Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 17

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Shaila
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap II

Mensaje por Shaila »

Que despistada es Sophie, no puedo creer que no se cuenta que Gerard la quiere y bueno Nestor si que esta al pendiente de ella por lo menos.
En que acabara todo esto, deberían de hacer un trío y ya se quitan de problemas como en los cuentos Arturicos.

Linda, te sigo esta muy interesante mucho besos y sigue escribiendo me quede en ascuas con el final.


:60: :60: :60: :beso: :beso:
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap II

Mensaje por Katia »

Shaila escribió:Que despistada es Sophie, no puedo creer que no se cuenta que Gerard la quiere y bueno Nestor si que esta al pendiente de ella por lo menos.
En que acabara todo esto, deberían de hacer un trío y ya se quitan de problemas como en los cuentos Arturicos.

Linda, te sigo esta muy interesante mucho besos y sigue escribiendo me quede en ascuas con el final.


:60: :60: :60: :beso: :beso:
Gracias, guapísima :D Tú también, eh, tú también sigue escribiendo, linda :60: :60: :60: :beso:
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap 4º

Mensaje por Katia »

CAPÍTULO IV


Nunca había querido tener hijos, y no precisamente por falta de instinto maternal. En ello pensaba Sophie mientras miraba a Néstor durmiendo: estaba especialmente atractivo mientras descansaba en los brazos de Morfeo. Ese afán de victoria que inscribieron en sus genes le hizo sentirse, pese a su calculado y casi perfecto diseño genético, infeliz, e incluso cerca de la depresión frente a más de una derrota. Pero ella se sentía en la obligación de rozar áureamente la pluscuamperfección, así que se esforzaba en ocultar la menor sombra de desazón que pudiera, eventualmente, atenazarla: llegó a preguntarse filosóficamente si ese culto a la perfección no era sino un homenaje a la hipocresía y un camino hacia la infelicidad.

-Sophie es tan bella, tan inteligente, ¡es la prueba viva del triunfo de la Neociencia! ¡La miro y creo estar viendo la perfección humana frente a mí! –decía su madre a sus hermanas, henchida de orgullo, mientras les hablaba por el intercomunicador holográfico. Sophie veía la escena por la puerta entreabierta: ahí estaban sus tías, disimulando a duras penas la envidia, ambas solteras y sin descendencia. Era otra cosa que hacía sufrir a la pequeña joya de la familia: captaba con demasiada claridad la realidad, leía las expresiones faciales con inusitada facilidad, su madre no se daba cuenta de los mismos matices que en ella directamente impactaban, tal era su sentido de las cosas-

De pronto su madre vio que estaba ahí, presenciando la escena, y sus dos tías miraron en la misma dirección que ella:

-¡Tesoro! ¡Ya estás aquí! Dile a las tías qué tal te han ido los exámenes, princesa.

Sophie se esforzaba en respirar sin dificultad, ¡ella no podía sentir ansiedad! Le habían explicado que no estaba en su programación genética, pero desde los 11 años había comenzado a sentirla. Sí, si no era eso, debía de ser algo muy parecido, pues el corazón, cuando se enfrentaba a un conflicto entre las demandas familiares y su persona en sí, le latía ingobernable, parecía ir a su libre albedrío. Había aprendido prematuramente a reconstruir en cuestión de instantes las expresiones faciales para aparentar lo contrario a lo que realmente sentía o incluso pensaba, ella invertía bastante tiempo en las clases de lectura facial memorizando espartanamente: cejas hacia arriba, comisuras elevadas… y ensayando después frente al espejo.

-He obtenido sobresaliente en todo, mamá-dijo en voz más baja de lo habitual con una sonrisa luminosa-

Había suspendido en Lógica, pero había conseguido que el profesor le diera otra oportunidad. Aun así sabía que en ésa no podría sacar ya más de un aprobado, pero bueno, trataría de subir la nota al máximo antes de que acabara el año lectivo. Tenía muchas ganas de llorar, cualquier fracaso, aun pequeño, era para ella más dramático que para cualquier otra persona. Mas Sophie no logró aprobar la Lógica en la segunda oportunidad, ni tampoco antes de que acabara el curso, y su madre se enteró de su terrible fallo por una llamada del Director. Se sintió tan humillada que se encerró en su habitación y no habló, ni probó bocado, ni durmió, durante tres largos días.

-¡No puedes estar deprimida por esta tontería! He hablado con ese profesor y es él el que no entiende tu lógica, por eso te ha suspendido. ¡Por su inferioridad frente a ti! –le dijo su padre irritado-

La Neociencia le había privado a ella, prodigio genético, del derecho a la tristeza. Nadie sabía que padecía de cierta ansiedad a pesar de que le fue extraído el gen correspondiente.

