El hombre en busca de sentido - Viktor Frankl
Publicado: 16 Ene 2007 22:17
Otro de mis libros favoritos, aunque por el título parezca deprimente (que en parte lo es, pero muy poquito) es sobretodo una disertación existencial y su consecuencia: el desarrollo de una nueva forma de encarar la psicología y una filosofía muy positivista. En este libro explica por ejemplo que los que más viven o sobreviven es porque tienen algo que hacer (un propósito), o sea, que no está relacionado con la salud física tanto como creíamos sino con la voluntad, pero no con una voluntad ciega sino una voluntad con un propósito concreto detrás. Dejo aquí unas reseñas (extraído de la wiki):
El hombre en busca de sentido (Man's Search for Meaning, en inglés) es una obra de Viktor Frankl, publicada por primera vez en 1946 Trata de las desgracias sucedidas a un psicólogo en los campos de concentración nazis. En esta obra, el autor explica la experiencia que le llevó al descubrimiento de la Logoterapia. Las palabras del Dr. Frankl alcanzan un temple sorprendentemente esperanzador sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades y descubrir la verdad conveniente.
El libro, en modo autobiográfico, relata la vida del autor Víctor E. Frankl en los campos de concentración de la antigua Alemania nazi. Relata la crueldad con la que los soldados de las SS maltrataban a los prisioneros y a su vez explica como incidía la vida en el campo de concentración en la mente del prisionero medio. En un campo de concentración había dos tipos de prisionero diferentes, a saber: el prisionero corriente, que sufría los trabajos más duros y recibía la crueldad de los soldados y los denominados “capos”, estos capos eran prisioneros con privilegios y a menudo trataban a los otros prisioneros peor que los mismísimos soldados. Nada más llegar al campo de concentración, que en este caso era el de Auschwitz, al prisionero se le quitaban sus objetos personales y sus documentos de identidad y se les identificaba con un número. Después se hacia una primera selección que para algunos tendría un destino fatal. Agrupaban a los enfermos, deformes, débiles o que en resumen, tenían algún defecto para trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistos de crematorios y cámaras de gas. Los trabajos forzados de los prisioneros tenían, a veces, una recompensa en forma de cupón. Dicho cupón se podía canjear por una docena de cigarrillos o una docena de raciones de sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un prisionero perdía las ganas de vivir y se fumaba sus cigarros para “disfrutar” de sus últimos días de existencia. Víctor Frankl escribe este libro, más que como experiencia autobiográfica, como estudio psicológico del hombre ante las atrocidades en las que se vio inmerso durante los tiempos de los campos de concentración nazis. (de hecho es “el informe del prisionero nº 119104”, de un simple número, nunca de un individuo único y personal)
El hombre en busca de sentido (Man's Search for Meaning, en inglés) es una obra de Viktor Frankl, publicada por primera vez en 1946 Trata de las desgracias sucedidas a un psicólogo en los campos de concentración nazis. En esta obra, el autor explica la experiencia que le llevó al descubrimiento de la Logoterapia. Las palabras del Dr. Frankl alcanzan un temple sorprendentemente esperanzador sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades y descubrir la verdad conveniente.
El libro, en modo autobiográfico, relata la vida del autor Víctor E. Frankl en los campos de concentración de la antigua Alemania nazi. Relata la crueldad con la que los soldados de las SS maltrataban a los prisioneros y a su vez explica como incidía la vida en el campo de concentración en la mente del prisionero medio. En un campo de concentración había dos tipos de prisionero diferentes, a saber: el prisionero corriente, que sufría los trabajos más duros y recibía la crueldad de los soldados y los denominados “capos”, estos capos eran prisioneros con privilegios y a menudo trataban a los otros prisioneros peor que los mismísimos soldados. Nada más llegar al campo de concentración, que en este caso era el de Auschwitz, al prisionero se le quitaban sus objetos personales y sus documentos de identidad y se les identificaba con un número. Después se hacia una primera selección que para algunos tendría un destino fatal. Agrupaban a los enfermos, deformes, débiles o que en resumen, tenían algún defecto para trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistos de crematorios y cámaras de gas. Los trabajos forzados de los prisioneros tenían, a veces, una recompensa en forma de cupón. Dicho cupón se podía canjear por una docena de cigarrillos o una docena de raciones de sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un prisionero perdía las ganas de vivir y se fumaba sus cigarros para “disfrutar” de sus últimos días de existencia. Víctor Frankl escribe este libro, más que como experiencia autobiográfica, como estudio psicológico del hombre ante las atrocidades en las que se vio inmerso durante los tiempos de los campos de concentración nazis. (de hecho es “el informe del prisionero nº 119104”, de un simple número, nunca de un individuo único y personal)