El día de hoy en un libro (II)

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Richard Shelton
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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Richard Shelton »

1775
Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Batallas de Lexington y Concord

Durante el invierno, las cosas fueron de mal en peor y en todas las colonias empezaron a organizar e instruir compañías militares. Especialmente en Nueva Inglaterra, muchos hombres libres que nunca fueron soldados dispusieron de tiempo para recibir instrucción militar. Cada hombre consiguió un fusil y no se separó de él y todos acordaron estar preparados continuamente para recoger su fusil y unirse a la compañía tan pronto se les llamara. No eran soldados entrenados, pero eran valientes, sabían tirar y eran muchos.
Viendo esto, el comandante de las tropas británicas en Boston se puso nervioso. Tenía soldados suficientes para defender la ciudad, pero toda la comarca vecina era un hormiguero de milicianos y otras compañías de milicia estaban llegando de las colonias cercanas, lo que hacía muy probable que fuera inminente un verdadero conflicto. Luego fue informado de que los colonos estaban reuniendo una gran cantidad de pólvora y armas en Concord, una aldea situada a unos treinta y cinco kilómetros de Boston. En vista de ello, el comandante británico, un general llamado Gage, decidió terminar con el asunto en el acto, y una noche reunió a setecientos hombres y los despachó a Concord, con orden de apoderarse del depósito.
Gage trató de operar en secreto, pero los colonos estaban vigilando y enviaron a tres jinetes, Paul Revere, William Dawes y el doctor Samuel Prescott, para dar la alarma. Revere fue capturado ocho kilómetros antes de llegar a Concord, Dawes tropezó con una patrulla y tuvo que volver, pero el doctor Prescott pudo pasar, por lo que los norteamericanos cargaron apresuradamente sus pertrechos en carretas y los sacaron de Concord. Años después, el poeta Longfellow, sin conocer bien las circunstancias, escribió un poema atribuyendo todo el mérito a Paul Revere, olvidando a Dawes y Prescott; por ello hasta ahora, mucha gente cree en la cabalgata de Paul Revere, aunque debiera ser la de Prescott.
Mientras tanto, la vanguardia inglesa había llegado a Lexington, a veinticinco kilómetros de Boston, sin ningún tropiezo, pero allí encontró a setenta milicianos armados, reunidos en el prado de la aldea. El comandante británico, mayor Pitcairn, les ordenó que dejaran sus armas y se dispersaran. Empezaron a dispersarse, pero no dejaron sus fusiles y mientras se retiraban alguien ―nunca se ha sabido quién— disparó un tiro. Esto fue demasiado para los británicos que, sin órdenes de Pitcairn, hicieron una descarga. Ocho norteamericanos resultaron muertos y aunque unos pocos respondieron al fuego, solamente fue herido un soldado británico.
Luego llegó el cuerpo principal de las fuerzas británicas al mando del teniente coronel Smith y siguieron la marcha a Concord. Para entonces, sólo había quedado allí una pequeña cantidad de pólvora y armas, pero la guerra había comenzado. Ese día, el 19 de abril de 1775, fue el principio del fin de la soberanía del rey de Inglaterra. La noticia de la escaramuza de Lexington se propagó con rapidez, y cuatro mil milicianos acudieron a apostarse a ambos lados del camino que debían tomar los británicos para volver a Boston. Los milicianos no combatían en orden regular. Se apostaban detrás de árboles, vallas de piedra, casas ―cualquier cosa que ofreciera protección— y cada hombre disparaba a su gusto. Si Gage no hubiese enviado refuerzos desde Boston, Smith hubiera sido aniquilado; de cualquier forma, 73 de sus hombres fueron muertos, 26 desaparecieron y 174 resultaron heridos: un total de 273 de 700 que habían partido, un índice terrible de bajas.

