Ronson - César Sebastián

[Gretogarbo]

Ronson - César Sebastián



Editorial: Autsaider Cómics
Guion y dibujo: César Sebastián
Formato: tapa dura; 128 páginas duotono; 17 x 24 x 2 cm; 350 g
ISBN: 978-84-125699-5-7
Publicación: marzo 2023

Ronson es una barbaridad de libro. La historia se remonta varias décadas atrás, y a ojos de nuestras constreñidas mentes actuales, lo de barbaridad, puede superar lo estético y formal para llegar a lo moral. Un tebeo de infancia con carretadas de realidad verosímil. Realidad de pueblo, que puntúa doble que la urbana. Además, de pueblo de hace sesenta años, que es como hablar de otra galaxia en términos de usos y costumbres, digamos, más recias. Tiene ese rollo neo realista con aire documental, con esos ritmos, esas composiciones y esos caretos. Sin necesidad de moralejas, finales felices o cualquier otra esclavitud argumental. Un tebeo entre sensible y descarnado que nos recuerda de dónde venimos. De la misa obligatoria, la pedrada al perro y las hostias a los niños sin preguntar. Pero también de la silla a la fresca, de jugar en la calle y las aventuras asalvajadas.
¿Pero esto es tebeo Autsaider? ¡Vaya si lo es! Excelencia formal, pensamientos divergentes y estendalazo potencial para almas sensibles.
Un clásico instantáneo, como dice Eduardo Bravo. Un libro de esos que puedes leer y releer, que no pierden impacto y que circula por una vía paralela a las tendencias o a las modas. Recursos propios innovadores, que de puro novedosos son absolutamente ajenos a lo que se estila. El dibujo merece capítulo aparte, una maestría entre la línea clara y lo académico que, con un increíble dominio de la anatomía en las diferentes edades del hombre, hace llorar a John Byrne, incluso al propio John Buscema cada vez que se acuerda de sus dibujos de los hermanitos Maximoff.
RONSON es la primera novela gráfica de César Sebastián.

Fuente: página web de la editorial

Ver en Amazon

[Gretogarbo]

"Con el tiempo, uno se da cuenta de que cada visita a un recuerdo supone una sutil reescritura del mismo, de acuerdo a nuestra visión del mundo en cada momento.
Por eso el pasado es un territorio en disputa permanente; tal vez representa menos lo que una vez fuimos que aquello en lo que nos hemos convertido.
La memoria recrea y distorsiona y, por tanto, guarda una vaga similitud con la realidad que pretende preservar."

Así guioniza César Sebastián los recuerdos de sus antepasados (él apenas tiene 34 años), en concreto de su padre, y el devenir de la memoria adaptándose al presente. Y yo no puedo estar más de acuerdo.

Nos situamos en la España rural de la década de los sesenta, en un pueblo sin nombre pero que bien podría ser de la Valencia del interior, de donde era el padre del autor. En nueve capítulos independientes protagonizados por un preadolescente, asistimos al lento discurrir de una vida en la que se necesitaba muy poco para ser medianamente feliz.

El dibujo, en blanco, negro y dorado, es magistral, y la edición cuidadísima, con el borde largo de las páginas troquelado como aquellas fotografías en sepia de los años sesenta.

Copio y pego lo que dice la propia editorial: Ronson es una barbaridad de libro. No os lo perdáis.

[Arden]

RONSON
CÉSAR SEBASTIÁN

Nº de páginas: 128
Editorial: AUTSAIDER COMICS
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788412569957
Fecha de lanzamiento: 02/03/2023
Alto: 24 cm
Ancho: 17 cm
Grueso: 1.8 cm
Peso: 350 gr

Autsaider dice:

Ronson es sin duda uno de los tebeos del año. Tanto por su calidad gráfica como por la altura de su guion, los recursos narrativos y la exquisita sensibilidad con la que César Sebastián aborda este trabajo. Una barbaridad. RONSON transcurre varias décadas atrás, y a ojos de nuestras constreñidas mentes actuales, lo de barbaridad, puede superar lo estético y formal para acercarse a lo moral. Un tebeo de infancia basado en hechos de realidad verosímil. Realidad de pueblo, que puntúa doble que la urbana. Además, de pueblo de hace sesenta años, que es como hablar de otra galaxia en términos de usos y costumbres, digamos, más recias. Tebeo neorrealista con aire documental, con esos ritmos, esas composiciones y esos personajes que evocan de algún modo trabajos de Visconti o Rossellini. Sin necesidad de moralejas, finales felices o cualquier otra esclavitud argumental. Un tebeo iniciático entre sensible y descarnado que nos recuerda de dónde venimos. De la misa obligatoria, la pedrada al perro y la bofetada al niño sin preguntar. Pero también de la silla a la fresca, de jugar en la calle, bañarse en el río y las aventuras asalvajadas. RONSON es la primera novela gráfica de César Sebastián.

