Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

Gracias a los dos por vuestras opiniones y por llegar hasta aquí.

Lucía, mi intención es presentar a Sonia como un personaje temperamental e inconformista. Sigue las reglas, pero tiene su propia opinión sobre ellas y a veces chocan de frente con su código ético. Por otra parte, yo creo que lo que hacen es lógico. ¿Por qué no tiene sentido? ¿Qué deberían hacer, quedarse de brazos cruzados y ver cómo Cristóbal mata a su mujer (según Jano), o se suicida para impedir que eso ocurra? De cualquiera de las maneras habría un muerto innecesario, provocado por Jano, que como bien dices, está haciendo con ellos lo que quiere. Por si no os habéis dado cuenta hasta ahora, el antagonista es Jano :mrgreen:

Tadeus, el diálogo sirve para introducir rasgos del carácter del doctor Montes :60:

Se acerca el final :lista:
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

16

Un silencio fuera de lo común llenaba aquel lugar. Cristóbal, sentado en el Qashqai de su mujer, a unos diez metros de la vía del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla, sintió mucha paz. Lo que iba a hacer causaría mucho dolor, sobre todo a Esther, pero no tanto como el que causaría si ella muriese y él fuese encerrado por haberla matado. Estaba listo, y mientras esperaba a que llegase el tren, se relajó, se puso cómodo y encendió el autorradio para escuchar algo de música, aunque no al azar. Alargó el brazo derecho para abrir la guantera y sacar un estuche con algunos discos caseros grabados en mp3. Los grababa Esther, era adicta a la música, aunque no se gastaba mucho dinero en ella; le gustaba seleccionar meticulosamente sus compras en itunes. Había varios discos, pero únicamente uno de ellos estaba etiquetado con la palabra “Melancomúsica”. Con una media de cuatro minutos por canción, en un disco podía grabar unas 175, muchas más de las que ella consideraba imprescindibles, por eso sólo había uno. Para Esther, todo lo que no fuera música melancólica, era “Pop&Rock&Roll”, fuera lo que fuese, así que, en el resto de discos del estuche se podía leer la palabra “Pop&Rock&Roll”. La canción que Cristóbal quería escuchar estaba en el de “Melancomúsica”, así que lo sacó del estuche y lo introdujo en la ranura del autorradio. El disco contenía joyas como “Night in white satin”, de los Moody Blues, “Donna”, de Ritchie Valens, o “Runaway” de Del Shannon, aunque Esther fue incorporando temas a lo largo de muchos años y en variados y rocambolescos soportes, y en la lista había música de todas las épocas y estilos, como el ya clásico “With or without you”, de U2, “Nobody’s perfect”, de Madonna, “No one”, de Alicia Keys, o “I just call you girl”, de Nena Daconte. Pero no era ninguna de ellas la que buscaba Cristóbal. Después de unos segundos, que el autorradio empleó en reconocer el disco, pulsó la tecla para que saltase las canciones hasta que llegó a la número 14 y “You’ve lost that lovin’ feelin’”, de los Righteous Brothers, empezó a sonar. Los ojos se le llenaron de lágrimas al recordar su primer día de trabajo como reponedor en aquel supermercado de Oxford. Era la hora del descanso y fue a comerse su bocadillo al comedor de empleados, una pequeña sala dispuesta con unas mesas y sillas y un televisor con más años que el propio invento. Al abrir la puerta, lo primero que vio fue el televisor, estaban dando Top Gun, una vez más. Exploró la sala con un barrido visual y fue entonces cuando vio a Esther. Durante un instante no pudo apartar la mirada, entonces, Tom Cruise y Anthony Edwards empezaron su esperpéntica versión de la canción para tratar de impresionar a Kelly Mcgillis, sentada sola en la barra del bar de la tropa. Esther se giró y sus miradas se cruzaron un instante, después, ella volvió a mirar el televisor sonrojada y Cristóbal empezó a mover la cabeza buscando un sitio entre aquellas mesas para sentarse, pero las flechas habían sido disparadas, en ambas direcciones, y no pudieron evitar volver a mirarse. Ese día no ocurrió nada más, pero ambos eran conscientes de que su amor nació allí y cuando oían la canción, la original, por supuesto, podían sentirse el uno al otro, por muy lejos que estuvieran, como aquel 14 de Noviembre en el que en el instante de una mirada pudieron ver su futuro, juntos.

