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Esta semana leeremos este relato del autor asturiano Jon Bilbao.
Los espías , se encuentra incluido en el libro Bajo el influjo del cometa, publicado en 2010 y galardonado con el Premio Tigre Juan.

Lo comentamos a partir del viernes 18

Giada escribió:Esta semana leeremos este relato del autor asturiano Jon Bilbao.

¿Cómo va a ser asturiano apellidándose Bilbao y llamándose Jon?

Qué mal rollo transmite el cuento.

No me gustaría tener de vecinos a ninguna de las dos familias: el aburrimiento y la falta de comunicación e ilusión de la pareja que espía chocan con la veraniega y temporalmente familia vecina de enfrente que, según parece, no tienen nada que esconder y llevan una idílica vida en común gracias al rito fijo de la práctica religiosa. Pero los patios traseros esconden muchas cosas...

Desasosegante, con un ritmo in crescendo hacia un terror no por cotidiano menos inquietante. El final me parece casi de humor negro, una broma macabra, pero da un miedito...

Gretogarbo escribió:

Giada escribió:Esta semana leeremos este relato del autor asturiano Jon Bilbao.

¿Cómo va a ser asturiano apellidándose Bilbao y llamándose Jon?

Cosas veredes

Me ha encantado este relato. Como dice natura, transmite muy mal rollo, y qué conseguido está, ¿verdad? Me ha tenido atrapada hasta el final, que por cierto me encanta, con toda esa ironía.

A mi también me ha parecido un relato entretenido y ciertamente inquietante.

¿Qué habrá hecho el matrimonio al final con

la vecina?

En general, me gusta como escribe este hombre.

Pero, ¿es de terror o solo miedo?
No sé si leerlo o no. El terror no me gusta.

Miedo, magali. No hay carnicerías, ni barbaridades horrorosas. Solo miedo inquietante, de ese que te deja un poso de nerviosismo y te hace mirar alrededor con mosqueo.

No te lo pierdas, que merece la pena.

Pues me ha gustado el relato, tanto como está contado, el suspense va in creciendo, como la historia, e incluso el final que da más yuyu aún.

Empieza como la típica historia de vecinos cotillas, en España tenemos a la vieja del visillo, y esta pareja son una prueba ejemplar de este tipo de gente, que se aburren y entonces les da por cotillear a los demás. Pero lo que al principio empieza siendo una curiosidad, continua en una curiosidad malsana, después en una obsesión y acaba en una obsesión patológica, y además por parte de ambos, influyendo en su estado de ánimo, su vida sexual, en general en toda su vida,

acaban viviendo por y para espiar a los vecinos.

Lo curioso es que los vecinos, excepto lo de leer la biblia en común media hora todos los días, no parecen tener mayor interés, un topógrafo y una mujer que trabaja en una tienda de fotografía, y ellos dos parecen los típicos adolescentes, pero tampoco hay mucho más, pero ¿Qué tienen los concursantes de los reality tipo Gran Hermano? Nada, gente que vive sus vidas en una casa, hablan, comen, van al wc, se duchan, tienen sexo o no, pero no hacen nada especial, y sin embargo es el programa más visto en casi todos los países donde se emite, y en España también, así que tampoco es tan extraño lo que ocurre en el cuento, solo que llevado al extremo del cotilleo.

El final

con esa pareja en bloque dispuestos a asaltar a la vecina para averiguar todo lo posible de los inquilinos es inquietante pero también divertida.

La duda que me queda es

¿realmente los vecinos se han ido así de repente por la noche porque se han dado cuenta del espionaje?

Por muchas precauciones que tomaran es fácil que en un momento dado pudieran sospechar que algo pasa, pero también es posible algo como una desgracia familiar, algún acontecimiento imprevisto que les hace marcharse, con lo que nos quedamos con la duda, así como con cómo harán para retomar el contacto una vez averigüen de su vida real, o ¿Tal vez los espiarán sin que se enteren?

En fin, curioso e inquietante relato.

natura escribió:Miedo, magali. No hay carnicerías, ni barbaridades horrorosas. Solo miedo inquietante, de ese que te deja un poso de nerviosismo y te hace mirar alrededor con mosqueo.

No te lo pierdas, que merece la pena.

Gracias. Lo leeré.

Arden escribió: Lo curioso es que los vecinos, excepto lo de leer la biblia en común media hora todos los días, no parecen tener mayor interés, un topógrafo y una mujer que trabaja en una tienda de fotografía, y ellos dos parecen los típicos adolescentes, pero tampoco hay mucho más,

Fíjate que a mí me parece que sí hay mucho más, que esa familia que se exhibe con las cortinas abiertas de cara a sus vecinos y a la calle, tienen un patio trasero, donde nadie los ve, y que no está tan “impoluto” como el salón-escaparate visible desde el exterior. Y no dejan que nadie pase al interior de su casa, nunca. Cuando descubren

que hay alguien en el jardín observándoles, se ponen muy nerviosos y exageradamente agresivos. Que menos mal que no llegan a pillar al vecino, que si no...

Son dos familias de psicópatas, sin nombres propios y con comportamientos rozando el desquicie. De la pareja que espía lo vamos sabiendo casi todo, pero ¿de la otra?, los detalles que van desvelando los espionajes y poco más.

El final en suspenso remata perfectamente los mil cabos sueltos que se nos van a quedar dando vueltas durante un buen rato.

A mí no me ha dado miedo, ni yuyu, ni, desde luego, terror, como a algunos de vosotros.

El autor ha conseguido que lo leyese con intriga y con mucha atención, por no dejar cabos sueltos, pero el final no consigo interpretarlo, si es que hay algo que interpretar, que no lo sé, y me ha dejado los ojos iguales a los del caracono que ha puesto jilguero.

Los buenos lectores, con el paso de los años, adquieren sabiduría para leer entre líneas. Yo debo involucionar porque no sé sacarle la chicha a un texto si no me lo dan mascado.