Amanecer de un Coloso. Siglo XV a Siglo XVIII, de Gerald W. Johnson (traducción de Atanasio Sánchez)
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Richard Shelton
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El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Richard Shelton »

1861

El enemigo que amenaza noche y día puede entrar cuando quiera a una capital tan mal defendida, cuya toma acarrearía sin duda el fin de la guerra. Ningún socorro llega a Washington desde que, el 19 de abril, el 6° regimiento de infantería de Massachusetts fue atacado por la multitud en Baltimore. En efecto, los secesionistas de Maryland han obstruido las vías férreas para impedirles seguir adelante. Presa de una angustia que no lo abandonará durante tres años y medio, Lincoln se pregunta dónde están los refuerzos. Un día escucha un cañonazo, y creyendo en un ataque, se precipita al Arsenal, al que encuentra abandonado. Hace instalar un anteojo de larga vista en su oficina y, a menudo lo enfoca a través de la ventana, escrutando indefinidamente el río. Camina nerviosamente e interroga a su secretario: “¿Por qué no vienen? ¿Por qué no vienen?...”
Sólo el 25 de abril, alrededor del mediodía, un tren traerá de Annapolis, en la bahía de Chesapeake, el 7° regimiento, transportado en barco desde Nueva York. Otras tropas terminarán, en algunas horas, de poner a la ciudad al abrigo de un asalto.

Abraham Lincoln, de Jean Daridan (traducción de Christina Souverbielle y Juan Monsegur)
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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Gretogarbo »

Ahora los girondinos llevan ventaja. El 20 de abril Luis XVI se ve obligado, tras larga resistencia y —según se afirma— con lágrimas en los ojos, a declarar la guerra al “rey de Hungría”. Los ejércitos se ponen en movimiento, y el destino sigue su curso.
María Antonieta, de Stefan Zweig (traducción del alemán de Carlos Fortea Gil)

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Gretogarbo »

Del doctor Samuel Bannerling, The Maples, Front Street,
Toronto, Canadá Occidental; al doctor Simon Jordan,
en casa de la señora Jordan, Laburnum House,
Loomisville, Massachusetts, Estados Unidos de Norteamérica.
Remitida al mayor C. D. Humphrey,
Lower Union Street, Kingston, Canadá Occidental.
20 de abril de 1859
Estimado doctor Jordan:
He recibido su petición del 2 de abril al doctor Workman referente a la reclusa Grace Marks y una nota suya rogándome que le facilite cualquier otra información que obre en mi poder.

Alias Grace, de Margaret Atwood (traducción del inglés de María Antonia Menini Pagès)

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Gretogarbo »

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El sueño de la esposa del pescador (1814), de Katsushika Hokusai, xilografía.

París, 20 de abril de 1881
Ephrussi se ha pasado por el estudio con el grabado que le he pedido prestado:
El sueño de la esposa del pescador de Hokusai.
(...)
París, 20 de abril de 1882
Fauré se ha pasado hoy por el estudio para decirme que está dispuesto a comprarme cuatro pinturas, incluida la vieja
La música en las Tullerías, por once mil francos.
El cuaderno perdido de Édouard Manet. Una novela, de Maureen Gibbon (traducción de Jaime Blasco Castiñeyra)

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El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Richard Shelton »

El 21 de abril de 1910, exhalaba Samuel Clemens su último suspiro en su tranquila residencia campestre de Stormfield. Aunque fue sepultado junto a su esposa en el cementerio de Elmira, primero se realizó un funeral público en una iglesia de Nueva York.
Su enjuta figura yacía en su último angosto lecho, vestido de franela blanca, su color favorito, y allí recibió el adiós de centenares de personas que fueron desfilando lentamente. Si hubiera podido leer sus pensamientos, habría visto que estaban llenos de gratitud por la alegría que había proporcionado a cuantos lo conocieron, a cuantos conocieron sus libros. Y ellos también se sentían orgullosos del hombre que personificó el espíritu norteamericano con su humor y con su vida, con sus aventuras juveniles, su conquista rápida de fama y fortuna, sus pujos de prodigalidad y su triunfo sobre el fracaso.

