CV10 - Aquellos apasionados amores de verano

[kassiopea]

- Aquellos apasionados amores de verano -


Cariño; recuerdo perfectamente cuando te conocí, parece que fue ayer y sin embargo ya han pasado veinte años. Yo había entrado en aquella tienda de artículos para la cocina y, allí estabas tú con tu cara radiante, tu sonrisa resplandeciente como el Sol y esa mirada tan profunda en la que me perdí sin poder evitarlo. Eras de cuerpo menudo.., muy menudo pero esbelto y con unas curvas que invitaban a poseerte salvajemente. Entonces tú me miraste y, al momento supe que estábamos hechos el uno para el otro y, sin pensármelo dos veces, me fui a por tí como si fuera un animal que estaba marcando su territorio.Te comenté que nuestra relación sería solamente por interés y, tú sin dejar de mirarme, estubiste de acuerdo conmiigo. A mí siempre me ha gustado dejar claro mis intenciones en este tipo de relaciones; lo decía directamente, sin tapujos ni falsas hipocresías para evitar cualquier malentendido.

Y nos fuimos a toda prisa para mi casa con la intención de que demostraras tu valía; yo necesitaba una buena cocinera y, tú tenías unas excelentes referencias. Y vaya que si las tenías, pues te movías por los fogones como si llevaras toda la vida en ello. En un momento preparaste unos suculentos manjares que me volvieron loco; estaba claro que cocinando no tenías rival. Aunque tenías un pequeño defecto; eras un poco guarrilla ya que dejaste muy sucia la cocina con restos de comida y aceite por todas partes por lo que tube que estar dos largas horas limpiándola. Pero no me importaba pues tenía lo que tanto deseaba, aquello sólo eran pequeños e insignificantes "daños colaterales". Los dos formábamos una buena pareja; tú cocinabas y yo, de vez en cuando, te metía mano ya fuera desimuladamente o directamente entraba "a destajo". Aunque tú tampoco te cortabas un pelo; la cocina era tu territorio y en ese entorno tan salvaje, tus instintos más primitivos te transformaban en una fogosa felina que resultaba muy dificil de saciar.

Los años fueron pasando rápido, muy rápido diria yo; todo iba bien hasta que en este año algo pasó pues tus guisos ya no sabían como al principio de nuestra relación. Y es que la comida o bien se encontraba poco hecha o por el contrario estaba demasiado "chamuscada". Al principio pensé que seguramente estabas pasando por una mala racha. Algo así le puede pasar a cualquiera, pero enseguida me dí cuenta que esa no era la causa. Sobre todo lo empecé a notar por mis amistades que venían de visita atraidas por tus dotes culinarias dispuestas a saborear todos tus guisos y, he de reconocer, que todos estaban encantados por lo bien que cocinabas.., pero ahora lo que más visitan es el inodoro; no veas como queda el baño cuando todos se van. Lo peor fue aquél aciago día en que se incendió la cocina y tube que llamar a los bomberos; vaya mal que lo pasé cuando les expliqué que habías sido tú la culpable y, entonces, todos se quedaron mirándote de lado. Después de ese desafortunado incidente, no me quedó más remedio que reformar toda la cocina gastando los ahorros que tenía en el Banco. Yo apenas me daba cuenta pero todo eso estaba minando mi confianza en tí.

Hoy volví a pasar por delante de aquella tienda donde te conocí y, sin saber cómo volví a entrar en ella. Fué entonces cuando la ví... Como si se tratara de una visión celestial, allí estaba aquella preciosidad en medio del local rodeada de gente siendo blanco de todas las miradas. La verdad es que resultaba imposible no fijarse en su figura pues, tenía un cuerpazo de escándalo. Nunca había visto nada parecido y, creo que me enamoré en aquél momento. Yo estaba embriagado de amor, pero al mismo tiempo, sediento de sus encantos y cuando ella hizo una demostración de su valía.., de repente se despertó en mi interior una terrible bestia en celo que, incitada por tanto ardor, pugnaba por salir deseosa de poseerla allí mismo a vista de todo el mundo. Por si esto fuera poco y a pesar de que cocinó varias recetas, no ensució nada quedando todo limpio.., muy limpio. En ese momento lo tube claro; ella era todo para mí y debería ser mía, sí; ¡¡sólo mía!!.

Cariño he tomado una decisió; ya sé que no te importa nada de lo que te estoy contando pero tengo que decírtelo.., lo nuestro se ha terminado sartén de mi vida. Me he enamorado perdidamente de una freidora de aire y.., ella ocupará tu lugar. Va venir esta tarde y, claro, como comprenderás tres somos multitud. Será mejor que te vayas; de nada sirve discutir ni darle más vueltas.., aquí ya no hay sitio para tí..

[Snorry]

Un relato veraniego, para leer bajo la sombrilla, cerca del mar y pasar un ratito agradable. Juega con la confusión -un poco forzada, pero no soy el más indicado para criticar eso -, y provoca una sonrisa en el final. Sin pretensiones, pero no por ello con menos valor. Con unos arreglos, podría estar firmado por ejemplo por Monzó, en cualquier dominical veraniego.
Grato.

[Isma]

No me ha gustado, lo siento. Hay que revisar los textos siempre. Al menos pasa un corrector ortográfico, que te quita los errores más gruesos, de los que hay varios. La historia es forzada, porque el personaje llega a hablar con una sartén para que el lector piense que es una persona, y el símil es desafortunado, porque se insiste en los clichés de mujer cocinera ( siempre que vuelves a casa, me pillas en la cocina ) y hombre casquivano.

