CP XVII - Mi vida en Saturno - Bree Van de Kamp

[kassiopea]

MI VIDA EN SATURNO


Estaba escondido debajo de las escaleras metálicas, no se veía mucho, pero era el único sitio que había encontrado donde no se me veía.
Solo podía ver a los trabajadores haciendo los últimos ajustes de la nave, mañana era el gran día, mi madre que era una de las pilotas volaría hasta el planeta Tierra.
De repente alguien me toco en la espalda y me asuste, era mi amigo Tul.
- Sabía que estabas aquí- me dijo.
- Mira, han modificado la nave, ahora la cabina es más pequeña y el sitio de remolque es muy grande. ¿Crees que conseguirán traer una nube? - le pregunté.
Con la mano me indicó que hablara más bajo, que estaba casi gritando y es que cuando me emociono no me doy ni cuenta de que voy subiendo el volumen de mi voz.
Me apasiona el espacio desde que nací, quizá influido por mi madre que es exploradora de planetas, cuando crezca quiero hacer lo mismo que ella.
Estuvimos un rato más viendo como ajustaban las placas solares, es el combustible principal de nuestras naves porque no contamina el espacio. Los ingenieros llevan unos trajes repelentes de objetos y nunca hay accidentes. Una vez vi caer una pieza de metal que iba directa a un pie de un trabajador y el traje, la empujó hacía fuera como si fuera una pluma.
- Mañana estaré aquí a las nueve, quiero ver el despegue, vente- le dije a Tul.
- Te vas a meter en un lio, en el despegue nadie puede estar aquí- me dijo.
A las ocho mi madre se despedía de mí, la noté nerviosa, era la primera vez que hacía algo tan importante para nuestro planeta. Era una misión muy difícil. Acercarse a la Tierra sin ser vistos, aunque era una experta en reconocimientos estelares, esto era otra cosa. Meter una nube en el remolque y traerla a nuestro planeta, solo decirlo sonaba complicado.
En nuestro planeta casi ya no llueve, nuestras reservas de agua son mínimas. La idea que tuvo el consejo de sabios fue que las naves fueran trayendo nubes de la Tierra hasta conseguir juntar muchas y formar lluvia. Estamos intentando imitar a la Tierra, estudiamos todo lo referente a los tipos de lluvia, clima, meteorología.
La nave despego muy rápido y casi sin ruido. Aprovechan la inercia de nuestro anillo giratorio para salir disparados al espacio. Dicen que somos el único planeta que está casado, por lo del anillo, es una broma común en Saturno.
Iban a bordo dos pilotas, una de ellas mi madre y dos pilotos. Los cuatro llevaban unos cascos que se llaman sunfilter, consiguen proteger la cabeza, pero sobre todo los ojos de los rayos del sol. La pantalla del casco les va mostrando datos continuamente un día conseguí, ponerme el de mi madre. Colores, gráficas, sonidos, hasta que por los auriculares del casco se oyó una voz que me decía usted no es la pilota 349 y empezó a sonar una alarma del casco y luces rojas intermitentes. Mi madre se enfadó muchísimo y me castigo 20 cragers, un crager es igual a treinta y dos horas terrestres, sin juegos interplanetarios.
Nada más acabado el despegue me fui a la zona de control nave, es como un cine, butacas y pantalla grande al espacio. Cualquier saturniano puede estar allí y seguir de primera mano la misión. Tul estaba en la puerta esperándome.
Entramos los dos y nos sentamos en la parte más cercana a la pantalla, que es más bien una ventana gigante. Al fondo se veía la nave con el remolque, saqué mi libreta y el lápiz e hice un esbozo. Tengo mi sala, que es donde duermo, toda llena de dibujos del espacio.
Giramos las sillas hacia el lado derecho porque estaban dando una imagen del interior de la nave, las dos pilotas y los dos pilotos saludaban, se oía por el altavoz como pasaban información a la zona de control datos, la voz era seria. Dijeron que en dos lunas llegarían a la Tierra.
Como aún quedaba mucho para que llegaran a la Tierra, Tul y yo, decidimos ir a la zona donde iban a soltar la nube.
Era una gran cúpula, llena de algodón por la parte de arriba con tonos azules y blancos. Habían puesto unas salidas y entrades de aire para que la nube se sintiera como en la Tierra. Había dos depósitos enormes de oxígeno a cada lado de la cúpula. En el suelo estaban apunto las semillas que se iban a plantar en el momento que la nube soltara agua.
- Ro- me dijo Tul- mira lo que están montando allí- señalando el lado derecho de la cúpula.
No sabíamos lo que era y decidimos acercarnos.
Era una plataforma cubierta con algo blando, parecía una beclou, una cama para la nube. Sabemos que las nubes no necesitan camas, pero aún así, el consejo de sabios había decidido ponerla. Cambiaríamos una nube de planeta, de la Tierra a Saturno, es posible que tenga otras necesidades, habían dicho los sabios. No lo sabíamos y era mejor no arriesgarse.
Nos habíamos distraído demasiado en la cúpula y cuando nos dimos cuenta quedaba muy poco para que la nave llegara a la Tierra.
