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Cierro bien el 2014 con "Limonov",una entretenida biografia de un gamberro pretencioso,.Me gusto leer su afán juvenil de "chico malo cool" y la historia rusa del s.XXI.
Cita:
"No eres capaz Eddy,de concebir una vida feliz sin
exito y fama y que el criterio del exito sea el amor
y una vida familiar tranquila?"
FELIZ 2015.
No soy lector de biografías, no me gustan. Pienso que es imposible indagar en la vida de cualquier persona de cierto relieve y no encontrar elementos vergonzantes que destrocen mi admiración previa por el biografiado –y que me impedirán disfrutar plenamente de futuras lecturas suyas; estoy plagado de prejuicios de los que soy plenamente consciente y de otros muchos que seguramente ignoro– o rasgos de buena persona en todo miserable, aunque solo sea ese ya famoso y provocador "era muy amigo de sus amigos". Y a todo esto hay que añadir mi prejuicio (otro más) sobre las intenciones, nunca claras, de los autores de biografías, que ya son inmensos cuando se trata de autobiografía.
Dicho esto, he de reconocer que me he bebido de un trago este interesantísimo libro y que de forma brillante me ha tenido pegado a sus páginas, a la vida de este controvertido sujeto y a la no menos controvertida historia de la Rusia de los últimos 50 años. Placer no, placer no he sentido. Necesito otra forma de narrar para ello, y no lo consigo con ese estilo periodístico por muy cercano a lo literario que sea.
Un estilo periodístico que intenta ser equidistante ante una figura que no es juzgada en ningún momento. Pero la impresión que me queda de esta equidistancia (quizás necesaria en todo biografía honesta aunque nunca me la crea: uno no se empeña en la biografía de nadie para ser equidistante) es que el autor se queda corto en algunos pasajes y se pasa en otros y al final el retrato que nos hacemos de Limonov está desenfocado, se me escapa, no consigo completarlo. Puede que ese sea precisamente uno de los mensajes que quiera transmitir el autor, la complejidad de las personas y tal y tal, pero ahí vuelvo a los motivos con los que he iniciado el comentario y por los que no me gusta leer biografías.
"Hay que reconocerle una cosa a este fascista: sólo ama, y sólo ha amado siempre, a las minorías. Los flacos contra los gordos, los pobres contra los ricos, los cabrones que admiten serlo, tan raros, contra los virtuosos que son legión, y por errática que parezca su trayectoria, posee una coherencia que consiste en haberse puesto siempre, absolutamente siempre, de su lado.”
Quizás esta falta de contundencia, esta indefinición del autor con su retrato sea la causa de que me haya llegado a montar una película, una novela, la que aquí no he encontrado, acerca del autor y su relación con el personaje y su objetivo (consciente o no) en la investigación y la posterior redacción del libro. Intentaré explicarme.
Al final del libro, Limónov pregunta al autor por los motivos por los que le ha elegido a él. Por su apasionante vida, le responde Carrére. Y no me cabe la menor duda de ello. Como aquel que odia profundamente al amante que no puede dejar de adorar, Carrere, civilizado, intelectual y burgués desprecia y envidia al loco, provocador y desconcertante Limónov. Este personaje que lleva una vida de leyenda y del cual Carrére leyó en su juventud sus primeros libros (siempre autobiográficos) sintiendo que “Lo que contaba, es decir, su vida, me produjo más efecto que su modo de contar... me hundía cada vez más, página tras página, en la depresión y el odio a mí mismo. Cuanto más leía, más cortado me sentía por una tela apagada y mediocre, condenado a ocupar en el mundo un papel de comparsa, y de comparsa amargado, envidioso, que sueña con papeles de protagonista a sabiendas de que no se los ofrecerán nunca porque le falta carisma, generosidad, valor, le falta todo menos la espantosa lucidez de los fracasados."
Hasta le reconcome la visión de la vida de Eddy Limónov porque lo siente como un reproche a la suya:
“No eres capaz, Eddy, de concebir que una vida puede ser dichosa sin el éxito y la fama? ¿Que el criterio del éxito sea por ejemplo el amor, una vida familiar tranquila y armoniosa? No, Eddy no es capaz de concebirlo, y alardea de ello. La única vida digna de él es la de un héroe, quiere que el mundo entero le admire y piensa que cualquier otro criterio, ya sea la vida de familia tranquila y armoniosa, ya sean las alegrías sencillas, el jardín que cultivas al amparo de las miradas, son justificaciones de fracasados.”
La biografía termina con una expresión de Limónov calificando su vida como “una vida de mierda”. En el epílogo, el hijo de Carrére le suelta: “En el fondo —me dice—, lo que te molesta es que le retratas como a un perdedor.” “Lo admito”, le responde él. Y aquí es donde creo que se engaña a sí mismo o nos quiere engañar a los demás. Ese era el objetivo, eso necesitaba el autor con su investigación: conseguir demostrar que Limónov, su vida de leyenda, la intensidad con la que quiere vivir y consigue vivir, sin miedos ni ataduras, esa vida que Carrére envida profundamente, es, al final, la vida de un fracasado. Quería eliminar a su capitán Levitin particular… volviendo, de nuevo, a lo dicho en el inicio del comentario.
Terminado. El libro va de más a menos, creo que empieza a ir a peor justo cuando Carrère empieza a hablar de sí mismo, creyéndose protagonista de esta novela biográfica basada en la vida de un tal Limónov. Puntuación: 8,5
Lo primero que leo de Carrere y tengo que decir que me ha gustado mucho. Efectivamente es un maestro de la no-ficción y el libro se lee como una novela, si bien es verdad que gran parte del mérito corresponde a la figura excepcional por marginal, extravagante y escandalosa del protagonista.