Contra el fanatismo - Amos Oz

[hierbamora]

Leída la segunda conferencia titulada "Sobre la necesidad de llegar a un compromiso y su naturaleza".

Aquí ya se adentra más en el conflicto palestino-israelí o árabe-israelí. Dos pueblos que reivindican el mismo pequeño país como única patria en todo el mundo. Las causas según el autor son históricas y territoriales pero no religiosas, ¿seguro? , ¿no son los judíos el "pueblo elegido de Dios" e Israel su "tierra prometida"? Como no conozco en profundidad la historia de este complejo conflicto toca investigar más.

Amos Oz nos habla de su trabajo para el movimiento israelí "Paz Ahora" y de las veces, -dos-, que ha estado en el campo de batalla. Pretende ser imparcial, neutral, repartir culpas a partes iguales pero creo que no lo logra del todo. Me explico. Por un lado dice:

Cuando uno percibe la agresión tiene que luchar contra ella, venga de donde venga. Pero sólo por la vida y la libertad.

¿No es el móvil o motivo de ambos pueblos, luchar por la opresión a la que han sido sometidos durante tanto tiempo? No sé qué pueblo habrá sufrido más a lo largo de la historia, tampoco es una cuestión de balanza sin más. Pero, ¿cómo medir, entonces, el sufrimiento humano?

Por otro lado, se queja continuamente de Europa, razón no le falta. Hay ira cuando riñe con ella y le dice:

Nuestra historia sangrienta va a ser más corta que la historia sangriente europea

No estoy tan segura. El autor quiere desterrar la imagen que hay de la población de Israel como una prolongación del pasado colonialista pero, ¿acaso es tan fácil desprenderse del genocidio que Israel ha cometido contra los palestinos?

El asunto es urgente y acuciante, la tragedia de los refugiados palestinos persiste. Según el plan de partición de 1947 de las Naciones Unidas para dividir Palestina en dos, una parte judía, otra árabe no fue aceptada por esta última. Desconozco los motivos y me faltan datos. Pero lo que sí me ha dejado de piedra han sido sus palabras ante el tema de los refugiados palestinos: "Israel no puede admitir a esa gente en grandes cantidades. Si lo hace nunca más sería Israel".

¿No hablaba de que la vida vale más que cualquier otra cuestión, incluido el fanatismo?

[Aben Razín]

En tu comentario, @hierbamora -¿es también la intención del autor?- estás abriendo muchos debates que, aparentemente, paralelos deben tomarse de uno en uno para encontrar luces donde hay tanta sombra y sangre.

En cuanto lea este ensayo, podré indicar mis puntos de vista que, adelanto, se ponen del lado del pueblo palestino, aunque no siempre ha buscado la mejor solución a su conflicto.

Por cierto, te indico, como haré en otro hilo del MC trimestral, que tengo que acudir a otra biblioteca. Lamentablemente, la política de préstamos interbibliotecarios en Aragón es nefasta y castiga a la que tiene menos fondos. Así que, si quiero leerlos, tendré que armarme de muchísima paciencia,

[Aben Razín]

Aunque ya sé, @hierbamora que me has ofrecido una excelente solución a mi dificultad administrativa de hacerme con este brevísimo ensayo, voy a aparcar su lectura para otra ocasión mejor. Por ahora, me centraré en las dos novelas que tengo en la Firma.

Gracias,

[hierbamora]

Vale, Aben.

Yo esta tarde leeré la conferencia que me queda para acabar el librito.

[Aben Razín]

Vale, Aben.

Yo esta tarde leeré la conferencia que me queda para acabar el librito.

Gracias por tu comprensión, @hierbamora

Eso no quita para que esté atento a tus comentarios.

[Ivanovich]

Qué buen ensayo, tan apropiado para estos momentos en los que el fanatismo, como fracaso de la inteligencia, está tan presente en tantos lugares. Por su puesto en el conflicto entre israelíes y palestinos, que es la esencia de este ensayo, pero mucho más cerca también.

El librito (es de pequeño formato) es un recopilación de tres conferencias que Amos Oz impartió en 2001 y 2002 bajo estos títulos:

- Sobre la naturaleza del fanatismo.
- Sobre la necesidad de llegar a un compromiso y su naturaleza.
- Sobre el goce de escribir y el compromiso.

Se lee en una sentada. Algunas citas, de entre tantas cosas interesantes que cuenta Amos Oz:

".. la semilla del fanatismo siempre brota al adoptar una actitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo".

"Creo que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar".

"Como narrador, como novelista no puedo ignorar que esta no es una historia en blanco y negro. No es un cuento de buenos y malos. No es una película del salvaje Oeste ni el reverso de ésta. Aunque en Europa muy a menudo, más a menudo que lo contrario, he conocido a gente impaciente que siempre quiere saber en cada historia, en cada conflicto, quiénes son los buenos y quiénes los malos, a quién deberíamos apoyar y contra quién deberíamos protestar... Pienso por mi experiencia que el choque entre judíos israelíes y árabes palestinos no es una historia de buenos y malos. Es una tragedia: un choque entre derecho y derecho. Y lo he dicho tantas veces que me he ganado el título de «traidor redomado» a ojos de muchos de mis compatriotas. Al mismo tiempo, nunca he conseguido «satisfacer» por completo a mis amigos árabes, en parte porque piensan que mi postura no es lo bastante radical, o porque no soy un militante propalestino ni pro árabe..."

" Y además yo me levanto cada mañana, me doy un paseíto por el desierto, me hago una taza de café, me siento a mi mesa y comienzo a preguntarme: «¿Cómo me sentiría si fuera ella? ¿Cómo sería ponerme en la piel de él?», algo que uno tiene que hacer si quiere escribir hasta los diálogos más sencillos: uno sólo tiene que repartir, no ya su sentido de la lealtad, sino incluso sus tripas entre muchos personajes. Creo que fue D. H. Lawrence quien una vez dijo que, para escribir una novela, hay que ser capaz de refrendar docena y media de opiniones y sentimientos contradictorios y conflictivos con el mismo grado de convicción, vehemencia y fuerza interior. Así que tal vez esté algo mejor equipado que otros para entender, desde mi punto de vista judío israelí, cómo se siente un palestino desplazado, cómo se siente un árabe palestino a quien «alienígenas de otro planeta» le han arrebatado su patria, cómo se siente un colono israelí en Cisjordania. Sí, a veces me pongo en la piel de esa gente ultraortodoxa. O al menos lo intento. Tal vez esto me cualifique para alzar la voz y criticar".