¡Tarde, como siempre!

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

Moderadores: Megan, kassiopea

Responder
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

Hola a todos, saludos!

Llevo unos meses siguiendo esta web, poco después de haberme aficionado a la lectura (sobretodo el género fantástico). Con el tiempo, he sentido curiosidad por el mero hecho de escribir. Hace poco que 'visioné' una historia en mi cabeza y ahora estoy intentando pasarla a papel. Todavía está todo muy verde, pero ya he empezado con los primeros pasos.

Así que, sin más, os dejo con un trocito, que espero que al menos disfrutéis tanto como yo lo hice escribiéndolo. Las críticas son más que bienvenidas!


¡Tarde, como siempre!

Después del deleite de una prometedora noche, habiendo acumulado en su ser los incontables interrogantes, provocados por la excitación de los importantes sucesos que le acontecerían al siguiente día, el joven herrero, Lífar, se despierta. Mientras volvía en sí, se quedaba observando, desconcertado, las grietas y estalactitas del descompensado techo << Genial, me duele todo >>. Recorrió con torpeza su mano izquierda sobre unas mantas, que separaban su cálida y tersa piel del desigual, frío y rocoso suelo… el no encontrar lo que buscaba frustró aún más su confusión.

Se incorporó ipso facto, desarropándose de la aterciopelada manta y dejando al descubierto su parte superior, desnuda y atlética, junto a unos brazos tan anchos como el grosor de su torso, propios de alguien que ha trabajado pocos, pero duros años en la forja. Al advertir que el sol ya iluminaba, casi al completo, la cueva en la que yació toda la noche, dedujo lo tarde que era. << ¡Maldita sea! ¿Y mi ropa? >> Y la encontró a su derecha, al alcance de su brazo bien ordenada y colocada en un montón. Se vistió apresuradamente mientras salía de camino hacia el umbral de la cueva.

Cuando terminó por atarse las botas y el sol ya cubría la parte delantera de su cuerpo, a excepción de la bandada de palomas que creaba dispersas sombras en su rostro, Lífar empezó a saltar de roca en roca, descendiendo en altura en cada salto, hasta pisar la arena de la playa, marchando tan rápido como su cuerpo, todavía engrasando sus adormiladas articulaciones, le permitiera << Corre, por el bien de lo que más quieras, no pares de correr >>
De modo que corrió hacia el pueblo, con su camiseta arrugada por el agarre de su mano izquierda y luciendo igual que su fruncida frente… solo esperaba llegar a tiempo.

Pasaron pocos minutos hasta que entró en su pueblo, Galdiff. Por el camino y durante aquellos singulares días, el camino se colmaba de personas que paseaban en torno al desmesurado mercadillo de exposiciones, que llevaba ya dos días festejándose y donde los mercaderes, con sus ya irritadas voces, pregonaban repetidamente a la vez que mostraban sus mejores especímenes de toda clase; un enorme variado y distintivo de calidad en comida, telas, indumentaria, joyas y artesanía asediaban medio pueblo, que con los gritos, tanto de aldeanos como de mercaderes, compensaba la tranquilidad de la otra mitad. Mientras Lífar acortaba apresuradamente las distancias, esquivando a tantos aldeanos como pudiera, algunos y algunas aldeanas que pasaban por su lado, entre algunos mercaderes conocidos, lo animaban mientras éste se alejaba…

- ¡Buena suerte Lífar, hoy es tu gran día!
- Espero que ganes hoy… ¡y espero que acabes de una vez con la fanfarronería de ese Borak!
- ¡Demuéstranos lo duro que te has esforzado, Lífar!

Lífar, que no podía despistarse más de lo debido, les premió su apoyo y ánimo incondicional con una profunda sonrisa y siguió corriendo fugazmente hasta la entrada al pueblo.

Después de adentrarse entre las casas del pueblo, y salir por el otro extremo, prosiguió hasta la arqueada puerta, compuesta de puntiagudos troncos verticales en fila que daban paso al pueblo, como el resto de la muralla que protegía al pueblo de las feroces y hambrientas bestias nocturnas.
Detrás de la puerta estaban Borak, Vuldalek y un puñado de aldeanos, entre los que se encontraba su padre, Habar, << Mierda, pensaba que al final no vendría >> Lífar empezaba a notar una sensación familiar y delicada en el cuerpo, especialmente en su estómago.

