Cuéntame un cuadro (Juego)
- oscall
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Ya veo que últimamente no estáis vagos, no
Intentare quedarme por aquí, por los viejos tiempos
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
A ver si me sale algo, voy a ponerme a pensar, , me río porque estoy de la cabeza que me tiraría por la la ventana, pensar en estos momentos es algo que ni me lo imagino, parece que me hicieran esto:
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Qué bonito, Gine, un poema hermoso, gracias por participar, se te extrañaba, .
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Aquí voy,
Soñaba con lo que había sido, con sus declamaciones ante un público que lo amaba. Intentaba recordar qué fue lo que lo llevó a apagarse para finalmente terminar en un cuarto sucio pero lleno de recuerdos. Sí, recordaba a su hijo, aquél que con tanta maldad lo destrataba frente a quienes se acercaban a vanagloriarlo. Así fue que un día, sin poder resistirlo más, decidió esconderse, el dolor del maltrato fue demasiado para él. Había semanas que no salía, que no quería ver a nadie, ni siquiera a aquellos que tanto lo aclamaron, pero que ahora ya lo desconocían. Se había abandonado a la buena de Dios por la vergüenza que su único vástago le hacía pasar frente a su público, y lo peor fue que nunca supo el porqué de tanta saña. Ahora, ya no le daban las fuerzas para volver a ser el mismo, aquél que descollaba romanticismo con poemas escritos con el corazón. Había momentos en que las lágrimas corrían por sus mejillas, la soledad no era la mejor compañía, ni siquiera los insectos, que pululaban entre los viejos trastos, le daban vida. Tal fue su tristeza que un día no despertó, su corazón se detuvo, no quiso seguir viéndolo en tal agonía. Y de esa drástica forma el gran poeta, el que maravillaba a toda la corte inglesa, le dio libertad a su alma, esa, que ahora declamaría entre los ángeles que agitaban las pequeñas alas a su alrededor.
Soñaba con lo que había sido, con sus declamaciones ante un público que lo amaba. Intentaba recordar qué fue lo que lo llevó a apagarse para finalmente terminar en un cuarto sucio pero lleno de recuerdos. Sí, recordaba a su hijo, aquél que con tanta maldad lo destrataba frente a quienes se acercaban a vanagloriarlo. Así fue que un día, sin poder resistirlo más, decidió esconderse, el dolor del maltrato fue demasiado para él. Había semanas que no salía, que no quería ver a nadie, ni siquiera a aquellos que tanto lo aclamaron, pero que ahora ya lo desconocían. Se había abandonado a la buena de Dios por la vergüenza que su único vástago le hacía pasar frente a su público, y lo peor fue que nunca supo el porqué de tanta saña. Ahora, ya no le daban las fuerzas para volver a ser el mismo, aquél que descollaba romanticismo con poemas escritos con el corazón. Había momentos en que las lágrimas corrían por sus mejillas, la soledad no era la mejor compañía, ni siquiera los insectos, que pululaban entre los viejos trastos, le daban vida. Tal fue su tristeza que un día no despertó, su corazón se detuvo, no quiso seguir viéndolo en tal agonía. Y de esa drástica forma el gran poeta, el que maravillaba a toda la corte inglesa, le dio libertad a su alma, esa, que ahora declamaría entre los ángeles que agitaban las pequeñas alas a su alrededor.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Pongo la pintura,
"Pensamientos agradables" - Konstantin Razumov (Moscú 1974)
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
oh, Megan, qué bonito y que triste!
Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias. Eduardo Galeano
Recuento 2024
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
ENSUEÑO
Pronto tendría la empresa, lo sabía. Toda para ella. Andrew era demasiado alocado, demasiado inestable, papá no podía... no debía darle el mando. Al fin y al cabo aquél negocio había sido su ojito derecho toda su vida. No, sin duda papá la elegiría a ella. Era lo lógico.
