El bujío de Santa Catalina 1 (Bordeando la realidad)

[jilguero]

Cata, ahora me voy a leer una novela que me ha recomendado el Padre de Profugito. Es de Eça de Queirós y me estoy documentando sobre el susodicho. Aparte de las cositas que me ha recordado a Caleto y su música (las he copiado en el hilo de El hombre corazón), también dijo: "Yo no tengo historia. Soy como el Principado de Andorra". Y digo yo que eso mismo me debe pasar a mí, que no tengo historia y por eso te cuento pamplinas como la de Eufemia.

A ver si este fin de semana le doy un empujoncito. Me enrollo de mala manera.

[jilguero]

Resulta que en el miniclub de relatos nos toca este mes Erri de Luca, autor del que nada he leído y nada sé. Pero en cuanto he leído este poema suyo me he dicho: otro caletito y otra madre orgullosa de su hijo, se lo voy a copiar a Cata.

Mamm'Emilia
En ti he sido clara, huevo, pez,
las eras inconmensurables de la tierra
he cruzado en tu placenta,
fuera de ti me han contado por días.

En ti pasé de célula a esqueleto
agrandándome un millón de veces,
fuera de ti el acrecimiento ha sido inmensamente menos.

Me escabullí de tu plenitud
sin dejarte vacía porque el vacío
me lo llevé conmigo.

Vine desnudo, me tapaste
así aprendí desnudez y pudor
la leche y su ausencia.

Me has puesto en la boca todas las palabras
a cucharaditas, excepto una: mamá.
Esa se la inventa el hijo chasqueando los dos labios,
ésa la enseña el hijo.
...
¿A qué es precioso? Y estos versos:"En ti he sido clara, huevo, pez,/ las eras inconmensurables de la tierra he cruzado en tu placenta,/fuera de ti me han contado por días." son muy originales y para mi, como bióloga, llenos de sentido. Lo que te pongo en negrita creo que lo pone pensando en una teoría que hay que dice que "la ontogenia recapitula la filogenia". Ontogenia son las fases del desarrollo del embrión desde que es una célula fecundada hasta un ser formado. Filogenia son los cambios que hemos ido sufriendo durante la evolución de nuestra especie a partir de nuestros ancestros acuáticos. Esa teoría dice que viendo los pasos por los que pasa el embrión vemos los pasos por los que ha pasado la especie. Por eso, lo que él dice de forma tan bonita en esos versos es que, como embrión, dentro de la madre el hijo pasa por las mismas fases que ha pasado nuestra especie (evolución) durante siglos y siglos.


Te lo pongo también en su lengua original por si acaso le das al italiano

In te sono stato albume, uovo, pesce,
le ere sconfinate della terra
ho attraversato nella tua placenta,
fuori di te sono contato a giorni.

In te sono passato da cellula a scheletro
un milione di volte mi sono ingrandito,
fuori di te l'accrescimento è stato immensamente meno.

Sono sgusciato dalla tua pienezza
senza lasciarti vuota perché il vuoto
l'ho portato con me.

Sono venuto nudo, mi hai coperto
così ho imparato nudità e pudore
il latte e la sua assenza.

Mi hai messo in bocca tutte le parole
a cucchiaini, tranne una: mamma.
Quella l'inventa il figlio sbattendo le due labbra,
quella l'insegna il figlio.
...

[Tolomew Dewhust]

Muy bonito, .

[Estrella de mar]

¿Le pegó un buen mordisco en el dedo gordo del pie al confundirlo con mortadela?

No me imagino las cagadas de Eufemia, ¿algún documento gráfico?

Para
Caleta, ¿cómo van esos nueve folios sin desenlace? ¿Se están multiplicando?
Cata y el petirrojo están ya muertecitos de curiosidad. [/color]

Estoy en fase de revisión. Siguen siendo nueve. Aún sin final. Estoy que me subo por las walls. Revisar nueve páginas es para mí una tortura. Como para escribir una novela...

