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CK1 - Entereza, querido Watson - Ororo

Publicado: 11 Nov 2014 09:34
por Lifen
ENTEREZA, QUERIDO WATSON


—Pst, pst… ¡Oiga usted! ¡Camarera!
—Dígame.
—Hay un ojo en mi sopa.
—¿Dónde?
—Aquí flotando. ¿Es que no lo ve?

La pregunta se queda suspendida en el aire viciado que llega desde la cocina cargado de olores de fritura y Avecrem. Ahí está, intentando penetrar en la mente de la camarera que, con un razonamiento postizo, arruga la frente y abre la boca. Cuando un hilillo de baba comienza a asomar por su labio inferior y cae en medio del plato de sopa, exclama:

—¡Por fin lo he encontrado! —Y mira a cámara con una sonrisa malévola mostrando una cuenca vacía y un puñadito de cianuro en la mano.
—¡Terrooooooooooooooooooorrrrrr! —grita Kassy Lopeta al despertar de la pesadilla.

El sudor perla su frente, sus sonrosadas mejillas y el esplendoroso canalillo. El camisón de raso blanco se aferra a su piel húmeda sin querer separarse de ella. Camina hacia la cocina en busca de algo fresco, bebe y una nubecilla de vapor de agua emerge de su piel caliente. Ya en el cuarto de baño, se queda sentada en la taza meditando sobre el caso que la mantiene en vela. De pronto, un brillo ilumina sus ojos pardos, la recta se torna curva y, rematando la faena con la escobilla, tira de la cadena.

—¡Te tengo, malandrina! –vocifera en la noche. Y una risa más de otro mundo que de este resuena entre los azulejos del cuarto de baño. Incluso se podría decir que la bombilla de bajo consumo parpadea unas cuantas veces y el ambiente se torna repentinamente frío y tenebroso.

**
El día amanece templado y Kassy Lopeta, cuyo cuerpo ha sido creado para lucir los mejores trajes de chaqueta pantalón de Raoul Le Puff, diseñador de moda, se estira como una gata mientras desayuna una cervecita bien fresca. «Ah, si es que no hay droga más dura que el alcohol sin medida, si es que no hay droga más dura que no tenerse en pie…», canturrea la detective pensando en la fiesta de cumpleaños que le espera esa noche con su compañero Ismael Pom Pismarck, alma de las fiestas, hijo de embajador alemán y una muchachita del barrio de Ruzafa; poseedor de un cuerpo serrano que quita el sentido y una sonrisa gitana.
Sus tacones de aguja repiquetean en los baldosines de camino al despacho y podría decirse que estos cobran vida al pasar sobre ellos, se iluminan, recalientan y saltan incluso excitados ante sus movimientos.

—Buenos días, Isma. Qué gusto verte en pie —saluda guiñando un ojo a su compañero.
—Buenos días, Kassy. La verdad es que he empalmado —contesta él convencido de haber elegido un verbo ciertamente inapropiado.
—Se nota —remata ella bajando la mirada—. Esta noche he tenido una revelación —continúa—. Vístete y vamos a la calle.

**
Han llegado a su destino. Se dirigen por el serpenteante camino de piedra hacia la puerta de la lujosa mansión. Abren la puerta y, tras un quejido que anuncia una mañana cargada de emociones, penetran en ella. El frío recibidor en penumbra. Un corredor interminable. Figuras de corte tradicional de Mondoñedo decorando las paredes. Un espejo gigantesco les devuelve su propia y aovillada imagen.

—¿Por qué caminas así?
—¿A qué te refieres? —pregunta Ismael achepado y con las manos colgando de las muñecas a la altura de los hombros.

A veces, a la seductora y siempre enigmática Kassy Lopeta se le olvida que su compañero es un tanto especial. Que no hay que pedir sandías al melonar. Que, en el reparto, a Isma le tocó lo que le tocó. Que no hay pan para tanto chorizo, concluye asintiendo lascivamente.