- No puedo creerlo, finalmente vienes ¿Se puede saber dónde te has metido? Te hemos estado esperando un buen rato. – Vuldalek confesó, con un tono que reflejaba sorpresa a la vez que enfado.

- Me estaba… preparando, lo siento. Lamento el retraso.

- Apresúrate, coge lo que necesites y termina de vestirte, parece que acabas de huir despavorido de las garras de una mujer en celo.

Al cúmulo de aldeanos se le escapó una risa, excepto a su padre, que observaba minuciosamente cómo su hijo terminaba de abrocharse la camisa. Lífar se dirigió hacia él, tomó el arco y el carcaj de flechas que amablemente se encargó de cargar desde su casa. Se acomodó el arco en el torso y el carcaj a sus espaldas. Lífar solo echó un vistazo a su padre << Espero que el próximo berrinche no sea muy largo esta vez >> Lífar le esbozó una nerviosa sonrisa a modo de disculpa y se marchó hacia Vuldalek. Su padre ni siquiera pestañeó.

Bien, creo que ya estamos todos – habló de nuevo Vuldalek. – No podemos perder más tiempo, así que procedamos. ¿Estáis listos?

- ¡Por supuesto!- Dijo Lífar, con voz bien firme.

- Desde hace un buen rato… - declaró Borak, rememorando, una vez más ante el público, el descortés hecho de Lífar.

En ese momento, Vuldalek miró hacia el bosque, intentando escudriñar con la mirada la oscuridad y los múltiples misterios que se cernían tras las primeras filas de árboles, pues la densidad de estos resguardaba la condición natural de aquél bosque, protegiéndolo de los rayos del sol. Buscaba una posible pista que garantizara la salvaguarda de aquellos dos jóvenes, ya hombres, dispuestos a aventurarse en aquel sospechoso lugar.

- ¡Muy bien! El final de este juego no necesita de mucha explicación, os adentrareis en el bosque, solos, con vuestra habilidad y determinación cómo única y verdadera arma. El que vuelva con la mayor carnaza habrá ganado.

Los competidores dirigieron la mirada hacia la sinuosa arboleda, extrañados, incapaces de vaticinar que sorpresas les deparaba aquel bosque. Los aldeanos se miraron los unos a los otros, murmurando a varios metros detrás de ellos. Ambos competidores se miraron al rostro, en busca de alguna mueca que augurara la derrota de su contrincante, pero lo único que encontraron fue la mirada de una fiera, justo antes de dar el primer zarpazo a su presa.

Vuldalek, satisfecho, continuó explicando los últimos detalles:

- Tengo que deciros algo verdaderamente importante y esto es para todos. – las voces de los aldeanos fueron apagándose, menos la de los bebes que aún lloraban por la excitación del momento.- Recordar que hoy es el sexagésimo cuarto aniversario de Barsil, nuestro más estimado anciano y a la vez, nuestro único mentor. Él es la principal razón por la que cada año se celebran estos juegos, aquí, en Galdiff. Debemos agradecer que la popularidad de nuestras fiestas hayan tenido tan buena aceptación, que los poblados y ciudades cercanas quieran compartir sus riquezas con nosotros, ya que un gran número de mercaderes de toda Gondaria dedican su tiempo, en estos apacibles días, a hacer buen negocio aquí, llenando nuestra bolsa y permitiéndonos vivir ligeramente mejor que antaño.

El público confirmó a las palabras de Vuldalek, rememorando sus vidas cuando, no muchos años atrás en el tiempo, todavía racionaban sus alimentos, llevándose siempre la mayor parte el marido o aquél/aquella que trajera el dinero a casa, dejando a los demás lamiéndose su propia mugre. Una frustrada sensación de lo desgraciada que eran sus vidas, y sus estómagos.

