CV9 - Luz sobre un mundo oscuro - Iliria

[kassiopea]

LUZ SOBRE UN MUNDO OSCURO




Arreciaba la ventisca. Su ulular se volvió lo bastante salvaje como para que Broderic apartase la vista de la tarea en la que se hallaba enfrascado. El ventanuco más próximo a él todavía no mostraba la claridad de un día que ya se intuía gris. Y sobre todo gélido. Broderic exhaló una nube de vaho sobre sus dedos para recobrar la sensibilidad. Después volvió a inclinarse sobre unos trazos que requerían habilidad, paciencia y dedicación. Tres cualidades que no habían pasado desapercibidas a sus superiores y que le habían conducido hasta allí. Broderic no se había rebelado. Tampoco entusiasmado. Simplemente dejó que sucediera, como había dejado que sucediera cada episodio de su vida hasta acabar en aquel apartado lugar, recluido entre muros de piedra.

Bajo la débil luz de la lámpara la pluma se deslizaba con cuidado sobre la vitela. La tinta iba configurando los angulosos caracteres insulares que bordeaban una te inicial coloreada con profusión a base de tinturas rojas, ocres y azules, y que ocupaba más de un tercio del margen superior izquierdo del pergamino. A pesar de que se hallaba copiando una obra modesta - un pequeño tratado de retórica - la riqueza de los materiales cedidos a un copista tan joven no hacía sino revelar la confianza que habían depositado en Broderic tanto el abad como el bibliotecario.

No se hallaba solo. El largo y estrecho scriptorium alojaba a más monjes copistas como él. Unos más mayores, otros más jóvenes, se plegaban en silencio a las directrices del hermano bibliotecario. Allí parecía envolverles el letargo de una atmósfera densa, pesada, impregnada del aceite de las lámparas, del cuero trabajado, de la madera vieja y desgastada. Allí no parecía haber más sonido que el eco de alguna tos sofocada, el rasgueo de una pluma, y el viento.

Aquel viento. Sus ráfagas iban y venían, como los recuerdos de Broderic. Un pasado que, si bien por momentos parecía amainar en su mente, podía sacudirle con un golpe sin previo aviso a través de vívidas imágenes. Aun habiendo pasado casi cinco años.

Cuando por primera y única vez el principal portón de madera de la abadía se cerró tras Broderic, éste supo que toda la vida que había conocido nunca más volvería. El benjamín de una noble y antigua familia de origen picto debía entregarse a Dios. Su hermano mayor, Caillen, sería quien continuara el linaje, y también quien desposara a Rosamunde.

Una espada de hielo pareció atravesar su pecho. Otra vez. El recuerdo de la bella Rosamunde, sus flirteos correspondidos en un tiempo en el que Broderic se sentía lleno de fuerza y de vida. A pesar de que los hombres del norte habían comenzado a asolar las costas de las tierras escotas, todavía los días soleados parecían especialmente bellos y prometían - de manera engañosa, como comprobaría después - un porvenir lleno de felicidad.

Pero corrían tiempos aciagos. La pobreza, las epidemias y la barbarie reinaban por doquier y, a pesar de que la abadía se encontraba sobre un alto promontorio, las noticias de ataques vikingos a otros monasterios llenaban a todos de temor e inquietud. Cada vez en mayor número, la población campesina buscaba el amparo de sus señores, mientras hordas salvajes arrasaban multitud de centros dedicados a Dios y cometían profanaciones impensables en seres con alma humana.

¿Qué mundo quedaría después de aquello? A pesar de que el exterior quedaba lejos de él, Broderic no podía evitar que la tristeza y el pesimismo ensombrecieran su ánimo. La mayor parte de las veces conseguía aliviar su dolor entregándose a los libros. Con su oficio había aprendido a amarlos porque hallaba el consuelo en ellos y en la labor de copiarlos. Mientras los bárbaros destruían, él construía. Conocía su cometido. La obra de Dios y aun la de unos autores paganos que habían forjado una civilización debían alumbrar un nuevo mundo de tinieblas. Los códices eran los instrumentos y los monjes copistas como él tenían que alimentar y mantener esa luz. Aunque el mundo se desmoronase y la violencia fuese gestando otro aún más incierto. Eran éstos pensamientos que Broderic jamás expresaba en voz alta, ni compartía, ni siquiera revelaba en confesión. Como tampoco confesó que durante el primer año tuvo que luchar contra el pecado de la lascivia cada vez que se encontraba con el recuerdo de Rosamunde en la soledad de su celda. Ni que había solapado la imagen de la joven con la talla de María en la capilla, para no pecar y convertir el amor que sentía por ella en algo puro y elevado.
¿Lograría olvidar alguna vez a Rosamunde? Quizá con el tiempo aquella ensoñación se fuese difuminando, hasta convertirse en un débil rayo a través del cual las partículas de polvo bailasen sobre su mesa.

¿Y qué sería de él? Si se entregaba a su labor con el suficinte ahínco y lograba mantener algo del viejo mundo, poco le importaba. Al fin y al cabo, ¿qué era la vida? Un instante, un suspiro, el pétalo que caía de una rosa marchita.

Antes de que se diera cuenta, comenzaron a tocar para la oración del mediodía. Fuera, de nuevo, arreciaba la ventisca.

