¡Aben! Sí, la verdad es que es muy interesante, lo que dice y la forma en que lo dice. Si bien es ensayo, es una escritura muy poética.
Sigo avanzando y cada vez estoy más convencida de que no es un texto para leer solos; hay que leerlo acompañado, porque da para hablar mucho, hay muchas ideas que desmenuzar, y siento que muchas cosas se me escapan.
Habíamos dicho que la modernidad postula como idea universal al tiempo y a sus cambios. Siempre con vistas al futuro: ahí es donde la evolución de la especie va a alcanzar su perfección y, fundamentalmente, ahí está la noción del progreso. Dice Paz algo así como que el Futuro es el paraíso que queremos alcanzar. Pero aunque toda nuestra idea de perfección está en el Futuro, éste es a la vez un Paraíso y un Infierno: Paraíso porque ahí están nuestros deseos, Infierno porque nunca serán satisfechos, o, mejor dicho, siempre tendremos deseos nuevos, sin alcanzar nunca su total satisfacción.
Para ilustrar este cambio de concepción del tiempo, se agarra del cambio semántico del término revolución: primariamente significaba el giro de los astros, y aunque este sentido no desapareció, surgió uno nuevo que se le sobrepuso, el de la revolución como ruptura violenta de un orden antiguo y el establecimiento de uno nuevo. Tiempo circular versus tiempo histórico.
En relación a la literatura, me gusta mucho la manera en que habla
sobre el romanticismo:
Octavio Paz escribió:El cristianismo persiguió a los antiguos dioses y genios de la tierra, el agua, el fuego y el aire. Convirtió a los que no pudo aniquilar: unos, cambiados en demonios, fueron precipitados al abismo y allá se les empleó en la burocracia infernal; otros ascendieron al cielo y ocuparon puesto en las jerarquías de los ángeles. La razón crítica despobló al cielo y al infierno, pero los espíritus regresaron a la tierra, al aire, al fuego y al agua: regresaron al cuerpo de los hombres y las mujeres. Este regreso se llama romanticismo. Sensibilidad y pasión son los nombres del ánima plural que habita las rocas, las nubes, los ríos y los cuerpos.
Paz define a la
poesía moderna (y entiende poesía en su sentido más amplio, no como escritura en verso, si no como escritura estética, como literatura) en estos términos:
Octavio Paz escribió:En un extremo, el tema de la instauración de otra sociedad es un tema revolucionario que inserta el tiempo del principio en el futuro; en el otro extremo, el tema de la restauración de la inocencia original es un tema religioso que inserta al futuro cristiano en un pasado anterior a la Caída. La historia de la poesía moderna es la historia de las oscilaciones entre dos extremos: la tentación revolucionaria y la tentación religiosa.
Es una definición sumamente compleja (al menos para mí), que necesita de términos de filosofía, de religión y de sociología que son demasiado complicados para comentarlos.