CN3 - Se dan clases de guitarra - Tolomew Dewhust

[jilguero]

Estaba preocupado. Pensaba que me iba a quedar sin relato atragantado en esta edición. Te lo comento, autor, para que me excuses si he sido muy duro.

Sultán, no se si has caído en la cuenta que la mayoría de tu harén se encuentra aovillada a los pies de este autor.

Pues ahora que leo el resto de comentarios, encuentro que tienes razón. Y con ello más se evidencia lo arbitrario de mi indigestión. Lo que yo busco en un relato, en cualquier lectura en realidad, no sé ni definirlo, pero lo encuentro al final de un tortuoso camino. Hay textos que no llegan a caminarlo, otros que lo completan (para mi gran regocijo) y otros que lo recorren campo a través, a su manera y fuera de las rutas que por desgracia tengo en mi cabeza.

Todavía me acuerdo cómo se te atragantó el trágico final de Doña Josefa Balbastro por mi culpa...

[Verditia]

Increíblemente bien escrito y con unas metáforas que se necesita un manual de literatura para entederlas, este relato no es de mis gustos particulares.

He disfrutado de su lenta lectura, sí, pero no me transmite porque soy mujer sencilla y las metáforas tan elaboradas me arrancan de la historia principal.

Leyendo esto me siento un tocho andante, es decir, que es un tipo de emoción que no me llega y me hace sentir mal por ser tan llana. Entreveo lo que quieres decir si rebusco mucho, pero requiere tanto esfuerzo mental por mi parte que, claro, pierdo el hilo.

Así que sin entender nada, he disfrutado de su mera lectura y sus preciosas imágenes. De la historia, pues ya me he enterado por los comentarios.

Supongo que debería releerlo, pero aún me quedan algunos relatos por leer. Si me da tiempo, volveré.

¡Suerte!

[jilguero]

Ando ya ultimando la lista y quería decirte que ningún otro ha conseguido llegarme tanto y, por mi parte,
Y, por supuesto, que espero poder continuar disfrutando de tu prosa.

[Gisso]

Buff, casi te olvido autor/a, menos mal que he hecho un repaso... Porque me ha dejado acongojado. Sí es verdad que da muchas vueltas metafóricas y muy poetico todo

me recuerda un poquitín a mi primera participación en un concurso del foro

, pero es tan bonito . Hay cosas que se me escapan, tal vez una relectura ayudaría, pero tengo ganas de saber el "cómo se hizo" de este relato. Muy bello, me imagino, homenaje.

[Topito]

A pesar de que no me ha llegado, no importa. El relato es para una persona muy especial que lo entenderá de principio a final. Así pues... ¿Qué importa mi opinión?

Uno siempre disfruta escribiendo cuando tiene en mente al destinatario y vuelca todo su ser en él. Eso se siente y se percibe.

Gracias por tu aporte, compañero. Y mucha suerte en las votaciones.

[Ororo]

Lo había leído varias veces, pero he vuelto a hacerlo.

Me gusta que el autor haya contado como le ha dado la gana esta historia. Aunque, siendo tan metafórica, aún lo habría hecho más poético todo. Que lo es, pero hacia el final aparece más realidad (o mentira) que poesía.

Un relato que despierta los sentidos.

[ciro]

Aunque en algunos momentos me pierdo, probablemente por falta de inteligencia poética, el relato resulta impactante y original, además de bien escrito. Creo que es todo lo que se puede pedir a un relato. Quizá pedirle una comprensibilidad del 100 % sea demasiado.

[jilguero]

Eso sí, el remate final, un poco ñoño, ¿no?

Sí, ese es el punto más "flojo" del relato. Y no tanto porque resulte un poco ñoño (eso depende de cada cual) como porque tengo la sensación que pasamos de un lenguaje ambiguo, juguetón y original, a uno real y mucho más convencional.
Pero, al igual que le decía a la autora de De cómo la Navidad perdió su encanto, le digo a este autor: las cosas importantes lo son y hay que priorizarlas cueste lo que cueste.

Me removiste las entretelas y ahora no se quieren estar calladitas. No sé si darte las gracias o más bien

[Estrella de mar]

¡Qué rebonito eres!

[noramu]

Este geranio narrador, el mediano de dos, difícilmente se me vaya de la cabeza.
Bellísimo homenaje con una prosa elegante, llena de matices y metáforas, que se adivina salido de las entrañas de un poeta. Pese a la dificultad de la interpretación la prosa fluye.
Primero, entre mentiras y verdades nos llevas a pensar en la locura. Al final desvelas la realidad de la lucha contra el cáncer y nos dejas con un nudo en la garganta.
Las interpelaciones al lector, tan "campechanas", supongo que para quitarle dramatismo al asunto, me contrastan demasiado con el tono del relato. Así como también alguna aclaración. Me sobra la de los carceleros cuando especificas que llevan batas blancas y echan una mano en lo que puedan. Son percepciones subjetivas que no pretenden en absoluto desmerecer el gran relato que has escrito. Enhorabuena y gracias por compartirlo

[Nínive]

De los geranios, raramente se puede uno fiar... eso es universalmente conocido.

[Ororo]

De los geranios, raramente se puede uno fiar... eso es universalmente conocido.

Ya te digo, que los tengo yo bien controlados.

Es bien cierto que mi madre que ahora está más sola se ha decantado por la jardinería y tiene la terraza llena de geranios. Bueno, tenía, porque aunque es una planta resistente, ahora no están floridos ni bonitos ni preciosos ni lucen ná y los ha sustituido por cactus que, la verdad, a mí me gustan más

[Nínive]

Yo es que de pequeña me trague una hoja de geranio y casi me ahogo. No es broma, es verídico. Gracias a una vecina que me puso boca a abajo y empezó a darme golpes en la espalda, estoy aquí para contarlo. Por eso no me río de los geranios, las hojas parecen aterciopeladas, pero raspan. De eso me acuerdo.
Otro día os cuento mi aventura con una caja de aspirinas infantiles...

[Ororo]

Yo es que de pequeña me trague una hoja de geranio y casi me ahogo. No es broma, es verídico. Gracias a una vecina que me puso boca a abajo y empezó a darme golpes en la espalda, estoy aquí para contarlo. Por eso no me río de los geranios, las hojas parecen aterciopeladas, pero raspan. De eso me acuerdo.
Otro día os cuento mi aventura con una caja de aspirinas infantiles...

No me extraña. No son nada de fiar.
Ahora, por verte cogida de una pierna hacia abajo como un pavipollo dándote golpes... te volvería a regalar uno

[Nínive]

Yo es que de pequeña me trague una hoja de geranio y casi me ahogo. No es broma, es verídico. Gracias a una vecina que me puso boca a abajo y empezó a darme golpes en la espalda, estoy aquí para contarlo. Por eso no me río de los geranios, las hojas parecen aterciopeladas, pero raspan. De eso me acuerdo.
Otro día os cuento mi aventura con una caja de aspirinas infantiles...

No me extraña. No son nada de fiar.
Ahora, por verte cogida de una pierna hacia abajo como un pavipollo dándote golpes... te volvería a regalar uno

Yo no me vi, no te puedo contar.
Ahora dificilmente me podría coger nadie de la patita... A no ser que se quiera tragar él, el resto del geranio.