- De modo que- Vuldalek prosiguió- nadie quiere ver ni altercados ni derramamientos de sangre. En caso de padecer miedo, ver acechar vuestra vida o estar gravemente heridos, abandonad, porque siempre habrá otra oportunidad. El motivo para celebrar estos días siempre ha sido a favor de la diversión y el festejo… y no queremos que hoy, siendo el último día, tengamos que ver cómo dos niños ensangrentados agonizan en sus últimos momentos de vida.

El público observó detenidamente a los chicos, pensando cuál de ellos se vería declarado vencedor, pero terminaron asintiendo, rindiéndose a la intriga y a la expectación.

- Muy bien, sin más preámbulos, procedemos a la última y desafiante prueba de los juegos de este año. A mi señal.

Los dos finalistas se situaron en una línea recta ya creada por Vuldalek, paralela en línea recta hacia el bosque, situación que ambos contrincantes agradecían, permitiéndoles concentrar su atención en el momento presente. Lífar estaba empezando a relajarse un poco << Tanta gente a mi alrededor me estaba empezando a poner de los nervios >>

- Preparados……..listos………… ¡empezad!

El público vociferó mientras los dos competidores avanzaban a paso ligero hacia aquél malicioso y oscuro bosque. Algunos vitoreaban con las manos en forma de ‘O’ en la boca, potenciando su voz; otros saltaban y alzaban la mano en señal de victoria; otros simplemente gritaban por su favorito y tensaban todos los músculos de su cuerpo, destacando las venas de su rostro y cuello.
Poco a poco, las figuras de Lífar y Borak fueron mezclándose con los árboles hasta ocultarlos por completo, dejando al ilusionado público atento a cualquier nueva señal.
1
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

- No sé si ha sido buena idea.- Declaró Lífar a sí mismo, reflexivo.

Borak hablaba continuamente, intentando no fisgar en su propio miedo que empezaba a acechar desde lo más profundo de su ser, mientras ambos apreciaban el considerable cambio que el bosque les presentaba a cada paso que avanzaban. El color del suelo pasó a tornarse a un tono más oscuro, donde la cantidad de musgo aumentaba y obligaban a los dos a caminar más lento, impacientándolos aún más. Su vista quedó mermada por la niebla que se levantaba desde ninguna parte, dejándoles claridad suficiente para advertir poco más que sus propias pisadas y el vaho que desprendían. Los árboles cambiaron su rudimentaria por la misma oscuridad, pues la deficiencia del sol los convertía en libres y horribles siluetas, al gusto de cada cual. El canturreo de algún cuervo cercano erizaba la piel de los jóvenes, cuyas pulsaciones triplicaban a la suma de los pasos dados. El millar de sonidos que emanaban del bosque se entremezclaban, conjurando una fantasmagórica melodía que despertó los cinco sentidos de los muchachos.

- Me parece que este sitio no es el más propio para cazar, volvamos a donde la luz y la visibilidad sean mayores- Borak habló, a la vez que se rascaba el cuello y los brazos, intentando zafarse de sus propios fantasmas que lo acosaban desde atrás.

- ¿Quieres callarte, imbécil? No conseguiremos nada decente en aquella zona, venimos de allí y sabes tan bien como yo que está prácticamente deshabitada. Además, como sigas así, serán ellos quienes nos encuentren a nosotros.- Respondió Lífar, meditando cada pisada, llena de barro y/o musgo, a la vez que escudriñaba con la mirada todo a su alrededor.

Su paso tendía a aminorar, al indagar en las profundidades de la niebla, donde se avistaban estampadas formas desplazándose a su alrededor mezcladas con su propio hálito. Borak también avistó una de las sombras que rondaban la oscuridad, y su vejiga estaba empezando a darle los primeros síntomas de actividad << Joder, ¿qué coño fue eso? >>

- Creo que no estamos solos aquí, Borak. –Lífar habló, severo, mientras preparaba su arco, equipándolo con una de las flechas del gélido carcaj.

- No me vengas con esas ahora. Te dije hace un rato que nos largáramos de este asqueroso lugar.

- Todavía no, conformémonos con cazar el primer animal que veamos y volvamos cuanto antes.

