop
mecagüenlamadrequeleparió no podía hacer un globo grande que le explotara en todos los morros no tenía que hacerlo pequeñitos y plop plop plop yo ya me removía inquieto en el asiento plop plop plop y contaba las paradas que quedaban plop plop plop hasta mi destino plop hasta deseaba que por una vez apareciera el pica y me multara por viajar sin billete plop plop plop para distraerme intentaba plop recordar las antiguas clases de plop física más concretamente las leyes de Newton para saber cuanta fuerza plop plop plop tendría que hacer para si la veía otra vez en la estación lanzarla a las vías plop antes de que el tren parara pero la física no ha sido nunca mi fuerte y mi memoria ya no es lo que era
y tanto, ultimamente siempre olvidas todo lo que te digo
ya ya pero déjame continuar y luego hablamos plop plop plop.
En fin, respiré hondo y me acordé de que hay que usar los signos de puntuación. No sé quién sería el primero en escribir una novela plop plop plop sin usarlos pero se podría haber metido su brillante idea por donde le cupiera o cupiese plop plop plop.
A todo esto la mujer de vez en cuando interrumpía su plop plop plop para hablar. Por su puesto en un tono demasiado alto. Tampoco es que mejorara mucho el panorama así que cuando volvía a su plop plop plop no sabía si echarme a llorar o dar gracias por no tener que oir sus tonterías plop
Por fin, después de media hora de tortura, hemos llegado. Sí, hemos, porque ella se ha bajado en la misma estación que yo. Así que es posible que nos volvamos a encontrar.
Me he dirigido directamente a mi casa; suenan los pixies, wave of mutilation...
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capítulo 2 - Pesadillas
... y caí desmayado sobre la cama.
Me desperté cuatro horas más tarde completamente aturdido. Después de mucho tiempo habían vuelto las pesadillas. Me levanté, fui al baño a lavarme los dientes, me fumé un cigarro y volví a la cama dando tumbos por el pasillo.
A la mañana siguiente volví a despertarme agitado aunque sin la sensación de mareo anterior. Y por supuesto las pesadillas habían continuado. Las muy putas solo se habían tomado unas vacaciones y habían vuelto con una fuerza renovada. Pesadillas resumen de un verano asqueroso. Pesadillas vistas con una perspectiva oblicua. Botón derecho, orden, adelante, atrás. Ahora se ve, ahora queda oculto. Oculto en lo más profundo de tus subconsciente... hasta que algo hace que resurja en tus sueños.
Cadáveres incinerados, cadáveres fríos como el hielo. Y la eterna fila de parientes que solo ves en bodas, bautizos, comuniones y funerales, de conocidos-desconocidos, de caras que se parecen unas a otras, que se difuminan en la multitud.
La ventaja que tienen las pesadillas es su sensación de irrealidad: a la mañana siguiente te tomas un café y poco a poco vas olvidando lo que has soñado. Hace sol, un buen día para pasear, para distraerte, para olvidar...hasta la próxima vez
El único problema es que llegues a olvidar hasta quién eres. Pero esa es otra historia...
... y caí desmayado sobre la cama.
Me desperté cuatro horas más tarde completamente aturdido. Después de mucho tiempo habían vuelto las pesadillas. Me levanté, fui al baño a lavarme los dientes, me fumé un cigarro y volví a la cama dando tumbos por el pasillo.
A la mañana siguiente volví a despertarme agitado aunque sin la sensación de mareo anterior. Y por supuesto las pesadillas habían continuado. Las muy putas solo se habían tomado unas vacaciones y habían vuelto con una fuerza renovada. Pesadillas resumen de un verano asqueroso. Pesadillas vistas con una perspectiva oblicua. Botón derecho, orden, adelante, atrás. Ahora se ve, ahora queda oculto. Oculto en lo más profundo de tus subconsciente... hasta que algo hace que resurja en tus sueños.
Cadáveres incinerados, cadáveres fríos como el hielo. Y la eterna fila de parientes que solo ves en bodas, bautizos, comuniones y funerales, de conocidos-desconocidos, de caras que se parecen unas a otras, que se difuminan en la multitud.
La ventaja que tienen las pesadillas es su sensación de irrealidad: a la mañana siguiente te tomas un café y poco a poco vas olvidando lo que has soñado. Hace sol, un buen día para pasear, para distraerte, para olvidar...hasta la próxima vez
El único problema es que llegues a olvidar hasta quién eres. Pero esa es otra historia...
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Menuda pesadilla
Hay una frase en la que pondría una coma. Esa pausa daría mas fuerza a lo que viene a continuación, sería como si aumentase el suspense.
Y por supuesto las pesadillas habían continuado.
Hay una frase en la que pondría una coma. Esa pausa daría mas fuerza a lo que viene a continuación, sería como si aumentase el suspense.
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