[jilguero]

¿Le pegó un buen mordisco en el dedo gordo del pie al confundirlo con mortadela?

No me imagino las cagadas de Eufemia, ¿algún documento gráfico?

Para
Caleta, ¿cómo van esos nueve folios sin desenlace? ¿Se están multiplicando?
Cata y el petirrojo están ya muertecitos de curiosidad. [/color]

Estoy en fase de revisión. Siguen siendo nueve. Aún sin final. Estoy que me subo por las walls. Revisar nueve páginas es para mí una tortura. Como para escribir una novela...

Bingo, Niña Mona.
Lo que no sabes la nueva moda que hubimos de adoptar

Y tranqui, tú repasa que cuanto más puludito lo pongas mejor. Te entiendo.

Oye, Cata, cuando acabe Eufemia te quiero presentar a una sarasa (creo que prefería el femenino) gaditana. Esa con la que crucé sonrisas pero no palabras. No sé si te gustará su historia, pero te la voy a contar.

[jilguero]

¡Buenas tardes, Cata! Ando intercambiando mensajes con mis dos hermanos menores (la hacendosa y el benjamín), los dos ya bien creciditos, como te puedes imaginar, refrescando detalles de lo que luego le sucedió a Eufemia (la pobre fue tan discreta que hay cosas de las que no me acuerdo bien, aunque si me acuerdo de que contribuyó a que me dieran una matricula de honor en fisiología ) para finiquitar su historia en cuanto tenga un hueco.

Luego te hablaré de la sarasa, que Caleto me está borrando del mapa de esta ciudad todos mis personajes.

Cuando les mandé mi primer mensaje, me dije: estos me van a decir que cómo ando ahora interesándome por Eufemia... Pero no, Cata, me han respondido enseguida y me hablan con gran naturalidad, como si me hablasen de un primo o de un tío ya fallecido, lo que me reafirma en que mi familia no era la de Durrell pero casi.

Y mira, he sacado una foto al salir del trabajo para que veas que el gallinero sigue lleno de vida.

[jilguero]

Lamento, Cata, que el final de la historia de Eufemia sea tan agridulce. Pero esta historia es un cachito de la vida de mi familia y, como bien sabes, en la vida no todo son días de vino y rosas...

[Tolomew Dewhust]

A Eufemia, por ejemplo, usando tiras de esparadrapo, la inmovilizamos sobre el plato de un viejo tocadiscos que había en casa. Luego lo pusimos en movimiento a distintas revoluciones y anotamos con más buena voluntad que rigor todas sus reacciones.

[jilguero]

A Eufemia, por ejemplo, usando tiras de esparadrapo, la inmovilizamos sobre el plato de un viejo tocadiscos que había en casa. Luego lo pusimos en movimiento a distintas revoluciones y anotamos con más buena voluntad que rigor todas sus reacciones.

Aunque la intención no era mala, comprendo que me hice merecedora de

Pero ni te digo cuando veas el reportaje gráfico que le he preparado a Cata

[jilguero]

Mira, Cata, lo que he encontrado buscando en el baúl de los recuerdos.
Te presento a nuestros conejitos de Indias. Las imágenes las he sacado del documento que entregamos y que todavía conservo.
De Eufemia no incluímos fotos sino un esquema. Igual no la consideramos suficientemente fotogénica.

Aquí te presento a la pollita tontona, antes de empezar su actuación y al final de la rotación. En su caso, el mareo le hacía cerrar los ojos y dejar la cabeza colgando. Eso sí, pasados unos segundos se recuperaba y comenzaba a protestar.

Pollita totona.jpg

Y aquí al palomo espabilado y el esquemita de Eufemia.

Eufemia y el palomo.jpg

Como verás el material era un tanto cutre pero la situación no estaba para hacer grandes gastos.
El día que hacíamos experimentos, mis hermanos se lo pasaban de maravilla. Nos metíamos todos, mi padre incluído, en el dormitorio de las niñas. Allí estabamos como piojos en costura , pero por nada del mundo se querían ellos perder el espéctaculo.

