No-cosas: Quiebras del mundo de hoy - Byung-Chul Han

[Aben Razín]

Habrá que leerlo, ¿no?

Si quieres tener una opinión de este ensayo, por supuesto,

Por cierto, sigo escuchando discos de vinilo,

[Jeeves]

Mi expreriencia es que de este tipo de lecturas no hay que esperar demasiadas conclusiones... Aunque la historia demostró también que gente sumamente práctica hizo propia esta dialectica con despiadados fines de cambiar el curso de la historia y de las cosas ( tal vez ahora haya que llamarlas no-cosas... ) a su favor... Y esta es la poca gracia que tienen los textos filosófico cuando algunos de sus lectores/autores se empeñan en que sean algo supuestamente "útil" ...

Seguramente no las haya. Y si hay conclusiones de relevancia, por favor me informáis, que ardo en ascuas. No creo que el tema dé para mucho más que rememorar tiempos pasados y regodearnos en los recuerdos. Ahora me explico.

Entre tener para leer el puñado de libros de casa más los que te presten, o tener acceso a la cultura universal en un par de cliks, no tengo dudas ninguna, me quedo con la época de las no cosas. Entre tener en el salón oídos hasta la saciedad
unos cuantos vinilos o cassettes o tener instantáneamente la música que quieras, tampoco. Y para que hablar de las fotos en la lata de galletas... Y conste que yo soy bibliófilo, coleccionista de papel antiguo y para las cosas y recuerdos un fetichista redomado, pero reconozco que las ventajas de esta época, de esta revolución que está suponiendo la llegada de esas no-cosas es de los mayores hitos de la Evolución humana, comparable al control fuego. No somos conscientes porque estamos inmersos en ello.

Al autor no le conocía, o si le he visto, no me acuerdo, pero me da que sus tesis deben responder a la moda de lo que el público quiere oír y que tendrán sus dosis de humo. Por eso preguntaba al principio lo de las conclusiones, si hay alguna intención o que teorice sobre volver a la era preinternet. Si fuese así, pierde el tiempo (pero gana dinero, desde luego). Cualquier forma de involución, de vuelta al pasado, está condenada al fracaso.

Nadie rechaza las ventajas de la tecnología. Bueno, parece que el señor Han sí. Pero qué manía la de verlo todo blanco o negro.

En el caso del vinilo, que parece que está centrando un poco el debate porque es un objeto paradigmático, yo escucho y sigo comprando LPs (por suerte cerca de casa tengo una tienda que de vez en cuando me ofrece alguna sorpresa, y me lo paso la mar de bien husmeando por allí), pero no renuncio a la inmediatez de la música en streaming porque te ofrece, además, la posibilidad de ir conectando discos de forma rápida. Está muy bien y lo disfruto, pero el placer verdadero lo encuentro pinchando un disco, quizás más por el tiempo que me he reservado, que no lo tengo siempre y por eso lo valoro, que por la música en sí. O por el sonido, claro, que es distinto y más disfrutable para mí. Será sugestión, es posible, pero las vibraciones que se sienten son otras, porque además va acompañado del recuerdo. Un hecho cultural tiene mucho de quien lo disfruta. Unos dirán que Thomas Mann es un pelma y otros que es un titán de la literatura: todo viene de dentro, ayudado por lo de fuera.

De todos modos, hay formas de mejorar el sonido streaming, si lo que buscas es eso. Por ejemplo, más que Spotify, hay plataformas como Tidal que te ofrecen la música sin pérdida y un buen catálogo. Y desde el ordenador puedes sumarle un aparatito, un DAC, para pasar del sonido digital al analógico. Si además le metes un programa como Audirvana, que filtra la música de Tidal, por ejemplo, y que funciona para archivos de música desde mp3 a FLAC que tengas en el ordenador, etc., y además tienes un buen ampli y unos altavoces majos, vas más que servido.

Pues por mi experiencia personal, conociendo todo eso perfectamente, no hay nada, absolutamente nada, comparable al lujazo de ponerte un vinilo.

[Aben Razín]

Pues por mi experiencia personal, conociendo todo eso perfectamente, no hay nada, absolutamente nada, comparable al lujazo de ponerte un vinilo.

[azucena]

Vinilos, a los que llamo discos jejehe, escuché los de mis padres y mío sólo he tenido el de la bella y la bestia. Y el día que se rompió el tocadiscos pues ya sólo escuchábamos cintas y CD.

Al autor no le conocía, o si le he visto, no me acuerdo, pero me da que sus tesis deben responder a la moda de lo que el público quiere oír y que tendrán sus dosis de humo. Por eso preguntaba al principio lo de las conclusiones, si hay alguna intención o que teorice sobre volver a la era preinternet. Si fuese así, pierde el tiempo (pero gana dinero, desde luego). Cualquier forma de involución, de vuelta al pasado, está condenada al fracaso.

Tambien pienso que si la idea va por ahí su destino es el fracaso. Pero porque lo hemos conocido y visto las ventajas que nombras, pero yo que lo mas lejano que he vivido sin internet es la adolescencia y principio de la época adulta muchas veces me encuentro pensando "ojalá no hubieran inventado los ordenadores personales ni internet, tendríamos más calidad de vida y mejores y más empleos." Y no es porque haya leído a este filósofo ni a ningún otro... y me encanta nuestro foro, pero los libros los encuentro en la biblioteca y sigo consultando, con todo lo que conlleva de caducado y no actualizado, los diccionarios y enciclopedias. Y con mis hijos, que no quiero que sean unos inadaptados, pero por ahora que tienen menos de seis años, también les hago usar el diccionario y los libros de consulta, me parece que es bueno para el cerebro... pero bueno, como digo son actitudes y pensamientos a los que he llegado por mi misma, no leyendo a nadie. Y con los niños sé que está cercano el día que me digan compra una tablet o no queremos ir a la biblioteca o el diccionario a la basura. Y es normal, tienen que vivir su época...
Yo qué sé...

