Terminado!!! En resumen el libro me ha gustado por la época que cuenta y porque Follet sabe mantener el interés y entremezclar historia y ficción de manera amena, pero me han fallado mucho los personajes. En ningún momento llegas a identificarte con ellos y en este caso son, más que nunca, instrumentos o marionetas que usa para mostrarnos la historia de cerca (ni voy a entrar en decir lo curioso que es que siempre esté alguno en el momento y el sitio justo para presenciar los grandes momentos y lo cerca que están de los protagonistas históricos) y eso los hace bastante superficiales y carentes de interés. Se han salvado un poco dos para mí gusto, porque dentro de todo, son los que más me han simpatizado: Dave y Tania. Además el libro me ha parecido algo más folletinesco que los anteriores; no obstante, y a pesar de esos defectos, me ha mantenido enganchada las más de mil páginas que tiene, nunca pierde el ritmo y aunque los personajes ficticios no terminan de llegarte, creo que Follet sí consigue perfilar bastante bien a algunos de los personajes históricos. Así que la impresión final, es bastante buena, sobre todo, si hablamos de la trilogía al completo, ya que en más de 3000 hojas narra un siglo emocionante y lleno de cambios, creo, que bastante bien documentado y narrado.
Ya metiéndome en el último capítulo
me ha emocionado la caída del muro; de las partes del libro mejor narradas. Es emocionante, y vemos cómo se vive desde todos los puntos estratégicos del mundo. Además, me parece un acierto acabar la historia ahí. |
En cuanto al epílogo
Me ha encantado también. Es un añadido que no era necesario, porque además se sale del siglo XX, pero que creo que es un acierto. Después de leer durante páginas y páginas, en la piel de varios personajes, la lucha de los negros por conseguir los mismos derechos que los blancos, es emocionante ver, cincuenta años después, como un negro se convierte en presidente de los EE.UU. Me emocioné con las lágrimas de George y con la respuesta de Maria a su nieta: "Maria sabía por qué lloraba. Lloraba por Bobby y por Martin y por Jack. Por cuatro niñas de una escuela dominical. Por Medgar Evers. Por quienes habían luchado por la libertad, vivos y muertos". |