hexagono69 escribió:Pues a mi Rameau me chifla con tanta trompetería y pompa,...
Y a mí también,
hexagono69, como toda la música barroca, repleta de arabescos instrumentales, y especialmente la ópera barroca, llena de filigranas vocales. Y para muestra, este aria que ya he puesto en más de una ocasión en el foro, creo que nunca aquí. La técnica vocal del contratenor argentino Franco Fagioli es brutal y en este
Vo solcando un mar crudele, de la ópera
Artaserse, de Leonardo Vinci, sube a los cielos.
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Como ya te dijo
jilguero, el hecho de preferir el
Lacrimosa del
Réquiem de Mozart era dentro de un determinado contexto. Cada música tiene su momento, su lugar y su estado anímico.
jilguero escribió:(Video retirado porque el Bujío ha amanecido que parece una arca de Noe: lobeznos, conejitos, ratones, gatos, galápagos y hasta ranitas de San Antón...)
Soy un fan de Peter Greenaway. Tuve la suerte de ver un ciclo completo de todos sus largometrajes, cortometrajes y videoinstalaciones, hasta aquel momento, a finales de los ochenta o principios de los noventa en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid. Ruego un enlace a ese vídeo que has retirado.
En las películas de Greenaway, incluso en las escenas más escabrosas, la estética está muy por encima de cualquier otro aspecto. Todos sus encuadres están milimétricamente estudiados y previamente dibujados en el guión; no en vano fue pintor y dibujante antes de saltar al cine. Si en el barroco hubiese existido el cine, seguro que uno de sus paradigmas hubiese sido Peter Greenaway. Y muestras dejó de ello...
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jilguero escribió:A Rameau lo conocí por Greenaway...
No recuerdo en qué película de Greenaway suena música de Jean Philippe Rameau. ¿Lo recuerdas tú? La mayor parte de la música de las cintas de Greeenaway la compuso Michael Nyman, como es el caso del vídeo anterior, que pertenece a la película
El contrato del dibujante. Fue así hasta que su relación se deterioró.
Una privilegiada es
noramu si tiene un árbol botella. Y tú también por poder disfrutar de las vistas de uno; nunca he estado al pie de un ejemplar.