[azucena]

Digo yo qué sé... pero no es así, sí lo sé, no se puede ni debe echar para atras el progreso. La calidad de vida y la medicina ha avanzado gracias a algunas de las cosas que criticamos, así que no, cogeremos lo bueno y lo malo.

En casa mi marido y yo tenemos este debate de vez en cuando. Me llama analógica y últimamente tierraplanista (en broma)

[Massi]

Mmmm... No se trata de involución, ni tan siquiera de nostalgia... Al mismo tiempo que colecciono desde la infancia vinilos (llevo 50 años comprando), lleno mí habitación de tocadiscos que reparo y restauró (algunos proceden de emisoras de radio y tienen tantos años como yo), mantengo una suscripción en Qobuz, dedicando horas cada viernes noche rebuscando entre las varias decenas de novedades que van incorporando a su catálogo... Y es cierto que en la actualidad también se sigue grabando mucha clásica, en digital de altísima calidad que resulta un poco ridículo empeñarse en prensar en vinilo... Ambas cosas forman parte de mi mundo, por esto digo que me considero en la "brecha"...

[azucena]

Mmmm... No se trata de involución, ni tan siquiera de nostalgia... Al mismo tiempo que colecciono desde la infancia vinilos (llevo 50 años comprando), lleno mí habitación de tocadiscos que reparo y restauró (algunos proceden de emisoras de radio y tienen tantos años como yo), mantengo una suscripción en Qobuz, dedicando horas cada viernes noche rebuscando entre las varias decenas de novedades que van incorporando a su catálogo... Y es cierto que en la actualidad también se sigue grabando mucha clásica, en digital de altísima calidad que resulta un poco ridículo empeñarse en prensar en vinilo... Ambas cosas forman parte de mi mundo, por esto digo que me considero en la "brecha"...

No, los del vinilo no sois involución. Es un amor, una devoción artística. Conservar no es involuciónar.
La de la involución soy yo y algunas de mis ideas de bombera torera

[Massi]

Weno, hablaba antes de terapias ocupacionales... Y las necesitamos, creo... Porque anda que no es frustrante el mundo digital (alienante en jerga marxista) con la constante obligación que nos impone de quedar siempre "actualizados" so pena de quedar descolgados y tirados en el lado oscuro de la brecha tecnológica....

[ratonB]

Mi experiencia con el vinilo se reduce al cabreo que pilló me hermana cuando puse un soldado de plástico a dar vueltas en el disco. Pero eso sí, recuerdo un sonido muy nítido con un leve chisporreteo. Al entrar en la edad del pavo me hice más del cassette. Los veía más prácticos porque podías grabar tus canciones favoritas de la radio tras largas esperas con el dedo en el Play, pero el locutor solía fastidiarte hablando encima o cortándola antes que acabara.

[Massi]

La (peculiar) calidad del sonido del vinilo, como el de las válvulas, es solo un aspecto de las cosas... El soporte material, la documentación en papel que acompaña ( texto, fotos, etc...)es otro y que se suele echar de menos en digital on líne. Lo malo es que la unidad básica de la música dematerializada ya no es el disco sino la "canción" (millones de canciones...) lo cual no pega con todos los géneros musicales...

Y para escuchar una ópera como lista de reproducción en orden aleatorio, hay que estar muy pasado de friki...

[Sue_Storm]

tres páginas de comentarios y aquí nadie se ha leído el libro

[jose2v]

tres páginas de comentarios y aquí nadie se ha leído el libro

[Massi]

tres páginas de comentarios y aquí nadie se ha leído el libro

Estamos trabajando en ello...

Una página al día, como el maestro Byung...

[Massi]

De entrada puedo decir que aunque el libro parece bien ubicado dentro del género "Ensayo y divulgación", el que espere la típica estructura introducción-desarollo-conclusion(es) puede quedar decepcionado en la medida que si bien el título puede sugerir la intención por parte del autor de formular una especie de tesis con una finalidad clara cargada de morbo revolucionario (esto vende, no?) , el contenido de lo expuesto recuerda mucho más los "Pensamientos" de Pascal que "Das Kapital" de Marx.

Se trata de una serie de reflexiones que no parecen estar ordenadas de ninguna manera en especial ( cada una tienendo autonomía propia, como la dedicada al smartphone, Los selfies, o la inteligencia artificial), y que gravitan en entorno a o dan vueltas a precisamente "las cosas", con dos tercios del libro dedicados a ocho capitulos que son ocho puntos de vista sobre "las cosas"... No parece haber conclusión ya que el último capítulo es aquella famosa digresión final sobre unas de estas cosas a las que el autor tiene especial cariño, los discos de vinilo a la que dedica nada menos que unas doce páginas ( una décima parte aprox. del total del libro) y se titula precisamente "Digresión sobre la gramola".

Algunos ( como en el Confidencial...) podrían llegar a decir que es un bluff, o una estafa, pero no es mi caso, porque lo que me gusta precisamente en las lecturas filosóficas es precisamente esta forma de rumiar dándole vueltas a las cosas de manera culta ( y no hay duda que Byung lo es) e inteligente ( que también...). Y si además el soporte material del texto tiene un tacto agradable, el resultado es un entretenimiento ameno y de calidad...

PD: No pongo estrellas en la reseña porque intuyo que lo que agradecería la editorial no necesariamente le haría gracia al autor...

[Jeeves]

Gracias por la reseña y por los anteriores comentarios, @Massi. Sin duda me haré con el libro.

Cuando no hablas de Cataluña pareces Ortega y Gasset. O Stanley Sadie si hablas de música