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No si era una frase como de relleno no te compliques con significados ocultos.
Decías anteriormente :¿Podemos escapar de la infancia?
Escribí un comentario mas largo y se me borro antes de enviarlo pero resumiendo, no todo el mundo tiene conexión directa con los recuerdos infantiles e incluso hay personas que los tienen bloqueados y cuentan los psicólogos que esto puede causar traumas en la conducta adulta, sin llegar a tanto, muchas personas tienen cercenada la susodicha conexión no pudiendo establecer contacto directo con algo que es parte de ellos mismos, en fin.
hexagono69 escribió:No si era una frase como de relleno no te compliques con significados ocultos.
Decías anteriormente :¿Podemos escapar de la infancia?
Escribí un comentario mas largo y se me borro antes de enviarlo pero resumiendo, no todo el mundo tiene conexión directa con los recuerdos infantiles e incluso hay personas que los tienen bloqueados y cuentan los psicólogos que esto puede causar traumas en la conducta adulta, sin llegar a tanto, muchas personas tienen cercenada la susodicha conexión no pudiendo establecer contacto directo con algo que es parte de ellos mismos, en fin.
¡Ah, vale!, si era relleno, edito y sigo tu consejo de no complicarme la vida. Y eso que el tema prometía ser interesante, o al menos prometía serlo para mí que ando siempre dándole vueltas a la de la antorcha en alto .
Centrémonos en el tema de la infancia, que es otro que me parece fascinante (y que no deja de estar relacionado con el otro). Mi pregunta iba dirigida a la gente "normal", sin traumas infantiles que le impidan volver la vista atrás. Pero tienes mucha razón en lo que comentas. No he conocido de cerca ningún caso de los que hayan roto esa conexión. Pero sí uno de los que ha quedado traumatizado de tal manera que sus reacciones actuales como adulto rayan en lo patológico. Fíjate, conocerlo a él me hizo darme cuenta de hasta que punto una infancia en la que te sientas querido y protegido está en la base de una vida adulta enfrentada con buen talante y con un nivel de seguridad y autoestima suficiente. Por eso cuando veo en la tele los niños sirios (y de cualquier otra guerra) llorando solos entre los escombros me pregunto qué va a ser de ellos, si serán capaces de superar ese trauma. Recuerdo que preguntabas en otro hilo:
hexagono69 escribió:¿Es posible que no quede mas remedio que aceptar que no todos somos libres de igual manera y que la desigualdad es tan grande que depende de la suerte o el destino que lo seas mas o menos?
Creo que conoces la respuesta, que la pregunta era retórica .
El caso al que me refiero es de un ambiente burgués y sin guerra de por medio. Pero él no creo que haya tenido mucha mejor suerte que esos niños de la guerra. Si no fuera porque lo he conocido personalmente, me costaría creerme semejante cadena de mala suerte. De forma resumida, su madre bebía y, además, no recibía demasiado buen trato del padre (o a lo mejor bebía justo por eso). Para colmo ella enfermó cuando él era todavía niño y, como no tenía ganas de guisar, les compraba natillas y productos por el estilo (ahora cualquier cosa aromatizado con vainilla le produce arcadas). La madre murió y él recuerda con cierto sentimiento de culpa que, cuando se lo dijeron, sintió cierto alivio. Pero lo peor estaba todavía por venir, pues su sensación era que vivía sin que a nadie le importase mucho lo que a él le ocurriera. Pero pensó que con su hermana (dos o tres años mayor que él) y su padre la cosa cambiaría. Pasado poco tiempo descubrió que su padre mantenía relaciones con su hermana que por entonces era una adolescente. Era una relación consentida y, de nuevo con sentimiento de culpa, reconoce que a él lo que le dolía no era aquella relación sino que los oía reír, pasárselo bien, y a él sin embargo lo excluían. Pasaron los años, la hermana se casó y la obsesión de él era hablar con su hermana de lo ocurrido entonces. La hermana, que en apariencia ya había pasado página, se niega a volver sobre el tema. Él tiene un carácter inseguro, desequilibrado, desconfiado hasta extremos insoportables, incapaz de establecer una relación afectivo-sexual "normal", y piensa que todo el que le muestra un mínimo de cariño va movido exclusivamente por interés sexual. Durante casi una década intenté ayudarle y, pese a que soy paciente y si me propongo algo me lo propongo de verdad, fue como golpear una y otra vez contra un muro. Imposible sacarlo de sus pensamientos circulares y de sus desconfianza hacia el género humano. Al mismo tiempo, es alguien que mendiga el afecto pero luego su orgullo y su desconfianza no le permiten aceptarlos. Obviamente es un tema de profesional y ni siquiera creo que con ayuda de un profesional pueda salir de ese pozo. Bueno, hace unos años que he perdido el contacto, con lo cual vete tú a saber en qué punto se halla ahora .