—Aquí es. He reunido en esta sala a todos los sospechosos del caso. Llegarán en breve.
—Siempre a tus órdenes, Kassy —sonríe él.
«Hermoso y malvado a partes iguales, Ismael Pom Pismarck, anda que no te ponía yo mirando hacia Noceda y te daba una buena zurra.» Un leve gemido escapa de la boca de la investigadora.
—¿Qué ha sido eso? —pregunta alertado Isma.
—Algún espíritu infernal que debe de deambular por esta mansión buscando venganza. Nada de lo que preocuparse.
—Ah, vale.

Pero Kassy es consciente de que algo está cambiando en ella; algo tenebroso, antiguo, vetusto, inmemorial, añejo y arcaico se está apoderando de ella.
Se asoma por la ventana del salón y divisa un autobús de línea que se detiene frente a la mansión. Un variopinto grupo desciende de él para dirigirse hacia la casa. Una señora mayor con corsé se desmarca para seguir a una jovencita. Los demás han aprovechado el viaje para escribir unas notas en el móvil y las guardan cautelosamente para continuar en el viaje de vuelta.

**
—Buenos días a todos. Nos hemos reunido aquí para resolver el caso que nos ocupa: la muerte inesperada de Dorita Dinamita, funambulista y criadora de carpas. Esto último no lo tendremos en cuenta, ya que siempre fueron para consumo propio. —Kassy Lopeta alardea de melena con un ligero movimiento de cabeza y continúa. —Todos ustedes son sospechosos de asesinato, pero sólo uno pudo hacerlo.
Susurros inaudibles y miradas esquivas entre los comparecientes.

—Tranquilos todos. No quiero gritos —aconseja Ismael levantando una ceja. El resto se mira sorprendido.
—Sí. Sólo uno. Pero comencemos. Señorita Estrella Pérez López, ¿dónde estuvo la noche del tres de noviembre del presente? —Isma Pom Pismarck cuenta los días y concluye que el tres de noviembre pertenece al pasado, no al presente, así que aprieta los ojos e imagina que es la típica pregunta trampa que su compañera utiliza para pillar al asesino.
Susurros inaudibles y miradas esquivas nuevamente.

—He dicho que no vociferen y mantengan la calma. —Isma se está poniendo serio. Los sospechosos le miran mal.
—Pooo… mire usté, señorita, qué alegría que me haga esa pegunta, porque yo también tengo la curiosidá. Si creía yo que estaba en la cama durmiendo como buena mujé cuando resulta que me dicen que si estuve en el pú de debajo de mi casa tomando cervezas hasta el amanecé. ¡Mentira partía! ¡Mal rayo les pudra! Que soy buena mujé. —Silencio y miradas lascivas hacia ella, que la muchacha está de muy buen ver.
—Es la última vez que lo repito, señoras y señores: ¡no alcen la voz! —dictamina Isma. Los demás le dan por un caso perdido.
—Doy fe —salta Edelmiro—. Esa noche, casualmente, estuve persiguiéndola durante más de media hora. En efecto, acabó entrando en la Costra Azul y de allí no salió en las siguientes tres horas más que para fumarse un par de cigarrillos y echar la pota.
—Doy fe –salta Leopoldo—. Yo lo puedo demonstrar, lady Kassy. Anoche, al deponerse el astro rey, apostado en la misma esquina de siempre, divisé a la señorita Estrella completamente ebria y dando más tumbos que un abejaruco cojo.
—Doy fe —salta Anselmo.
—¿Y a ti quién te ha dado vela en este entierro? —se burla Kassy—. Bueno, prosigamos. ¿Quién es el siguiente sospechoso, Isma?
—Llamo al estrado a los diez negritos —declama el compañero. Confusión generalizada.
—Vale, Isma, no es necesario ser tan peliculero. Aquí están, ¿no los ves? Anda que no hacen bulto… —Kassy Lopeta se odia por dirigirse con ese desprecio a su compañero, pero lo cierto es que desde que se levantó por la mañana se siente con una fuerza y desparpajo diferentes. Capaz de cualquier cosa. Poderosa e innegablemente sexy.
—Disculpa, Kassy. A veces tengo pesadillas por las noches y me tranquilizo viendo algún capítulo de Perry Mason. —Es en esos momentos cuando ella se lanzaría a sus brazos, le besaría todo el cuerpo y lo haría suyo en la propia alfombra. — ¿Estás bien, Kassy? Ese brillo en tus ojos…
—Uhm… claro, claro que sí… Ehm… un paso al frente, pelotón —ordena a los diez negritos para salir de tan embarazosa situación—. ¿Qué tienen que decir al respecto?
Unga bunga, ribagumba —contesta el jefe de la tribu.
¿Angumba nibelunga —pregunta espontáneamente la investigadora.
—Kassy, ¿desde cuándo sabes armenio? —susurra un sorprendido Isma.
—Es masai, querido —informa Kassy.
Mango Django —prosigue el africano.
—Y la «de» no se pronuncia —termina aclarando la perspicaz detective—. Me lo temía… Perfecto, ellos no han sido. Gracias por su miembro y su información. Por su tiempo, por su tiempo —se autocorrige—. En fin, ¿nos tomamos un descanso? —Vítores y ruidos de envoltorios de bocadillos de chorizo de Cuececulebras.

