Concurso de otoño: Misterio de habitación o entorno cerrado

[Jaillet]

He comentado la mitad, dejo reposar la cosa y mañana o pasado sigo

[lucia]

Me parto con los Cavendish

[Megan]

#Este mensaje es de Vera Cavendish#

No sé si Dorian estará al tanto de algo que pasó en aquellos días de fiestas y más fiestas, la mansión parecía mecerse al compás del rock and roll y todos éramos felices. Pero lo que no se sabía era lo que pasaba en la interna de la familia.
Una noche en que despedí a Paul, después de un largo rato maravilloso, me duché y vestí de gala y bajé adonde estaban Los Beatles y toda la fiesta, cuando sentí un gran altercado en la biblioteca. Al principio no sabía quiénes discutían, pero finalmente agudicé los oídos y me di cuenta de que eran Rufus Cavendish, un primo lejano y la bisabuela, que a esas alturas andaba en silla de ruedas. Me acerqué a la puerta de la biblioteca y escuché parte de la discusión que a cada paso se hacía más fuerte:

—¡Tú no tienes derecho sobre nada de esta mansión! ¡Sabes muy bien que mi sobrino Jack Cavendish te recogió de un orfanato y te dio su apellido solo por compasión hace dieciocho años! ¡Pero eso no te hace un verdadero Cavendish! ¡Vete de aquí y nunca más me vengas a robar nada! —los gritos de la bisabuela eran tremendos.
—¡Claro que tengo derechos, y no digas que robé, soy un Cavendish, tengo toda mi documentación con ese apellido, vieja estúpida, no te das cuenta que puedo llevarme lo que quiera de aquí, soy parte de ustedes! —vociferó Rufus, exasperado.

Yo estaba muy nerviosa, tenía mucho miedo de que Rufus le pegara a la anciana o algo peor. No se me ocurría nada, y de pronto corrí hasta donde estaban tocando los cuatro chicos, fui por detrás y le dije a Paul que necesitaba su ayuda. Él como todo caballero que era y que siempre me ayudó, dejó tocando a los demás y me acompañó hasta la puerta de la biblioteca. Cuando se dio cuenta de que era Rufus, palideció, se habían hecho muy amigos Los Beatles con Rufus, este era súper fan de ellos. Paul me miró con esos ojos que me desnudaban y me dijo que prefería no intervenir, que se trataba de un amigo. Pero yo me enojé y le dije que mi bisabuela estaba allí dentro en silla de ruedas y que este chico era capaz de cualquier cosa por dinero.

Paul suspiró y abrió la puerta, ambos se quedaron mirándonos, Rufus muy avergonzado y la bisabuela a punto de darle un ataque de nervios. Miré sobre la mesa y había un bellísimo estuche con pendientes, collar y pulsera de esmeraldas, era hermoso. La bisabuela me dijo que Rufus lo había robado de su habitación y que pudo darle alcance porque él perdió tiempo en el dormitorio de Fionna buscando más joyas. Le dije por qué ese estuche no estaba en la caja fuerte y me respondió que pensaba regalármelo esa noche. La abracé, mientras Paul se llevaba a Rufus hablándole sobre las cosas que no se debe hacer, porque así era Paul, un chico con tal pureza que le hubiera dejado mi alma para que me la cuidara. Después subí a mi dormitorio y guardé el estuche bajo la cama, estaba apurada por darle las gracias a Paul.
Cuando llegué abajo, ya se encontraba tocando, así que solo me senté a deleitarme con sus canciones. No supe más de Rufus, ni qué habían hablado con Paul.

Pero puedo decir que cuando la fiesta terminó y todos se despidieron, fui a acostarme, pero antes a guardar el estuche y no estaba en el lugar que lo puse. Lo busqué por todo el dormitorio y había desaparecido. No me animé a dar la voz de alarma, solo imaginé que Rufus, después de hablar con Paul, volvió a subir a los dormitorios y fue muy fácil para él, descubrir bajo mi cama, su preciado tesoro. Nunca mas lo volví a ver, ni a Rufus, ni a mi estuche.