¡Qué sería me he puesto! ¿no?
Ya sabes, Cata, toca crearle un recuncho lleno de calor y cariño a Nuevo 1 y Nuevo 2, merece la pena el esfuerzo pues estáis sembrando su futura felicidad . Por cierto, he pensado que al comienzo de la siguiente página te voy a colgar un relatito que escribí a partir de unos versos del poeta asturiano del otro día. No es alegre. En realidad, es el mismo niño de Cuando el carbón era verde y daba sombra pero se entiende mejor
hexagono69 escribió:Sí es cierto era una pregunta retórica.
Te has puesto muy seria pero la historia que cuentas es triste, dura y trágica.
Sí, me gusta bromear y disfrutar de la vida. Pero sé que las mochilas de unos y otros no están bien repartidas, por eso me he acordado de tu comentario del otro día .
en este contexto, ser un niño por quien las campanas han sonado a rebato no es moco de pavo
hexagono69 escribió:Bueno me quede dormido y no me entere.
Pero el adulto, o el niño grande que eres ahora , lo sabe y eso es lo importante.
hexagono69 escribió:Para recordar es bueno a veces un estado febril como el que pase y que me ayudo a transitar por el pueblo de Gredos otra vez.
¿Eres también de los que "disfrutan" en cierto sentido de ese estado febril? Mi hermano pequeño (que no es ya nada pequeño pero que siempre será el pequeño) y yo comentábamos hace poco que un causón (así lo llamaba mi madre) tenía su aquel porque estás en un estado de semiinconsciencia que te permite tener experiencias interesantes.
hexagono69 escribió:Oye que si quieres hablar de libertad pues venga que estamos en tú Bujío.
Va, si me repito una babraridad y tampoco conviene subir a Santa Cata al altar antes de terminar su biografía. Y el bujío lo abrió el pajarito pensando en Santa Catalina, Cata en confianza, pero es también de todos los que os pasais por él. Y no es un cumplido, sino que lo creemos (el plural es por Cata, que es una santa mujer que me lo permite todo, hasta hablar en su nombre) así .
hexagono69 escribió:Y también he recordado que tenia una escopeta de perdigones y mataba pájaros.
Tranquilo, que pecados de juventud tenemos todos. Yo no tenía pero mis hermanos sí y me enseñaban a disparar. Creo que una vez maté una abubilla, una preciosidad pero que apestaba de mala manera. Y mi padre me llevó una vez a cazar zorzales y yo, por no defraudarlo, fui. Me colocó en el que se supone era la mejor posición. Cuando se paró el primer zorzal e hizo el "chin" característico, él empezó a hacer aspavientos para decirme que me cedía el tiro. Apunté y, recuerdo que estaba apoyada en el tronco de un eucapiltus, cuando disparé, el culatazo me golpeó contra el tronco de mala manera y el zorzal se largó. Mi padre me recriminó mi mala puntería y nunca más me propuso ir a cazar zorzales.
Sí pajaritos, en una noche de tormente que todavía recuerdo con terror. Pero eso mejor lo dejo para otro día y os lo cuento con todos sus avios.