¡No era tan maravillosa como todos decían! Le pesaba, ella quería que tuvieran menos expectativas en torno a su ser, que la dejaran ser ella misma, limitaciones incluidas, no quería sino… ¡ser libre! ¿Perfección o esclavitud? Ni siquiera podía demostrar debilidad o afectación ante un revés, ¡no era justo! Ella sería una humana perfeccionada, pero… ¡no era una diosa! Hubiera preferido ser aceptada y reconocida tal y como era, no como se esperaba que fuese. Hubiera querido que tuvieran los demás una visión de la Sophie real, no una de Ciencia Ficción. Pero era tal la presión que sus padres, sin ser conscientes de ello, ejercían sobre su persona, que Sophie… antes de cumplir los 13, dejó de sentir ansiedad: para siempre. Nunca supo si ello se debió a haberla sentido tantas veces que la emoción se le había gastado, o si a que de algún modo el optimismo ilusorio de sus padres la habían convertido en efectivamente lo que ellos esperaban: una mujer sin ansiedades, sin ahogos, firme. Sí es cierto que a veces se notaba algo ansiosa, pero a un nivel tan moderado, que alegremente concluyó para sí que ya ese tipo de dolor había cesado por fin en su mente para ella.

Con sólo quince años, cuando Sophie inició el duro camino hacia la edad adulta, decidió en su fuero interno que jamás tendría hijos. Ni el mundo era tan maravilloso como para llenarlo de gente, ni ella tampoco era tan fantástica como todos, unánimemente, pensaban. No quería multiplicar su dolor, ni tampoco, “su lucha”. Sus genes morirían con ella-pensó en esa rebelde edad adolescente-

Y se hizo mujer, y las perplejidades de la pubertad dieron paso a un sano y necesario conformismo para vivir. Y, efectivamente, nunca se le dio bien la lógica. Tal vez por ello, no fue razonable cuando conoció a Néstor, y mucho menos cuando entendió algo muy importante que no le había pasado antes:

-Me encanta como eres, eres una diosa

Sophie bajó la mirada para que el entonces su novio no detectara su tristeza repentina, ¿él también veía en ella esa imagen tan positiva de sus informes genéticos? Ella no quería ser vista tan en positivo, ¡quería ser vista! Su yo era dolorosamente fuerte.

-Cariño, eleva la cabeza, quiero que sepas que me tienes loco. ¡Eres divina! O al menos, lo eres para mí. ¿Sabes que hasta tus defectos me gustan, Sophie? –Néstor la miraba con una sonrisa deslumbrante y Sophie de pronto se puso muy contenta, ¡defectos! ¿La veía entonces él? Ni sus padres la habían reconocido realmente.

-¿Me ves?

-¿Los defectos?

-Néstor, no te pregunto eso. ¡Te pregunto que si me ves!

-Ah, entiendo-dijo el guapo español con una sonrisa indirecta- Mira qué bien te veo: me gusta cuando de repente te esfuerzas en poner cara de agrado cuando algo te hace sentir insegura, me encanta esa ira apasionada que te entra cuando pierdes al ajedrez (claro, querida, ¡la lógica no es tu fuerte! Lo sé, jajá), o cómo miras a veces a tus padres con esos ojos que a ratos son de niña perdida y a ratos de inconformismo rebelde, y cómo tuerces levemente la boca cuando te despiertas con ojeras, y esa manía que tienes de no soportar ninguna crítica o que te lleven la contraria y que te hace saltar por los aires como un huracán desatado

Sophie empezó a llorar. Nunca en toda su vida se había sentido tan tranquila y tan bien. Supo entonces que se casaría con él y que la sembraría de un hijo. Una vida con él olería a brisa fresca de libertad.

Sí. Néstor.

Néstor el fin de la esclavitud.
Néstor significa esperanza

Otro mundo distinto del viejo era posible a su lado. ¡Ser ella! ¡Serlo de verdad! Era el regalo más grande que podía recibir. Sophie se sintió feliz, tanto, que le dijo al oído:

-Te voy a hacer el hombre más feliz de este mundo esta noche, y ¡muchas más!
-Ya lo soy-le musitó al oído mientras se la llevaba en volandas a la cama de su apartamento de soltero-

Sophie enredó sus brazos alrededor de su cuello, descansando su cabeza en el hombro. En los libros de Lengua e Historia venía una expresión en desuso por su machismo “el descanso del guerrero que se le vino a la cabeza en esos instantes: ese hombre sería el descanso de esta guerrera-sonrió satisfecha- Incorporó un poco la cabeza y lo besó apasionadamente en el lateral de su cuello.
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Shaila
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap 4º

Mensaje por Shaila »

Kat querida!! sigue colgando tus historias, no había podido entrar y comentar tu capitulo.
Es interesante que Sophie tenga todo pero no pueda usar su lógica, razonar ha de ser desesperante para ella y a la ves reconfortante saber que tiene defectos.
Lo triste es que muchos padres ponen sus esperanzas y anhelos en sus hijos y no saben que les hacen daño, deben de entender que un hijo solo es prestado mas no es suyo o una extensión de ellos.