Y ella tenía tantas ideas nuevas que poner en marcha. Su visión moderna repercutiría en un aumento de ventas no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Ya podía ver tiendas en Londres, París, incluso Nueva York.
Tal vez antes debería darle algo de cariño a Sophia, la nueva esposa de papá. A mamá no le haría ninguna gracia, pero hay cosas que hay que hacer. Y aquella chica no le caía mal, de hecho tenían gustos similares. ¡Ya está! ¡Se la podía llevar de tiendas! Si algo tenían en común era que ambas adoraban la moda, al fin y al cabo solo le sacaba un par de años de diferencia.
Charles sí podía ser un problema. Le tenía cariño pero ya no sentía aquellas mariposas en el estómago de cuando se conocieron. ¿Debería volver a presentarle a alguna amiga? Esta vez puede que picara el anzuelo y la dejara por ella. Luego un pequeño enfado, algunas lagrimitas y podría ser libre para llevar la empresa.
Sí, eran buenas ideas. Se tomó el resto del vino de un sorbo y, con las mejillas encendidas, deseó fervientemente que papá estuviera hoy de buen humor y la dejara comer con él.
Sin duda estaba lista para cambiar su vida y los demás tendrían que darse cuenta.
Pronto tendría la empresa, lo sabía. Toda para ella. Andrew era demasiado alocado, demasiado inestable, papá no podía... no debía darle el mando. Al fin y al cabo aquél negocio había sido su ojito derecho toda su vida. No, sin duda papá la elegiría a ella. Era lo lógico.
Y ella tenía tantas ideas nuevas que poner en marcha. Su visión moderna repercutiría en un aumento de ventas no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Ya podía ver tiendas en Londres, París, incluso Nueva York.
Tal vez antes debería darle algo de cariño a Sophia, la nueva esposa de papá. A mamá no le haría ninguna gracia, pero hay cosas que hay que hacer. Y aquella chica no le caía mal, de hecho tenían gustos similares. ¡Ya está! ¡Se la podía llevar de tiendas! Si algo tenían en común era que ambas adoraban la moda, al fin y al cabo solo le sacaba un par de años de diferencia.
Charles sí podía ser un problema. Le tenía cariño pero ya no sentía aquellas mariposas en el estómago de cuando se conocieron. ¿Debería volver a presentarle a alguna amiga? Esta vez puede que picara el anzuelo y la dejara por ella. Luego un pequeño enfado, algunas lagrimitas y podría ser libre para llevar la empresa.
Sí, eran buenas ideas. Se tomó el resto del vino de un sorbo y, con las mejillas encendidas, deseó fervientemente que papá estuviera hoy de buen humor y la dejara comer con él.
Sin duda estaba lista para cambiar su vida y los demás tendrían que darse cuenta.
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
La has retratado con la cabeza bien llena de pájaros y superficial
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Espero que sea puntual. La última vez acabé bien borracha y casi pierdo a la pobre Marilyn. Hoy no, una copa y ya está. Si la acabo y no ha aparecido me iré y no volverá a saber de mí. En definitiva, no lo necesito, con Marilyn ya tengo suficiente compañía. No es lo mismo un perrito que un hombre, por supuesto, pero mi cachorrita me entiende mejor que nadie. Y no me molesta. No me dice lo que debo hacer, lo que debo pensar, cómo comportarme, como vestirme, ni que estoy bebiendo demasiado. Me quiere como soy. Pensándolo bien, casi que prefiero que no venga. Me acabaré mi vino rápido y me iré a casa, me quitaré todo este maquillaje que tapa mi verdadero rostro y estos zapatos que me están matando. Y la faja, ¡por Dios, qué horror! Odio a quien la inventó. En realidad odio a quien decidió que las mujeres debemos vestirnos así para atraer miradas. Y marido. Yo no quiero miradas. Ni un marido, para ser honesta. ¿Sabes qué, Marilyn? Nos vamos a casa dando un paseo. Pero primero me acabaré la copa y pediré otra. Quizá una tercera. Y después, tranquilamente nos refugiamos en casita, ¿eh? Allí tengo muchos libros por leer y un vino mejor que este.