[Jarg]

#Este mensaje es de Vera Cavendish#

No sé si Dorian estará al tanto de algo que pasó en aquellos días de fiestas y más fiestas, la mansión parecía mecerse al compás del rock and roll y todos éramos felices. Pero lo que no se sabía era lo que pasaba en la interna de la familia.
Una noche en que despedí a Paul, después de un largo rato maravilloso, me duché y vestí de gala y bajé adonde estaban Los Beatles y toda la fiesta, cuando sentí un gran altercado en la biblioteca. Al principio no sabía quiénes discutían, pero finalmente agudicé los oídos y me di cuenta de que eran Rufus Cavendish, un primo lejano y la bisabuela, que a esas alturas andaba en silla de ruedas. Me acerqué a la puerta de la biblioteca y escuché parte de la discusión que a cada paso se hacía más fuerte:

—¡Tú no tienes derecho sobre nada de esta mansión! ¡Sabes muy bien que mi sobrino Jack Cavendish te recogió de un orfanato y te dio su apellido solo por compasión hace dieciocho años! ¡Pero eso no te hace un verdadero Cavendish! ¡Vete de aquí y nunca más me vengas a robar nada! —los gritos de la bisabuela eran tremendos.
—¡Claro que tengo derechos, y no digas que robé, soy un Cavendish, tengo toda mi documentación con ese apellido, vieja estúpida, no te das cuenta que puedo llevarme lo que quiera de aquí, soy parte de ustedes! —vociferó Rufus, exasperado.

Yo estaba muy nerviosa, tenía mucho miedo de que Rufus le pegara a la anciana o algo peor. No se me ocurría nada, y de pronto corrí hasta donde estaban tocando los cuatro chicos, fui por detrás y le dije a Paul que necesitaba su ayuda. Él como todo caballero que era y que siempre me ayudó, dejó tocando a los demás y me acompañó hasta la puerta de la biblioteca. Cuando se dio cuenta de que era Rufus, palideció, se habían hecho muy amigos Los Beatles con Rufus, este era súper fan de ellos. Paul me miró con esos ojos que me desnudaban y me dijo que prefería no intervenir, que se trataba de un amigo. Pero yo me enojé y le dije que mi bisabuela estaba allí dentro en silla de ruedas y que este chico era capaz de cualquier cosa por dinero.

Paul suspiró y abrió la puerta, ambos se quedaron mirándonos, Rufus muy avergonzado y la bisabuela a punto de darle un ataque de nervios. Miré sobre la mesa y había un bellísimo estuche con pendientes, collar y pulsera de esmeraldas, era hermoso. La bisabuela me dijo que Rufus lo había robado de su habitación y que pudo darle alcance porque él perdió tiempo en el dormitorio de Fionna buscando más joyas. Le dije por qué ese estuche no estaba en la caja fuerte y me respondió que pensaba regalármelo esa noche. La abracé, mientras Paul se llevaba a Rufus hablándole sobre las cosas que no se debe hacer, porque así era Paul, un chico con tal pureza que le hubiera dejado mi alma para que me la cuidara. Después subí a mi dormitorio y guardé el estuche bajo la cama, estaba apurada por darle las gracias a Paul.
Cuando llegué abajo, ya se encontraba tocando, así que solo me senté a deleitarme con sus canciones. No supe más de Rufus, ni qué habían hablado con Paul.

Pero puedo decir que cuando la fiesta terminó y todos se despidieron, fui a acostarme, pero antes a guardar el estuche y no estaba en el lugar que lo puse. Lo busqué por todo el dormitorio y había desaparecido. No me animé a dar la voz de alarma, solo imaginé que Rufus, después de hablar con Paul, volvió a subir a los dormitorios y fue muy fácil para él, descubrir bajo mi cama, su preciado tesoro. Nunca mas lo volví a ver, ni a Rufus, ni a mi estuche.

Ahora ya sabemos cómo se costeó Rufus Cavendish (AKA José Cavendiçao) el viaje a Uruguay y por qué las joyas de la tatarabuela acabaron en Brasil

[Jaillet]

¿Estamos de acuerdo en el concurso de invierno debe tener como título: "La saga de los Cavendish: el legado continúa", ¿verdad? Una antología sobre la familia empieza a ser necesaria

[Jarg]

#Este mensaje es de Dorian Cavendish#

Miss Jaillet, nos halaga usted a mí y a mi familia con dicha propuesta, aunque veo difícil la tarea para un solo concurso, al ser tantas las historias que irían en dichas crónicas. Piense que, además de las andanzas de los Cavendish de los siglos XX-XXI habría que añadir también los de los siglos pasados, como la historia de Archibald Cavendish III, quien se negaba a beber vino si no era desde un botijo, o incluso la del legendario guerrero Gunthar Cavendsk, vikingo llegado de Jutlandia en el siglo IX y fundador de la dinastía.

