Hijos de Heracles. El nacimiento de Esparta - Teo Palacios

[OTSU]

Recién empezado.

[Laren]

Pues toca esperar a ver el resultado... Empezaré a morderme las uñas

[OTSU]

Seguro que me gusta, no doubt.

[OTSU]

Hola,

llevo unas 60 páginas. De momento destaco la claridad y pulcritud de la prosa y lo didáctico del contenido, de Esparta con frecuencia se narran historias ambientadas en las Termópilas, Platea, Salamina, o en la guerra del Peloponeso, no tanto en momentos anteriores. Como el propio autor especifica no hay tanta información del periodo abordado. Se agradece la inclusión del mapa con referencia a su fuente así como el dramatis personae.

[Laren]

Pues no empezamos mal entonces... A ver cómo continúa

Un abrazo

[OTSU]

Sigo avanzando, gana ritmo.

El capítulo sobre Arquidamo es muy duro, pero transmite muy bien la mentalidad propia de ese contexto, está bastante logrado.

[OTSU]

Terminado, una buena obra sobre la Esparta Arcaica, el crecimiento de los personajes está muy bien acompasado con el desarrollo de la propia Esparta. Insisto en el valor pedagógico del libro, a añadir al interés de la propia trama. Tal como el autor refleja ya era hora de que alguien escribiese un relato sobre la Esparta arcaica, aunque sea una temeridad (al fin y al cabo a las Termópilas, Salamina y Platea se llega desde un origen). El único pequeño pero que le pondría es el arranque un tanto titubeante, que se soluciona pronto y que en modo alguno empaña un muy notable resultado. Recomendable para todos aquellos que deseen conocer Esparta.

[Laren]

Pues ya dirás donde tengo que pagarte una caña, Otsu... Me alegra que te haya gustado.

Hablas del arranque titubeante. Es posible que sea así, pero, en mi defensa alegaré que algunos lectores encuentran el inicio un tanto complejo, en especial por el choque con los nombres de los personajes que, además, son bastantes desde el principio. Si me hubiera lanzado a tumba abierta desde el principio hubiera sido, creo, mucho más complejo de seguir. Opté por lo tanto por lo más lógico: hacer un principio de baja intensidad en el que presentar la época y los personajes principales y luego, poco a poco, aunque creo que con cierta rapidez, meter la directa y comenzar a tratar la verdadera historia de la novela.

Si, además, lo encuentras de valor pedagógico y lo catalogas de buena obra y de resultado notable, ya me fundes los plomos

Un abrazo!

[OTSU]

Hola, Laren, entiendo tu planteamiento del inicio, tienes razón en lo que dices, quizás hubiera sido demasiado complejo al principio. El libro es muy didáctico y muy notable, un buen trabajo sobre una época poco abordada y que no debe ser fácil de novelar.

Saludos

[Arwen_77]

Recién comenzado. De momento ha despertado mi interés, tras unas cuantas páginas (no muchas porque se trata de una novela cortita, algo poco habitual en este género) hablando de dioses y batallas comienza la historia de la familia del rey Teopompo. Ya estoy impresionada con imaginarme a parturientas capaces de no emitir ni un solo grito de dolor y a niños pequeñitos andando con cadenas en sus pies y manos.
Creo que me va a impactar. Promete.

[Laren]

Bueno, pues si empieza despertando interés, ya es mucho... Ya me contarás qué te parece. No temas ser dura,

[Arwen_77]

Prometo que seré todo lo dura que el libro merezca, cual espartana de pro. Dicho esto, hasta ahora, sólo puedo decir que me está gustando mucho.
Terminado el capítulo 4.
Me ha pasado algo muy curioso esta tarde. Estaba yo leyendo en el campo, bajo un árbol, justo acababa de terminar uno de los terribles pasajes sobre el entrenamiento de los niños espartanos, desde que son casi bebés. Concretamente acababa de leer

como Tira abandona a su hijo de 4 años en el bosque de noche, acompañado solo por su perro, para que pierda el miedo a la oscuridad.