Mark Twain y su Mundo, de Jeanette Eaton (traducción de Andrés M. Mateo)


*Stormfield.- Fue la mansión (de estilo de una villa toscana) construida para el novelista Mark Twain (Samuel Langhorne Clemens), y localizada en Redding, Connecticut. Ahí residió Twain durante sus últimos años de vida.
Última edición por Richard Shelton el 21 Abr 2024 08:02, editado 1 vez en total.
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El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Richard Shelton »

Pero es necesario volver a la base. Ya los días son mucho más cortos y pronto el sol no aparecerá más sobre el horizonte. No habrá más que esperar la llegada de la primavera y entonces vendrá la gran aventura; lo que ningún hombre jamás ha intentado. Amundsen, mientras guía la columna de trineos vacíos, sabe que triunfará. Él tiene fe en su estrella.
El 21 de abril de 1911, cuando el verano comienza en el océano Antártico, aparece el sol por última vez por encima del horizonte. En su casa, bien protegidos del frío y las tempestades ―a veces se alcanzan los 60° bajo cero— Amundsen y sus compañeros viven lo mejor posible.
Necesitan sobre todo economizar sus fuerzas para que llegado el día de lanzarse hacia el polo, se encuentren todos en una forma perfecta.

Grandes Aventuras de los Tiempos Modernos. Del Polo a la Luna. Tomo 1. Amundsen/Scott/Charcot, de varios autores, Círculo de Amigos de la Historia

Nota.- El texto original dice Océano Ártico, pero como se está hablando del Polo Sur o Antártida entonces debe referirse al Océano Antártico o Austral (llamado también mar Glacial Antártico u océano Meridional).
Última edición por Richard Shelton el 21 Abr 2024 07:59, editado 1 vez en total.
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El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Richard Shelton »

1836 México-Estados Unidos
Conflicto por Texas, que se ha declarado independiente de México, derrotado en San Jacinto (21 de abril), Santa Anna lo reconoce en un tratado de paz, que luego el Congreso mexicano repudia.

Almanaque Mundial 1975



1960
Brasil
Se inaugura Brasilia, construida expresamente para capital (21 de abril).

Almanaque Mundial 1971

En 1955 fue elegido Juscelino Kubitschek; bajo su administración se trasladaron los poderes de la Nación a la nueva capital, Brasilia (21 de abril de 1960).

Almanaque Mundial 1981



1967
Grecia
En 1944 los aliados liberaron a Grecia. El pueblo votó el retorno del rey Jorge II (1 de septiembre de 1946), que a su muerte (1 de abril de 1947) fue sucedido por su hermano Pablo I. Prendió entonces la guerra civil, en que el gobierno derrotó a los comunistas (Elas).
A la muerte de Pablo subió al trono su hijo Constantino II (1964). En abril 21 de 1967 las fuerzas armadas impusieron a Constantin V. Kollias como Primer Ministro mediante un golpe de estado. Después de un frustrado intento de eliminar a la junta militar, el Rey marchó al exilio (14 de diciembre de 1967) y el coronel George Papadópoulos asumió el cargo de Primer Ministro.

Almanaque Mundial 1974
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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Gretogarbo »

París, 21 de abril de 1881
La gente sigue utilizando la palabra “planes”. No sólo Ephrussi, el otro día: me refiero a los amigos y conocidos que quieren saber qué ha significado para mí la medalla del Salón, qué voy a hacer ahora que la he conseguido, qué tengo planeado.

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por emedoble »

Esta vez Marco tuvo más suerte: a finales del mes siguiente recibió una carta del cónsul general de España en Hamburgo. Estaba fechada el 21 de abril de 1982 y en ella el diplomático, llamado Eduardo Junco, le decía que no había recibido la primera carta porque no había consulado en Kiel y que había recibido la segunda gracias a la diligencia prusiana del servicio de correos alemán; también le anunciaba que en aquel mismo momento iniciaba las gestiones para obtener la información que le solicitaba.