Kassy e Isma se apartan del resto. La mullida piel de tigre blanco que cubre el oobi donde descansan rescata recuerdos de la mente de la investigadora que desconocía. Se ve en la selva rodeada de fieras postradas a sus pies; desnuda entre las aguas turquesa de un manantial. Pasa la mano suavemente por la colcha hasta llegar a la cabeza del animal.

«Bonitos ojos azules para un tigre», piensa e, inmediatamente, dirige la mirada hacia su compañero, entretenido con un moco seco que se le ha quedado en la nariz.
—Isma… quería decirte que… bueno, esta noche es la fiesta de tu cumpleaños y ya tengo claro qué te voy a regalar. —Los ojos de la hermosa detective refulgen como nunca antes, sus labios dejan salir las palabras suavemente, acaso su tez se ha tornado más cobriza y seductora desde que llegaron a la mansión y sus cabellos más abundantes y claros.
—¿Una ovejita? —pregunta él con la mirada más inocente que jamás haya puesto. Kassy sonríe tiernamente, hasta que una carcajada brota de lo más hondo de su ser. Siente su cuerpo electrizado como nunca, caliente como el sol del mediodía, divertido como cuando el viento la despeina.

De pronto, un estrepitoso ruido de cristales les da a todos un susto de muerte.
Bon cop de falç! —se escucha de boca de una rubia madurita.
Que li di esta dona? —curiosea Rusiñol.

Kassy e Isma dirigen sus miradas hacia el cristal de la ventana en el que se dibuja la silueta rota de un dragón dando caza a un murciélago. Acuden raudos a mirar a través de ella y el espectáculo que encuentran en el jardín es lamentable: el dragón y el roedor se han hecho amigos del alma tras la pelea y se están dando piquitos, pero en un ring de barro improvisado se desarrolla un combate a vida o muerte. No saben cómo ha comenzado todo. Quizá tenga algo que ver un ejemplar de Claudio Poelho tirado en el suelo al que han prendido fuego. Un hombre y una mujer bien desarrollados y de musculatura sobresaliente forcejean en mitad del ring. Comienzan una agresiva danza que embelesa a los presentes. Roces, cachetes, empujones, palmaditas, algún mordisco… un espectáculo dantesco que Kassy Lopeta disfruta mirando entre los dedos de Isma, que se empeña en taparle los ojos.

—¡Quita!
—No, no mires. Tú vales más que esto.
—Que me dejes, quita.
—Vale, pero ya sabes que las comparaciones son odiosas.

Y Kassy observa, se deleita, sonríe y disfruta. A su derecha, con calzón dorado y máscara veneciana, Li Colhejas, la reina de las tortas bien dadas. A su izquierda, con picardías de satén rosa y botas de cowboy, Tolomeo «Barrikada» González, reputado gladiador con triple personalidad.