¡Qué tiempos aquellos, qué tiempos...!
Le Temps, ce grand sculpteur, que decía la Yourcenar, pero también: ¡qué devastador!

Pero no nos pongamos quejicas que ya sabemos que ¡Vivir está de PM!

PD: cuando terminamos el experimento, la pollita fue llevada a un gallinero y el palomo lo soltamos. El día de la suelta, revoloteaba por la calle y luego volvía a posarse en la barandilla del balcón. Por unas horas creímos que, sin querer, lo habíamos domesticado (ya sabes, eso que decía Saint- Exupery, de crear lazos) y estábamos la mar de orgullosos. Pero al segundo día de libertad levantó el vuelo y nunca más volvimos a verlo.

Con este pasado, cómo para que no revoloteen pájaros en mis textos...

[jilguero]

Anda, Cata, en la firma de Caleto me he encontrado con febrero, y le he robado los versos más bonitos para decorar nuestro bujío:

Febrero es la misa del gallo cerca de la playa,
la madera que empuja la barca con el agua en calma.

Febrero es una noche de aceras empapadas,
y una mujer pariendo a escondidas una sirena.
Es un niño durmiendo, es un hombre temblando,
es un camino de estrellas de Cortadura a la Caleta.

Febrero es el levante que empuja nuestros hilos,
febrero es la caballa, es el fenicio, y es Caleto mismo...

¡Uy!, creo que por el camino se me han camabiado algunas cosas....

Caleto, perdona al petirrojo porque tiene un oído enfrente del otro y no entiende de poemas..
Pero que sepas que, si te ha robado estas imágenes, es porque le hubiera gustado que hubiesen salido de su pluma para poderle regalar a Cata este fiel retrato de su forero favorito

[Estrella de mar]

Entonces ella se colocaba debajo, estiraba el cuello al máximo y levantaba la cabeza en busca de la inalcanzable mortadela.

a lo mejor esos giros veloces en el tocadiscos le hicieron soñar el sueño de Ícaro, y que ese día se lanzó al vacío convencida de que era la única manera de hacerlo realidad.

Si algún día adopto a una tortuga la llamaré Eufemia, pajarillo cantor.

[lucia]

De niños debíais ser la caña Me recuerdas a los veranos en el pueblo

[jilguero]

De niños debíais ser la caña Me recuerdas a los veranos en el pueblo

Ten en cuenta que eramos de un nivel todavía más asilvestrado, pues ni siquiera eramos de pueblo sino de campo.

Cuando miro atrás, me doy cuenta de la santa paciencia que tuvieron conmigo las mujeres de mi casa (digo ellas, porque mi padre en estas cosas era un niño más ). Con razón a mi madre le hizo tantísima ilusión que me gustara su cajita de música...

Una vez en la ciudad, cuando iba al campo, recogía cráneos de animales y otros huesos que me parecían obras de arte (todavía conservo algunos en casa, ya os colgaré alguna fotito) y lugo los soleaba en la azotea para ponerlos más blancos. Un domingo me encontré un cráneo y una pelvis de vaca y me los llevé para casa. Supongo que mi madre pondría el grito en el cielo al verme llegar, pero lo cierto es que el cráneo pasó a decorar el dormitorio y la pelvis fue acomodada de primeras en la famosa silla de enea cuyo travesaño no libraba de los ataques de Eufemia. Mi pobre abuela le puso una caperuza de papel en uno de los cuernos porque decía que cuando pasaba aquel maldito cuerno de la vaca le enganchaba la bata. Luego lo colgué en la pared y eso le gustó más ―colgaba su bata del maldito cuerno―. La pelvis, en cambio, duró allí poco por culpa del guitarrista que era un quejica de cuidado y decía que con aquello delante él no podía hacer nada.

[jilguero]

Buenos días, Cata, ya mismito desempolvo la historia del/de la sarasa. Esta vez bordearé un poquito más la realidad. O eso espero, porque en esta bendita ciudad yo ya no sé dónde empieza lo uno y acaba lo otro.