Para tí mamá

[Albert Lannistark]

Buenas people, aqui va mi segundo relato que escribo, es especial para mi, pues lo hice para mi madre que en este preciso momento esta en el hospital enferma y espero llevarselo para infundirle fuerzas y valor para que se recupere lo antes posible. me da un poco de verguenza pues no soy talentoso como muchas personas de este foro, pero me apetece compartirlo ya que todos tenemos una madre en la que apoyarnos.


Un joven apuesto y de aspecto adinerado entro en el parque de los no deseos, así lo llamaban, en un principio lo llamaban el parque de los deseos por que ahí acudía la gente desesperada en busca de la diosa del lago. Las habladurías decían que a cambio de unas monedas de oro tus deseos cumpliría, por eso la mayoría de las personas ahorraban con la esperanza de ver cumplido sus deseos, desilusionados y arruinados salían de el al no dar con la bella diosa. Pero él se creía distinto, él no acudía por dinero, ni por salud, su deseo trataba de amor. Tras llegar al lago lo contemplo largo y tendido pensando como formularia su deseo en caso de tener un encuentro con la diosa que decían que ahí vivía. Solo deseaba volver a ver por un instante a la mujer que amó en el pasado, pero por decisiones de estado, con otro hombre mas poderoso se casó y de su vida desapareció.

-Dama del lago, a ti acudo desesperado, si de verdad existes te agradecería que te presentes a mi lado -. Rogó- aquí traigo el oro-. Se echo mano al cinturón en busca de la bolsita que contenía el dinero, pero no estaba, recordó que con las prisas la había olvidado.

Estaba perdido, sin el oro, la diosa no acudiría al encuentro y tendría que volver a su casa lamentando su descuido, en un acto de pereza y desespero pensó en ofrecer la única cosa que no podía comprase con dinero.

Una luz brillante emergió del lago hasta la superficie extendiéndose hacia la orilla en la que el muchacho se encontraba alterado. Un hermoso rostro femenino se formo en las aguas. Sorprendido y con un poco de curiosidad el joven se agachó, acarició con miedo el agua, pero el rostro de la bella diosa no se deformó.

- ¿Qué estarías dispuesto a entregarme por amor, joven muchacho? -. Espetó una dulce voz en su mente.

- todo lo que soy y poseo en estos instantes sin ningún temor-. Respondió sorprendido al ver que ella conocía la intención de su deseo.


- ¡¡¡oh!!!-. Exclamó sorprendida.- ¿Por qué razón los dioses necesitaríamos vuestro inútil dinero?,bien, veo que no has caído en el humano error de ofrecerme ese metal dorado que decís que posee un incalculable valor, solo por eso concederé tu deseo sin ningún pudor.

El joven muchacho derramó unas lágrimas de alegría, en breves instantes a su amada vería.

- yo te doy mi cuerpo y tuya es mi alma, que mis venas lloren sangre por que tuya es mi carne, solo ansió contemplar una vez mas el rostro de aquella mujer que por amarme cedió todo su ser.


La bella dama del lago asintió satisfecha con las condiciones que el joven ofrecía, conocía de sobra que el ser humano era envidioso, cuanto más ambicioso, pero un único sentimiento
Estaba por encima de todos los defectos humanos que tan locos volvía, era eso que las personas llamaban amor.

- Muy bien, concederé tu deseo, te permitiré volver a ver el rostro de tan desdichada mujer. Dime como te llamas, tantos segundos como letras tenga tú nombre será el tiempo que te permita contemplarla.


Un momento de confusión infundió terror en el Joven, ¿como era posible?, a causa de los nervios había olvidado su nombre, calló abatido a tierra, no lograba recordarlo ni el momento en que el destino le obligara a olvidarlo. Lo único que sabía a ciencia cierta es que perduraría en la eternidad del olvido, las lágrimas de alegría dieron paso a las de tristeza, lloraba de impotencia mientras miraba a la diosa, sin poder parar de pensar en como engañarla y burlar esa norma tediosa.

- OH bella diosa ¿Acaso importa mi nombre? -. Pregunto esperanzado, mientras contemplaba la idea de conseguir unos valiosos segundos para pensar en algo, presentía que la diosa además de bella era astuta y que jamás conseguirá manipularla.

- importa, si no te lo preguntase, estaría dándote privilegios que ni todo el oro del mundo compraría, como hacéis con todo los de tu clase. Puedo ver que cometiste un error, al no saber de verdad quien es la persona que merece todo tu verdadero amor, mas no tiene importancia por que es de humanos el equivocarse.

