La muerte de Venus - Luis Racionero

[lucia]

Páginas: 208
Formato: 15 x 23 cm
ISBN: 978-84-666-4653-6
PVP: 16.00 €

La pasión, cuando no es correspondida, puede envenenar el alma. En la Florencia del siglo XV el esplendor de las artes depende del delicado equilibrio político. Lorenzo de Medici es un líder respetado por muchos, pero odiado por otros tantos. En cualquier momento los que envidian su enorme poder pueden aliarse contra él para intentar arrebatarle el mando de la ciudad más próspera de Italia. Sólo necesitan la ocasión propicia y la ayuda de algún traidor. Ajena a las intrigas palaciegas, una joven de excepcional belleza recién llegada a la ciudad significa para el joven pintor Sandro Botticelli el descubrimiento del amor y la inspiración. Simonetta no sólo acaba posando como modelo para uno de los cuadros más célebres del Renacimiento italiano, "El nacimiento de Venus", sino que se convierte en objeto de deseo del pintor. Pero la pasión, cuando no es correspondida, puede envenenar el alma. Luis Racionero ha escrito una magnífica novela histórica en la que, desde la primera página, seduce al lector con su prosa elegante, ágil y precisa, así como con las intrigas amorosas y políticas que tenían lugar en la Florencia de los Medici.

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Novela desigual que se lee en un suspiro. La primera parte nos cuenta la vida de Boticelli desde que conoce a Simonetta Catanei, en la que se nos narra de forma bastante idílica y con unas descripciones un poco pesadas del aspecto físico de los personajes el ambiente artístico de Florencia y cómo surge el El nacimiento de Venus. De aquí creo que me quedo con las pinturas.



La segunda parte mejora bastante y tiene algunas descripciones estupendas, tanto una de la ciudad como de algunos personajes, especialmente en las que destila un punto de mala leche (impagable imaginarse a Savonarola como una sardina seca o a los nobles de Venecia como momias amojamadas ).

En esta parte, que comienza con la conjura que provocó la muerte de Giuliano de Médicis, el protagonismo lo cobran Luca Pacioli (en lo que es un claro anacronismo, ya que en esos años estaba en Peruggia), y Lorenzo de Médicis, así como la lucha de Lorenzo con el Papa. Termina con la hoguera de las vanidades y los eruditos florentinos abandonando la ciudad.

Os dejo un trozo de un diálogo entre Maquiavelo y Leonardo da Vinci que me ha gustado especialmente

-Si nos oyeran nos tomarían por peces de sangre fría; miradlos, son capaces de lo peor, pero les ofenden los hombes sin sentimiento, como dicen ellos. ¡Hatajo de hipocritas!
-Con sentimientos y juicios de valor no se conoce la realidad, solo un reflejo de nuestros autoengaños. Yo disecciono cadáveres por las noches, sin ser visto, para que no me lo prohiban. Es sacrílego cortar a un muerto para investigar por qué estamos vivos.
-Me encantaría er vuestros dibujos. ¿Tenéis algo del cerebro?
-Venid conmigo y os enseñare mi cuaderno de anatomía. He localizado el asiento del sentido común.
-¿Ocupa mucho sitio?
-El tamaño de una nuez.
-Creí que sería como un grano de mostaza.