Las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas, como si la vida estuviese escapando de él para formar parte de esa música y esperar el tiempo que fuese necesario para que la melodía estuviera completa y los dos se encontraran de nuevo, esta vez, para siempre.

Un destello a lo lejos por el lado izquierdo llamó su atención. Era el sol que rebotaba en el cristal pulido del tren, su tren, el último, el que no podía dejar escapar y del que no escaparía jamás. Era la hora, arrancó el motor y esperó a que se acercase lo suficiente para que el conductor no tuviera tiempo de detenerlo.

Frente a él, a un kilómetro de distancia aproximadamente, una nube de polvo surgió de la nada. «¿Viento?», pensó Cristóbal, y antes de que pudiera hacer cualquier deducción, el coche del doctor apareció del interior de la nube a toda velocidad.

—¡Maldición! —gritó mientras giraba la cabeza hacia su izquierda para alentar al tren, como si eso fuera a hacerle correr más.

Sonia se acercó lo suficiente como para que el ángulo de visión les permitiera ver el desastre que se cernía sobre el Qashqai de Cristóbal, detenido a pie de vía, esperando al tren que se acercaba implacable a más de doscientos kilómetros por hora. Los ojos se le abrieron como platos y pisó el acelerador más aún, como si quisiera atravesar la moqueta que cubría el suelo del vehículo para así conseguir más velocidad. El camino de tierra no estaba exento de agujeros, y aunque Sonia había demostrado una destreza fuera de lo común para sortearlos, no pudo eludirlos todos. El coche se hundió de golpe y a continuación fue escupido hacia arriba con fuerza. Sonia lo había visto venir y se mantuvo firme en su asiento, pero Aldana y el doctor se vieron sorprendidos por tanta violencia y ni siquiera el cinturón de seguridad pudo evitar que se golpearan varias veces, como luego evidenciarían los moretones.

Cristóbal estaba nervioso, miraba al tren y no dejaba de vigilar el coche del doctor mientras su cerebro hacía cálculos de distancias, velocidades, aceleraciones, masas, gravedad, fricción con el aire, fricción con un camino de tierra, fricción con metal, agarre del caucho. Todo pasaba por su cabeza y le proporcionaba datos que en aquel momento no le servían de nada. No estaba realizando un experimento en el que había que tener en cuenta todas las variantes por si algo fallaba, saber dónde corregirlo; en esta ocasión no había posibilidad de corregir nada, sólo disponía de una oportunidad.

Sonia perdía piezas del coche por el camino: tapacubos, paragolpes, ninguna que le impidiera ir todo lo rápido que el motor le permitiese. Casi había llegado al puente cuando vio cómo el Qashqai de Esther, con Cristóbal al volante, empezaba a moverse. El tren estaba lo suficientemente cerca y Cristobal aceleró hasta cruzar el vehículo en la vía. Se le estaba echando encima. Sonia subía el puente haciendo tanta presión en el pedal del acelerador que el respaldo de su asiento crujió. Cristóbal miró arriba a la derecha buscando comprensión en sus amigos y luego se giró para mirar el morro de acero blanco que crecía a su izquierda. Sonia exhaló un grito de terror que fue ahogado por el ensordecedor claxon del tren y los posteriores gritos de las ruedas detenidas avanzando sobre las vías y llorando lágrimas incandescentes, como si lamentasen lo que iba a ocurrir. A continuación se oyó un estruendo de metal y cristales rotos y el Qashqai salió volando en varias direcciones al mismo tiempo. Uno de los asientos, junto con sus anclajes, impactó con el coche del doctor haciendo que Sonia perdiera el control del vehículo y no fuese capaz de mantenerlo en línea recta, así que decidió frenar allí mismo y seguir a pie. El doctor corría detrás de ella y más despacio, dolorido por un golpe en la rodilla, les seguía Aldana. La escena era dantesca, cristales y amasijos de hierro por todas partes. Sonia hincó las rodillas en el suelo y se quedó inmóvil, espeluznada por la tragedia que no había sido capaz de evitar. El doctor llegó a su altura y le puso una mano en el hombro para consolarla, aunque él también necesitara consuelo.

