Lo he retomado, que se me juntaban tres lecturas en inglés
Voy por la página 141, que es más o menos la mitad de la tercera parte,
Growing up.
Creo que mi amiga invisible
dio en el clavo con esta versión en papel porque me resulta mucho más llevadero leerlo así, no sé por qué. Es de esos libros en los que te gusta dar saltos de un lado a otro.
Y el material friki te hace situarte un poquito mejor. Son quince pistas de audio, he escuchado las dos primeras, y habla sobre Roger Acrkoyd sobre todo, no siguen necesariamente el orden del libro, ni especifican a qué parte del mismo se refiere. El sonido no es el mejor, pero es un lujazo que al menos se salvasen las cintas, y oírla es genial, no sé, no me la imaginaba tan "abuelita contando un cuento". Es como si me imaginase siempre a Agatha como una mezcla entre Poirot y la Marple
Y también están las fotos, tenemos incluso una de Nursie (Eyre, te las escanearé, porque para leer el libro, vale mucho la pena hacerse una idea de todo, aunque no sé si tu ebook las tenía), del perrito, y de Ashfield. Supongo que muchas serán fáciles de encontrar husmeando un poco por Internet, pero bueno.
Sigo pensando que estas memorias, evidentemente, están más subjetivadas, y ella misma lo reconoce, y que en ese sentido, las de Gillian Gill son muy intresantes, y leer las dos es un modo de "equilibrar".
Sin embargo, me lo estoy pasando genial con esto, aunque sé que voy a notar vacíos cuando no hable de ciertas cosas, pero da igual, consigue engañarte (cual novela Poirotesca) y engancharte con lo que sí te cuenta. Además, cuando uno escribe su biografía, está en su derecho de contar lo que le da la gana
Y el tono es tan distinto a
Ven y dime cómo vives, que a veces te sorprende conociendo a la reservada Agatha (o a la que ella quiere que conozcas), este libro es mucho más personal.
Ahora que me he puesto de nuevo (la otra vez creo que solo leí la primera parte), voy con más ojito, y creo que es genial poder tener unas memorias así, de primera mano, de la tía Agatha, y además, hace algunas reflexiones, que son muy interesantes, además de describirla.
Algunas cosas ya las comenté, pero bueno, en la primera parte, lo que más me gusta es (además de alguna anécdota que sí recuerdo que comentamos) cuando nos habla de los libros que leía, o como, cuando habla de las visitas que recibía su madre, reconoce que la gente
que se imaginaba era siempre más real que los que luego conocía. |
Eso me encanta, supongo que es bueno en un escritor, aunque luego no es que sus personajes estén excelentemente bien construidos siempre, pero bueno
O esa reflexión que hace sobre
por qué le gustaba sentir miedo, como si fuera un instinto, y habla del juego que tenía con Madge, aunque de eso yo creo que ya hablamos en su día (el juego de Lady Madge y Lady Agatha). |
Me ha encantado leer de nuevo (en su día no le di importancia) esa pasión que sentía por las casitas de muñecas, porque a mí también me encantan, y creo que esta afición se ve en sus novelas, ya que algunas se situan en escenarios que casi te imaginas, como si fueran casitas de muñecas, y es por sus descripciones, supongo. Además, mi casita de muñecas es victoriana, y me imagino su casita, y tenía que ser preciosa. También cuenta aquí cómo invertía su paga, porque parte iba precisamente a amueblar y decorar su casita.
Otra afición suya que me encanta es la de la porcelana (heredada además de su familia). ¡¡Con lo que me gusta la porcelana!!
La estancia en
Francia (ya en la segunda parte) también es interesante, y supongo que la estancia en el hotel, rodeada de gente tan diferente, le pudo servir (igual que otras muchas experiencias) para luego crear ciertos personajes en sus novelas. Es muy divertida su odisea inicial a la hora de aprender francés |
En cuanto a las
desgracias familiares está la muerte de su padre, aunque la cuenta de una manera que parece un episodio que se veía venir, sin generar muchos sentimientos, aunque ella cuente lo mal que lo pasó y cómo estaba su madre... |
Me hace gracia que no se culpa a nadie en ningún momento de
la ruina económica. No sé, realmente, no vas a arremeter contra tu padre, pero yo creo que nunca hizo lo suficiente. Y luego no sé, habla de ruina económica, pero para mí no es arruinarse cambiar de tres a dos personas de servicio, poder mantener tu casa, o permitir que tu cocinera despilfarre en comida innecesaria... Me parece que, o bien exagera al hablar de tantíiiiisimo problema económico, o bien si lo había no sabían afrontarlo. Ya sé que en esa época, y que si las circunstancias sociales, y que si... pero |
Y otra cosa con la que no estoy nada de acuerdo con Agatha es en su visión de
la mujer, del matrimonio, de las diferencias entre la mujer de antes y la actual (la actual de su época). Va de mujer moderna en cierto sentido, y no lo era para nada. Pero bueno, esto lo aprecio en su voz y tono, porque aún nos está contando episodios de infancia y adolescencia (aunque como narradora y autora también expone a veces sus reflexiones como adulta). |
Veremos qué nos cuenta cuando "se haga mayor". Pero no sé, no comparto un montón de cosas que dice, no porque las pensase en su momento, sino porque las siga pensando en la fecha en la que escribe sus memorias... Y sí, ya sé que las abuelitas tienen sus ideas pegadas con cemento y no las despegas ni a tiros.
Ah, y la descripción de las Navidades me ha encantado!!