Kassy no puede creer el espectáculo del que es testigo. Es completamente imposible mantener a raya a esa fauna y mucho más dar con el asesino. Distrae su atención una mujer que contempla el espectáculo con los ojos salidos de las órbitas. Es Juliana. Frau Juliana. La esbelta alemana se da cuenta de que Kassy la está observando y clava sus ojos en ella. Kassy Lopeta nunca pensó que le gustaran los triángulos verdes, pero Frau Juliana es tan atractiva… Se quedan mirando unos segundos hasta que la jueza marca manos.

—¡Piiiiiiiiiiiiiiiippp! ¡Ya está bien de sobarse, maños! A la próxima os descalifico —sentencia Julia Nome-Nome Toques, descendiente directa de Agustina de Aragón.

De pronto, Kassy lo ve claro. Una mujer delgaducha y pálida, con las puntas del pelo secas y un uniforme de enfermera con restos de vísceras está recolocándose un ojo de cristal. Pese a su aspecto de desequilibrada y los pendientes de faralaes, nadie diría que es tan peligrosa. Kassy Lopeta recompone los hechos en su cabeza. Es la camarera que aparece en su pesadilla. ¡Se dispone a atacar de nuevo!

—¡Por Dostoievski, a ti me dirijo! —grita. Y su voz ya no es suya, ni su condición humana.
—¡Maldición! —farfulla Niniana Nana, psicópata conocida en el mundo detectivesco como la Babas.
—¡A por ella, Isma! —ordena Kassy que, de pronto alza el vuelo y lanza un potente y certero rayo.
—Aaarrgghhhh! —grita cobardemente la Babas escupiendo una buena cantidad de sangre, y cae derrotada sin que Kassy se despeine.
—Qué fácil ha sido, mira tú.
—Pero… Kassy… ¿dónde está la Kassy que yo conozco? ¿Quién eres? ¿Por qué tu piel es negra, tu cabello níveo y tu cuerpo el de una diosa? —tartamudea Isma hecho un lío.
—¿Qué quién soy? Ja, ja, ja… Soy lo que soy. —Y la frase dice mucho más de lo que parece.
—Contesta. ¿Quién eres tú? ¿Y quién es Dostoievski?
—Soy el espíritu infernal que deambula por esta mansión buscando venganza. He poseído a Kassy, he acabado con mi competencia directa, Niniana Nana, y ahora, querido, es tu turno.

Un grito sofocado por un beso húmedo y lascivo es lo único que recordarán los testigos. Kassy, mirando a cámara, profiere una carcajada animal y continúa devorando a su adorado Isma.
Entereza, querido Watson.odt

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 11 Nov 2014 17:59
por Shigella
No sé que os habéis tomado para escribir estos relatos. :lol: :lol: :lol:

Muy divertido, con muchas referencias muy bien traídas, y, para mí, el mejor comienzo de relato de todos los que he leído. :lol:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 11 Nov 2014 18:30
por Berlín
¡Ah que buenísima pareja de investigadores, Kassy Lopeta e Isma el empalmado! Me ha encantado este cuentecito, tiene un sabor a homenajes por todos lados que me ha agradado mucho y con ese final... esa Kassy... :mrgreen:

Jugoso y muy divertido, supongo que hasta el título es un homenaje.

