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Título: Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas
Título original: Why men don't listen & women can't read maps
Autor: Allan Pease y Barbara Pease
Editorial: Booket
Páginas: 336
ISBN: 978-84-08-08186-9

Sinopsis:
Existen problemas que llevan siglos confundiendo a hombres y mujeres. Los Pease se sirven de los más novedosos descubrimientos científicos sobre el cerebro, de los estudios sobre los cambios sociales, de la biología evolutiva y de la psicología para enseñarle a sacar el máximo partido de sus relaciones o, como mínimo, empezar a comprender de qué planeta viene su pareja.

Gracias por abrir el hilo, Timber.

Me ha sorprendido mucho que este libro no tuviese hilo, porque me han hablado mucho de él y he supuesto que ya tendría.

Sólo hablo un poco por referencias de lo que me han contando sobre él, pero a priori no estoy muy de acuerdo con las explicaciones que se dan para algunas de las diferencias entre hombres y mujeres.

Cuando lo lea te digo. Ahora me ha dado fuerte por la psicología de hombres y mujeres

Pues estaré atento a ver que te parece a ti.

Ufffffffffff... no hace tiempo que lo leí y, evidentemente, para no perder las buenas costumbres, no me acuerdo de nada.
La novia de mi hermano lo leyó no hace mucho y le gustó, aunque me dijo que lo encontró algo repetitivo.

Ya lo empiezo y os voy comentando

A mí me pareció muy divertido

Me está pareciendo muy bueno La verdad es que muchas de las actitudes de los hombres que se mencionan en el libro como puede ser

el tomar el significado literal de las palabras, el no poder hacer dos cosas a la vez (y más si una es escuchar), etc.

las llevo a rajatabla

Sigamos

Terminado, me ha encantado

La verdad que me ha servido para aprender muchas cosas sobre la psicología femenina y mucho de la masculina. Hombres y mujeres somos muy distintos biológicamente, de esto no cabe duda pero por supuesto, somos iguales en cuanto a derechos y obligaciones.

Es un libro muy recomendable para aquellos que quieran entender un poquito más esas pequeñas diferencias que tenemos hombres y mujeres, que seguro que nos va a venir muy bien

¿No era en este libro, Timber, donde se hablaba de la costumbre de las personas de sentarse mirando hacia la puerta cuando iban solas a alguna cafetería, bar, etc.? Es que lo llevo pensando unos días y juraría que fue en éste donde lo leí.

Por cierto, me lo apunto para una relectura .

1452 escribió:¿No era en este libro, Timber, donde se hablaba de la costumbre de las personas de sentarse mirando hacia la puerta cuando iban solas a alguna cafetería, bar, etc.? Es que lo llevo pensando unos días y juraría que fue en éste donde lo leí.

Por cierto, me lo apunto para una relectura .

Sí, bueno, realmente es parecido a lo que dices.

Si una pareja de hombre y mujer va a un restaurante, él se sentará donde pueda ver las ventanas y salidas y entradas del lugar para tenerlo todo más o menos controlado. En caso de que vayan con hijos pequeños, lo más seguro es que sea la mujer la que se siente instintivamente ahí para que los críos no se escapen de la "cueva".

Me están entrando ganas de leermelo, sólo para poder rebatir con propiedad.

Lo que quiero decir es que me da la sensación de que el libro busca explicar todas las diferencias entre hombres y mujeres en "la cueva", cuando yo no estoy de acuerdo con ello.

Por ejemplo, lo cierto es que sentarse de espaldas a una puerta es incómodo para la muchas personas, tanto hombres como mujeres. Pero el hecho de que sea el hombre el que se siente mirando a la puerta, que no sé si es lo que ocurre siempre, no tiene necesariamente que obedecer a una cuestión instintiva sino educativa: es el hombre el que elige sitio por imposición educativa y elige el que le hace sentirse más cómodo.

Y lo mismo lo de mirar los mapas. En eso tampoco tengo nada claro que sea una cuestión biológica, sino más bien educativa. Digamos que los varones son educados desde pequeños para interesarse por los mapas, mientras que las mujeres no.
Pero en muchas carreras técnicas se ve claramente que la capacidad de mirar bien los mapas se iguala con la educación, y a las mujeres no les cuesta más que a los hombres aprender a mirarlos.

Pseudoabulafia escribió:Por ejemplo, lo cierto es que sentarse de espaldas a una puerta es incómodo para la muchas personas, tanto hombres como mujeres.

Para mí lo es, y da igual que vaya acompañada o no, no me gusta nada estar en un sitio público dando la espalda a la puerta, no me siento cómoda.

Pseudoabulafia escribió:Y lo mismo lo de mirar los mapas. En eso tampoco tengo nada claro que sea una cuestión biológica, sino más bien educativa.

Yo no sé si es una cuestión biológica o educativa, pero tengo que reconocer que soy lo peor mirando mapas , les tengo que dar cuarenta vueltas para poder situarme.

Pseudoabulafia escribió:Y lo mismo lo de mirar los mapas. En eso tampoco tengo nada claro que sea una cuestión biológica, sino más bien educativa. Digamos que los varones son educados desde pequeños para interesarse por los mapas, mientras que las mujeres no.
Pero en muchas carreras técnicas se ve claramente que la capacidad de mirar bien los mapas se iguala con la educación, y a las mujeres no les cuesta más que a los hombres aprender a mirarlos.

Es algo cerebral, en serio. A mí mi padre en la vida me dio un mapa de pequeño, sin embargo, recuerdo que con 7 u 8 años, pedí por reyes un atlas mundial porque una vez fui a una librería, encontré uno y me emocionaba buscando cosas en él Y todo esto sin que mi padre me animase a buscar cosas en él, sino porque yo mismo quería.

Sin ir más lejos, en clase de dibujo, me suelo sentar con una amiga porque a ver quien aguanta dos horas de dibujo sin hablar y bueno, a lo que iba, que cuando veíamos el tema de los terrenos (que no dejan de ser mapas), mi amiga se perdía a tope mientras que yo los veía al instante. Eso sí, si se ponía hablarme, no era capaz ni de agarrar el lápiz, porque no puedo escuchar e interpretar un mapa a la vez