—Lo hemos intentado —dijo para descargarla de cualquier sentimiento de culpa que pudiera sentir—, pero él era muy listo, y nos ha vencido… —hizo una pausa—, aunque también haya perdido.

Aldana cojeaba de su pierna derecha y aminoró el paso después de ver cómo ellos se detenían. Ya no había ninguna prisa. Estaba a punto de llegar a su altura con la idea de dar consuelo a Sonia él también, cuando algo llamó su atención.

—¿Qué es eso que se mueve allí? —dijo acelerando de nuevo todo lo que su maltrecha rodilla le permitió.
—¿Cómo? —preguntó Sonia desorientada.
—Allí —repitió Aldana señalando con el dedo mientras les dejaba atrás con el propósito de averiguar de qué se trataba.

Todos miraban con expectación hacia donde éste había señalado.

—¿Pero qué diantres…? —exclamó el doctor perplejo por la sospecha de lo que podía tratarse.

Algo se movía cerca de donde había tenido lugar el impacto, en el lado de la vía en el que ellos se encontraban. Montes y Sonia echaron a andar detrás de Aldana, a quien no tardaron en alcanzar. Los tres avanzaban ahora juntos, con cautela y sin quitar ojo a lo que pudiera ser aquello, hasta que se puso en pie. Ninguno de ellos andaba ahora. Tampoco daban crédito a sus ojos. Era Cristóbal. Sonia corrió hasta él para abrazarlo y el doctor, seguido de Aldana, fue detrás, aunque ninguno de los dos se abrazó con él.

—¿Pero cómo…? —empezó a decir Sonia.
—Salté —dijo Cristobal—, abrí la puerta y salté —explicó entre sollozos—, soy un cobarde.

La policía rodeaba ya toda la zona y los agentes empezaban a bajar de sus vehículos.

—Entonces Jano se ha equivocado en esto ¿no es así? —preguntó Aldana dirigiéndose al doctor.
—Pues a decir verdad, sí, se ha equivocado en esto —contestó éste debatiéndose entre la alegría y la decepción.
—¿De qué están hablando? —preguntó Cristóbal—, ¿en qué se ha equivocado Jano?
—En tu suicidio —respondió Sonia—, la policía está aquí porque Jano ha emitido un parte con tu suicidio en estas coordenadas.
—¿Es eso verdad? —dijo Cristóbal girándose hacia el doctor.
—Lo es —contestó éste sin mucho entusiasmo.

Cristóbal empezó a dar saltos de alegría y a gritar corriendo de aquí para allá mientras Sonia se sentaba en el suelo con la cara desencajada. El doctor y Aldana tampoco compartieron su alegría.

—¿Pero qué os pasa? —preguntó Cristóbal con júbilo—, ¿es que no lo entendéis?, si Jano se ha equivocado en esto, seguramente también se haya equivocado en lo de Esther —explicó.

Sus palabras no parecieron sorprender a nadie y sintió que algo no iba del todo bien. Miró a Aldana, al que no conocía de nada, luego se giró para mirar al doctor, que agachó la cabeza, y finalmente se sentó en el suelo al lado de Sonia.

—¿Qué ocurre? —preguntó con temor, mirando a lo lejos.
—Es… Esther —tartamudeó Sonia llorando—, ya se ha cumplido.

Cristóbal se incorporó de un salto. El pulso se le aceleró de golpe y empezó a sudar.

—¿Qué?, no, no —empezó a decir nervioso—, yo no… yo… yo no…

Sonia se levantó y se acercó al doctor, éste se metió la mano en el bolsillo, sacó el smartphone y se lo entregó. Sonia se aproximó a Cristóbal de nuevo y le mostró una copia digital del parte del atraco a su casa. Mientras Cristóbal lo miraba incrédulo, ella se lo explicó.