No es para justificar, pero para nosotros los pajaritos y las ranas (ya os contaré también de las pescas de ranas ) formaban parte de la proteína que tomábamos entonces.
¡Cómo me gustaría hablar de esto con la asturianita! Siento que no ande bien
hexagono69 escribió:No anda bien y habla muy poco; me temo que tú gozo en un pozo.
Me gusta lanzar deseos al aire aunque sepa que son brindis a Orión.
Me imagino pudiendo escuchar a alguien de una región con un paisaje tan distinto, costumbres tan diferentes y habiendo vivido tanto, y ya solo con eso disfruto .
En cualquier caso, le deseo mucha suerte a esa asturianita de cuya existencia ahora sé, pero a la que nunca llegaré a conocer .
Y a ese coleguita almeriense, a ese aspirante a biólogo marino que se ha quedado en el camino, pues que lo siento, que menuda putada le ha hecho el destino .
Cata, ya mismito te voy a poder colocar otra pamplina en tu ciberteca. He visto en el hilo del concurso de primavera que Catulo, pese a los dos nuevecitos y la de biberones que teneis que prepararles, ha sacado tiempo para juntar unas letritas .
A ver si la próxima semana le concedes ya la entrevista a Lara que tenemos la biografía paraisima
Hoy, Cata, he estado comprobando eso de la "lluvia en Sevilla es una maravilla".
He estado en el hospital, no por ningún tema de enfermedad, gracias a dios, sino porque tiene un bar muy apañado para poder trabajar y necesitaba hacer tiempo para una reunión. Pues bien, cuando he avanzado por un pasillo camino de los servicios, he vuelto a tener la sensación que siempre tengo, y que también tuve cuando fui a visitar a la ranita piloto metida en su nave espacial. En los hospitales, Cata, siempre tengo la sensación de estar en un ambiente CIFI, de encontrarme en el interior de una nave espacial que navega en un espacio donde lo que importa nada tiene que ver con lo que importa muchas veces cuando estás fuera de ellos y la enfermedad y la muerte no forma parte de tu cotidianidad. En los hospitales nos volvemos más vulnerables, o eso me parece a mí, y recuperamos los valores esenciales.
Pero creo que cuando intento expresar con palabras lo sentido pierde fuerza. Igual tiene que ver con esto que acabo de leer puesto en boca de F. Nietzsche: Los pensamientos son sombras de nuestros sentimientos: siempre más oscuros, más vacíos y más simples. Pues eso, Cata, que cuando intento plasmar lo sentido resulta que se vuelve más pálido e intrascendente. Claro que pretender que sea trascendente sentirse en una nave espacial cuando estás en un hospital tiene tres bemoles, que diría mi abuela, la del pelo tirante y el moño en la nuca, la misma que tuvo un día que trasnochar por culpa del dichoso cangrejo de río que su nieta había traído de la sierra y que le dio por mudar el caparazón justo a la hora a la que ella, como si fuera un reloj, se iba a la cama. Sí, esa que buscaba justo también a esa hora a Eufemia por todo el piso para asegurarse de que no estaba en el dormitorio, porque ella en contra en animalito no tenía nada, pero dormir con la tortuga en el mismo cuarto pues .
te pongo los enlaces para que releas y avances en la causa, que ser mártir de las letras (jilgueriles) hay que currárselo
¡Hola, Cata!
He leído por ahí esto de: ...la vida es una chispa entre dos vacíos idénticos, la oscuridad antes del nacimiento y la oscuridad después de la muerte, y he pensado que eso lo dicen porque todavía no conocen los chispazos de Santa Cata del Guadiana, que desparecen y reaparecen a su aire, sin entender ni de tiempos ni de espacios. .
