"El hombre unidimensional" de Herbert Marcuse
Publicado: 18 Ene 2011 09:53
"El hombre unidimensional".
El hombre unidimensional es un análisis de las sociedades occidentales que, bajo un disfraz seudodemocrático, esconden una estructura totalitaria basada en la explotación del hombre por el hombre. La obra se basa en dos hipótesis aparentemente contradictorias. De un lado, Marcuse afirma que la sociedad industrial avanzada es capaz de reprimir todo cambio cualitativo. Por otro lado, parece prevalecer la hipótesis que quiere que en esta sociedad existan fuerzas capaces de poner fin a la represión y de hacer explotar las mortales contradicciones que laten en su seno.
Las sociedades modernas crean un modo de vida negativo, represivo, no sólo en las relaciones de producción sino también en el discurso, la comunicación, el pensamiento. Los valores estéticos son asimismo reprimidos y administrados. La expansión del sistema sólo puede ser detenida por un contra-movimiento global: La Solidaridad. "Es preciso despertar y organizar la solidaridad en tanto que necesidad biológica de mantenerse unidos contra la brutalidad y explotación inhumanas. Esa es la tarea."
Herbert Marcuse (Berlín, 19 de julio de 1898 – Starnberg, Alemania, 29 de julio de 1979), filósofo y sociólogo alemán, fue una de las principales figuras de la primera generación de la Escuela de Frankfurt.
Pensamiento:
Las críticas de Marcuse a la sociedad capitalista (especialmente en su síntesis de Marx y Freud, Eros y la civilización, publicado en 1955, y su libro El hombre unidimensional, publicado en 1964) resonaron con las preocupaciones del movimiento izquierdista estudiantil de los 60. Debido a su apertura a hablar en las protestas estudiantiles, Marcuse pronto vino a ser conocido como «El padre de la Nueva Izquierda» (término que él rechazaba).
La crítica fundamental que realiza Marcuse a la sociedad moderna, desarrollada en "El hombre unidimensional", es que el sujeto unidimensional es víctima de su propia impotencia y de la opresión continua de un método de dominación más complicado de lo que Adorno y Horkheimer imaginaron. Esta es la concepción del poder por la que Marcuse se considera como puente entre la primera y la segunda generación de la escuela de Frankfurt. Esta crítica implica que la sociedad moderna es capaz de asimilar cualquier forma de oposición que surja al interior de sí misma, y por tanto no existe ningún movimiento individual ni colectivo capaz de oponérsele o de socavar sus raíces socioeconómicas. Este hecho se contrasta fundamentalmente con el capitalismo temprano, en que el movimiento proletario era una fuerza con el potencial efectivo de derribar al régimen. El capitalismo avanzado que describe Marcuse, en cambio, ha generado a través de los estados de bienestar una mejora en el nivel de vida de los obreros, que es insignificante a nivel real, pero contundente en sus efectos: el movimiento proletario ha desaparecido, y aún los movimientos antisistémicos más emblemáticos, como el movimiento punk-anarquista o el movimiento bohemio han sido asimilados por la sociedad y orientados a operar para los fines que la sociedad coactiva reconoce como válidos.
Este sistema daría lugar, según el autor, a un universo unidimensional, con sujetos con "encefalograma plano", donde no existe la posibilidad de crítica social u oposición a lo establecido.
"El individuo unidimensional se caracteriza por su delirio persecutivo, su paranoia interiorizada por medio de los sistemas de comunicación masivos. Es indiscutible hasta la misma noción de alienación porque este hombre unidimensional carece de una dimensión capaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu. Para él, la autonomía y la espontaneidad no tienen sentido en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas". (Marcuse, El hombre unidimensional)
Tiene muy buena pinta, llevaba ya tiempo detrás de el, ya que creo que es uno de los indispensables de la filosofía, y por fin lo tengo... En breve empezaré a leerlo. ¡Saludos!
El hombre unidimensional es un análisis de las sociedades occidentales que, bajo un disfraz seudodemocrático, esconden una estructura totalitaria basada en la explotación del hombre por el hombre. La obra se basa en dos hipótesis aparentemente contradictorias. De un lado, Marcuse afirma que la sociedad industrial avanzada es capaz de reprimir todo cambio cualitativo. Por otro lado, parece prevalecer la hipótesis que quiere que en esta sociedad existan fuerzas capaces de poner fin a la represión y de hacer explotar las mortales contradicciones que laten en su seno.
Las sociedades modernas crean un modo de vida negativo, represivo, no sólo en las relaciones de producción sino también en el discurso, la comunicación, el pensamiento. Los valores estéticos son asimismo reprimidos y administrados. La expansión del sistema sólo puede ser detenida por un contra-movimiento global: La Solidaridad. "Es preciso despertar y organizar la solidaridad en tanto que necesidad biológica de mantenerse unidos contra la brutalidad y explotación inhumanas. Esa es la tarea."
Herbert Marcuse (Berlín, 19 de julio de 1898 – Starnberg, Alemania, 29 de julio de 1979), filósofo y sociólogo alemán, fue una de las principales figuras de la primera generación de la Escuela de Frankfurt.
Pensamiento:
Las críticas de Marcuse a la sociedad capitalista (especialmente en su síntesis de Marx y Freud, Eros y la civilización, publicado en 1955, y su libro El hombre unidimensional, publicado en 1964) resonaron con las preocupaciones del movimiento izquierdista estudiantil de los 60. Debido a su apertura a hablar en las protestas estudiantiles, Marcuse pronto vino a ser conocido como «El padre de la Nueva Izquierda» (término que él rechazaba).
La crítica fundamental que realiza Marcuse a la sociedad moderna, desarrollada en "El hombre unidimensional", es que el sujeto unidimensional es víctima de su propia impotencia y de la opresión continua de un método de dominación más complicado de lo que Adorno y Horkheimer imaginaron. Esta es la concepción del poder por la que Marcuse se considera como puente entre la primera y la segunda generación de la escuela de Frankfurt. Esta crítica implica que la sociedad moderna es capaz de asimilar cualquier forma de oposición que surja al interior de sí misma, y por tanto no existe ningún movimiento individual ni colectivo capaz de oponérsele o de socavar sus raíces socioeconómicas. Este hecho se contrasta fundamentalmente con el capitalismo temprano, en que el movimiento proletario era una fuerza con el potencial efectivo de derribar al régimen. El capitalismo avanzado que describe Marcuse, en cambio, ha generado a través de los estados de bienestar una mejora en el nivel de vida de los obreros, que es insignificante a nivel real, pero contundente en sus efectos: el movimiento proletario ha desaparecido, y aún los movimientos antisistémicos más emblemáticos, como el movimiento punk-anarquista o el movimiento bohemio han sido asimilados por la sociedad y orientados a operar para los fines que la sociedad coactiva reconoce como válidos.
Este sistema daría lugar, según el autor, a un universo unidimensional, con sujetos con "encefalograma plano", donde no existe la posibilidad de crítica social u oposición a lo establecido.
"El individuo unidimensional se caracteriza por su delirio persecutivo, su paranoia interiorizada por medio de los sistemas de comunicación masivos. Es indiscutible hasta la misma noción de alienación porque este hombre unidimensional carece de una dimensión capaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu. Para él, la autonomía y la espontaneidad no tienen sentido en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas". (Marcuse, El hombre unidimensional)
Tiene muy buena pinta, llevaba ya tiempo detrás de el, ya que creo que es uno de los indispensables de la filosofía, y por fin lo tengo... En breve empezaré a leerlo. ¡Saludos!