—Esther estaba allí —dijo secándose los ojos—, hubo… un forcejeo y… la golpearon.
—¡No! —gritó—, ¿qué le han hecho?, ¿quiénes son?, ¿dónde están? —vociferaba presa de la ira.

Sonia le agarró por ambos hombros para calmarle y continuó.

—Ella cayó inconsciente… y la encerraron —hizo una pausa para abrazarle y decirle al oído entre lágrimas—, en el… maletero… de su coche.

Sonia sintió un peso muerto entre sus brazos y luego una fuerza súbita le hizo aterrizar en el suelo con el culo. Cristóbal echó a andar hacia la nube de policías que se aproximaba hacia ellos, apartando a Aldana y a Montes con determinación. Sonia se levantó y fue a recoger el smartphone del doctor, que Cristóbal había dejado caer. Al cogerlo, tocó la pantalla y pasó al siguiente documento, el parte del suicidio. Lo miró y tuvo la sensación de que en aquel momento no habría podido explicar sus sentimientos. Amargura por un lado, por lo que acababa de acontecer, y felicidad por el otro, porque lo que decía ese documento no se había cumplido. El desconcierto que le abordó a continuación terminó con el debate: algo no encajaba en esos datos. Jano había pronosticado la muerte de Esther a las 13:20h, sin embargo, el suicidio de Cristóbal no debía ocurrir hasta las 13:30h. Si se suponía que ambos morirían en ese coche, arrollados por el tren, ¿por qué Jano había pronosticado horas distintas para cada uno? El desconcierto dio paso al terror.

—¡Deténganle! —gritó con todas sus fuerzas al tiempo que echó a correr.

Montes y Aldana no entendían nada hasta que un disparo a lo lejos les sobrecogió. Cristóbal se las había arreglado para quitarle el arma a uno de los agentes y dispararse en la sien. Sonia permaneció allí, inmóvil, mirando la escena arrodillada mientras el doctor hablaba con la policía y Aldana reflexionaba sobre lo ocurrido. Ciertamente, Jano había acertado, aunque había sido como pronosticar un incendio en el bosque y a continuación tirar una cerilla, lo que le creaba serias dudas sobre la viabilidad del proyecto. Montes tenía muchas explicaciones que darle.
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Tadeus Nim
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por Tadeus Nim »

Bueno, esta listo ¿No?

Como lector a cachos (tengo pendiente leerlo del tirón) esta bien. El ambiente del foro a aportado su cosa. Y el cruce de post también. En lineas generales esta bien. He leído cosas publicadas en papel, y con el consiguiente martín-martín, bastante inferiores. Tampoco, en este momento, lo pongo en el altarcito de "juas-esta-que-te cagas-tío"

Si me pongo la chaqueta de punto, cojo la pipa de boj, carraspeo tres veces y pongo cara de "joder,-se-de-todo-y-mucho" pues mmmmm si pero no. La historia da para un relato mediano pero no para una novela corta o un episodio. Y no has metido paja paja de engorde. Creo que le falta algo. El solomillo está, pero no hay guarnición. Aldana, si lo eliminas no pasaría nada. No hace nada. No pinta nada. Haz la prueba, bórralo de una copia renombrada. El director es muy plano pese a torear a todo un fontanero del gobierno. Y la jefa de seguridad, Sonia, pues ya te ha dicho Julia.

El final mola y me ha sorprendido (cosa rara eh) que Esther estuviera donde estaba. El que se pegue un tiro despues de haberse acojonado con el tren, aunque sepa todo ya, mmmmmm no me convence.

Pero todo esto es sacándole punta y así hay muuuuuuuy poquitas cosas que resistan sin hacer sangre.

Creo que puedes estar orgulloso y si lo vas a reescribir creo que puedes mejoralo mucho. Que no es decir que sea malo. Si no un buen punto de partida para hacer algo cojonudo.

Una ultima cosilla que se me pasa. Lo de Jano y pillar el pensamiento al vuelo y llegar a predicciones lo veo un poco justo. Tiraría a que empleara algo un poco mas "tecno-esotérico".
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

No ha terminado Tadeus, queda un capítulo, el 17 :lista:

Sobre lo que comentas, tomo nota de todo, ya lo sabes :60: Ahora bien, tengo que aclararte algunas cosas:

Aldana parece irrelevante, pero la decisión que va a tomar en el último capítulo (17), desencadena los hechos que dan lugar a la serie. Si este episodio tiene el incidente incitador en el capítulo 1, digamos que el propio episodio es el incidente incitador de la serie.