Y aunque ella ya esté acurrucada en su recuncho y no nos oiga, esta canción de nuestro admirado cantautor y poeta, Cata, se la vamos a dedicar a la asturianita
Hoy Cleopatra se ha debido levantar acróbata y la acabo de ver posada en la puntita del ciprés. Puntita que se bambolea bajo su peso y, sin embargo, ella no pierde el equilibrio. ¡Ah, Cata! Acabo de descubrir que además de es "graznido" áspero, como de alguien que se aclara al garganta (abajo te dejo enlace para que sepas de que te hablo) o de una persiana bajada a toda velocidad (depende del momento escucho una cosa u otra), tiene un canto similar al gritito en vuelo de los aguiluchos. Y yo tantos años sin saberlo
Jodó, pues sí que suenan raro las persianas en Cádiz. Por cierto, sé de tu amor por las pegas (urracas). Yo las respeto, como a cualquier criatura, pero son unas tocagüev... ¡Me arrancan la silicona de las ventanas!
Pero yo a lo que venía era a traerte dos enlaces en directo que, como especímena emplumada que eres, es muy probable que ya conozcas. Ahora no hay mucho que ver porque ambas parejas están en plena incubación. Cuando nazcan los polluelos, será mucho más divertido seguir la evolución de la nidada.
Recuento 2024 Ayer: Cañas al viento. Grazia Deledda
Grito nocturno. Borja González Hoy: Los asesinos del emperador. Santiago Posteguillo
Hoy es un buen día para morir. Colo
Gretogarbo escribió:Jodó, pues sí que suenan raro las persianas en Cádiz. Por cierto, sé de tu amor por las pegas (urracas). Yo las respeto, como a cualquier criatura, pero son unas tocagüev... ¡Me arrancan la silicona de las ventanas!
A ver, Gretogarbo, hay que tener un poquito de imaginación. Igual no he hablado con propiedad. No me refiero exactamente a las persianas sino a los estores, que cuando los subo con rapidez hacen un sonido de la misma familia que el habitual de la pega (menos mal que tenemos los nombres científicos pues con la flora y fauna tenemos una torre de Babel ).
Yo las puedo mirar con buenos ojos porque conviven conmigo en el campus, donde estamos rodeados de pinos y, hasta donde yo sé, no nos hacen daños. ¿Por qué te quita la silicona, brilla con el sol? Porque ellas tienen fama de picotear todo lo que llama su atención.
Gretogarbo escribió:Pero yo a lo que venía era a traerte dos enlaces en directo que, como especímena emplumada que eres, es muy probable que ya conozcas. Ahora no hay mucho que ver porque ambas parejas están en plena incubación. Cuando nazcan los polluelos, será mucho más divertido seguir la evolución de la nidada.
Oye, muchas gracias, por traernos estos enlaces pajariles al bujío .
Voy a poner en primera página enlace a tu mensaje para que lo tengamos a mano. Y no, no los conocía, porque mi ignorancia cada día tiene límites más amplios. Soy mucho de transitar por los mismos caminos, de repetir los lugares que me son gratos, pero eso me limita mucho mi campo de conocimiento.
Ya sabes, Cata, te voy a poner el enlace debajo de tu ciberteca y me vigilas los nidos, que a ti eso de vigilar criaturas se te da muy bien .
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. Por cierto, he pensado que al comienzo de la siguiente página te voy a colgar un relatito que escribí a partir de unos versos del poeta asturiano del otro día. No es alegre. En realidad, es el mismo niño de Cuando el carbón era verde y daba sombra pero se entiende mejor 
Las cavilaciones de Juan Mute 
, lo sabe y eso es lo importante.
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Cata, ya mismito te voy a poder colocar otra pamplina en tu ciberteca. He visto en el hilo del concurso de primavera que Catulo, pese a los dos nuevecitos y la de biberones que teneis que prepararles, ha sacado tiempo para juntar unas letritas 
había traído de la sierra y que le dio por mudar el caparazón justo a la hora a la que ella, como si fuera un reloj, se iba a la cama. Sí, esa que buscaba justo también a esa hora a Eufemia por todo el piso para asegurarse de que no estaba en el dormitorio, porque ella en contra en animalito no tenía nada, pero dormir con la tortuga en el mismo cuarto pues 
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