Muchos besos linda y que estés bien espero que sigas escribiendo.
Nos mandamos un MP :D :60:
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap 4º

Mensaje por Katia »

Shaila escribió:Kat querida!! sigue colgando tus historias, no había podido entrar y comentar tu capitulo.
Es interesante que Sophie tenga todo pero no pueda usar su lógica, razonar ha de ser desesperante para ella y a la ves reconfortante saber que tiene defectos.
Lo triste es que muchos padres ponen sus esperanzas y anhelos en sus hijos y no saben que les hacen daño, deben de entender que un hijo solo es prestado mas no es suyo o una extensión de ellos.

Muchos besos linda y que estés bien espero que sigas escribiendo.
Nos mandamos un MP :D :60:
Muchas gracias, preciosa. Me gusta cómo entiendes lo que leo y lo inteligentemente que me interpretas. Tú me comprendes :60: :beso: ¡No olvides ese mp! :D :60:
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" ¡Ya está el cap 4º

Mensaje por Katia »

CAPÍTULO V.

Gerard estaba empezando a cansarse del psicoanálisis. ¿Lo suyo no era curable o era él quien no quería curarse? Se había preguntado infinitas veces si tal vez se había inventado lo de Sophie para buscarle un argumento a su vida, una mentira de su mente que le pareciera una verdad llegada de fuera.

-He compuesto un poema
-¿Otro más? -dijo el psicólogo con tono cansado- La Literatura es síntoma de malestar. Reafirma el conflicto en vez de sanarlo.
-Históricamente se decía que servía de catarsis.
-Sabes perfectamente, Gerard, que la Neociencia desmintió esa obsoleta creencia.
-Estoy harto de mí mismo. Esta vez he decidido no seguir desangrándome en palabras. De hecho, ésta va a ser la última sesión, y no quería despedirme con otra composición doliente o de autocompasión. Sí, sé que soy un neocientífico, pero recientemente he encontrado abrigo en los libros de Historia. Incluso me he sentido perteneciente a una época anterior a ésta. Me ha dado por leer poemas muy antiguos, aunque se llamaran "modernistas".

El psicólogo lo mira como no dando crédito a lo que oye. Siempre de algún modo Gerard le molesta en lo más hondo, a título personal incluso. Recientemente se preguntó a sí mismo si estaba cualificado para analizar a una persona a la que no podía evitar condenar, sobre todo desde que supo lo del niño... Sí, experimentaba una cierta contradicción. Era liberador para él que se fuera. "Márchate, líbrame de ti", le transmitió con una mirada acerada e incisiva. Pero Gerard estaba sacando un papel de su chaqueta, dispuesto a leer sus versos, a hacerse escuchar. Sí, había cambiado, enterraría sus emociones y su vida privada, dejaría de confiar en los demás. Sólo escribiría como aquellos artistas del pasado: cosas tan preciosas como ajenas. Puras formas bellas.



Harmonía, presa en su cárcel de viento
De ramas, de púas y de escamas
Quiere subir como carro alado apolíneo al cielo
Entre hojas sin rumbo y plúmbeas nubes de escarcha

¡Deteneos Vardarac, Etesio, Bora y Mistral! ¡Silencio!
Aulláis ahítos de rabia, de furia de Titanes caídos al subsuelo
En batallas escarlatas, que braman sin calma, silencio
Silencio. Harmonía perla el aire de lágrimas en su sueño, ¿eterno?

Desde que Astrea perdió su balanza
Anda el mundo vacío de su alma
Late, y late y sus latidos mueren en la nada

Silencio
Que el Hada Harmonía vuelva a ritmar el aire con sus vuelos
La primavera no ha muerto
Sólo espera, dormida y bruñida de blancos anhelos



Cita:

Era un aire suave, de pausados giros;
el hada Armonía ritmaba sus vuelos,
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos.

Rubén Darío



In memoriam


-Humm... científico, artista. Siempre me superas. Siempre he sido consciente de que tú eras superior a mí en más de un aspecto, salvo... en el de la inteligencia social. Ahí gano yo.

-Eso es la vida, ¿ganar o perder?