Y sobre esto:
Tadeus escribió:Una ultima cosilla que se me pasa. Lo de Jano y pillar el pensamiento al vuelo y llegar a predicciones lo veo un poco justo. Tiraría a que empleara algo un poco mas "tecno-esotérico".
Ya comenté que está basado en un experimento real y que es posible leer el pensamiento. Lo que yo hago es proveer al instituto de tecnología que no existe aún (pero que es posible), para que lo lean a distancia.
No es una serie basada en la lectura del pensamiento, en cada episodio irán apareciendo otros proyectos, y todos serán posibles desde el punto de vista de la ciencia, nada de esoterismo, magia o fantasía; no quiero eso :noooo:

Bueno, si lees el último mañana, ya me contarás que te parece el rol de Aldana y lo comentamos si quieres :60:
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lucia
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por lucia »

Te diré porqué me parece ilógico lo que hacen, porque no se paran a pensar un plan de acción para evitar el accidente ni nada, sino que simplemente se dedican a reaccionar como quinceañeros que han visto muchas películas.

En esa situación, una persona entrenada lo que hace es pensar en cómo solucionar el problema, pero incluso cuando aplica la primera que se le ocurre, está pensando en formas mejores de minimizar las consecuencias. La reacción de ellos ha sido como la de quien se pone a gritar cuando descubre un fuego en vez del que se pone a buscar una forma de apagarlo.
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

lucia escribió:Te diré porqué me parece ilógico lo que hacen, porque no se paran a pensar un plan de acción para evitar el accidente ni nada, sino que simplemente se dedican a reaccionar como quinceañeros que han visto muchas películas.

En esa situación, una persona entrenada lo que hace es pensar en cómo solucionar el problema, pero incluso cuando aplica la primera que se le ocurre, está pensando en formas mejores de minimizar las consecuencias. La reacción de ellos ha sido como la de quien se pone a gritar cuando descubre un fuego en vez del que se pone a buscar una forma de apagarlo.
Gracias Lucía :60:

Yo creo que una escena en la que se detienen y piensan en un plan de acción, el cuál consiste en encontrar a Cristóbal y hablar con él, aparte de innecesaria, es incoherente y ridiculiza a los personajes.

Es innecesaria porque es muy simple, encontrar a Cristóbal y hablar con él.
Por la misma razón ridiculizaría a los personajes. Trazar un plan para encontrarle y hablar con él es ridículo, solo tienen que mirar su posición en el navegador y conducir.
Es incoherente porque lo que tratan de evitar es que lo que ha predicho Jano se cumpla, y eso ocurrirá a las 13:30h. Disponen de unas horas, tienen que actuar con prisa. Eso en el mejor de los casos, porque Cristóbal está intentando evitarlo, y la única manera de hacerlo es matándose, eso es irreversible. En este caso el tiempo que ellos tienen para evitarlo se reduce significativamente, ya que Cristóbal bien podría conducir hasta el primer puente que viese y saltar. Es muy importante que actúen deprisa, muy deprisa, sin tiempo para pensar.

Es lo que he querido transmitir, si no se ha entendido habrá que corregirlo :60:
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

17

Una semana después, el convoy de Volkswagens volvía al instituto EATS, y los mismos hombres repetían el protocolo que terminó con Aldana sentado enfrente del doctor en el despacho de éste. Después de unos incómodos segundos de silencio en los que Montes se mantenía expectante y algo nervioso mientras Aldana miraba a la mesa pensativo, éste levantó la cabeza para buscar los ojos del doctor y empezó a hablar.

