Muchas gracias por los comentarios y por los puntos. Como siempre digo, los comentarios me animan a seguir escribiendo e intentar mejorar
.
La idea me vino estudiando las asignaturas de este cuatrimestre (todas del Renacimiento, así que tenía poco donde elegir
). Como ya habéis comentado, los personajes del relato no son históricos, pero el contexto sí. He querido reflejar varias cosas del clima que había en el siglo XVI. La primera, el cambio de actitud que hubo en la segunda mitad de siglo a raíz de la Contrarreforma, que trajo mayor control religioso. En pocos años se pasó del optimismo del Renacimiento humanista de la primera mitad de siglo al catolicismo cerrado de la segunda mitad. No hay más que ver la ropa en los retratos de los nobles de la época: los primeros, coloridos y ligeros; los segundos, oscuros y encorsetados.
En el relato he puesto como referencias temporales a Felipe II (en el tiempo en el que Isabel ya es marquesa y tiene hijos) y Carlos V (en el tiempo en el que ella y Beatriz son quinceañeras). Fue entre esos dos periodos cuando se dio el cambio que he mencionado, y me pregunté cómo lo vivirían personas como Isabel y Beatriz, sobre todo esta última, criada en las cortes europeas y acostumbrada a ambientes cosmopolitas y más abiertos. El descubrimiento de la propia sexualidad es complejo incluso hoy en día, no digamos ya por aquel entonces, cuando toda mención era un tabú casi imperdonable. Quería hacer el relato verosímil, pero también quería darle a Isabel la oportunidad de hallar un camino entre tanta beatitud, y por suerte lo consiguió a través de los siete rosarios
. En el caso de Beatriz, en cambio, la posición política de su marido (quien no sería tan fácil de engañar como ella se había esperado) hizo que se viera atrapada en una vida austera y sin perspectivas.
Otros temas de la época que quise meter (quizás demasiado de pasada, pero es que si no se habría hecho demasiado largo) fue la posibilidad de los burgueses de entrar en la nobleza a través de la riqueza (Isabel es la nieta de un comerciante de lana, pero llega a ser marquesa), la de acceder a los estudios universitarios para entrar en política o la de conflictos como el de los comuneros.
En fin, perdonad por el ladrillo y gracias de nuevo, disfruté mucho escribiendo el relato, pero sobre todo leyendo los vuestros. En primavera, más
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