Borak no estuvo de acuerdo con la decisión de Lífar, que a pesar de presentar una actitud firme y confiada, por dentro estaba tan acobardado como Borak. Éste decidió continuar a su lado, incapaz de echar la vista hacia atrás y enfrentarse a sus demonios <<Si morimos, que se lo coman a él primero, quizás me dé tiempo suficiente para correr al pueblo>> Observaba atento a las figuras, meciéndose entre la niebla, cada vez más espesa, y ocultándose entre los árboles. Algunas reaparecían tras su breve escondrijo, otras simplemente parecían estar jugando con ellos.

<< Me cago en… >> Sin pensar, Lífar apuntó con su arco hacia las altas ramas de los árboles y disparó la primera flecha; el musgo le traicionó y le propició una severa caída golpeándose la espalda y la nuca. Al incorporarse, no se percató del violento dolor que padecía hasta que comprobó que aquel inminente peligro provenía de una bandada de cuervos mal sonoros.

Borak estaba completamente pálido, su mente le estaba empezando a jugar malas pasadas. No conseguía avistar a Lífar después del resbalón y decidió agarrarse al árbol más cercano, tan frio como sus insensibles miembros, quedando a mercer del apabullante sonidos del bosque y a sus peores miedos internos.

- ¿Dónde te has metido? ¡Esto no tiene ninguna gracia!

- Aquí, ¿no me ves? ¡Delante de ti!- Lífar hablaba, mientras miraba continuamente hacia todos lados, incapaz de encontrarlo.

Borak miraba acobardado en la dirección dónde provenía esa voz. Su cuerpo titiritaba y su mente le pedía a gritos que corriera y cerrara los ojos. Empezó a sentir pasos, tan profundos en el suelo, como el sonido de unos tambores de guerra que le agitaban a su ya raudo corazón y se clavaban en sus oídos, haciéndole temblar el pecho. Se dio la vuelta. Una sombra se le acercaba desde el camino ya andado.

Incondicionalmente se le escapó una ligera dosis de orina. Su cara, cadavérica y glacial, estaba paralizada, tanto como su cuerpo, que a pesar que nunca había ansiado correr más en su vida, las señales no llegaban a sus miembros, abandonándole, indefenso ante la cada vez más próxima criatura.

Lífar reapareció entre la neblina, tocándole el cuello con sus rígidos y congelados dedos << Se acabó, yo fui el primero >>. Borak se desmayó de repente, descolocando totalmente a Lífar. Lo agarró bajo los brazos en plena caída y lo dejó caer suavemente, dejando libre a la vista a la adyacente criatura. Su blanquecina mirada, depositada fijamente en aquellas dos presas y el constante escarbado de la tierra amenazaba progresivamente la intuición de Lífar.

Sin dudar, Lífar sacó otra flecha y apuntó hacia aquella indefinida sombra cuadrúpeda. Vaciló un segundo, al contacto de la madera fría de la flecha con su cara, y luego la soltó, incrustándosela en medio de los ojos.

La bestia se aquejo unos instantes, y luego se desplomó en aquel suelo lleno de enormes raíces cubierto de musgo y piedras. << No me lo creo, ¿así de fácil? >>
Lífar decidió abandonar a Borak unos instantes y comprobar si la criatura estaba verdaderamente fiambre << Quédate ahí un rato, al menos la niebla te ocultará >> Sus pasos eran pausados y meditados, observando a sus lados en busca de alguna otra criatura que delatase su presencia. No andaba a más de cinco pasos de la bestia y ya se percataba de la total inactividad de esta; la niebla lo rodeaba como verdugos deseando llevársela al submundo. Su boca entreabierta dejaba paso a la bruma, y a los innumerables insectos que empezaban su ansiado y suculento festín << Bien, si la niebla no se altera alrededor de su boca, es que está bien muerta >>.
1
Avatar de Usuario
SHardin
Foroadicto
Mensajes: 3809
Registrado: 20 Dic 2007 15:46
Ubicación: Lejos de ti...