Hoy, sin embargo, les hablaré de mi hermana pequeña Elisabeth Cavendish. Los miembros de la familia Cavendish son como las naranjas, algunas salen ácidas otras amargas, y Elisabeth siempre fue de las más ácidas. Ya desde adolescente demostró sus inclinaciones rebeldes, siempre metiéndose en líos y correrías, además de frecuentar compañías plebeyas (o, como diría la tía abuela Fionna, "no blasonadas").

El mayor enemigo de Elisabeth siempre fue nuestro padre, George Arthur Cavendish. Como bien señaló mi creadora y cronista, la bella Kassio, a nuestro padre siempre le gustó vestirse con zapatos (y ropa) femeninos, algo que la familia, en un arrebato ultraconservador, le obligó a reprimir y a limitar al ámbito privado. De esa forma, mi padre vivió con amargura el tener que ocultar su más preciada afición, y de la misma manera contempló con odio la libertad que Elisabeth demostraba en todos sus actos. Se puede decir que mi padre ha sido siempre una naranja amarga; sus peleas con mi hermana eran míticas y levantaban una oleada de murmullos entre los criados.

La situación empeoró cuando, hace unas semanas, mi madre encontró el cuerpo de Elisabeth, asesinada con un zapato de tacón de aguja. La matriarca Cavendish reconoció el Manolo Blahnik con el que se cometió el crimen y descargó toda su venganza contra George Arthur, justo cuando él se estaba probando su Chanel favorito. Lo que no sabía mi madre (ya que ella es una Cavendish consorte y no de nacimiento), es que los Cavendish tienden a fingir su propia muerte, tradición que siguió mi hermana. Así que, mientras Elisabeth disfruta de unas vacaciones en un resort de las Barbados bajo identidad falsa, nuestro pobre padre sufre las consecuencias de la trampa. En fin, lo que se dice una semana normal en la mansión Cavendish.

[Megan]

Parece que los más normales de la familia Cavendish eran Vera, a pesar de enamorarse de un plebeyo como Paul y tener relaciones sexuales sin estar casada (es lo de menos en esta familia) y Dorian, que hasta ahora no se le ha encontrado nada deshonesto. Pero como diría un sabio de cuyo nombre no quiero acordarme: "Nunca digas normal", .

[Jarg]

Bueno, yo creo que Vera intuía que Paul acabaría siendo nombrado sir (quizás hasta moviera hilos para que ocurriera así), y en cuanto a Dorian... digamos que su hermano pequeño no guarda tan buena opinión de él

[Megan]

#Este mensaje es de Vera Cavendish#

Es cierto que el pobre Dorian no la tuvo fácil con su hermano menor y la chica que amaba, y recurrió a un método muy poco sensato para separarlos. Pero toda la familia estuvo de acuerdo en que era merecido, por eso nunca fue juzgado, ni siquiera indagado por el famoso crimen.

Lo mío sí fue muy difícil. Los encuentros con Paul fueron cada vez más esporádicos debido a que tenían muchas giras y no les era posible acudir a nuestras fiestas. Cuando lo hacían, Paul se quedaba conmigo y pasábamos la noche juntos. En esos momentos nos dimos cuenta de que estábamos enamorados. Todo estaba en contra de ese amor: yo le llevaba diez años y era muy mal visto en aquellas épocas que la mujer fuese mucho mayor que el hombre; el no era de la aristocracia en ese tiempo; venía de uno de los barrios humildes de Liverpool y no había estudiado, solo tocaba el bajo en un grupo de rock and roll. No podía ser peor.
De todos modos una tarde en que mi madre estaba leyendo en la biblioteca, le pedí para hablar. Le expliqué, sin decirle que nos estábamos acostando, que me había enamorado de ese chico y él de mí. Ella primero arqueó las cejas, me miró seriamente, bajó la cabeza y me dijo:
—Mi querida Vera, tú sabes que aunque los Cavendish somos una familia con mil defectos, nunca hemos trasgredido la norma de casarnos con plebeyos. Si lo hicieras, dejarías el antecedente y sería un desastre. Sé lo que es enamorarse, por supuesto no de tu padre, conozco ese sentimiento y he tenido que llevarlo en secreto hace más de veinte años. Aunque tenga que ver a tu padre desfilar con mis modelos de Dior, Versace, Chanel, desde que nos casamos, no puedo divorciarme para casarme con quien quiero, porque es un plebeyo como Paul.
—¿Y si hicieran un cambio en la tradición, madre? Te lo pido por favor, me muero de amor por ese hombre o chico, no importa, lo adoro. ¿Podrías hablarlo con la abuela, con papá y decirles que por una vez dejen que alguien de los Cavendish sea feliz de verdad?
—Se supone que esta familia es feliz, Vera, no digas eso.
—¿Quién es feliz aquí, madre? ¿Papá cuando se viste con tus vestidos? ¿Dorian pensando en lo que le hizo a su hermano por el amor de una mujer? ¿Rufus un ladrón de pacotilla? ¿Y tú madre eres feliz solo cuando estás con quien en verdad amas? ¿¡Qué clase de felicidad es esta!?
Me miró con lágrimas en sus ojos, llevó sus manos al rostro y comenzó a llorar como nunca antes la había visto. Intenté consolarla, pero me dijo:
—Es una maldición que tenemos, Vera, y no podemos cambiarla, ojalá pudiera decirte que sí, que vayas tras ese hombre que amas y que seas todo lo feliz que puedas, pero no puedo cambiar lo que está escrito, no puedo. ¡Perdóname!
Se levantó del sillón, me abrazó, me dio un beso en la mejilla y se fue llorando de la habitación.
Quedé desolada, me volví a sentar y lloré tanto como ella. Después subí a mi habitación hice una maleta y bajé sin que me escucharan. Pedí al chofer que me llevara a la estación Euston, debía tomar un tren a Liverpool lo antes posible, pero eso, eso ya es parte de otra historia.