Volvimos a la zona de control nave. Estaba llena. Había mucha expectación, estaban los sabios antiguos, los que habían pertenecido al consejo cuando se empezó a formar la idea de traer una nube. Al principio, esa idea fue considerada una locura imposible. Y con el paso del tiempo se fue viendo más alcanzable, tan al alcance que iba una nave de camino a por una nube.
La idea era que la nave se pusiera al lado de una nube grande y gris, abriera su compuerta trasera del remolque y a través de las corrientes de aire, entrara sin dificultad. Era una maniobra complicada para los pilotos, aunque lo habían practicado durante mucho tiempo un mal movimiento y la nube soltaría el agua antes de entrar en la nave.
Gracias a las cámaras laterales de la nave podíamos ver la misión como si estuviéramos allí.
La nave comunico a la sala de control que habían localizado un grupo de nubes grises y que se aproximaban a ellas. A partir de aquel momento las comunicaciones serian telemáticas para no asustar a las nubes.
Los nervios recorrían el cuerpo de todos, nuestra piel controla nuestra temperatura y nuestros nervios haciendo cambios bruscos de color. Estábamos todos con colores diferentes e intermitentes, parecíamos arcoíris, una sala llena de arcoíris.
Los sabios también habían hablado de traer un arcoíris a nuestro planeta en futuras misiones. Son tan bonitos.
La nave adopto el mismo color gris que las nubes. La nave es de un material que cambia de color según la necesidad que se tenga. Se colocó a la misma altura que las nubes y abrió la compuerta del remolque. Las nubes que quedaban más alejadas de la nave empezaron a soltar agua, tenían que darse prisa y coger la nube cuanto antes. Nada se movía, ni la nave ni la nube, el silencio era total.
De repente, la nave se acerco más a la nube y por los agujeros laterales empezó a aspirar aire, generando un poco de viento para atraer la nube al remolque. Y funcionó, la nube entro lentamente, entera, sin soltar una gota de agua. Cuando estaba en el interior del remolque se cerró. Se notaba que pesaba, porque el remolque se había movido perdiendo el control.
Las pilotas estabilizaron la nave y el remolque.
Y se oyó por los altavoces de la sala de control nave:
- Las pilotas comunican que regresan a casa. Misión completada.
Habían hecho lo más difícil, pero lo que quedaba tampoco era fácil, aunque pensáramos que sí.
Fuimos corriendo a la cúpula. Un lateral ya estaba abierto para que el remolque se acoplara allí y la nube pudiera salir.
Saqué mi libreta otra vez y me puse a dibujar todo lo que había visto. No me daban las manos, nosotros, tenemos tres manos que salen cada una de nuestros fingers, que son los brazos terrestres. Una mano está destinada a las comunicaciones y a mover objetos. Otra es artística que es con la que dibujo y la otra es para todo lo demás, aunque nos hemos acostumbrado a usar las tres de manera aleatoria.
Estaba acabando el último dibujo cuando Tul me golpeo con el codo en el finger. La nave ya estaba maniobrando para acoplar el remolque a la cúpula. Se oyó un ruido seco. Unos anclajes se encendieron con una luz verde. Ya estaba. Abrieron la compuerta del remolque, todos mirábamos en silencio esperando que la nube saliera. Y nada.
Al ver que no salía abrieron uno de los depósitos de oxígeno, y crearon un poco de aire en movimiento. Pusieron música suave para relajar a la nube después del viaje. Y al fin, salió, era enorme y gris, casi llenaba toda la cúpula, se fue a la parte más alta.
En aquel momento nos dimos cuenta de que sabíamos muy poco de las nubes, no sabíamos que hacer. Se decidió dejarla tranquila, y nos hicieron abandonar la cúpula. Nosotros no queríamos, pero fue imposible quedarse.
Habían dejado las semillas plantadas esperando que la nube soltara el agua mientras estaba sola.
Tul y yo, quedamos de noche, cuando todos estuvieran durmiendo, para ir a la cúpula.
Nos encontramos en uno de los pasillos que comunican nuestras salas de estar, no había nadie, no se oía nada, los saturninos somos muy silenciosos. Fuimos a la cúpula, entramos por una puerta lateral de la zona alta. Nada más entrar nos dimos cuenta de que estábamos a la misma altura que la nube. Parecía que estaba todo igual, sin cambios.
Acerque mi mano y la toque la nube con cariño, era suave y esponjosa. Al sacar mi mano estaba mojada. Tul hizo lo mismo y cuando ya nos íbamos, nos empezaron a caer gotas de agua. Pequeñitas. Nuestro cuerpo que tiene una piel parecía a la de las estrellas las absorbía rápidamente.
Bajamos rápido a la zona de las semillas, estaba todo el suelo mojado, cada vez llovía con más fuerza.
Empezamos a oír ruidos y en un momento la cúpula se llenó de saturninos.
Estaba lloviendo. Una parte del agua iba directa a las semillas. Y otra parte se estaba almacenando para llevar a la zona con menos agua del planeta.
La misión había sido un éxito.