[Raúl Conesa]

Me ha recordado a la peor parte del juego "Kingdom Come: Deliverance", cuando te infiltras en un monasterio y te tienen haciendo copias en latín y otras actividades de monje, deseando terminar con esa parte de la historia lo antes posible para volver a la aventura y los combates con espadas. Puñeteros monjes, qué aburridos son los condenados.

Flashbacks de Vietnam aparte, el relato plantea un personaje típico en estos casos, un hombre joven que probablemente preferiría estar en otra parte, pero al que las circunstancias han empujado a una vida silenciosa, repetitiva y circunspecta. Probablemente su familia vio más fácil enviarlo al monasterio que arriesgarse a tener algún conflicto de herencias.

No hay mucho argumento per se, pero el tono transmite bien el sentimiento de abnegación y el miedo subyecente a que el monasterio pueda caer víctima de los vikingos, que en aquella época eran una figura casi apocalíptica. Escuché por alguna parte que todas las generaciones se creen tan importantes como para ser la última, pero obviamente ninguna tiene razón. Los peligros pasan y la vida sigue.

[Yayonuevededos]

Recuerda demasiado a "El nombre de la rosa".
Los vikings (me resisto a su españolización como vikingos) no eran una nación sino tribus norteñas. El propio nombre es incorrecto: "hacían viking" es decir piratería y saqueo.
Volviendo al tema, me falta la historia. Funciona como una composición pero no hay argumento más que la descripción, no hay transformación desde A hasta B.

[Jarg]

Me ha gustado. La ambientación histórica y el contexto están muy bien logrados. No es un relato de acción, sino de sensación. Un hombre cuyo cuerpo está en el microuniverso del monasterio, donde todo es silencioso e inmutable, mientras que su mente está en el exterior, donde todo cambia y la barbarie reina. Y la comparación de los libros como la antorcha que alumbrará el mundo me ha encantado.

A nivel de forma, el autor/a se lleva muy buena nota. Lo único que me ha chocado (pero que es de fácil corrección) es el "más mayores". Todo lo demás, perfecto. Tiene, además, frases muy bien tejidas que te meten en la ambientación:

...caracteres insulares que bordeaban una te inicial coloreada con profusión a base de tinturas rojas, ocres y azules...

Gracias por compartirlo y buena suerte, autor/a

[Isma]

Me ha gustado, aunque también se me ha quedado algo vacío de contenido.

Me ha hecho gracia la mención al Kingdom Come, jajaja.

[raumat]

Buena prosa, llamativa en algunos fragmentos. (Aunque a mí me gusta más ver rayas en los incisos, en lugar del guion corto).

En cuanto a la capacidad del relato para emocionar… quizás le falte un poco para mi gusto… Broderic empieza el relato copiando en el monasterio y acaba igual… No hay ningún suceso contundente que altere este tramo de su vida.

Muy bien ambientado, centrado en los recuerdos y sensaciones del protagonista, me parece un buen trabajo.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.

[Edgardo Benitez]

Este texto es el equivalente a una serie de Netflix, larga, tediosa, sin un final a la vista, de esas que hasta la música es adormecedora. Pienso que el tono del cuento está bien para otra historia.
Gracias por tu aporte a mi conocimiento.

[Iliria]

Un relato que invita a reflexionar. Al ser tan breve, tampoco se echa de menos la acción. Transmite calma y tristeza, también incertidumbre ante el futuro. En lo formal, pocas pegas.

Gracias por participar, y suerte

[Yayonuevededos]

Se me ocurre que el relato podría redondearse si hubiera un ataque inminente: vikings a las puertas, y el protagonista, incapaz de hacer otra cosa, sigue copiando.
Una idea, bah

[Megan]

Me gustó mucho el tema y la narración está muy bien lograda para tratarse de los pensamientos de un hombre.

Suerte.

[Gavalia]

El título lo dice todo, de hecho es el resumen de lo que acontece en este relato en una época muy oscura, de acuerdo en que falta contenido que haga más alegre la lectura, quitas descripciones y cuelas un hecho contundente, se puede hacer. La ambientación está conseguida y recorda novelas que todos tenemos en la retina. La mención de los libros como línea principal me gusta. Formalmente no le veo pegas.
Suerte.

[Sinkim]

Un relato muy bien escrito pero como historia me falta algo que le dé un poco de emoción, más allá de ser solo un momento introspectivo del protagonista

[blinder]

Hola!!

Un relato escrito con muy buena forma e intenciones. Me da la sensación que es la introducción a una historia más larga (de ahí la falta de acción). Una introducción y una ambientación excelentes. Bien es verdad que le falta algo de acción para mi gusto, pero yo no soy el autor
Creo que sería una gran historia con algo más de contenido y algún día lo será sin duda.

Mucha suerte, gracias!

[Tack]

Me ha gustado mucho este relato "instante", en el que no hay acción, ni argumento, solo ambientación.
El autor /autora avanza frase a frase, escribiendo muy bien, y me permite casi sin darme cuenta meterme en ese copista joven, encerrado en una abadía asediado por los vikingos. Me ha encantado la frase "la mayor parte de las veces conseguía aliviar su dolor entregándose a los libros".
Relato no apto para los que buscan acción y argumento, pero no debo estar en ese grupo porque me ha encantado leerlo.
Gracias por compartir,

[Jarg]

Enhorabuena por el relato, @Iliria. Es de los que a mí me gustan, histórico y con muy buena ambientación, por eso se llevó puntos por mi parte .