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 11 Nov 2014 23:40
por Isma
Estoy con Shigella. ¡Clamo al cielo! ¡Qué se han tomado los autores estos para desbarrar de esta manera! No es cierto, repito, no es cierto, que sea peliculero. De lo demás, sólo es cierto algo. Cuarenta y seis millones de españoles no son unas pocas cosas, ¿no? :lol:

¡Ya te vale, autor/a malvado! Juro sobre los restos humeantes de un espeto malagueño que tejeré cruenta venganza contra estos ataques infundados y maledicentes. Y no, repito, no soy peliculero. :lol:

Me encantan los nombres:
Kassy Lopeta
Raoul le Puff
Ismael Pom Pismarck :lol:
Dorita Dinamita
Julia Nome-Nome Toques
Niniana Nana

Y agradezco mucho que me tuvieras en cuenta para ser protagonista (a lo Torrente) de esta comedia :chino:

Nada puede perturbar mi calma zen... om... :60:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 10:56
por Sinkim
¡Felicidades, autor! Una historia muy divertida con unas idas de olla geniales :cunao: :cunao:

Me ha hecho mucha gracia la parte de los masai con Unga bunga, ribagumba, ¿Angumba nibelunga?, Mango Django :meparto: Me ha recordado al que dice que sabe japones y dice Toyota Kawasaki Fujitsu Yamaha :cunao: :cunao:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 13:24
por Dori25
Ostras este es de los pocos que me quedaban!!!
Que ida de olla!!!! Tolo qué nos estas suministrando????!!

Me encanta Ismael Pom Pismark!!!!!!!!

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 15:50
por joserc
Este también es de reírse un rato.

Creo recordar que Isma estaba casado. Supongo que su mujer no merodeará por este foro, porque como ande por aquí... con todas estas foreras deseando echarle mano (literariamente hablando)....

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 16:08
por Dori25
joserc escribió:Este también es de reírse un rato.

Creo recordar que Isma estaba casado. Supongo que su mujer no merodeará por este foro, porque como ande por aquí... con todas estas foreras deseando echarle mano (literariamente hablando)....
Rat acaba de decir algo parecido.
Desde luego chicas, es que no respetais nada!!!!

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 16:24
por Tolomew Dewhust
Autor, :shock: , impresionante.

Me has dejado con la boca abierta. Tremendo alarde de imaginación y aún mayor la destreza narrativa.

De verdad, no sabría qué destacar, el conjunto es inmenso, arrancas con fuerza pero es que el ritmo va in crescendo en un no parar de emociones fuertes hasta ese giro final que ha terminado por fascinarme del todo. De hecho, bueno, hasta te perdono que me hayas plantado frente a Lifen vestido de, de, de... Vale.

Chapó.

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 17:02
por jilguero
De tres leídos, ya van dos donde la Keka mother es de armas tomadas... :shock: :shock:
¡Estáis "sembraos"! Yo estoy dando todas las carcajadas que no dí en el de humor.
Y es que este tiene tantas referencias literarias como Ya no hay locos pero, como son referencias de cierto nivel, servidora las tiene más que trilladas y, ¡oye!, pues no me he perdido. :wink:
En ese aspecto, me ha parecido muy buena idea lo de meter en algunos casos al propio keko y en otros a los personajes/pasiajes de sus relatos. Una manera inteligente de hacer un guiño a muchos. :D
Los nombres bunísimos y el arranque surrealista para quitarse el sombrero. :eusa_clap:
Y muchas cosas más te podría decir, autor, pero mejor las dejo para cuando me pase dando un repaso. :60:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 12 Nov 2014 23:24
por iliada
Isma, poseedor de un cuerpo serrano que quita el sentido y una sonrisa gitana.
Desde luego Isma es el que sale más favorecido en los relatos que llevo leidos :lol:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 13 Nov 2014 00:08
por Gavalia
Es buenísimo y me la juego que es de la compañerita. destaco la narraciòn y el buen ritmo de toda la historia. Genial. :60:

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 13 Nov 2014 08:04
por jilguero
Gavalia escribió:Es buenísimo y me la juego que es de la compañerita. destaco la narraciòn y el buen ritmo de toda la historia. Genial. :60:
¿De la propia Kassy Lopeta?

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 13 Nov 2014 11:10
por Gavalia
Estrella 8)

Re: CK1 - Entereza, querido Watson

Publicado: 13 Nov 2014 15:16
por IrisCornegie
Muy bueno. Sobre todo el cambio de tercio inesperado al final. Muy bien llevado.