[Raúl Conesa]

Tiene un aire de cuento infantil mezclado con realismo mágico que se me hace muy raro. Pero lo que menos me gusta es el estilo. Hay partes que casi parecen sacadas de Google Translate. La mayor parte de las frases se juntan entre ellas con una coma en medio y hay palabras en inglés sin necesidad alguna. Faltan numerosas tildes. Hay frases y detalles que no vienen a cuento (Saqué mi libreta otra vez y me puse a dibujar todo lo que había visto. No me daban las manos, nosotros, tenemos tres manos que salen cada una de nuestros fingers, que son los brazos terrestres. Una mano está destinada a las comunicaciones y a mover objetos. Otra es artística que es con la que dibujo y la otra es para todo lo demás, aunque nos hemos acostumbrado a usar las tres de manera aleatoria) y también malas elecciones de palabras (Estaba escondido debajo de las escaleras metálicas, no se veía mucho, pero era el único sitio que había encontrado donde no se me veía). Habiendo batallado con Lucía durante la corrección de "El Soldadito de Polovo", no quiero imaginarme cómo se las apañaría para editar este relato. Creo que le daría un aneurisma explicando uno a uno todos los cambios que ella haría.

No intento ser cruel, ya sabéis todos que mi enfoque es criticar para mejorar. Al autor/a le recomiendo encarecidamente que se instruya y que lea mucho para interiorizar las lecciones. Durante la escritura hay que prestar mucha atención a cómo se estructuran las frases y a la elección de palabras (evitar repetir verbos y sustantivos, no pasarse con los adjetivos y los adverbios modales, etc). Saber elegir cuándo empieza y cuándo acaba el relato, qué personaje debería ser el punto de vista, qué cosas hace falta explicar al lector y cuáles no, etc; todo eso mejora enormemente el resultado y hace que sea mucho más interesante para el lector.

[Yayonuevededos]

El relato es interesante, un poco plano, pero se deja leer. Lo frena la dificultad al detectar las faltas de ortografía (basta la ausencia de una tilde para que el ojo se quede allí). También hay repeticiones muy cercanas que molestan un poco.
¿Que el texto necesita un buen repaso? Sí. ¿Que es entretenido? Sí.
Me perito sugerir perseverancia, leer mucho, escribir mucho.

Saludos,
Marcelo

[Gavalia]

Demasiado ingenuo o infantil para mi gusto, pero bueno, no deja de ser eso, un cuento. Esperaba que ocurriera algo que me sacara del sopor, que me emocionará, que me enfadara, no sé, alguien a quien echarle las culpas: un saboteador, un terrorista, quizá.
El argumento de atrapar una nube no lo veo como solución de nada, ¿no? Respecto a los fallos de redacción, nada que decir, y no porque no vea los errores, simplemente porque para eso están los correctores. Tú eres un creador, así que muy bien por tu aportación
Saludos y suerte.

[Jaillet]

Sobre los fallos de redacción no voy a repetir lo que ya han dicho los demás, estoy de acuerdo en que hace falta un buen repaso y corrección de estilo. En cuanto a la narración en sí, es un cuento simpático pero me falta una catarsis: es una misión para cazar una nube, la nube se lleva a Saturno y ya está. Si hubiese estado escrito desde el punto de vista de alguien que sí va en esa misión (o si el protagonista se hubiese colado como polizón) ganaría mucho, con esto solo somos espectadores de un espectador. Transmite su ilusión, pero no es suficiente para mí, hubiese experimentado más con los posibles puntos de vista.

[David P. González]

Este relato me hace pensar en un escritor novel y joven, las dos cosas. Hay mucha inexperiencia, o esa es la impresión que me da. Incluso para ser un cuento infantil, para niños de muy corta edad. Para empezar, Saturno no es el único planeta con anillos, los cuatro gigantes gaseosos los tienen: Saturno, Urano, Júpiter y Neptuno. Una simple búsqueda en Google te proporciona esa información. Luego está el hecho de que una civilización con una capacidad energética suficiente como para dominar los viajes interplanetarios, vaya por ahí cazando nubes de agua en vez de abastecerse de agua directamente.

También hay incongruencias, como el hecho de que el viaje de ida dure dos lunas (lo interpreto como dos días), y el de vuelta dure el tiempo que tarda en hacer unos dibujos.

Pilotas no existe, tanto si es mujer, como si es hombre, la palabra es piloto.

La trama es muy plana. Se nos presenta un objetivo y se cumple. Ya está. Eso no es atractivo. Tienes que introducir drama. Los motores se estropean. La tormenta se ha disuelto, no hay nubes y tienen que desplazarse a otro punto del planeta y no tienen combustible suficiente para luego volver. Ese tipo de cosas que, como lector, te hacen desear que lo consigan.
La premisa, como cuento para niños muy pequeños y bien trabajada, me gusta. Te animo a que lo hagas.

Tu relato me ha inspirado este temazo:


Enlace

[Estrella de mar]

#Este comentario es de Hope Grace#

Los compañeros y mi creador ya te han dicho más o menos lo que yo venía a decir. Tienes una imaginación que vale doblones de oro, pero en lo formal te queda camino. Un consejo que te da el tarot es que leas como si no hubiera un mañana todos los días que puedas. La lectura y la escritura son dos caras de la misma moneda.

Los posos del café dicen que la conjunción que se ha dado puede que no sea favorable. Aunque ahora que lo pienso es posible que estén equivocados. No encontré café de las montañas azules y tuve que comprarlo de marca blanca. Mis disculpas. Pero he de decir que las varillas confirman el consejo del tarot.

[Jarg]

Autor/a, no hay mucho que pueda añadir a lo que ya te han mencionado en cuanto a la forma: faltan tildes, varias comas están mal colocadas, algunas palabras se repiten en exceso ("la nave") y me he hecho un lío con tantos pilotos y pilotas (que por culpa de @Estrella de mar me parecía estar leyendo "pindongas" por todas partes ). También deberías usar raya (—) en lugar de guión (-) para las acotaciones de diálogo.

En cuanto al fondo, veo original este género que mezcla ciencia ficción y realismo mágico. Si fuera solo ciencia ficción, la misión sería robar agua de otro planeta, pero tú has ido más allá y has hecho que el objetivo fuera cazar una nube, lo cual me gusta porque es más poético. El único problema (que ya te han señalado) es que falta algo de conflicto, un obstáculo, esa parte de la narración que hace que sigamos leyendo deseando que los protagonistas logren su objetivo.

Espero que estas palabras no te desanimen, sino todo lo contrario: queremos seguir leyéndote. Lo de las tildes, comas, rayas y conflictos son cosas que se aprenden y que, combinadas con buenas ideas como una nave que roba nubes, pueden llegar a dar una gran historia. Gracias por compartirlo

[Megan]

Tu historia me pareció original, autora/autor, en cambio la prosa deja mucho que desear. Ya en la primera frase se tropieza con un fallo y después llegan otros. No voy a mencionar lo ya dicho, estoy de acuerdo con mis compañeros en que no le das algo de fuerza para que el lector quiera saber más acerca de los acontecimientos. El realismo mágico al que apunta @Jarg, estaría perfecto en este relato. Una nave que viene a buscar nubes a la Tierra, no está nada mal. Pero no creaste un escenario adecuado a tales efectos, al contrario, el que hiciste convence muy poco, necesitaría más elementos para que el lector se sintiera dentro del proyecto.
Como te dijeron por allí, y como me lo han dicho a mí muchas veces, hay que leer, leer y leer, todo lo que puedas y todos los géneros que se te presenten. Es la única forma de poder armar un relato con más orden. Te lo dice una aprendiz de escritora, que todavía tiene fallos astronómicos.

Gracias por compartirlo y suerte en el concurso, .

[Estrella de mar]

...me he hecho un lío con tantos pilotos y pilotas (que por culpa de Estrella de mar me parecía estar leyendo "pindongas" por todas partes ).

¡Me meo!

Escribiente, no se lo tengas en cuenta. Te pido perdón por lo de las pindongas en nombre de Meg.