Ver en Amazon

[Arden]

Pues una maravilla de edición, cuidadísima, con un papel troquelado, cubierta de cartoné, un dibujo precioso.

Me lo dedicó el autor en la Feria del libro, y además me ha hecho un dibujo precioso.

[Arden]

Llevo la mitad, más o menos, y es una preciosidad de libro.

A mí me pilla a desmano en cuanto a mi infancia o mi familia porque somos familia de la Ribera del Xúquer valenciana, tierra de naranjos y regadío, pero mi marido es de la Manchuela, la parte de Albacete pegada a la Plana de Requena-Utiel, muy parecidas en cuanto a los pueblos y cultivos, secano todo: olivos, vides, cebada, trigo..., y estoy acostumbrado a oír a mis suegros hablar de su época infantil y de jóvenes, y es tal cual lo que se ve en el libro.

[Arden]

Me ha encantado.

Sobre todo porque me voy a acercando a una edad en que empiezas a pensar en los recuerdos, en la gente que se ha ido, la que le queda poco para marcharse, en cómo era la vida no hace tantos años, como hace el protagonista. Cuando eres joven todo es presente y no piensas demasiado en el futuro, cuando te vas haciendo mayor el futuro es importante pero también empieza la nostalgia del pasado, de ahí el éxito de libros como Yo fui a EGB, grupos y cantantes de los 80 o 90, los revivals, los remakes de viejas series, porque tienen un público, el que ya ha cumplido o está por cumplir los 50.

En el libro encontramos nostalgia, recuerdos, y un espejo en el que nos coloca para que también pensemos nosotros en lo que fuimos y en lo que seremos, en la memoria depositada en nosotros y que desaparecerá también, como desapareció la de los que nos precedieron.

[Aben Razín]

Con tu comentario, me has puesto muy nostálgico. Voy a ir buscando novelas o cómics como éste, Arden

[Arden]

Yo se lo voy a regalar a mi suegro

Se va a sentir muy identificado con muchas cosas, ya que es de un pueblo de la Manchuela y poco más o menos es de un pueblo como el del libro.

[peoplespoet]

Acabo de terminarlo y tengo que desviarme un poco de el sentir general, no sólo de los comentarios de esta página sino también de las críticas que he leído, todas ellas muy positivas.

No es que no me haya gustado, al contrario, me ha parecido un buen cómic especialmente brillante en su desarrollo gráfico, elegante y evocador. Pero en cuanto al fondo del relato, me cuesta encontrar algo que vaya más allá de una especie de costumbrismo retrospectivo. Pese a mostrarnos un mundo áspero, violento, crudo, lleno de privaciones (también tierno por momentos), el relato no cae en el tremendismo, más bien al contrario: Sebastián es capaz de hacernos encontrar en ese paisaje la belleza de las cosas imperfectas. Y eso es lo que hace que me cueste empatizar. A falta de otro discurso que nos lleve por algún otro camino, el tono templado y aséptico, nada crítico y apenas valorativo del autor hace que el conjunto se quede en un relato nostálgico que se construye presentando al lector como peculiar y extraña (exótica!) una realidad relativamente cercana en el espacio y en el tiempo. Salvando las distancias, el sabor que me deja es muy semejante al de otra obra reciente unánimemente alabada y que a mí tampoco me acabó de convencer, la novela Panza de burro de Andrea Abreu.

[Arden]

Acabo de terminarlo y tengo que desviarme un poco de el sentir general, no sólo de los comentarios de esta página sino también de las críticas que he leído, todas ellas muy positivas.

No es que no me haya gustado, al contrario, me ha parecido un buen cómic especialmente brillante en su desarrollo gráfico, elegante y evocador. Pero en cuanto al fondo del relato, me cuesta encontrar algo que vaya más allá de una especie de costumbrismo retrospectivo. Pese a mostrarnos un mundo áspero, violento, crudo, lleno de privaciones (también tierno por momentos), el relato no cae en el tremendismo, más bien al contrario: Sebastián es capaz de hacernos encontrar en ese paisaje la belleza de las cosas imperfectas. Y eso es lo que hace que me cueste empatizar. A falta de otro discurso que nos lleve por algún otro camino, el tono templado y aséptico, nada crítico y apenas valorativo del autor hace que el conjunto se quede en un relato nostálgico que se construye presentando al lector como peculiar y extraña (exótica!) una realidad relativamente cercana en el espacio y en el tiempo. Salvando las distancias, el sabor que me deja es muy semejante al de otra obra reciente unánimemente alabada y que a mí tampoco me acabó de convencer, la novela Panza de burro de Andrea Abreu.

Bueno, como todos sabemos, para gustos, colores. Precisamente Panza de burro me encantó, por su tono, por su forma localista de estar escrita y por el punto de vista de la narración. Pero no siempre se puede coincidir, sería aburridísimo