El problema de las subvenciones es el de siempre: hecha la ley, hecha la trampa. En mi opinión se trataría, no de eliminarlas, sino de optimizarlas para reducir al máximo los fraudes.
No sé si se hace actualmente, pero sería una buena idea fomentar la construcción de viviendas energéticamente eficientes: bien aisladas para disminuir el gasto en calefacción y aire acondicionado, y con sistemas solares para calentar el agua, que permiten un ahorro energético nada despreciable. Por otro lado, España es un país con muchísimas horas de sol, razón por la cual parece bastante sensato invertir en centrales solares aunque, de momento, produzcan energía más cara que otras centrales más contaminantes. Recordemos que no se trata de optimizar la relación precio/rendimiento, sino de disminuir, en la medida de los posible, el gasto energético superfluo y de reducir las emisiones contaminantes. Quizá una buena idea sería centrarse en las centrales térmicas solares, en lugar de las fotovoltaicas, que, además de ser muy complejas, requieren materiales que producen residuos.
Es importante, en cualquier caso, que el Gobierno no se limite a subvencionar la construcción y la puesta en marcha de centrales solares, eólicas y demás; es fundamental que controle su gestión y se asegure de que proporcionan un rendimiento satisfactorio. Además, no tiene ningún sentido que, al mismo tiempo, subvencione el carbón, uno de los combustibles más contaminantes que hay, para sacar adelante el sector minero español.
Otro tema que habría que discutir en detalle es el de las centrales nucleares. Resumiendo, podemos afirmar que poseen un importante pro y una importante contra: no emiten CO2 ni otra sustancias contaminantes, como las centrales térmicas, pero generan residuos de alta actividad cuyo almacenaje no se sabe muy bien cómo abordar. En mi opinión, se trata de un importante debate que hay que llevar a cabo sin hipocresías ni politiqueos, evitando, por ejemplo, lanzar proclamas anti-nucleares de cara a la galería, mientras se importa una gran cantidad de energía eléctrica de Francia, producida en centrales nucleares.
Y, para finalizar, sería conveniente seguir financiando la investigación en nuevas fuentes de energía, aunque ésta no produzca resultados materiales a corto plazo. Creo que merece la pena invertir en algunas posibilidades, como la fusión nuclear, cuyo futuro no está claro pero que resultan muy prometedoras.
Arwen_77 escribió:Sí, seguramente por esto más que por el cambio climático, que yo sí que creo que siempre lo ha habido. Cuando se salió de la era glacial, no sería por la influencia de "las grandes industrias de la época".
Cambios climáticos naturales (*), los ha habido y los habrá mientras la Tierra siga existiendo; pero eso no es óbice para que, además, los seres humanos podamos estar dando lugar a otro. La cuestión es: poseemos algunos indicios que muestran que nuestra tecnología está alterando el cima. Ni esos indicios son pruebas irrefutables, ni tenemos la certeza absoluta de cómo va a evolucionar el clima durante los próximos años, tanto si reducimos nuestras emisiones y nuestro gasto energético, como si continuamos al mismo ritmo. Sin embargo, como ya he afirmado antes, creo que son suficientes para que empecemos a cambiar nuestros hábitos, pues si no lo hacemos corremos el riesgo de que nuestros descendientes, o incluso nosotros mismos dentro de unos cuantos años, lo paguemos caro.
Y sí, hay guerras de lobbys. Pero, como ha dicho ukiah, no nos centremos sólo en el ecologista, que, además, mueve mucho menos dinero y mucho menos poder que el petrolero.
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(*) Entiéndase "natural" como una forma abreviada de decir "lo que sucedería si no existiera el ser humano".