-Eso es la vida, ¿ir contra corriente a toda costa?-replicó el psicoanalista-

-Mala dialéctica, aprovechas lo que sabes de mí en mi contra. Ya no sabrás nada más, ni tú ni nadie. Me he vuelto como esos literatos del pasado. Me escudaré en antiguas mitologías y en palabras poco conocidas. Ya nadie podrá ni tan siquiera acercarse a mi alma: opacidad total

-¿Realmente lo crees posible? Una teoría literaria dice que cuánto más se escribe ficción, más se desnuda uno. Las alertas se bajan cuando te alejas de lo biográfico. No somos conscientes de muchas cosas.

-Estoy aburrido de esta sarta de palabras inútiles. Hubiera preferido el método antiguo de la pastilla...

-Parece mentira en un neocientífico como tú. Qué barbaridad acabas de soltar, ni tú mismo te das cuenta...

Gerard torció levemente la boca. Conflictos, con todo, con todos, consigo mismo. La euforia había pasado. Ya no estaba tan feliz con lo del niño: crecería. Había soñado con ella, se parecía a él. Había visto oníricamente...

Sus lágrimas.

Intuía algo ominoso con respecto a ella. Pero no se explicaba el qué. Y su ansiedad por descubrir el origen del Universo, y por extensión, el de la vida, se incrementaba. En breve se reuniría con la empresa cuyas acciones había adquirido, y cuyo fin era la recreación del Big Bang a una escala infinitesimal...
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 5

Mensaje por Katia »

CAPÍTULO VI.

Un buen día, Marcel Ledoux descubrió la Física. Y al mismo tiempo, supo que lo que había soñado en su cabeza no podría hacerse realidad dedicándose sólo a ella, así que mientras concentraba todas las fuerzas de su juventud en levantar un gran imperio económico de ropa inteligente (pulseras femeninas con micro-ordenadores insertados en las mismas, chaquetas que se auto-ventilaban periódicamente y que no había necesidad de lavar, zapatos que se elevaban unos centímetros sobre el suelo y con los que casi se podía volar...), se gradúaba en la Carrera Universitaria de Neociencia Física con honores.

"Está perdiendo su juventud", decían muchos, con cierta lástima, al contemplar al atractivo muchacho hecho a sí mismo viviendo literalmente para hacer dinero y para estudiar, sin tiempo para nada más. Pero él se empezaba a sentir por encima de las limitaciones del espacio y del tiempo. La teoría de Cuerdas había ganado otro fiel adepto en él: había un multiverso por descubrir. Pero la forma de verificarla empíricamente no sería otra que la recreación del Big Bang a un nivel infinitamente pequeño, y entonces se produciría la auténtica aletheia, o sea, se sacaría la verdad de lo oculto. La explosión sideral primigenia seguro que había alumbrado muchos mundos: no sólo uno. Sería entonces aun más rico que ahora, y le darían el premio Orbital, el equivalente al antiguo Nobel del que tanto se hablaba en los libros de historia. Ese extraño genetista de nombre Gerard se había empeñado en comprar muchas acciones de "Encom Enterprises", no le gustaba del todo. Pero no obstante, compartía con él la curiosidad por el origen de ese accidente-milagro llamado comúnmente vida. Le había dicho que iba a ser padre de una mujer perfecta. ¡Oh! Le pareció tan petulante...

-La perfección no existe, querido amigo.

Porqué tendrá esa fijación en llamarme "querido amigo". Es insoportablemente cursi, o afectado, o hipócrita o... ¿cómo si no definirlo?

-Siento contradecirle, Marcel. Sí que existe. La he creado en el vientre de su madre.

-Sólo Dios es perfecto, querido Gerard...

Y dale con la tontería... realmente... ¿se cree lo que dice o lo dice porque la Neoreligión unificada le ha untado de una cantidad indecente de dinero?

-Entonces ella será una diosa.

La palabra diosa rebotaba en la cabeza de Marcel. Una vez, hace ya mucho tiempo, él conoció a una mujer con un extraño halo divino. Se llamaba Alana. Con ella perdió la virginidad, si es que ese concepto es aplicable al sexo masculino. Pero lo más memorable no fue la comunión de los cuerpos sino... los besos en el sofá. Su cuerpo trémulo y sinuoso contra él, sentado sobre sus piernas. Su forma de besarlo, como una auténtica diosa. Sintió entonces algo mucho mejor que lo que sentía con la Física:

-Besas como una diosa

Sí, ésas fueron sus palabras exactas. No volvió a verla más. Se perdió como escarcha al inicio de la primavera. Se esfumó como niebla ante el sol del mediodía. Intentó hallarla en muchas otras mujeres, y hasta llegó a pensar que tal vez nunca existió, y que sólo fue soñada para darle seguridad como hombre. Por más que cavó en la realidad y entre piernas y retazos de piel femenina, no encontró nada, ni siquiera volvió a hallarse a sí mismo. Veía en Gerard la misma ilusión que él sentía por Alana, sus ojos estaban llenos de música.

