Thomas Bernhard
Moderador: natura
Sí vale, pero depende de que lector aparca el libro rápido puesto que para decir algo concreto le da muchas vueltas no?
Quizás prefería que le leyera solo aquellos que realmente son amantes de su literatura, no le gustaba las medias....puede ser.
De hehco sea por lo que sea lo consiguió puesto que no te deja indiferente su lectura en absoluto.
Quizás prefería que le leyera solo aquellos que realmente son amantes de su literatura, no le gustaba las medias....puede ser.
De hehco sea por lo que sea lo consiguió puesto que no te deja indiferente su lectura en absoluto.
- az681
- No tengo vida social
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- Ubicación: En el pais de la nubosidad variable
¿Por qué crees que abusa,omejor dicho utiliza la frase larga,y el parrafo casi sin puntuación?
Yo me inclino a pensar que es para ponerselo dificil al lector.Creoque le gustaba jugar con el destinatario de sus obras.
Así conseguía sacar de su interior todos los temas que lo corroían desde su infancia.
Yo me inclino a pensar que es para ponerselo dificil al lector.Creoque le gustaba jugar con el destinatario de sus obras.
Así conseguía sacar de su interior todos los temas que lo corroían desde su infancia.
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Yo también pienso y de hecho lo eh leido que puede ser debido a la enfermedad que tuvo de adolescente, no olvides que el estudió violín, pero debido a un resfriado mal curado padeció durante toda su vida sarcadosis y afectó al sistema linfático y los pulmones.
Eso hizo que su prosa fuera extraña y apenas utilizara comas en su escritura...
Eso hizo que su prosa fuera extraña y apenas utilizara comas en su escritura...
Re: Thomas Bernhard.
Copio y pego un particular "homenaje" (a su manera) que hace Hervé Guibert a Bernhard en su libro Al amigo que no me salvó la vida. (Cuidado, hay un pequeño spoiler del libro de Guibert)
"Yo estaba obsesionado, paralizado por esa por esa imagen de Titi, incapaz de hacer cualquier cosa, incluso de seguir leyendo El Trastorno de Thomas Bernard. Yo odiaba a ese Thomas Bernard, era indudablemente un escritor mucho mejor que yo y, sin embargo, no era más que un lustrador, un fabricante de perogrulladas silogísticas, un tuberculoso sin desvirgar, un tergiversador especialista en salirse por la tangente, un escupidor de diatribas enculadas de moscas salzburguesas, un fanfarrón que lo hacía todo mejor que todo el mundo, ir en bici, escribir libros, clavar clavos, tocar el violín, cantar, filosofar y refunfuñar por mezquinidad, un oso con mala uva devastado por los tics a fuerza de asestar siempre los mismos zarpazos, con su gran pata tosca y terca de cateto holandés, a las mismas quimeras, a su país natal y a sus compatriotas, a los nazis y a los socialistas, a las monjas, a los malos actores, a todos los demás escritores y en especial a los buenos, así como a los críticos literarios que alababan o despreciaban sus libros, sí, un pobre Don Quijote engreído, miserable vienés traidor a todo que no cesaba de proclamar su propio genio libro tras libro, que no son sino poca cosa, pequeñas ideas, pequeños rencores, pequeñas imágenes, pequeñas impotencias con las que ese rascatripas tejía doscientas páginas, sin moverse un pelo del fragmento al que se había propuesto sacar brillo con su inigualable viola, hasta el lucimiento total o la desaparición, hasta el emborronamiento de sus líneas, dándole vueltas a la cabeza del lector con las repeticiones de su monotema obsesivo, sacándole de quicio mediante pequeños toques de arco tan exasperantes como el surco de un disco rayado, hasta que esos diminutos cuadros, esos diminutos hallazgos se convierte, hinchados a tope por la belleza de esa escritura -no hay más remedio que inclinarse en algún momento de esta sátira-, en mundos enteros de sí mismos, en perfectas cosmogonías. Por lo que a mí respecta, había cometido la imprudencia de ponerme a jugar una humillante partida de ajedrez con Thomas Bernhard. La metástasis bernhardiana,, la metástasis bernhardiana se propagó a una velocidad de vértigo en mis tejidos y en mis reflejos vitales de escritura, ella la fagocita, la absorbe, la sojuzga, destruye toda su naturalidad y toda su personalidad para desplegar sobre ella su dominación devastadora... espero con impaciencia la vacuna literaria que me librará del sortilegio que me inflingí a mí mismo intencionadamente por mediación de Thomas Bernhard, transformando la observación y la admiración de su escritura -a pesar de no haber leído hasta hoy más que tres o cuatro de sus libros y no la lista abrumadora que llena la página de este autor- en motivo paródico de escritura y en amenaza patógena,
al igual que la progresión del HIV que en mi sangre va diezmando los linfocitos destrozando mis defensas immunitarias, mis T4, paralelamente, digo, al HIV , escribiendo por ello un libro esencialmente, por principio, bernhardiano, realizando por mediación de una obra de ficción imitativa una especia de ensayo sobre Thomas Bernhard, con el cual en realidad he querido rivalizar, cuya monstruosidad he querido superar, de la misma manera que él hizo falsos ensayos disfrazados de novelas sobre Gleen Gould, Mendelssohn-Barthody o, creo, sobre Tintoretto, y ello contrariamente a su personaje Wertheimer que renunció a convertirse en un virtuoso del piano el día en que oyó a Glenn Gould tocar en Variaciones Goldberg. No, yo me he considerado vencido ante la comprensión del genio, por el contrario me rebelé ante el virtuosismo de Thomas Bernhard, y yo, pobre Guibert, luchaba aún más, me armaba aún más a fin de igualarme con el maestro contemporáneo, yo, pobre minúsculo Guibert, ex amo del mundo que se había topado con dos cosas muy superiores a él:
en SIDA y Thomas Bernhard."
el SIDA
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Re: Thomas Bernhard.
Thomas Bernhard, tras las cenizas de Rimbaud
Se publican en un solo tomo tres libros de poemas del novelista y dramaturgo austriaco, dos de ellos inéditos en castellano
http://www.publico.es/culturas/356182/t ... de-rimbaud
Se publican en un solo tomo tres libros de poemas del novelista y dramaturgo austriaco, dos de ellos inéditos en castellano
http://www.publico.es/culturas/356182/t ... de-rimbaud
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- natura
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Thomas Bernhard
Aparece en castellano la correpondencia entre el autor de "Trastorno" y su editor, Siegfried Unseld
Thomas Bernhard contra todo, contra todos
Enlace al hilo del libro Correspondencia
Thomas Bernhard contra todo, contra todos
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