Voces de Chernóbil - Svetlana Alexievich

[Ceinwyn]

Bueno, pues ya lo terminé.
El último, junto con el primer monólogo, los que más huella han dejado en mí. También el de una señora mayor que vive sola en la zona evacuada.

Algunos monólogos me han gustado menos, pero en general es un libro fantástico, como narración, que me parece diferente y original, y como testimonio histórico.

Muy impactante.

[Ceinwyn]

Pues nada, oyendo el Himno de la unión soviética y llorando cual magdalena.

¿Que por qué lo cuento? Pos qué sé yo....

[Arden]

Me alegro de que te haya gustado @Ceinwyn, es una de esas autoras que descubres gracias a que le dan el Premio Nobel, y que solo por eso ya justifica el que exista ese Premio, me ocurrió lo mismo con la poeta polaca Wyslawa Szymborska o la también polaca Olga Tokarczuk, y tantos otros.

Ahora te recomiendo que veas la serie porque es impresionante.

[Ceinwyn]

@Arden ¿Sabes que eres de mis últimos descubrimientos más mejores? Lo siento, tienes una fan.

[Aben Razín]

Suscribo las palabras de Arden es una autora imprescindible y su obra literaria y ensayística justifica con creces el Premio Nobel de Literatura que, en su día, recibió. Ahora ando con problemas en su país por el dictador de Bielorrusia, pero ya debe estar acostumbrada,

[Arden]

@Arden ¿Sabes que eres de mis últimos descubrimientos más mejores? Lo siento, tienes una fan.

Me vas a hacer enrojecer

Ahora en serio, muchas gracias por el piropo, siempre es muy satisfactorio cuando encuentras a otros lectores que tienen tus mismos gustos y te descubren otros autores o libros interesantes. En el foro uno va viendo con quién congenia más y ya pues entras directamente a hilos donde ha comentado, porque siempre puedes sacar algo interesante. Así que yo encantado de leer tus comentarios.

[Ceinwyn]

Así es @Arden .

Iré cotilleándote tolrrato cual perrito faldero

[Aben Razín]

Sigo suscribiendo lo que afirma, Arden

Para mí, esta autora es ya un referente cultural y de pensamiento. La descubrí, gracias a este Foro.

[nosequé]

Este magnifico libro, lo estamos leyendo para el Club presencial en Madrid. No reuniremos en este mes, no tenemos fecha, en cuando lo tengamos, lo pondré es su hilo.
Lo leí hace 5 años, y al volverlo a leer me sigue encogiendo el corazón. Es terrible lo que ocurrió.
Y me sorprende que ya han pasado 35 años, en abril los hará. Todo pasa casi en un soplo.

[Velaluka]

Durante unos cuantos días no he podido sacudirme de encima la sensación de que todo está impregnado, como en el libro. Al doblar la ropa limpia, al lavar unas uvas bajo el grifo, al sentarme sobre la hierba. No sabía muy bien de qué, de algo viscoso que había que evitar, residuos radiactivos, Covid, o náusea.

Después del primer relato, creí que no sería capaz de seguir leyendo. Por suerte, afloja un poco. Al final se acaba haciendo un poco repetitivo, pero es que hay cosas sobre las que hay que repetirse, para que calen y dejen poso. Y así me ha dejado, con la piel empapada de quién sabe qué.

[Ceinwyn]

Es curioso. A mí me pasó lo mismo. Y la pena, la pena arrastrada ... Muy potente el impacto de esta lectura.

¿Y el último relato? Muy heavy también, ¿Verdad?

[Aben Razín]

Los relatos son una denuncia clara de lo que ahí paso y, sobre todo, del silencio cómplice. Creo que no añade, ni quita, una coma de lo que ahí sucedió, por eso es un relato periodístico de primera mano. Como tal lo tengo y recuerdo,

[Velaluka]

Sí, el último es muy impactante también, y algunos intermedios, tuve que dejar de leer en varias ocasiones. Ese arrastrar la pena creo que es lo que hace que te cale tanto, que se te meta bajo la piel.
Y ahora, ponte a explicarle a un niño lo que es el comunismo...

Silencio cómplice hay mucho, pero aún más ignorancia, y confianza ciega, y lealtades malentendidas, y credulidad, y apegos ancestrales, y fe, e inmovilismo. Y todo eso también es una bomba, no de las que hacen hongo sino de estas, de las silenciosas que no se ven ni se palpan, de las que nadie sabe cómo combatir.

[Aben Razín]

Silencio cómplice hay mucho, pero aún más ignorancia, y confianza ciega, y lealtades malentendidas, y credulidad, y apegos ancestrales, y fe, e inmovilismo. Y todo eso también es una bomba, no de las que hacen hongo sino de estas, de las silenciosas que no se ven ni se palpan, de las que nadie sabe cómo combatir.

Pones un cóctel con muchos ingredientes. No sabría decir cuál fue el que predominó en esos momentos. También el hecho de tener un trabajo remunerado, aún a sabiendas -o no- de estar sentados en un polvorín. Desconozco si se ha hecho una auditoria en condiciones sobre lo que sucedió esos días en Chernobil, pero creo que sería muy útil. No obstante, nos encontramos con el silencio de un Estado que reducía todo al olvido.

[nosequé]

Segunda lectura y ha sido la misma experiencia, el alma se te encoge.
Oír todas esas voces es un intento de meterse en sus pieles, aunque nunca sabremos todo el dolor que pasaron y todavía tiene que ser muy doloroso, por los recuerdos y por todas las secuelas que dejo el terrible accidente.



Los periódicos y las revistas compiten entre sí para ver quien escribe algo más terrible, y estos horrores les gustan sobre sobre todo a aquellos que no lo han vivido