-Querido doctor, usted está enamorado
-Por favor, no se disguste conmigo, pero soy un neocientífico, no creemos en esas cosas. Entiéndame y respéteme.
-Podrán llamarlo "Z", pero seguirá siendo "Y". Y tiene usted el amor, querido amigo, dibujado en los ojos
Inconscientemente, Gerard pronunció:
Sophie

Y el nombre sonó como en una lengua antigua y olvidada , como en un susurro estirado dulcemente.

-Hermosísimo nombre.
Y ahora superlativos, este Marcel es insufrible, es como si estuviera en otro mundo

-Ha sido mi subconsciente. Sólo es una mujer guapa que gustaría a cualquiera

Marcel le sonrió, con una sonrisa enmascaradora e incierta.

-Ya que está siendo tan generoso con nuestro proyecto y nos está ayudando a hacerle publicidad con sus múltiples contactos como genetista de renombre, quizá, querido camarada, merezca usted un premio

Llamó a un empleado suyo y le susurró algo al oído. Éste volvió con un pantalón muy especial.

-¿No ha probado mi ropa inteligente? Con este pantalón podrá sentir que la ama realmente, ya usted me entiende. Es carísimo y proporciona una sensación de realidad virtual aumentada. En los ensayos previos, uno de nuestros empleados falleció de un ataque al corazón, con eso se lo digo todo. El pobre estaba enfermo del mismo, pero se empeñó en probarlo, y no pudo soportar las altas emociones. Ya sabrá usted que sólo es accesible al bolsillo de un millonario, no obstante, usted ha atraído a la causa más de uno, y a la sazón, ha invertido ahorros de toda una vida en nuestra empresa. Y me conmueve su afán de fundirse con ella. Tómelo: se lo regalo.

-Yo querría que ella se pusiera una falda inteligente de las suyas, no sé si esto me servirá.

-Me temo que no será posible. Tiene usted la ansiedad de lo imposible en la mirada, querido doctor. Está a solas con su pasión.

A solas.

¡Porqué era tan fácil leer en él!

Sería mucho más fácil poner el acelerador de partículas en marcha y replicar el Big Bang antes que seducirla a ella, ya fuera real o virtualmente. La única solución posible sería convertirse en Néstor, y eso sí que era totalmente imposible y...

¡Humillante!

-No, gracias.

Y le devolvió la prenda al gran magnate y desde que se graduó, aspirante al premio Orbital de la Neociencia Física.
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 6

Mensaje por Katia »

CAPÍTULO VII.

Y nació Astrid. Tras un parto de infarto. El milagro de la vida. Pero Sophie trataba de buscar dentro de sí misma la emoción de la alegría, y no la hallaba. Depresión post-parto. Sophie miraba a su retoño y la imposibilidad de alegrarse la atribulaba aun más. Cara a cara con el psicólogo:

-¿Hiciste los ejercicios?- el psicólogo era frío como frías eran las paredes de su consulta, de color gris perla.
-¡No puedo! En el fondo, Jean, no quiero saber porqué me pasa esto.
-Has de vencer tu miedo, te dejas secuestrar entera por él.
-Es... es... Como si algo me faltara, no lo sé. Tenerla a ella era la ilusión de mi vida
-Tal vez a eso se deba el vacío- Jean era distante pese a la calidez de sus ojos negros-

A Sophie le irritaba esa forma de hablar de Jean, todo era siempre "quizá", "probablemente", casi nunca se expresaba en téminos categóricos ni mucho menos apodícticos.

-Sí, ya me lo has explicado más de una vez, se es más dichoso en el camino que en la meta. Mientras tenía la ilusión de procrearla estaba en un camino, ahora he perdido mi principal objetivo vital, al haberlo logrado.
-Exacto, y quizá no sea el final, debes pensar que es el principio. Te adaptas mal a los cambios.

Siempre esa fraseología tan breve, tan "quirúrgica". Esa misma tarde llamaría a Gerard. Él si podía entenderla.

-Últimamente no haces sino salir corriendo a buscar a Gerard, estoy harto, Sophie, te lo advierto.Deberías estar feliz con nuestra hija, me indigna verte con ese egoísmo y esa amargura todo el rato.