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por emedoble »

Y las noches daban paso a los días, las semanas, los meses y los años. Hasta que, el 22 de abril de 1945, las fuerzas del tercer cuerpo militar del ejército norteamericano llegaron a Flossenbürg. Enric, que estaba escondido en los subterráneos de la calefacción, no salió hasta que oyó que los gritos de alegría eran clamorosos. Se había escondido porque, sabiendo que los aliados ya habían entrado en Alemania [como lo sabía todo el mundo], temía que los SS ejecutasen a los presos, por rabia o para no dejar testigos de sus actos. Pero los alemanes huyeron como ratas antes de que los aliados llegasen al pueblo de Flossenbürg.

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por emedoble »

Al día siguiente, 23 de abril, el caos gobernaba el campo. La enfermería estaba llena de moribundos, las barracas eran escenario de peleas y discusiones, algunos se habían hecho con armas… En el pueblo quedaban todavía patrullas de la policía alemana que vigilaban que los presos no saliesen del campo. Los aliados los habían liberado, sí, pero se habían marchado. Nadie sabía qué hacer ni adónde ir. Y, sorprendentemente, al cabo de unos cuantos días todavía llegaron nuevos presos al campo. Ya no eran deportados por el régimen nazi; ahora eran desplazados que los mandos aliados iban metiendo en los campos porque no sabían qué hacer con ellos. Fueron unos días de desconcierto en que la alegría de la liberación se iba volviendo agria, sobre todo para él, que era el único catalán del campo, el único apátrida a quien nadie reclamaba.

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Re: El día de hoy en un libro (II)

Mensaje por Gretogarbo »

24 de abril
He hecho un largo alto en Florencia con Laura, Mirto y Pesca. Es realmente la casa de Pippi Calzaslargas. Un ambiente familiar ligero, sin reglas, basado en costumbres instauradas sobre la marcha. Sin embargo, casi no he salido de casa, me entristecía: detestaba caminar bajo el sol, las calles llanas. Me gusta estar aquí, donde se sube y se baja, con los músculos y la mente alerta.

La librería en la colina, de Alba Donati (traducción del italiano de Ana Ciurans Ferrándiz)

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Mensaje por Richard Shelton »

1864

(…) Lincoln pone mucho cuidado en no aparecer promoviendo su propia candidatura, ya que la costumbre restringe, en principio, a un solo mandato el ejercicio de la presidencia., pero no obstante deja adivinar a un familiar sus pensamientos íntimos: “Un segundo mandato sería un gran honor y una gran labor, que quizá no rechazase yo, si fuese propuesto”. Pero es una eventualidad que muchos de sus amigos políticos, empezando por el secretario del Tesoro, están decididos a prevenir. La ambición de Chase es tan ilimitada como su radicalismo, y su entrada al gabinete no atenuó un ápice el rencor que lo domina desde que la Convención de Chicago, al hacerlo de lado, infligió esa herida a su amor propio. (…) Demasiado ciego para mostrarse delicado en la elección de los medios que cuenta emplear para saciar su ambición, no teme, desde hace varios meses, traicionar públicamente a su jefe. Lincoln, cuya competencia se pone en duda, finge divertirse con la agitación de este “moscardón, que pone sus huevos en todo lo podrido”. (…) El caso de Chase puede esperar, bastará que sus maniobras sean denunciadas con violencia en la tribuna de la Cámara para que sus posibilidades se derrumben.
El fin, bastante lastimoso, de esta gran ambición, no desalienta a los enemigos de Lincoln, pero los obliga a buscar otro candidato para oponerle.
Se vuelven a Grant sin obtener su consentimiento, y después hacia el general Butler, cuyo nombre no despierta ningún eco en el país. Desesperados los radicales más fanáticos harán presentar la candidatura del eterno Frémont, bajo el marbete “Radical demócrata” por una Convención disidente en el cual no toma parte ningún hombre de talento. La pasión de los políticos los ciega y les impide darse cuenta del apoyo difuso, pero real, del que Lincoln goza entre el pueblo (…) Tampoco los observadores extranjeros son demasiado perspicaces.
El encargado de negocios de Francia, que el 25 de enero consideraba “la insignificancia del Presidente acorde a la situación”, calculaba el 24 de abril “que de todos modos la campaña será fatal para Lincoln… Si Grant resulta victorioso, será presidente. Derrotado, arrastrará a Lincoln en su derrota…”. Un diario inglés, el London Morning Post, anuncia, a su vez, “la desaparición rápida y fatal del hombre que sumergió a su país en una gran guerra sin tener ningún plan, que fracasó sin excusa y que cayó sin un amigo”.