—¿Sabe?, he reflexionado mucho sobre este asunto. Admiro mucho su trabajo, lo que ha sido capaz de lograr es… increíble, en todos los sentidos. Uno siempre espera ver un ordenador como Jano procesando los datos de la NASA, o un experimento como Janícula en el cine o la literatura. Sin embargo, usted los ha hecho posibles, existen, y están aquí mismo, en casa. Es… es… tan tentador —dijo con tanta excitación como resignación.
—¿Pero? —intervino Montes.
—¿De verdad me lo pregunta? Sabe de sobra que no puedo pasar por alto el hecho de que ese ordenador ha manipulado a una persona provocando dos muertes. ¡Maldita sea, eso es premeditación, ¿cómo es posible?!
—Creemos que puede deberse al concepto causa efecto —trató de explicar el doctor—, es posible que Jano no distinguiese entre que sus pronósticos fueran una consecuencia o que pudieran ser la causa. Para él, ambas cosas eran lo mismo.
—¿Eran? —preguntó Aldana.
—Ya le hemos programado esos conceptos. Créame, no volverá a ocurrir.
—¿Sabe?, ese es el problema, que ahora se han visto obligados a corregir ese fallo en su programación, pero, ¿qué otros fallos podría esconder y cuáles serían sus consecuencias?, consecuencias que a usted, por supuesto, le servirían para corregir dichos fallos —dijo con sarcasmo—. Es muy arriesgado.
—¿Arriesgado? —se rió Montes—, es un ordenador.
—¡No es un ordenador de sobremesa! —gritó Aldana golpeando la mesa con la mano abierta—. ¡Ha matado a dos personas con un simple papel y unas palabras, y usted lo tiene conectado a todos sus proyectos, muchos de los cuáles desafían las leyes de la física!, ¡maldita sea, ese ordenador podría jugar a ser Dios si usted le programase ese concepto!
—Le doy mi palabra de que eso no va a ocurrir —dijo Montes con pocas esperanzas de que sirviese para algo.
—Lo siento doctor, de usted me fio, de ese engendro que ha creado, no. Volveré a Madrid y ordenaré abrir una investigación, cuando haya terminado, Jano será desconectado —concluyó Aldana.

No hubo más palabras. Aldana y sus hombres se replegaron hacia los vehículos y abandonaron el instituto. Giraron a la derecha y recorrieron unos 500 metros hasta una glorieta que tomaron a la izquierda. Unos 300 metros más adelante rodearon otra glorieta para salir también a la izquierda e incorporarse a la autovía A-42 en dirección a Madrid. De repente, las naves de sendos polígonos industriales, a ambos lados de la carretera, desaparecieron. En su lugar había zonas peatonales ajardinadas.

—Señor —dijo uno de los hombres de Aldana para llamar su atención.

Éste alzó la cabeza y vio cómo el primer vehículo se detenía en el arcén, seguido del suyo y el tercero detrás. Delante de ellos había una fuente con un monolito delgado de unos 20 metros de altura, rodeado por una banda de metal troquelada con una inscripción que rezaba: «No hay un camino para la paz, la paz es el camino». Al otro lado de la fuente, cruzando la carretera, un arco con la palabra “Parla” y el escudo del pueblo, daban la bienvenida a los viajeros.

—¿Qué demonios significa esto? —preguntó Aldana desorientado.
—No lo sabemos —contestó el chófer—, íbamos por la autovía hacia Madrid y de pronto estábamos aquí, señor.
—¿Me tomas por estúpido? —espetó Aldana más indignado por la idea de no poder controlar la situación, que no comprendía en absoluto, que por la explicación que recibió al respecto—. ¡Da la vuelta!, y esta vez a Madrid, ¿entendido?

El chófer asintió con la cabeza aún sabiendo que no era el responsable de lo que había ocurrido, ni siquiera sabría explicar lo que había ocurrido. Luego se comunicó con el primer vehículo para que reiniciara la marcha por delante de ellos y los tres se pusieron en camino. Giraron en la glorieta de la fuente con el monolito para cambiar de sentido y a unos 600 metros se desviaron a la derecha para incorporarse por segunda vez a la autovía con dirección a Madrid. Pero después de haber recorrido unos dos kilómetros, se encontraron otra vez con la fuente y el monolito delante, obligándoles a detenerse de nuevo en el arcén. Aldana, al notar que disminuían la velocidad, alzó la cabeza y miró por la ventanilla.

