El Principote (Cuento breve)

[Roxas]

El Principote

Hace mucho tiempo, en una tierra lejana, una malvada bruja le lanzó una maldición a un apuesto príncipe.
Hizo que en el cuerpo del príncipe creciera una serpiente que, poco a poco, fue tomando dimensiones siempre más escandalosas. La gente lo miraba y se reía de él. El hombre pronto se deprimió y lloraba todas las noches encerrado en su cuarto.
Un día, el rey, harto de ver a su hijo tan decaído, decidió prepararle un caballo y mandarlo de viaje.
—Este es un reino pequeño —le dijo—. Viaja hacia el norte. Encontrarás más ciudades y personas. Quizá alguien pueda ayudarte.
El príncipe volvió a sentir una oleada de esperanza después de tanto tiempo y se puso en marcha en seguida. Por días, semanas y muchísimos meses fue cabalgando de reino en reino, preguntándole a persona por persona, pero nadie parecía ser capaz de solucionar su problema.
Para ese entonces la serpiente había crecido y alcanzado un tamaño tal que el príncipe la llevaba arrastrando cuando no se la amarraba en el hombro.
Había perdido toda esperanza. Se sentía como un monstruo y creía que nunca encontraría nadie que lo quisiese, por lo que decidió terminar con aquella miserable existencia.
Se adentró en un espeso bosque y buscó el árbol más alto e imponente. Cogió su serpiente e hizo un nudo con ella, el cual después se colocó alrededor del cuello.
Justo cuando iba a saltar al vacío, una voz dulce y tierna como el beso de una dama lo sorprendió. En la lejanía, vio como una hermosa chica se acercaba a él. Tendría aproximadamente su edad, de piel pálida y grandes ojos. Cantaba alegremente y no notó la presencia del príncipe hasta que tuvo lo bastante cerca.
—¿Pero qué hace? —le preguntó al verlo a punto de saltar desde una de las ramas del árbol—. Baje de ahí. Es peligroso.
—Ya lo sé. Por favor, aléjese. No quiero que vea esto.
La chica tardó unos momentos en darse cuenta de lo que estaba pasando. Cuando lo hizo abrió la boca a la par que se la cubría con la mano.
—…Pero, ¿por qué?
El príncipe suspiró.
—Es una larga historia.
—Y yo tengo tiempo. La escucharé si eso puede salvarle.
El príncipe no pudo evitar ceder a la mirada suplicante de la chica, por lo que decidió contarle su historia. Le narró de su maldición, de la serpiente y de la manera en que todos lo miraban y hablaban a sus espaldas. La joven lo escuchó sin interrumpirlo hasta que hubo terminado.
—La serpiente de la cual hablas… ¿es ésta? —le preguntó señalándole la parte que había quedado en el suelo.
El príncipe asintió.
La joven entonces se acercó hacia la serpiente, la estudió durante un largo rato y por fin sonrío.
—A mí me parece algo de lo más inofensivo. Es más, creo que deberías aceptarte a ti mismo tal y como eres ahora.
—¿Cómo? Si pudiera lo haría.
—Creo que puedo ayudarte —le dijo la joven, y le indicó que lo siguiera.

El príncipe descendió del árbol y fue tras ella. Estaba anocheciendo, pero continuaron adentrándose en el bosque. No se sabe exactamente cómo la joven convenció al príncipe, pero a la mañana siguiente éste se despertó como un hombre nuevo. Estaba exhausto, pero su espíritu ardía con una confianza renovada. La joven se despertó a su lado. Tenía las mejillas coloradas y también esbozó una sonrisa de gran satisfacción.
—Espero que por fin hayas comprendido lo que vales —le dijo al príncipe, acariciándole la mejilla.
—Sí. Ya lo entiendo, y todo gracias a ti.

Fue así como el príncipe recobró la fe y volvió a su reino. Se dice que nunca más tuvo problemas consigo mismo. Muy pronto él y su serpiente se convirtieron en una leyenda, y todos pasaron a conocerle como «El Principote».

[lucia]

Como cuento pícaro es demasiado naif. Además, deja la sensación al final de que el príncipe no había hablado ni visto a una sola mujer en toda su vida.

[Roxas]

Jajajaja.
Gracias por comentar, Lucía.

No tenía ni idea de lo que era naif, hoy aprendí algo nuevo.

Yo también pienso que el cuento me ha quedado un poco simplón, pero lo hice ateniéndome a unas condiciones determinadas. Éstas siempre limitan de una manera u otra.

Aún así, creo que el resultado se deja leer.

[lucia]

Lo único, que poca gente se pasa por aquí mientras están los cuentos del concurso recién subidos.

[Spicata]

Después de leer los tropecientos relatos del concurso he decidido pasar por aquí y echar una ojeada, debo de decir que me has hecho reír Curioso tu relato

PS: Yo tampoco sabía lo que era naif, siempre se aprende algo nuevo por aquí.

Por cierto, veo que eres nuevo, bienvenido

[Roxas]

Jajajaja.

Muchísimas gracias, Spicata.

Es un placer publicar en este foro, con tantos lectores.
Espero poder mejorar con vuestra ayuda.

¡Un saludo para ti y para lucia! (: