CV9 - Los vestidos de la marquesa - Megan (3º)

[kassiopea]

LOS VESTIDOS DE LA MARQUESA

En medio de una noche tormentosa paramos en una antigua propiedad, a un lado del camino, que anunciaba en un viejo letrero: Posada del Bosque. Mis criados, Isabel y Genaro, llevaron las maletas dentro, en tanto yo hacía el registro. Era imposible seguir, no quedaban muchas millas para llegar a nuestro destino, pero la berlina se movía furiosamente de un lado a otro y los caballos ya no soportaban la lluvia y el viento.

Tras el registro, subí a mi habitación, que estaba siendo organizada por Isabel, mientras Genaro encendía la estufa. Era una habitación amplia y limpia, y, aunque su mobiliario era viejo, se mantenía bien cuidado. Siendo la marquesa de Hastings, estaba acostumbrada a otro tipo de lugares, pero como era por una sola noche, no hice ninguna mención sobre el tema.

—Falta una maleta, la de los trajes de fiesta —me comunicó, Isabel —. Genaro, por favor, ve a la berlina, quizá se quedó allí.
—Tampoco está allí —dijo cuando volvió, tras una rápida carrera.
—Se debió de caer en el camino o se quedó en la finca —exclamé, muy acongojada—. Tengo que acudir a dos fiestas importantes. ¿Qué voy a hacer ahora?
—Vuelvo enseguida. —dijo Isabel y cerró la puerta tras de sí.
Al rato regresó con una gran sonrisa en su semblante:
—Acabo de hablar con la dueña de la posada, conoce a una modista de alta costura, la mandará llamar para que venga hoy mismo.
—Muchas gracias, Isabel, qué haría sin ti.

Esa misma noche, algo más tarde, la modista vino a la posada. Su nombre era Sara, según nos contó, hacía pocos meses que vivía en el pueblo y anteriormente había trabajado para ciertas condesas que yo conocía. Noté la sorpresa en su rostro cuando supo que necesitaría al menos dos vestidos y que no podía tardar más de dos días, pero se recuperó de inmediato. Quedamos en que vendría a primera hora de la mañana a mostrarme las telas que le parecían más acordes con mi persona.

Presta a acostarme, Isabel se ocupó de mí y, cuando estaba pronta para meterme a la cama, se escuchó un grito espantoso proveniente de abajo. Genaro bajó rápidamente y, cuando volvió, estaba muy pálido y apenas podía hablar:

—Una de las limpiadoras ha sido asesinada, la encontraron en le huerta del fondo, tiene el cuello destrozado.

Mi criado era un hombre de mediana edad, grande, fuerte y no le temía a nada; por tanto, quedamos muy asustadas al verlo en ese estado. Isabel, en cambio, era una joven pequeña, delgada, de largos cabellos que siempre peinaba con un moño. Asustada, pensé en que lo mejor sería irnos, pero al ver por la ventana que la tormenta arreciaba con toda su fuerza, concluí que no era posible.

Me cambié de ropa y bajé con ambos a hablar con la dueña. Se llamaba Emma, era bastante parecida a mí en su físico, alta y delgada, aunque se notaba poca coquetería en su vestir y en su cabello despeinado.

—Este pueblo es muy tranquilo, viven unos cien habitantes y la mayoría se dedica a la agricultura y a la cría de ovejas. Tengo la posada hace veinte años y nunca han pasado estas atrocidades. Todo comenzó con la muerte de la cocinera, hace unos diez meses, luego la camarera, hace cuatro meses y hoy la limpiadora. La policía, hasta ahora, no ha descubierto pruebas de quien pudo haberlo hecho y estoy segura de que será igual en este caso. —dijo Emma, con cierto desinterés.

Al llegar, la policía recorrió todo el lugar sin hallar nada sospechoso. Tomaron declaraciones a todos los que estábamos en la posada. Volverían cuando se hiciera de día para verificar huellas, buscar pistas y tomar las demás declaraciones pertinentes. Después se fueron, llevándose el cadáver a la morgue.

—Qué extraño que dejen todo para mañana. —exclamé, con sorpresa.
—Sí, es algo raro, siempre se quedan hasta el alba haciendo averiguaciones, además de cuidar el lugar. —dijo Genaro, con mucho sentido común.

Le dimos las buenas noches a Emma y subimos muy nerviosos. Le insistí a Genaro que pidiera un té de tila para que Isabel pudiera conciliar el sueño. Además, le dije que cerrara bien la puerta, como yo haría con la mía y que quedara muy atento.

Al día siguiente, tan temprano que aún no había amanecido, Isabel me despertó:

—Marquesa, ha venido la modista con las telas.

No me extrañó la hora, porque estaba claro que la chica sentía la presión de apurar el trabajo. Mi criada me ayudó a vestirme y peinarme, luego bajamos. Sara ya se había enterado del terrible suceso de la noche y se la notaba muy nerviosa. Al ver las telas, quedé impactada, vaya si sabía yo de telas finas. Después de elegir los diseños y tomarme las medidas, le insistí:

—Sara, como ya te he dicho necesito los vestidos para mañana en la tarde. No tengo problema con los costos, los acepto sin inconvenientes.
—No se preocupe, madame, los tendrá, se lo prometo.

Cuando Sara se iba, llegó la policía y le tomaron declaración. La joven dijo que a esa hora estaba en su casa preparándose para acostar. Luego de esto, se fue rápidamente.

El día pasó bastante complicado con la policía tomando declaraciones, posteriormente, se retiraron para obtener las palabras de los vecinos. A la noche, sintiéndome muy nerviosa, le pedí a Isabel que fuera a traerme una tila. Al ver que tardaba demasiado le dije a Genaro que bajara a ver por qué demoraba tanto.

Como una repetición de la noche anterior, un grito estremecedor rompió la noche. Corrí escaleras abajo, mientras escuchaba a Genaro gritar como un loco. Cuando llegué a la puerta trasera pude ver a Isabel tendida en medio de la huerta, cubierta de sangre. Creí que me desmayaba. Emma, junto con un hombre, que después me enteré que era el jardinero, me ayudaron a recostarme en un sillón. No podía dejar de temblar y también moría de agonía por Genaro.

Cuando pude, me levanté del sillón y fui a abrazarlo como a un hijo. Correspondió a mi abrazo con toda su fuerza, mientras lloraba y gritaba de dolor:

— ¡Ha sido atacada igual que las demás mujeres, destrozaron su cuello!

Nadie durmió esa noche, la policía se hizo presente y encaré al sargento:

—Esta muerte no va a quedar así, soy la marquesa de Hastings y hablaré con quién sea necesario para que capturen al asesino de mi criada. —en medio del dolor, me encontraba muy alterada, no obstante intentaba mantener la compostura de mi rango.
—Marquesa, intentamos que ninguna muerte quede sin hallar al culpable, estos asesinatos nos están dando mucho trabajo, debe tratarse de un asesino muy peligroso y esquivo, a mi juicio mata por el solo hecho de hacer daño. —me dijo el sargento, algo molesto y salió de la habitación.

Cuando los agentes volvieron de hacer rastreos y conseguir declaraciones, nos informaron que no tenían ningún dato sobre alguna anormalidad que hubiera pasado en el pueblo. Todo estaba muy tranquilo.

Yo estaba deshecha y Genaro, pobre hombre, no salía de su estado de horror y tristeza. Resolví que nos volveríamos a mi finca, llevándonos a Isabel para darle una sepultura digna en su pueblo. Por otra parte, envié una nota con un sirviente de la posada a las marquesas que me esperaban, explicándoles la situación. Y, por último, pedí que me llevaran a la casa de Sara para cancelar el pedido de los vestidos, no quise molestar a Genaro con eso por lo que me llevó el jardinero en mi berlina.

Llegué a la pequeña casita adonde vivía la modista, quien, al verme, quedó un poco sorprendida. Al entrar, un sentimiento de temor se apoderó de todo mi ser, había varias velas prendidas porque las ventanas tenían gruesos cortinados de color negro.

—Tome asiento, madame, enseguida le traigo uno de los vestidos que he terminado. —expresó Sara, con una voz extraña.
—Muchas gracias. —dije y noté que mi voz también sonó rara, me sentía muy asustada.

Me dejó sola en el pequeño salón, mientras yo intentaba pensar qué sucedía allí. Me di vuelta al sentir unos pasos que se acercaban por el pasillo. No se trataba de Sara, sino de un ser bestial, con ojos rojos, cuyos colmillos salían filosamente de su boca entreabierta, listo para caer sobre mí. Grité como nunca antes lo había hecho y, al sentir que me tomaba de los hombros, pensé que era mi fin.

— ¡Déjala, no es para ti! —gritó Sara, con furia.

La bestia me soltó y tras dar un salto, desapareció del lugar.

— ¡¿Qué es eso, Sara?! ¡¿De dónde salió ese demonio?!
—Madame, aquí tiene uno de sus vestidos, váyase lo antes posible y no vuelva más a este pueblo, ¡váyase ya, por favor!

La miré sin entender, pero mi instinto de conservación pudo más y corrí desesperadamente hacia la puerta, mientras huía me pareció escuchar la voz de Sara gritando y regañando al ser, que según lo que pude notar, en medio del pánico que sentí, era lo más parecido a un vampiro. Subí a la berlina, temblando y llorando, como pude le dije al jardinero:

— ¡A la estación de policía, lo más rápido que pueda!

Pareció no importarle mi actitud, ni mí estado emocional, hizo un movimiento de asentimiento con la cabeza y arreó los caballos. Cuando llegamos, miré por la ventana, estábamos frente a la posada. Saqué la cabeza por la ventanilla para hablar con el jardinero, pero ya no estaba en su sitio.

Bajé aterrorizada y estupefacta por lo que estaba pasando. Necesitaba hablar con alguien, contarle todo el horror que había visto. No había nadie en el recibidor de la posada, por lo que, aun temblando y con las lágrimas cayendo, subí las escaleras para decirle a Genaro que tomara las maletas para irnos en ese mismo momento. Al abrir la puerta de la habitación, iluminada solo por algunas velas, pude ver a Genaro en el suelo, rodeado por dos bestiales vampiros, acuclillados encima del él, que, al volverse, eran Emma y el jardinero, sus grandes colmillos goteaban sangre y sus ojos rojos me miraban con inmensa maldad. El pavor que sentí no tuvo límites, creí que el corazón se me salía del pecho, pero, aún no sé cómo, logré bajar las escaleras y subir a la berlina. Saqué a los caballos a todo galope, y me dirigí como una loca hacia la finca de mis anfitrionas.

Tres meses después…

Transcripción de parte de la noticia en The Newcastle Journal:

«…no obstante, varios efectivos policiales de alto rango acompañados por el marqués de Hastings siguieron con las investigaciones en la Posada del Bosque y en la casa de la modista Sara Smith, sin encontrar rastros de la marquesa de Hastings y de sus criados: el matrimonio de Isabel y Genaro Messina. Asimismo, recorrieron nuevamente todo el pueblo y sus alrededores, no hallándose pistas de su paradero. A pesar de ello, continúan con la búsqueda de los tres desaparecidos que se dirigían al castillo Cummings, al cual nunca llegaron».

[Raúl Conesa]

Se me hace atropellado hacia el final. Tal vez el autor/a ha intentado abarcar demasiado en tan poco espacio. Por otro lado, habría preferido una resolución plasmada en el propio texto, en vez de un párrafo de exposición en las noticias. Aquí había espacio para dar un final curioso, como que la persona que invitó a la marquesa a aquellos eventos fuese el vampiro principal y todo fuera un plan para librarse de ella. Tal vez al volver a la posada se encuentra a esta persona, y antes de que pueda hacer algo el jardinero la sujeta por la espalda y entonces al noble le salen los colmillos. Y fin.

Éste es de Megan, casi seguro.

[Yayonuevededos]

¡Uno de vampiros!
Los relatos de este tipo tienen una complejidad adicional: hacer que lo fantástico y lo real "encajen" sin que se noten las costuras. En este caso, funcionan bastante bien. No sé qué papel juega la modista, si es vampiro o no, en todo caso se la podría eliminar sin quitar nada al relato. Bastaba con una escala técnica por la tormenta. Otra cosa que chirría es la falta de final, la noticia no convence. Quizá hubiera bastado con algo como: "... me dirigí como una loca hacia la finca de mis anfitrionas: me recibieron con brazos abiertos y colmillos relucientes"
No digo que haya que modificarlo, el texto pertenece al autor, sólo pretendo buscar un final más redondo.

[Gavalia]

Para ser una historia de vampiros, mira que está manido el tema, me ha parecido entretenida. Me gusta la redacción, aunque en algún punto se me hizo algo lenta, creo que se podría decir lo mismo con menos y no digo que lo que hay sea malo. Las descripciones de las emociones de la marquesa están bien hiladas, y el cuento te introduce en una atmósfera de misterio de forma apropiada, sin embargo, creo que en su global le falta cierta fluidez. El final, no sé, si a ti te vale, para gustos ya se sabe.
Un saludo y suerte.

[Edgardo Benitez]

Me gustó mucho leerlo. Es entretenido y pienso que logra llevarte al sitio y vivirlo. Este trabajo de Stoker es tan intenso que a hoy continúan apareciendo resabios.
De manera curiosa, veo en Netflix, Drácula.

[raumat]

Pues cosas que me gustan y cosas que no me gustan.

En la parte positiva: Es un relato con mucha acción, misterio, asesinatos, sangre… Todo eso me gusta…

En la parte negativa: La redacción, creo que es mejorable. Uno de los errores que más se repite (en los diálogos) es poner coma o punto justo antes del “—dijo“. Ahí no se pone ni coma ni punto.
Mi recomendación (bueno soy yo para recomendar ): Abres el relato ese de la historia del follador (buen relato por cierto, quizás sea el mío ) y te fijas un poco en sus líneas de diálogo.

Gracias por compartirlo y suerte en el concurso.

[Megan]

El tema es muy visto, pero el final me parece interesante.

Suerte.

[Jarg]

Normalmente la temática vampírica no es mi preferida, pero este me ha gustado porque se mantiene en el área del misterio criminal durante la primera mitad del relato. También se agradece que el autor/a haya optado por el vampirismo clásico de terror en lugar del vampirismo adolescente-romántico que se puso tan de moda hace quince años.

A nivel de estilo, es muy fluido y contiene mucha acción. Es difícil meter tanta en solo tres páginas, pero creo que su autor/a ha sabido editar bien para que no resulte frenético.

En el hilo de otro relato he comentado que si se cambia de género literario de forma brusca en el mismo relato, se corre el riesgo de crear confusión. En el relato de la marquesa, en cambio, me ha parecido que la transición de misterio a terror está bien hecha, sin brusquedad. Durante la primera mitad se construye la intriga en torno al misterio de las muertes. Luego, cuando la marquesa llega a la casa de la modista empieza a perfilarse la atmósfera de terror, de manera gradual, y de esa forma el lector se ve frente al vampiro sin que eso le cree confusión. Bien hecho, autor/a .

Gracias por compartirlo y buena suerte.

[Isma]

Me ha parecido entretenido, enhorabuena. Un misterio, asesinatos... Quizás hubieras podido explorar un poco más el carácter de la marquesa, tal vez algo que la hiciera parecer extravagantemente simpática, para que sufriéramos más por ella.

Otra cosa: cien, veinte, diez y cuatro. Muchos números en un mismo párrafo. Se hace explicativo.

Suerte.

[Sinkim]

Me ha encantado, me ha parecido una historia muy entretenida y además me ha recordado bastante al estilo de las películas clásicas de terror de la Hammer El toque de que, al final, hubiera más de un vampiro en el pueblo me ha parecido un acierto

[blinder]

Hola, Aut@r!

No imaginaba que rondas en vampiros por estas tierras y fíjate que hubiera acabado como la condesa, con el cuello abierto de par en par.
A pesar de algunas pequeñas cosas que pulir, (La puntuación de los diálogos yo también aprendí en este foro y me recomendaron el diccionario panhispánico de dudas de la página de la RAE, viene explicado genial) Creo que la historia le falta muy poco desarrollo para mejorar, pero que está genial y tienes mucha imaginación y ganas, que es lo que cuenta.

Me da la sensación que es de los primeros relatos que escribes o bien presentas y vas por el buen camino. Mucha suerte!!

[Iliria]

Creo que falta pulirlo un poquito en cuanto a puntuación. También hay algunas palabras que se repiten y que quitan un poco de brillo al texto.
Sin embargo, la trama está bastante bien. Creo que logras una atmósfera de agobio y de misterio, y la historia resulta entretenida.

Gracias por participar, y suerte

[Tack]

Hola autor/autora,
Igual debería abstenerme de juzgar este relato porque no me gustan las historias de vampiros.
En cualquier caso, la primera parte del texto, en la que aun no sabemos de qué va, veo algún defecto formal como palabras repetidas, que podría haberse arreglado con una relectura, pero es cierto que me despierta la curiosidad.
Y en cuanto aparecen los vampiros, pierdo interés. El final me parece algo brusco y plano. Lo siento, no he acabado de entrar en la historia, aunque insisto en que el motivo que doy es bastante subjetivo.
Gracias por compartirlo.

[Jarg]

Enhorabuena por el relato y por el puesto en el podio, @Megan . Ya dije que no soy muy de temática vampírica, pero este relato se llevó puntos por mi parte.

P.D.: en el siguiente concurso se te prohíbe decir que tu relato va a quedar último

[Megan]

Agradezco los comentarios buenos y de los otros, todo me viene bien para ir de a poquitito mejorando los textos, gracias por ello, .

Me encanta escribir terror, pero nunca se me dio por los vampiros, esto salió en medio de un atasco que tuve y me decanté por animarme a usarlos. Luego las cosas se fueron dando, he de decir que hice 9 borradores para llegar al escrito final. Quería que todo fuera claro, que no me quedara ninguna explicación suelta. Todo sin diálogos, entonces, fue al corrector que me dijo que debía hacerlo más ágil poniéndole diálogos y ahí ya estaba mareada de tantos borradores. Metí los diálogos como pude y la puntuación se me fue al diablo. Lo tengo claro, acepto las críticas como siempre, también hay repetición de algunas palabras, como bien me dijeron.

Pero les digo, que finalmente y a pesar de esos errores, fue un relato que me gustó hacer y verlo terminado. El final, es lo que se me ocurrió de primera, después lo borré e hice otro, pero no me gustó y volví a este. A muchos no les agradó, pero a mí sí, no quiero hacerme la genia, nada más lejos de eso, por favor, pero ese era el final y ya no había vuelta atrás, a pesar de que no era un gran final.

Les agradezco muchísimo a los que me votaron, y salir tercera, por supuesto con una diferencia de puntos enormes con el primero y el segundo puesto, me dejó feliz, solo una vez estuve allí y fue en el concurso de Los Beatles y tuve una mención especial en el concurso de ficcionar una anécdota real. Nada más en estos seis años de concursos. Lo que me ha costado no tiene nombre, nadie se lo imagina, hasta muchas lágrimas se han llevado mis relatitos. Por eso quiero disfrutar de este podio, porque no sé si habrá otro.

¡Muchas gracias a todos!