Fred Astaire & Ginger Rogers-Making Love
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Y adoro el vestuario de esa época.
Moderadores: Ashling, Judy Bolton
Antes se rodaban muchos números musicales así. Lo de ahora es todo un corta y pega, corte y más corte, y vuelvo a cortar y editar . Eso sí era talento y lo demás son tonterías.Gudula Bavón escribió:Me parece recordar que Gene Kelly opinaba de Powell lo mismo que Fred Astaire. Por cierto, 2 minutos y pico en una sola toma.masako escribió:Estoy de acuerdo con lo que comenta de que el verdadero rival de Fred Astaire no fue un hombre (Gene Kelly) sino una mujer (Eleanor Powell). Señala que este baile de ambos es uno de los más complicados de la historia. Nada que objetar .
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En cualquier caso, se les notaban menos las costuras y no abusaban tanto de ellos, salvo que la ocasión lo requiriese. A Fred Astaire, por ejemplo, le gustaba filmar una rutina de baile en una única toma, si eso era posible.Gudula Bavón escribió:No te creas. Antes también se hacían los números con muchos cortes, supongo que debido a la exigencia física y la necesidad de descansar, pero muy bien resueltos y, a veces, pasan desapercibidos.masako escribió: Antes se rodaban muchos números musicales así. Lo de ahora es todo un corta y pega, corte y más corte, y vuelvo a cortar y editar . Eso sí era talento y lo demás son tonterías.
El puesto que se merece un auténtico number 1 .Gudula Bavón escribió: Dato curioso de Fred Astaire: tiene la ficha nº 1 en imdb.com.
¡Dí que sí!. Que nos llamen rancias si quieren, ¡a mucha honra! .Tessia escribió:Lo celebro, masako. Y será que soy un poco rancia pero este tipo de películas ,con ese glamour, esa música y ambientación. ¡Me encantan!
A Astaire se le reconocen dos innovaciones importantes en las primeras películas musicales.
Primero: su insistencia de que la cámara (casi estacionaria) filmara una rutina de baile en una única toma.
Segundo: fue firme en que todas las canciones y rutinas de baile estuvieran integradas suavemente en el argumento de la película.
"Una vez después de una cena, Gregory Peck y yo llevamos a Fred Astaire a casa. Fred vivía en una casa colonial que tenía un largo porche con muchos pilares. Cuando lo dejamos, él bailó a lo largo de todo el porche delantero, luego abrió la puerta, nos echó el sombrero y desapareció. ¡Guauu! Greg y yo no pudimos hablar por unos minutos. Fue una hermosa manera de decir gracias".
(Kirk Douglas en Douglas, Kirk. Let's Face It. Wiley, 2007, p. 26.)
"No solo era el mejor bailarín de salón, o bailarín de claqué, simplemente era el bailarín más grande, más imaginativo de nuestro tiempo".