Justo en ese momento apareció un niño de unos cinco años, llorando a gritos, llamando a su mamá. Lógicamente me acerqué y le pregunté que qué le pasaba. Entre sollozos me dijo que se había alejado jugando con su hermano y que los había perdido de vista a los dos. En cuanto le dije que viniera conmigo y que no se preocupara que en seguida encontrariamos a su madre dejó de llorar. La aventura se resolvió pronto. A los cinco minutos encontramos a la madre, pero lo ocurrido me hizo reflexionar sobre como son realmente los niños a esas edades.
Leer después como Anaxándridas

mata a un bebé , su hermano al perrillo, el terrible entrenamiento en la "academia"

me resultó aún más impactante.
Por cierto

lo de matar al bebé lo hace porque es el príncipe, ¿no?

He entendido que eso no lo hacían el resto de niños espartanos.
A ver que tal Anaxándridas

en la academia ahora que su mayor enemigo es jefecillo

. ¡Lo que le espera!

[Laren]

Bueno, lo de tu experiencia no tiene nombre, Arwen... Increíble casualidad.

Me temo que gran parte de este mensaje serán spoilers...

La escena con el perro ha sido de las que más trabajo me ha costao escribir hasta la fecha. Tengo perros y los quiero muchísimo. Aquí en Andalucía se lleva a cabo una práctica terrible con los galgos que ya no sirven para cazar: los cazadores los atan a un árbol del cuello y los dejan allí para que mueran. Me gusta reivindicar según qué cosas en mis textos, creo que es un buen medio de llegar a la gente, de mover algún que otro corazón. De ahí la amenaza de Teopompo con respecto al perro. De ahí que me costara tanto escribir esa escena.

Me gustan también jugar con los significados de los nombres de mis personajes. Con los históricos no hay nada que hacer, claro... pero con los que puedo intento dar lecturas más profundas. Fue el caso de Tira. El nombre significa "protectora", y va muy con el personaje a lo largo de la narración. Ya me dirás si te parece un acierto o no.

Y no, eso a lo que te refieres no lo hacían los niños espartanos. Es una de las poquísimas licencias que me tomé en la novela, pero quería lograr una escena impactante, que sorprendiera y golpeara al lector. Espero haberlo conseguido.

Ya me contarás qué otras cosas van saliendo, espero que el resto no te defraude!

[Arwen_77]

Terminado el capítulo XI. Me sigue gustando mucho. Se va volviendo más negro y terrible por momentos.
Parece no haber límite en la dureza del entrenamiento de los chavales. ¿De verdad es posible que el ser humano aguante tanto? ¿Qué parte hay de ficción en eso?

Un detalle que me ha descuadrado en Anaxándridas es su actitud con la anciana esclava.

¿Por qué la reprende friamente cuando va a su casa por primera vez? El no es tan bestia como su padre y su hermano.

No me esperaba eso.

Me ha pillado también totalmente por sorpresa

el asesinato de Ofira. ¡Pobrecilla! Supongo que este hecho traerá cola.

Por cierto,

¿es histórico lo de que las adolescentes servían desnudas en los banquetes?

¡Que extraño!

[Laren]

Arwen, no me canso de decir siempre que escribimos novela, y como tal, siempre tiene elementos ficticios. En este caso concreto en el que preguntas, el de la educación de los niños, la ficción es... 0. No invento nada en ese tema. Era tan cruel, dura y represiva como se narra en la novela, probablemente más. Yas has leído, por ejemplo, el tema de la diamastigosis. Fíjate cómo sería ese ritual, que para cuando Roma era la potencia dominante (y con lo ávidos de sangre que andaban estos señores) construyeron un anfiteatro alrededor del Templo de Ártemis para contemplar el espectáculo de los efebos flagelados. Imagina...

Lo que mencionas con respecto a

la actitud con la esclava. Es cierto, él no era así... Pero lleva ya 6 meses en la Agogé, y el sistema comienza a moldear su forma de pensar y de actuar. Era eso lo que quería ilustrar con ese tema

Como comprenderás, de Ofira no te cuento nada...

Y por último,

Sí, es totalmente cierto que las espartanas pasearan y sirvieran completamente desnudas. Los niños espartanos vivían completamente separados de las mujeres, y era una forma de que el cuerpo femenino no les resultara extraño. Las mujeres incluso competían con los hombres y practicaban atletismo y otras pruebas, siempre desnudas, claro.

Me alegra que sigas disfrutando de la lectura... Viniendo de una lectora como tú es un halago.