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Mensaje por Richard Shelton »

Un Leonardo Peruano

Pedro Ruiz Gallo (1838-1880)

Fue un peruano dotado en grado máximo del don de inventar cosas y una larga paciencia para ejecutarlas.
Nació en Magdalena de Eten (Lambayeque), hijo de un coronel español y una peruana oriunda de Piura.
Trabajó en Chiclayo como relojero y profesor de música, e inventó una vihuela armónica que llamó Copolongo, de gran riqueza tonal, con la cual ejecutó en el Teatro Principal de Lima, en 1877, las obras de su composición Marcha del 2 de Mayo, Canto a Manco Cápac, Mazurca Mi Patria, etc.
Ingresó en el ejército en 1852 y llegó a teniente coronel. En 1862 exploró la Amazonía; trazó mapas de la región, estableció relaciones con los indios aguarunas, e inventó una vacuna en esas apartadas regiones.
Entre los años 1865-71 se dedicó a la construcción de un reloj de once metros de altura, por dieciséis de ancho y cinco de espesor, que tenía millares de piezas, todas ellas elaboradas a mano por Ruiz Gallo; una balanza reemplazaba a al péndulo y, cuando daban las cinco de la tarde aparecían dos centinelas que presentaban armas y se veía arriar el pabellón mientras un órgano ejecutaba el himno peruano; las horas del día estaban representadas por doce cuadros con motivos de la historia patria, pintados por Ruiz Gallo.
Este reloj fue la atracción principal de la Exposición Industrial de Lima de 1872.
Además de ser músico, pintor, constructor de relojes e instrumentos musicales, cartógrafo y astrónomo, Ruiz Gallo realizó una contribución muy importante a la historia de la aviación publicando en el Callao en 1878 sus Estudios Generales sobre la Navegación Aérea y Resolución de este Importante Problema ilustrado con 25 grabados. En esta obra expone su invento de una aeronave en que figuran elementos fundamentales de todo avión moderno: 1) una superficie de sustentación que aprovecha la resistencia del aire; 2) un motor y un órgano de propulsión (hélice); 3) un sistema de dirección en el plano horizontal (timón de cola); 4) un sistema para para graduar la altura (timones de profundidad); 5) un sistema de oscilación sobre el eje del fuselaje capaz de dar al avión la inclinación lateral necesaria en las curvas horizontales; 6) el centro de gravedad delante del eje de simetría de la superficie de sustentación; 7) un sistema para variar la potencia del motor desde el máximo esfuerzo para el despegue, hasta el mínimo para la velocidad de crucero.
En los diseños de su “aparato aeronáutico” Ruiz Gallo presenta una especie de avión con forma de ave cuya construcción sería de fibras muy fuertes preparadas especialmente; su velocidad seríade240 Km. por hora con el viento a favor y de 100 con el viento en contra; su capacidad, para 20 pasajeros. (…) Pero la ayuda que esperaba de su gobierno no llegó y Ruiz Gallo se consagró a la tarea de preparar torpedos submarinos de su invención en la base del Callao.
Concentrado en estos trabajos, una explosión accidental lo hirió de muerte (24 de abril de 1880).
Sus restos reposan en la Cripta delos Héroes, en Lima.

Almanaque Mundial 1971

Nota.- Fue el descubridor de una vacuna contra la viruela que salvó a miles de personas.
La muerte de Ruiz Gallo ocurrió durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuando Chile entró en conflicto con Perú y Bolivia.
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