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- Mister_Sogad
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
La otra opción era hacerla en plan romanticona edulcorada...
@Ginebra me gusta tu micro. La verdad es que eso de "necesitar" no mola nada, me alegro que tome esa decisión la chica, aunque con menos vino también podía...
Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Es que ella retrata a una alcohólica
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
qué bien que os guste, me alegro!
sí, un poco borrachina sí que me salió... lo que haya detrás de eso, bueno, ya es otra historia
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
Muy buenos micros, @Mister_Sogad y @Ginebra, gracias por participar, .
Falta uno y poner el nuevo cuadro, .
A ver si mi Dragonet @Sinkim, pasa por aquí, .
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Re: Cuéntame un cuadro (Juego)
A ver qué sale
Sentada en su mesa de siempre Louise veía a la gente pasar mientras disfrutaba tranquilamente de su copa. Como no podía ser de otra manera John volvía a llegar tarde, el día menos pensado se iba a cansar de esperarle y le iba a dejar sin darle ninguna explicación.
Un par de chicas cruzaron por delante de ella y Louise no pudo dejar de asombrarse de que la madre de las jovenes les haya permitido salir con la ropa tan desgastada, raida y hasta con algún que otro roto. La madre de Louise hubiera dejado a su familia sin comer una semana antes que permitir que una de sus hijas fuera con unas ropas tan estropeadas.
Rascándose discretamente el brazo izquierdo que volvía a cosquillearle, Louise siguió observando el parque y la gente que deambulaba por sus caminos.
De repente, los ojos de Louise se desviaron hacía el chico que, como casi todos los días, cruzaba corriendo el parque. Había que reconocer que era casi tan guapo como su John y si no fuera por su eterna timidez igual se hubiera atrevido a levantarse y decirle algo, y sobre todo preguntarle si no le daba vergüenza pasearse con una ropa tan ceñida.
En Hyde Park la gente paseaba, centrada en sus propios pensamientos, sin percatarse del fantasma de Louise que desde hacía siglos esperaba la llegada de John que, una vez más, había llegado tarde y solo pudo llorar sobre el cadaver de Louise que murió repentinamente tras un fulgurante ataque al corazón.
Sentada en su mesa de siempre Louise veía a la gente pasar mientras disfrutaba tranquilamente de su copa. Como no podía ser de otra manera John volvía a llegar tarde, el día menos pensado se iba a cansar de esperarle y le iba a dejar sin darle ninguna explicación.
Un par de chicas cruzaron por delante de ella y Louise no pudo dejar de asombrarse de que la madre de las jovenes les haya permitido salir con la ropa tan desgastada, raida y hasta con algún que otro roto. La madre de Louise hubiera dejado a su familia sin comer una semana antes que permitir que una de sus hijas fuera con unas ropas tan estropeadas.
Rascándose discretamente el brazo izquierdo que volvía a cosquillearle, Louise siguió observando el parque y la gente que deambulaba por sus caminos.
De repente, los ojos de Louise se desviaron hacía el chico que, como casi todos los días, cruzaba corriendo el parque. Había que reconocer que era casi tan guapo como su John y si no fuera por su eterna timidez igual se hubiera atrevido a levantarse y decirle algo, y sobre todo preguntarle si no le daba vergüenza pasearse con una ropa tan ceñida.
En Hyde Park la gente paseaba, centrada en sus propios pensamientos, sin percatarse del fantasma de Louise que desde hacía siglos esperaba la llegada de John que, una vez más, había llegado tarde y solo pudo llorar sobre el cadaver de Louise que murió repentinamente tras un fulgurante ataque al corazón.
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)