Le indigna. Sus palabras son como cuchillos atravesando los átomos del aire, amenazándola e hiriéndola, como mordeduras de serpiente. Sabe que está mal, que está deprimida, ¡y encima le hace reproches! La cama ya no es el volcán de antaño, se ha convertido en un espacio frío en el que ambos tratan de dormir con mayor o menor fortuna. Está cansada de oír frases de su marido del tipo:

"¡Deberías ser feliz! ¡Hemos tenido una hija perfecta!"

"¡Te juro que no te entiendo! Estoy decepcionado, no eres la mujer con la que me casé"

"¿Cuándo tendrás ganas de volver a hacer el amor conmigo? ¡Soy tu marido!"

Harta, sí, muy harta.

-Gerard me entiende.
-Gerard es un cabrón.
-¿Qué quieres decir?
-Mira Sophie que te juro que ya no puedo más. ¿Es que no lo ves? ¡Se está aprovechando de nuestra crisis! Tengo que aguantar estoicamente que te refugies de tu depresión en un hombre que quiere acostarse con mi mujer.
-Él es un neo-científico. Me habla de Ciencia. Está involucrado en un proyecto para reconstruir el Big Bang. Es más que un amigo. ¡Es de la familia! Quiere a Astrid como si fuera también hija suya. Para ella será como su tío.
-¡Maldita sea!- Néstor, muy enfadado, dio un manotazo al vaso de café que se rompió en mil pedazos. Se acercó muy serio a Sophie al tiempo que le ponía un dedo en la sien- A ver cuándo se te mete en la cabeza que ese hombre no es el padre de la niña, ¡lo soy yo!, no es tu marido, ¡lo soy yo!,y tampoco es tu psicólogo, ¡lo es Jean! ¡Porque tenemos un bebé , si no...!
-¿Me abandonarías, verdad? ¿Tengo yo culpa de esta depresión?-empezó a llorar súbitamente- ¡Quiero sentirme alegre y el cuerpo no me responde! ¡Quiero hacer cosas y siempre me siento cansada! La miro y sólo logro compadecerme a mí misma. Pienso: Pobrecita mi niña, ¡qué madre tiene! ¡Y tú no me ayudas en nada! Me hundes aun más.

Ya nada era como antes. La pequeña Astrid miraba a sus padres sin entender nada, con ojos vivaces e inquisitivos.

-¡Qué mirada tiene! Es listísima, se percata de todo aun siendo tan pequeñita, nota cualquier ruido, capta el más mínimo movimiento...

Decía Néstor con orgullo de padre al tiempo que la sacaba de su cunita y la cargaba en sus fuertes brazos.

-Vete. Yo me quedo con la niña. Vete.

Sophie sentía su cabeza a punto de explotar, esa tarde no quería hablar más de sí misma:

-Te voy a decir algo que nunca antes me atreví a decirte, Sophie-principió Gerard muy serio- Tienes lo que elegiste. Debiste hacer caso a tu familia, él no es un genetique, es lo que es. Un bruto español.

-No digas eso, Gerard. Está teniendo una paciencia de santo conmigo, créeme. Tú no vives conmigo, él sí. Por favor, háblame de Física.

-El tal Marcel, querida, me irrita. Es pomposo y relamido, te habla como con una cierta superioridad mezclada con condescendencia. Me molesta hasta su lenguaje, pero no dejo de reconocer que ha tenido una gran idea. Quiere reconstruir el big bang. Es como acercarse a Dios, al origen mismo de todo. Es entender incluso a la pequeña Astrid, o el progreso genético humano. Estamos empezando, tardaremos décadas. Cuando estemos listos, nuestra Astrid será ya una mujer, y, ¡qué mujer! Piensa en eso, verás como las nubes se esfuman

Gerard puso una mano delicadamente en su rodilla, en lo que ella creyó que era un gesto cómplice, pero reptó con ella inopinadamente por su muslo, debajo de su falda, y se acercó a su oído, susurrándole:

-No funciona el sexo siempre con la misma persona, ¿sabes? Nuestra naturaleza no es monógama...