—¿Pero qué…? —empezó a decir con el ceño fruncido—, ¿acaso me estáis tomando el pelo?
—En absoluto señor —se oyó una voz tímidamente que provenía de la parte delantera del vehículo.
—¡Maldita sea, da la vuelta, que yo vea por dónde sales a la autovía! —gritó Aldana mientras se incorporaba en su asiento y apoyaba los dos brazos en el hueco entre los dos asientos delanteros.

Volvieron a rodear la glorieta para cambiar de sentido y a unos 600 metros volvieron a desviarse a la derecha para incorporarse a la autovía con dirección a Madrid, exactamente igual que la vez anterior. Todo parecía ir bien hasta que, de repente, a ambos lados de la calzada, de nuevo zonas peatonales ajardinadas, y a lo lejos, la fuente y el monolito. Pero no todo era igual en esta ocasión: los otros dos vehículos habían desaparecido, al igual que los dos hombres que iban en el suyo. De pronto, Aldana se vio en un coche que no conducía nadie, a noventa kilómetros por hora por una vía de poblado, con badenes y a punto de llegar a una glorieta. Sin tiempo que perder, saltó como pudo al asiento del conductor y se dispuso a coger el volante cuando una violenta sacudida le lanzó hacia el techo. El coche voló varios metros más allá del badén hasta que casi se empotró en la fuente, pero Aldana consiguió girar el volante y trompear hasta detenerlo. Después del susto y una vez hubo recobrado el aliento, no volvió a intentar salir del pueblo. Algo le decía que no conseguiría hacerlo, y sabía quién tenía las respuestas al por qué. Arrancó el motor del tuareg y puso rumbo al instituto EATS.
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Dori25
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por Dori25 »

¿has acabado ya de publicarla???
Que tarde llego!
Acabo de leer el primero y quiero controlarme y no seguir que tengo que trabajar pero mañana pillo el segundo seguro!!
Que intriga, Pesadilla! :lol:
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Tadeus Nim
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por Tadeus Nim »

Lo pongo en spoiler. Que Dori acaba de empezar (e imagino que habra mas) y no quiero destriparselo.
David P. González escribió:
Tadeus escribió: Una ultima cosilla que se me pasa. Lo de Jano y pillar el pensamiento al vuelo y llegar a predicciones lo veo un poco justo. Tiraría a que empleara algo un poco mas "tecno-esotérico".
Ya comenté que está basado en un experimento real y que es posible leer el pensamiento. Lo que yo hago es proveer al instituto de tecnología que no existe aún (pero que es posible), para que lo lean a distancia.
No es una serie basada en la lectura del pensamiento, en cada episodio irán apareciendo otros proyectos, y todos serán posibles desde el punto de vista de la ciencia, nada de esoterismo, magia o fantasía; no quiero eso
Por tecno-esoterismo me refiero a vías tecnológicas por descubrir y desarrollar que ahora están a cuatro o cinco niveles de lo que somos capaces actualmente. Por ejemplo que en el siglo XIX alguien usase un láser para transmitir información en circuitos en los albores de la revolución eléctrica. Entonces seria mas esoterismo que ciencia, aunque la base de la electricidad y la informática ya estuviera conformada.

De hecho recurres a ello cuando a partir de captar el pensamiento, aun en un numero alto de sujetos, insuficiente a niveles estadísticos, haces que Jano extraiga conclusiones concretas que afectan a un miembro de la muestra con horarios incluidos. Hace falta algo mas que poder captar el pensamiento para hacer consistente la idea. No se yo, efectos cuánticos o no solo a través del espacio sino también del tiempo que permitan elaborar esas predicciones. A esto me refiero con tecno-esoterismo, no al vudu ni la magia. Por cierto la manipulación espacio/temporal del ultimo capitulo esta por explicar. :wink: la serie continua... mola.