[Isma]

Pues a mí me parece que este relato tiene cosas muy interesantes, por ejemplo, todo lo que sugiere. Es como un principito. Se presentan a los saturnianos como seres un poco inocentones, que cambian de color según su estado de ánimo, con una misión obviamente imposible pero muy simbólica. Se les describe poco a poco y vamos descubriendo que tienen muchas manos, que su piel se asemeja a un tapiz de estrellas, que son delicados y sensibles. Eso me dice que el autor es paciente, que presenta la información de manera ordenada al lector, que tiene un plan. Todo eso me gusta.

Hay que corregir cosas, sí. Pero quizás lo más importante sea seguir confiando en ese plan que creas en la cabeza y desarrollando las historias con esa paciencia frente al lector. Sigue escribiendo, hazlo principalmente para ti: que tu relato sea algo que te encantaría leer. Sé tu lector favorito. Que lo que escribas te siga emocionando. Las correcciones llegarán poco a poco; tildes, no poner coma entre sujeto y predicado, los diálogos, algunas repeticiones... Apunta y corrige para la próxima.

¡Suerte!

[Megan]

...me he hecho un lío con tantos pilotos y pilotas (que por culpa de Estrella de mar me parecía estar leyendo "pindongas" por todas partes ).

¡Me meo!

Escribiente, no se lo tengas en cuenta. Te pido perdón por lo de las pindongas en nombre de Meg.

¿Y yo qué tengo que ver con las pindongas de @Jarg? Es lo único que faltaba, que le pidas perdón por eso en nombre mío, (cuarta colleja que doy y vos tenés dos de ellas).
Querido Jarg, es la piba la que pindonguea por todo el concurso, yo no tengo nada que ver, perdonala a ella, en nombre de las pindongas de @David P. González, alias Pesadilla, que fue quien la creó, .

[Estrella de mar]

#Este comentario es de Hope Grace#

¿Y yo qué tengo que ver con las pindongas de Jarg? Es lo único que faltaba, que le pidas perdón por eso en nombre mío,

Le pedía perdón al escribiente anónimo, no a Jarg, my dear. A Jarg le voy a pedir que sea mi becario.

Querido Jarg, es la piba la que pindonguea por todo el concurso, yo no tengo nada que ver, perdonala a ella, en nombre de las pindongas de David P. González, alias Pesadilla, que fue quien la creó, .

Aquí llevás más razón que una santa.

Escribiente, la bola de cristal dice que tomes muy buena nota de lo que dice Isma. Gran consejo ese de que seas tu lector favorito.

[Tolomew Dewhust]

Me encanta.

En nuestro planeta casi ya no llueve, nuestras reservas de agua son mínimas. La idea que tuvo el consejo de sabios fue que las naves fueran trayendo nubes de la Tierra hasta conseguir juntar muchas y formar lluvia. Esto es MAGIA.

Cuando leí los títulos sabía que este no me iba a defraudar, y no lo ha hecho. Cualquiera que pretenda contarme una historia de los saturnianos, o de unos tipos que quieren robar nubes me tiene ganado desde el minuto uno. Necesito más historias así.

El argumento es precioso. Un escalofrío ha recorrido mi cuerpo mientras te leía, y eso es algo que no sucede habitualmente. Te voy a decir una cosa: aquí todos escribimos bastante bien, y a poco que sigas participando se te va a pegar aun sin querer, como nos ha pasado al resto; pero la chispa ya la tienes, que es lo más difícil de conseguir.

Dices que los saturnianos brillaban con colores diferentes, que, en su conjunto, asemejaban un arcoíris..., otra vez MAGIA. Por estos pellizcos de magia merece la pena el conjunto.

Lo último: la música que te ha puesto Pesadilla (David) es alucinante. Es la primera vez que pincho en uno de sus enlaces pero me voy corriendo al resto de relatos a disfrutarla, pues temo estar perdiéndome algo gordo de no hacerlo.

[Tolomew Dewhust]

Me ha venido a la memoria ahora al releerte una historia que quise contar en su día y no me atreví. Iba de un astronauta que decidía quedarse en la Luna, y alguien en la Tierra decidió decirle que no, que regresara, que esta era su casa, y le anudaba a un globo una carta para que le llegara. Y entonces cundió el ejemplo y todos comenzaban a enviarle cartas anudadas a globos, y comida, y agua...

Luego vi la película de The Martian y pensé que se parecía un tanto... y no la escribí (más bien cambié radicalmente el argumento). Ahora me arrepiento de no haber escrito aquella historia.

Escribe lo que se te ocurra, que yo estaré encantado de leerte.