Sophie lo miró de hito en hito, mientras la mano masculina y cálida de él trepó hasta la cara interna de su muslo, estremeciéndola.
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 7

Mensaje por Katia »

Ay, qué calor, resubo por si alguien tiene interés en la ciencia-ficción y no ha encontrado mi novela, ya cuando remita un poco este tiempo tan extremo, la retomo, por ahora ando documentándome :D
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Shaila
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 5

Mensaje por Shaila »

Katia escribió:
La palabra diosa rebotaba en la cabeza de Marcel. Una vez, hace ya mucho tiempo, él conoció a una mujer con un extraño halo divino. Se llamaba Alana. Con ella perdió la virginidad, si es que ese concepto es aplicable al sexo masculino. Pero lo más memorable no fue la comunión de los cuerpos sino... los besos en el sofá. Su cuerpo trémulo y sinuoso contra él, sentado sobre sus piernas. Su forma de besarlo, como una auténtica diosa. Sintió entonces algo mucho mejor que lo que sentía con la Física:

-Besas como una diosa

Sí, ésas fueron sus palabras exactas. No volvió a verla más. Se perdió como escarcha al inicio de la primavera. Se esfumó como niebla ante el sol del mediodía. Intentó hallarla en muchas otras mujeres, y hasta llegó a pensar que tal vez nunca existió, y que sólo fue soñada para darle seguridad como hombre. Por más que cavó en la realidad y entre piernas y retazos de piel femenina, no encontró nada, ni siquiera volvió a hallarse a sí mismo. Veía en Gerard la misma ilusión que él sentía por Alana, sus ojos estaban llenos de música.

-Querido doctor, usted está enamorado
-Por favor, no se disguste conmigo, pero soy un neocientífico, no creemos en esas cosas. Entiéndame y respéteme.
-Podrán llamarlo "Z", pero seguirá siendo "Y". Y tiene usted el amor, querido amigo, dibujado en los ojos
Inconscientemente, Gerard pronunció:
Sophie

Y el nombre sonó como en una lengua antigua y olvidada , como en un susurro estirado dulcemente.

-Hermosísimo nombre.
Y ahora superlativos, este Marcel es insufrible, es como si estuviera en otro mundo

-Ha sido mi subconsciente. Sólo es una mujer guapa que gustaría a cualquiera

Marcel le sonrió, con una sonrisa enmascaradora e incierta.

-Ya que está siendo tan generoso con nuestro proyecto y nos está ayudando a hacerle publicidad con sus múltiples contactos como genetista de renombre, quizá, querido camarada, merezca usted un premio

Llamó a un empleado suyo y le susurró algo al oído. Éste volvió con un pantalón muy especial.

-¿No ha probado mi ropa inteligente? Con este pantalón podrá sentir que la ama realmente, ya usted me entiende. Es carísimo y proporciona una sensación de realidad virtual aumentada. En los ensayos previos, uno de nuestros empleados falleció de un ataque al corazón, con eso se lo digo todo. El pobre estaba enfermo del mismo, pero se empeñó en probarlo, y no pudo soportar las altas emociones. Ya sabrá usted que sólo es accesible al bolsillo de un millonario, no obstante, usted ha atraído a la causa más de uno, y a la sazón, ha invertido ahorros de toda una vida en nuestra empresa. Y me conmueve su afán de fundirse con ella. Tómelo: se lo regalo.

-Yo querría que ella se pusiera una falda inteligente de las suyas, no sé si esto me servirá.

-Me temo que no será posible. Tiene usted la ansiedad de lo imposible en la mirada, querido doctor. Está a solas con su pasión.

A solas.

¡Porqué era tan fácil leer en él!

Sería mucho más fácil poner el acelerador de partículas en marcha y replicar el Big Bang antes que seducirla a ella, ya fuera real o virtualmente. La única solución posible sería convertirse en Néstor, y eso sí que era totalmente imposible y...

¡Humillante!

-No, gracias.

Y le devolvió la prenda al gran magnate y desde que se graduó, aspirante al premio Orbital de la Neociencia Física.
Kat, nena!!
Ya me puse al dia con tu historia, esta muy interesante, te subraye lo que a mi parecer esta genial, toda la historia esta bien, no cabe duda me gusta como retratas a tus personajes y la parte de los pantalones es demasiado creativa.
En el capítulo 7 te metiste en la piel de Sophie en cuanto a su depresión, lo describes muy bien y la pasión de Néstor (que en lo personal me gustaba mas Antonio) se demuestra en el cuidado de su hija y en los celos que demuestra hacia Gerard. Este triángulo amoroso se vuelve cada ves mas revoltoso. Mi pregunta es ¿Sucumbirá Sophie a un momento de pasión con Gerard? ¿la hará sentirse bien? o ¿la llenara de secretos que regresaran?