[Megan]

Querida, @kassiopea, ¿hasta cuándo hay tiempo de comentar los relatos? Estoy muy atrasada, tengo dos comentados y estoy con mucho lío. Espero poder comentarlos todos en el correr de esta semana, ya sé que son solo cuatro, pero tengo que volverlos a leer, quizá más de una vez, para hacer el comentario.

Por otra parte, entro para hacerlo y me encuentro con los Cavendish y me pueden no hay caso, estoy más que involucrada en sus escándalos. En lugar de leer los relatos, armo historias sobre esa maldita familia y no hago lo que venía a hacer, es como una adicción que tengo, además, al poder hablar de Paul, ya es todo un lío, porque me meto más aún. Ya sé, tendría que dejar de hacerlo y volcarme a comentar los relatos, ¿verdad? .

[Jarg]

#Este mensaje es de Dorian Cavendish#

Mi querida tía Vera, mil gracias por su mensaje. Yo ya me olía que usted tuvo sentimientos por ese músico, pese a su condición por entonces de plebeyo, pero además ha revelado usted algo muy interesante al relatar la conversación que tuvo con su madre (mi abuela). Ya sabíamos que George Arthur Cavendish, mi padre y hermano suyo, tenía esa afición de preferir la ropa de alta costura femenina (afición prohibidísima entre los escandalizados Cavendish). Pero usted ahora nos cuenta que su padre (es decir, mi abuelo), también tenía dicha afición. Eso aclara tantas cosas, y es que todo acaba siendo cosa de la genética, al parecer. Por fin entiendo por qué le gustaba tan poco a la abuela que en la familia se dedicara dinero a la ropa cara.

Y hablando de la abuela Cavendish, me alegro de que la haya usted nombrado. Althea Cavendish fue en verdad una mujer excepcional, que vivió muchas aventuras. De hecho, creo que el enamoramiento del que le habló a usted salió de una de esas aventuras, pero eso es otra historia para otro día.

[kassiopea]

Sobre el plazo para comentar y votar, ¿os parece bien hasta el día 20? Y la gala sería el lunes 21.

¿Estamos de acuerdo en el concurso de invierno debe tener como título: "La saga de los Cavendish: el legado continúa", ¿verdad? Una antología sobre la familia empieza a ser necesaria

A mí me parece buena idea y me encantaría leer relatos sobre los Cavendish. Esta familia no tiene fondo

Además, se podrían usar personajes de los ya nombrados (Dorian, Vera, la mayordoma...) y también añadir otros nuevos. Creo que sería divertido.

[Jarg]

A mí el teclado del teléfono ya me autocompleta "...avendish" cada vez que escribo una "C"

[Ginebra]

te lo dije, @kassiopea, has creado un mundo!

[Megan]

Me encantaría hacer una historia sobre los Cavendish, pero si incluyo a Los Beatles, claro, todo el mundo sabría que es mío, pero aunque no los pongo, igual lo saben. Lo haría con mucho gusto, .

Me parece perfecto votar hasta el domingo 20 y que la gala sea el lunes 21.