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por SHardin »

Saludos. Buenas, yo me he quedado con curiosidad de leer más. Me ha costado leer al principio, hay verbos que no concuerdan y frases mal hechas pero según avanza el relato está mejor escrito, más claro y me metí más en la historia.
1
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

Me ha costado leer al principio, hay verbos que no concuerdan y frases mal hechas pero según avanza el relato está mejor escrito, más claro y me metí más en la historia.
Te agradezco de veras que me hayas dicho esto. Si no te molesta y te apetece, me gustaría que me pusieras algún ejemplo, porque me está costando mucho ver mis errores. Así podré corregir y mejorar para la próxima.
yo me he quedado con curiosidad de leer más.
Esta mañana subí la segunda parte, pero tendrán que darle antes el visto bueno antes de colocarlo en el foro.

Espero que disfrutes con la segunda parte!

Un saludo!
1
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

Lífar aprovechó el momento para volver hacia Borak y tomar su cuerda. Regresó hacia la criatura y la ató por las patas. Alargó la cuerda hasta Borak, donde la soltó y empezó a despertar a su asustadizo compañero.

- Vamos valiente, ya podemos irnos. Venga, no tenemos tod.......

Lífar tuvo que apartar la vista de su amigo y alzar la mirada. Su cuerpo dio paso a un conjunto de progresivos temblores que le recorrieron el espinazo y le llegaban al cerebro, estimulándolo sobremanera. No podía pensar, solo podía dejarse llevar por el pánico a través de sus ojos.

A pocos metros de él y su amigo, justo enfrente, una silueta colosalmente mayor que la anterior se dirigía hacia a ellos, dejando entrever sus cobrizos ojos y sus dientes, de donde emanaba un riachuelo de babas y un rugido desmoralizador que disipaba rápidamente la pestilencia de su hálito. Incapaz de reaccionar, se dedicó a si mismo unas últimas palabras << Está tan oscuro… pero juraría que… si, debe ser un lobo, aunque es gigantesco >>

La bestia seguía abriéndose paso, ahora despedazando a cada paso las pequeñas ramas con sus largas y puntiagudas garras. Podía entreverse su tenso hocico dejando al descubierto la razón de su supervivencia << Esos dientes podrían despedazar a un oso adulto >>

Borak se despertó al escuchar el crujir de los tallos y miró hacia Lífar, petrificado y con la boca abierta y los ojos violentamente abiertos, como si le hubieran robado el alma y solo quedara su desfigurado rostro. Se incorporó, cruzando la mirada de éste con la bestia, intentando despertar a Lífar de su pesadilla. Aunque Borak cayó de nuevo en su matutina pesadilla. Detrás de Lífar, justo al lado del yaciente jabalí, se encontraba una estampa encapuchada, de complexión humana. Sus manos se entrelazaban, cubiertas por la túnica, llena de misteriosas filigranas, que le llegaba hasta el suelo neblinoso << ¿Por qué a mí? >> Dejó entrever una de sus humeantes manos que apuntaba con la palma de la mano hacia el joven grupo.

- Por dios, Lífar, ¡espabila! – Borak le hablaba, mientras le torteaba su fría cara.

Para cuando Lífar recobró la compostura y los miembros de su cuerpo volvían a pertenecerles, este reparó en el idéntico rostro que ambos compartían. Lífar miró en su dirección y observó como del miembro de aquel fantasmagórico ser circulaba una espiral de brillosos y cálidos símbolos, aportando una mísera cantidad de bienestar a aquel invernal lugar. La espiral desembocó concentrada en toda la palma de su mano, como si el bosque acabara de encontrar su propio sol. De su dirección provenía un cúmulo de palabras indefinibles, llena de sobrecogedores seseos que envenenaban el ambiente, tornando a su paso la muerte de la maleza que encontraba a su paso. La sombra dejó de emitir sonido alguno y desvió un segundo la mirada un segundo, más allá de ellos y dejó que la incertidumbre de los muchachos los obligase a mirar, de nuevo, en dirección hacia la criatura. Esta empezó a presentar un tono azulado en sus ojos y su contorno empezó a expandirse como tal erizo en señal de defensa. Ambos no podían dar crédito << Si no somos el plato principal, estos dos tienen cuentas pendientes entre ellos>> Lífar se levantó y redirigió su mirada hacia la sombra humana, sin ninguna pista. Había desaparecido, y la maleza empezó a recobrar rápidamente su horripilante forma. Borak le siguió mientras Lífar volvió de nuevo la cabeza en busca de la bestia. Solo encontró la sombría maleza mecida por el viento.