Nena, me tienes muy abandonada, un Mp en cuanto dejes de documentarte... ok :D
:60: :60: :60: abrazos (no tendras un Español como Néstor por ahí, no importa que no sea Genetique :twisted: jajajaja)

Abrazos.....
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Katia
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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 5

Mensaje por Katia »

Gracias, Shaila, guapa, me encanta leerte :D He vuelto hace dos días de Italia, ahora mismo va volando para ti ese mp, abrazos :60: :beso:
Shaila escribió:
Katia escribió:
La palabra diosa rebotaba en la cabeza de Marcel. Una vez, hace ya mucho tiempo, él conoció a una mujer con un extraño halo divino. Se llamaba Alana. Con ella perdió la virginidad, si es que ese concepto es aplicable al sexo masculino. Pero lo más memorable no fue la comunión de los cuerpos sino... los besos en el sofá. Su cuerpo trémulo y sinuoso contra él, sentado sobre sus piernas. Su forma de besarlo, como una auténtica diosa. Sintió entonces algo mucho mejor que lo que sentía con la Física:

-Besas como una diosa

Sí, ésas fueron sus palabras exactas. No volvió a verla más. Se perdió como escarcha al inicio de la primavera. Se esfumó como niebla ante el sol del mediodía. Intentó hallarla en muchas otras mujeres, y hasta llegó a pensar que tal vez nunca existió, y que sólo fue soñada para darle seguridad como hombre. Por más que cavó en la realidad y entre piernas y retazos de piel femenina, no encontró nada, ni siquiera volvió a hallarse a sí mismo. Veía en Gerard la misma ilusión que él sentía por Alana, sus ojos estaban llenos de música.

-Querido doctor, usted está enamorado
-Por favor, no se disguste conmigo, pero soy un neocientífico, no creemos en esas cosas. Entiéndame y respéteme.
-Podrán llamarlo "Z", pero seguirá siendo "Y". Y tiene usted el amor, querido amigo, dibujado en los ojos
Inconscientemente, Gerard pronunció:
Sophie

Y el nombre sonó como en una lengua antigua y olvidada , como en un susurro estirado dulcemente.

-Hermosísimo nombre.
Y ahora superlativos, este Marcel es insufrible, es como si estuviera en otro mundo

-Ha sido mi subconsciente. Sólo es una mujer guapa que gustaría a cualquiera

Marcel le sonrió, con una sonrisa enmascaradora e incierta.

-Ya que está siendo tan generoso con nuestro proyecto y nos está ayudando a hacerle publicidad con sus múltiples contactos como genetista de renombre, quizá, querido camarada, merezca usted un premio

Llamó a un empleado suyo y le susurró algo al oído. Éste volvió con un pantalón muy especial.

-¿No ha probado mi ropa inteligente? Con este pantalón podrá sentir que la ama realmente, ya usted me entiende. Es carísimo y proporciona una sensación de realidad virtual aumentada. En los ensayos previos, uno de nuestros empleados falleció de un ataque al corazón, con eso se lo digo todo. El pobre estaba enfermo del mismo, pero se empeñó en probarlo, y no pudo soportar las altas emociones. Ya sabrá usted que sólo es accesible al bolsillo de un millonario, no obstante, usted ha atraído a la causa más de uno, y a la sazón, ha invertido ahorros de toda una vida en nuestra empresa. Y me conmueve su afán de fundirse con ella. Tómelo: se lo regalo.

-Yo querría que ella se pusiera una falda inteligente de las suyas, no sé si esto me servirá.

-Me temo que no será posible. Tiene usted la ansiedad de lo imposible en la mirada, querido doctor. Está a solas con su pasión.

A solas.

¡Porqué era tan fácil leer en él!

Sería mucho más fácil poner el acelerador de partículas en marcha y replicar el Big Bang antes que seducirla a ella, ya fuera real o virtualmente. La única solución posible sería convertirse en Néstor, y eso sí que era totalmente imposible y...

¡Humillante!

-No, gracias.

Y le devolvió la prenda al gran magnate y desde que se graduó, aspirante al premio Orbital de la Neociencia Física.
Kat, nena!!
Ya me puse al dia con tu historia, esta muy interesante, te subraye lo que a mi parecer esta genial, toda la historia esta bien, no cabe duda me gusta como retratas a tus personajes y la parte de los pantalones es demasiado creativa.
En el capítulo 7 te metiste en la piel de Sophie en cuanto a su depresión, lo describes muy bien y la pasión de Néstor (que en lo personal me gustaba mas Antonio) se demuestra en el cuidado de su hija y en los celos que demuestra hacia Gerard. Este triángulo amoroso se vuelve cada ves mas revoltoso. Mi pregunta es ¿Sucumbirá Sophie a un momento de pasión con Gerard? ¿la hará sentirse bien? o ¿la llenara de secretos que regresaran?

Nena, me tienes muy abandonada, un Mp en cuanto dejes de documentarte... ok :D
:60: :60: :60: abrazos (no tendras un Español como Néstor por ahí, no importa que no sea Genetique :twisted: jajajaja)

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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 7

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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 7

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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 7

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Re: Novela, "El colisionador de hadrones" Caps del 1 al 7

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