[Rey Tomate]

Tiene mucho mérito aguantar un relato entero con la trampa, sin que esta se perciba. Coro de tomates para ti:

[Rey Tomate]

Algunos problemillas con el uso indiscriminado de la letra "b", que me indican que el texto fue escrito entre las 22:18 y las 23:59 horas del mismísimo día 15 de los corrientes...

[Rey Tomate]

La historia tiene gracia y me pega mucho para una lectura veraniega, así que bien por ti, .

[Berlín]

Lo que me pasa con este relato tuyo, autor, es que luego, al releerlo me siento un poco estafada. A ver si me sé explicar. Si hubieras descrito a la protagonista de otro modo, por ejemplo: la conocí en una tienda y me enamoró su redondez, la forma en que destacaba entre las demás, su peso liviano, pero rotundo y me enamoró aún más cuando la tuve -tuve con V- entre mis brazos, cuando noté lo felices que íbamos a ser juntos los dos, en la cocina, mano a mano, ella, la reina de mi hogar. O algo así, no necesariamente con estas palabras, pero me la describes como una mujer, una mujer con sonrisa y ojos y esta descripción, luego, para mi gusto hace perder sinceridad al relato. La forma no me disgusta, alguna sonrisa me ha arrancado porque yo me he comprado hace poco esa segunda joya de la que hablas -no pongo más datos por no destripar el asunto- y estoy encantada, al borde también de la pasión, como tú. En fin, creo que es un trabajo que podría haber dado más de sí, si lo hubieras afinado un poco más y repasado al final.

Un saludo.

[Jarg]

Autor/a, tu relato me ha hecho sonreír en varios puntos. También me ha hecho recordar un relato que escribí para otro concurso del foro con una dinámica similar (en aquel caso, el protagonista era un hombre que soplaba el fuelle ). Lo único es que me pasa como a Berlín. Me quedo con la impresión de que has hecho algo de trampa al describir a la sartén con cara y sonrisa, por lo que la gracia de la revelación final se desinfla un poco. Pero bueno, en general la idea está muy bien pensada .

Y no te olvides de revisar bien los relatos. Por cada "tube" que has metido en este me has provocado un desprendimiento de retina. Mi oculista te mandará la factura en breve.

[isuhefu]

Este es el segundo que he leído y lo colocaría al otro extremo que al primero.

El texto no está cuidado, hay faltas gravísimas. Me ha resultado difícil de leer con atención porque me da la sensación de que no está escrito con atención. Rulfo nunca hubiera publicado algo así ni estando hasta arriba de mezcal y cerveza calentorra.

Por otro lado, el efecto me ha parecido muy forzado. Hablar a una sartén como a una mujer es forzar demasiado. Lo siento, pero me atrevo a decir que me resulta incluso ofensivo.

[Oliverso]

Como meto la pata en la ortografía, no ahondaré mucho en eso Y ademas considero que más vale el fondo que las formas. Un poco a más de la mitad como que me olía a "frito", y se cumplió. Eso sí, hay tongo a la hora de describir a la mademoiselle. Te faltó sinceridad en el juego allí.

[Iliria]

Relato que juega con la ambigüedad, pero gracioso, cosa de agradecer. Como dicen los compis, necesita un repasito, pero en fin...
Me he pispado a mitad de relato que no le hablaba a una mujer. Primero he pensado en un microondas; luego un robot de cocina

Gracias por participar y suerte

[Gavalia]

El prota necesita una buena dosis de bromuro o quizás unas pirulas de diazepán. El tío no distingue muy bien entre una mujer y una sartén a la hora de dirigirse a ella. Incluso te pone de mala leche con ese lenguaje soez tan de patriarca casposo, hasta que te aclara que es una herramienta, menos mal, pero sigue pareciéndome excesivo en el tono. No abundaré más en lo ya dicho por los compañeros. Un simple corrector te habría ayudado con las formas del verbo haber, por no hablar de las comas.
Suerte

[Ginebra]

la idea es graciosa, pero sí, necesita una buena revisión ortográfica y gramatical. Es cuestión de pulir Confieso que hasta el final no sabía que estaba hablando de un artículo de cocina y estaba fliplando Mucha suerte y gracias por compartir

[Megan]

Me gustó tu forma de quedar impactado con las chicas cocineras: esa visión primera, después la fascinación y por último el erotismo, el deseo de tenerla solo para vos. Pero debo decir que el final rompió el encanto, como que se desvaneció todo el romanticismo y la pasión en que me tuviste todo el tiempo. Hasta que la nombraste, te tenía como un Shakespeare enamorado y me gustó mucho, solo faltaba que te llamaras Romeo, pero cuando tu amor no fue Julieta, vaya tramposo que resultaste. Igual lo disfruté, no creas que soy tan mala, tenés una muy buena imaginación.

Y dejé para el final algo importante: el primer trancaso con «tube» me animó a seguir leyendo pensando en que era una distracción del corrector, pero no, hubieron más y hasta en otros tiempos verbales. Cuidado con eso, estropea tu creación y tranca al lector.

Mucha suerte y gracias por compartirlo, .

[Sinkim]

Me ha parecido una idea graciosa aunque me olí el giro bastante pronto, lo que le quitó un poco de gracia a la historia. Sobre las faltas de ortografía no voy a decirte nada porque ya te han dicho suficiente