- Vamos, no perdamos tiempo, yo me largo de aquí contigo o sin ti. – Anunció Borak, con los pantalones empapados.

- Un momento, ayúdame con esto, yo también me largo de aquí.- Lífar le alcanzó la cuerda con la que ató al jabalí y juntos acarrearon la carga a toda prisa hasta las primeras luces del ansiado y glorioso día.

Allí sus vecinos miraban, con claros síntomas de aburrimiento en el cuerpo y en sus caras, se quedaron atónitos ante la presencia de aquellos dos insensatos, con la ropa en parte ensangrentada y sus semblantes aterrados, corriendo espantados en su dirección.

Lífar y Borak no miraron hacia atrás. Solo corrían, tanto como sus musculosas piernas le daban permiso, pues no sabían cuan duradera sería aquella tregua entre ellos y la escena que habían presenciado. Al salir de ese horroroso bosque, siguieron corriendo despavoridos y jadeando hasta Vuldalek, quien mantenía una charla con Habar <<Parecen preocupados, menos mal que traemos recompensa>>.

- ¿Se puede saber dónde demonios os habéis metido? Teníais que coger algún animal indefenso y fácil de cazar, ¿era necesario que os aventuraseis en lo más profundo del bosque?- Vuldalek les gritó, mientras veía el terror en sus ojos, ahora chivatos, observando continuamente hacia el bosque.

Vuldalek hico lo mismo, pero no consiguió ver nada más de las primeras filas de árboles. Lífar y Borak empezaban a sentir como sus latidos se empezaban a acompasar con su respiración, cada vez más profunda y tranquila. Su cuerpos empezaron a descargar la adrenalina sobran en espasmos musculares y un recorrido escalofriante de pies a cabeza. Ambos tuvieron que reponerse en el suelo, mientras pensaban al unísono al mirarse a los ojos <<Hacía tiempo que no estaba tan muerto de miedo>>.
1
Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84615
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por lucia »

Interesante historia, pero haz caso de Shardin y relee. También ayuda ponerte la corrección ortográfica y gramatical del procesador de texto.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
SHardin
Foroadicto
Mensajes: 3809
Registrado: 20 Dic 2007 15:46
Ubicación: Lejos de ti...

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por SHardin »

Saludos. Bueno he pasado un mal rato por estos dos pero ya esta. Me gusta está entretenido.

Lo de las correcciones, para la próxima me apunto lo que me chirríe (aunque yo soy malo para estas cosas) pero ahora me da pereza releermelo. Si lo hago te pongo algo.
1
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

Hola lucia, muchas gracias por opinar sobre el texto, ya estoy en ello. Me alegra mucho de que te haya resultado interesante, espero que la próxima vez que suba sea igual o mejor!

Respecto a las correcciones que me aconseja SHardin, ya procuro averiguar por mi cuenta. En lo que se refiere a 'frases mal hechas', ya estoy empezando a pillarlas. Me cuesta, pero poco a poco lo voy consiguiendo. Me queda aún por averiguar a qué se refería con lo de 'verbos que no concuerdan'.

Muchas gracias por vuestros consejos, de verdad!

Un saludo!
1
Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84615
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por lucia »

Puede ser que el verbo lo tengas en plural y el sustantivo en singular, o viceversa, o que en unos ratos esté en pasado y en otros en presente.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Uno+
Mensajes: 13
Registrado: 22 Nov 2011 20:55

Re: ¡Tarde, como siempre!

Mensaje por Uno+ »

lucia, gracias a ti he podido ver, por fin, algunas faltas. Y tienes razón, algunas son por estos errores. Tengo que espabilarme más; no pensaba que cometería errores de este tipo.

En breve tendré algo nuevo. Estoy ansioso por subirlo!

Muchas gracias por el tiempo que me habéis dedicado!

Un saludo!
1
Responder