Pues sí. Es mi librería de cabecera y la recuerdo allí (bueno, primero en la antigua que tenían en una calle cercana) desde que soy pequeña y me empecé a interesar por la lectura.
Últimamente, como dice la noticia, había dejado la gestión de las dos librerías en manos de su sobrino, aunque yo seguía viéndola un montón tanto en presentaciones, firmas de libros, clubs de lecturas... Además la gente que trabaja allí lleva toda la vida y es un gusto entrar y ver que te tratan con amabilidad, que entienden de libros y que ellas mismas (digo ellas porque la mayoría de las empleadas son mujeres) son grandes lectoras. No como en alguna que otra gran superficie.
Siempre les doy las gracias por las recomendaciones que me hacen y los ratitos de charla hablando de libros.
Así que el legado queda en buenas manos, aunque es una pena que no vaya a estar presente en los actos del centenario de la librería