- Veo que esta es la única manera, ¡¡¡¡demonios, que así sea!!!, te entrego mi nombre ,como todo tiene un principio pero me temo que no tiene un fin, pues represento a todo ser humano que un día amó, ama y amara, mi nombre es eterno, y así debe ser la duración de mi deseo-. El muchacho quedó satisfecho con su replica, sabía que esas cuidadas palabras harían que la diosa cediera.


La bella diosa esbozó una sonrisa sorprendida ante la astucia del muchacho, complacida con la respuesta se dispuso a conceder su deseo.

- Entonces eterno será lo que con tanto ahínco deseas, pero me temo que en este caso debo hacer una excepción, no podré tomar lo acordado, pues a la dama que veras de nuevo es a la que se ama con toda el alma. eternamente permanecerás a mi lado y por todo aquel que quiera serás contemplado.

La alegría inyectó fuerzas al joven, el sacrificio no era nada comparado con el regalo que recibiría, arrodillado y dando gracias a la diosa esperó por aquello que a tan bajo precio hubo pagado. Del cielo descendieron millares de mariposas cada una de un color diferente, se situaron frente a él formando la más bella obra que ningún artista haría.

Las de color marrón se transformaron en los ojos más bellos, las de color amarillo se convirtieron en dorados cabellos, las más bellas y blancas mariposas, dotaron al rostro de una hermosa sonrisa que paralizó al instante al muchacho, la petrificación era latente, sus pies se fundían con la tierra. Acto seguido otras mariposas de dulce color crema completaron el rostro formando la más suave piel.


El pobre muchacho miro a las aguas confundido, el aspecto frente a el no era la de su amada si no la de un bebe que no reconocía, volvió a mirar por si el shock había sido la causa del engaño, tras un leve parpadeo las mariposas cambiaron de forma, ahora era una dulce muchacha que le resultaba vagamente familiar.

La petrificación ascendía y ya no solo los pies se fundían con la tierra, ahora ocupaba la mayoría de su cuerpo, su temor se acrecentó al advertir que acababa de pagar por algo que el no se pensaba encontrar, se sintió estafado.

Petrificado hasta el cuello tan solo podía hacer dos cosas, mirar y hablar, en un ataque de pánico un sentimiento de rabia empezó a brotar en su interior, no dejaba de lamentarse, al pensar de qué manera se había dejado engañar. Segundos después pensó que no merecía la pena, en el fondo de su ser reconocía que se lo merecía, él había engañado en esta vida por poder y avaricia, quien era él para no ser pagado con la misma codicia.

Tras otro parpadeo, el hermoso rostro de la joven niña cambió por el de una mujer madura. Al fin lo había comprendido, con una sonrisa aceptó su destino, con el último aliento una gran palabra susurró.

-Mama…. – para el la luz del día se había acabado, sumergiéndose así en una eterna noche.

-El trato ya esta cerrado, por siempre estarás a mi lado, los dioses somos dioses pero una vez hubimos amado. Sin más dilación me marcho, las mariposas cuidaran de ti, joven muchacho-. Dijo la diosa mientras se desvanecía su imagen en la profundidad del lago..

Los días pasaron seguido de los meses y los años, a día de hoy nuestro joven enamorado permanece petrificado esperando a ser perdonado.


- profe, ¿que paso con la mayoría de las mariposas?- preguntó uno de los jóvenes alumnos que había acudido a la excursión al parque de los deseos

-La mayoría de las mariposas desaparecieron, las que veis aquí no son ni más ni menos las que quedaron custodiando con la devoción de una madre la estatua de incalculable valor. Contemplad la estatua y respetarla, pues él representa a todas las personas. ¡¡¡Niños vamonos!!!


Esta es la historia de todo aquel que comprende que el amor hacia una madre es el único y verdadero amor, la historia del que no puede ver las mariposas que le protegen pero saben que están ahí, pues una madre siempre nos protegerá y amará.

[lucia]

Tu problema no es de talento, es de organización y revisión. Ambas cosas son lo que facilitan la comprensión de la historia.

[Shimoda]

Te envío un abrazo grande. Para tu mamá todo mi amor, dile que cruzando el charco una forera, le mando muchos besos.
Deseo que se recupere prontito, amigo.
Cariños y

[Megan]

Otra del otro lado del charco desea que tu mamá se recupere pronto.

Saludos