Casper, respondiendo a un comentario tuyo que a la vez me respondía, te digo que realmente todos los que ven de cerca al engendro endemoniado se dan cuenta de lo que es, pero algunos no lo enfrentan por cobardía y otros, por cínicos o por algún interés que los lleva a venderle el alma al diablo.
Gente como Edwards ha actuado muy decentemente y con dignidad, dándose su valor. Está el caso de Pablo, el cantautor, que con sus testimonios hizo que algunos de los simpatizantes del lobo vestido de oveja se dieran cuenta del engaño. Me han contado que así Ana Belén y Victor Manuel se enteraron de la cruda verdad. Tal vez sea cierto, porque desde hace mucho tiempo dejaron de venir a cantar versos de Guillén.
Saramago también dio la espalda. Mercedes Sosa igual. Creo que hasta Sonia Silvestre, Dany Rivera y Lucecita Benitez lo hicieron. O al menos se enfriaron bastante y dejaron de venir a arengar. Y así, muchos, muchos, muchos. Y mejor, porque odiosos son los que apoyan al diablo viviendo fuera del infierno. Como no se queman el culo... Por eso me parece normal que esos sujetos que proceden así, se ganen el odio de todo un pueblo. Por cínicos, hijos de puta. Que me digan antidemocrático y salvaje, pero no los respeto. Al final uno procede de acuerdo a la manera en que te han tratado. Y hay gente que merece esa mano dura.
Y me parece muy "lindo" eso de que vengan a teñirte tu realidad desde fuera y que para colmo tengas que tragarte la píldora a la cañona porque el que no puede hablar eres tú, porque te hacen talco de tus huesos. ¿Entonces? ¿No habría que ser de goma o muy comemierda para no querer matarlos?