Aun así ya te digo que me ha gustado. Y sigo pensando que tiene un gran potencial. Pero debes hacerlo antitroleo a nivel técnico del escrito (no me ha convencido ningún personaje, salvo el chorizo, su mujer y su colega "el tronco" y eso creo que debe ser basico para una serie). Luego si eso esta blindado, lo demás son puntos de vista.
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

Dori25 escribió:¿has acabado ya de publicarla???
Que tarde llego!
Acabo de leer el primero y quiero controlarme y no seguir que tengo que trabajar pero mañana pillo el segundo seguro!!
Que intriga, Pesadilla! :lol:
A ver si te van a despedir por mi culpa, que no quiero ser tu pesadilla de verdad :cunao:

Gracias por pasarte :60:
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

Gracias Tadeus, por llegar hasta el final, y por opinar y dar tu punto de vista sobre los hechos a lo largo de los capítulos. Es muy valioso para los autores :60:

Intentaré trabajar los personajes principales, a ver si soy capaz :cunao:

Sobre el esoterismo, pensaba que te referías a magia negra o similares :cunao:
De todas maneras, esto que te cito, ¿tiene base científica o es opinión personal tuya?:
De hecho recurres a ello cuando a partir de captar el pensamiento, aun en un numero alto de sujetos, insuficiente a niveles estadísticos, haces que Jano extraiga conclusiones concretas que afectan a un miembro de la muestra con horarios incluidos. Hace falta algo mas que poder captar el pensamiento para hacer consistente la idea. No se yo, efectos cuánticos o no solo a través del espacio sino también del tiempo que permitan elaborar esas predicciones.
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por lucia »

Ahora ya entiendo. El que no se ha parado a pensar en alternativas eres tú y por eso crees que esa es la única opción posible en esa situación :grinno:
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David P. González
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

lucia escribió:Ahora ya entiendo. El que no se ha parado a pensar en alternativas eres tú y por eso crees que esa es la única opción posible en esa situación :grinno:
:cunao: Pues si te digo la verdad, no se me ocurre otra. ¡Ojo!, que sea coherente con la situación. Si quieres sugerirme algo no te cortes, mi intención es mejorarlo en lo posible :60:
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Tadeus Nim
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por Tadeus Nim »

David P. González escribió:Gracias Tadeus, por llegar hasta el final, y por opinar y dar tu punto de vista sobre los hechos a lo largo de los capítulos. Es muy valioso para los autores :60:

Intentaré trabajar los personajes principales, a ver si soy capaz :cunao:

Sobre el esoterismo, pensaba que te referías a magia negra o similares :cunao:
De todas maneras, esto que te cito, ¿tiene base científica o es opinión personal tuya?:
De hecho recurres a ello cuando a partir de captar el pensamiento, aun en un numero alto de sujetos, insuficiente a niveles estadísticos, haces que Jano extraiga conclusiones concretas que afectan a un miembro de la muestra con horarios incluidos. Hace falta algo mas que poder captar el pensamiento para hacer consistente la idea. No se yo, efectos cuánticos o no solo a través del espacio sino también del tiempo que permitan elaborar esas predicciones.
Hay tres cosas sobre las que podría contestarte. El análisis de Jano, el resultado y los "efectos cuánticos".

Por favor, concrétame un poquillo la cuestión. :wink:
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David P. González
Pesadilla
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Re: Janícula - episodio 1 (Suspense/CienciaFicción)

Mensaje por David P. González »

Me refiero a esto Tadeus, lo que está en negrita:
a partir de captar el pensamiento, aun en un numero alto de sujetos, insuficiente a niveles estadísticos, haces que Jano extraiga conclusiones concretas que afectan a un miembro de la muestra con horarios incluidos. Hace falta algo mas que poder captar el pensamiento para hacer consistente la idea.
Lo pregunto por si has leído algo al respecto sobre estudios que se hayan llevado a cabo del tema. Me importa mucho la base científica :mrgreen:
Yo no, así que lo mío es pura especulación, pero creo que leyendo el pensamiento se puede predecir con mucha exactitud. Quizás un ser humano no, pero un superordenador, barajando e interpretando los pensamientos de todas las piezas del tablero, lo podría hacer. Es opinión personal, supongo que el tiempo me dará la razón o me la quitará :cunao:

Lo que te pongo el cursiva en la cita me descoloca un poco, ¿120.000 muestras te parecen pocas a nivel estadístico? :shock:
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